𝕋𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠: 𝐁𝐚𝐢𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫𝐨𝐬𝐚.
𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒𝕤: 𝐃𝐢𝐠𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐯𝐚𝐠𝐢𝐧𝐚𝐥, 𝐒𝐞𝐱𝐨 𝐟𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚𝐥 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐣𝐨, 𝐍𝐞𝐠𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐚𝐥 𝐨𝐫𝐠𝐚𝐬𝐦𝐨, 𝐓𝐨𝐩/𝐉𝐢𝐥𝐥.
Un espejo de longitud corporal te mira a ti y a Jill, mostrándote a ambas sentadas en el suelo, contigo entre las piernas de Jill.
No estás segura de cómo terminaste allí, junto a ti gimiendo en su cuello mientras te toca, pero no lo piensas mucho.
"Ojos en el espejo, muñeca". Tiene ese tono condescendiente, como si te hubieras vuelto estúpida solo por sus dedos delgados pero calculadores curvándose dentro de ti. Aunque ella no se equivocaría.
Los ojos vuelven al espejo y no puedes soportar ver tu estado desaliñado. Tus piernas están levantadas y abiertas de par en par, brindando una vista clara de tu coño y sus dedos entrando y saliendo lentamente de ti.
"Jill-" Estás agarrando sus muslos con tus uñas clavándose en la piel, mordiéndote los labios para sofocar tus ruidos llenos de placer.
En respuesta a tu súplica, ella solo retira su mano del interior de tu coño y se mueve para frotar tu clítoris hacia arriba y hacia abajo y pellizcarlo, y no puedes evitar contraerte cada vez.
Un beso rápido cae en tu mejilla, luego en tu mandíbula y luego en tu cuello. No pasa mucho tiempo hasta que gritas mientras ella te muerde el cuello, y ya hay una marca floreciendo en tu piel. "Qué bonita", murmura en tu piel mientras besa la piel ahora manchada. "Muy buena conmigo también".
Su mano libre juguetea con tus senos, ocasionalmente roza tus pezones mientras frota círculos lentos pero apretados en tu clítoris.
Es increíblemente bueno, los jadeos y gemidos que resuenan por toda la habitación desde tu boca son señal suficiente de ello. Ya te estás tensando porque puedes sentir que llega tu punto máximo.
Pero se te arranca rápidamente y sólo puedes ahogar un gemido.
"Oh, ¿no soy cruel?" Ella se burla cuando su mano ahora pellizca la parte interna de tu muslo en lugar de tu clítoris, dándote otra sacudida porque está muy cerca, pero tan lejos.
Tu coño ruega por sus dedos, pulsando por su toque como si fuera un salvavidas. Asegúrate de hacérselo saber ahogando un débil sollozo.
"No me di cuenta de que estabas tan sensible hoy", Jill hizo una pausa, su mano una vez sobre tus tetas ahora agarró tu mandíbula para que ella dirigiera tu mirada a sus ojos. "¿Qué te tiene tan nervioso?"
Ni siquiera puedes responder, solo empujas tu cara hacia adelante y le das un beso descuidado, tu lengua ya está entrelazada y haciendo un completo desastre en su cara.
Tienes que alejarte para tomar aire, jadeas pesadamente con los ojos caídos y ella se ríe de ti. "Awh- ¿ya estás lista para ir a la cama?" Jill se burla, acariciando ligeramente tu mejilla imitando una bofetada. "Pobre bebé, supongo que seré generosa".
Ni siquiera te das cuenta de lo rápido que sus dedos regresan a tu coño, abusando de tu punto débil y sin importarte cuánto te retuerces y gritas de éxtasis.
"Jill- Jill- Jill- Oh Dios-" Las palabras claramente no son tu fuerte en este momento, aunque predicar el nombre de tu novia definitivamente lo es, porque sus dedos están haciendo un buen trabajo para volverte loco.
"No puedo tener suficiente, ¿eh?" Ella tiene ese tono otra vez, todavía te vuelve absolutamente loco y te hace apretar los dedos. Incluso vuelves a apretarlos mientras su otra mano te pellizca los pezones.
"No pares, por favor, nunca, nunca..." Gritas de nuevo, tus nudillos se vuelven blancos por el agarre que tienes sobre Jill, desesperado por mantener los últimos hilos de cordura a tu alrededor, pero sabes que Lo perdí hace un tiempo.
Sus dedos entran y salen de ti a un ritmo rápido, y sientes como si no pudieras seguir el ritmo, especialmente cuando ella también tiene una mano masajeando tus senos y moviendo tus duros cogollos.
Te atreves a mirarte en el espejo y quedas embelesado. Jill, a pesar de lo encantadora que es, no parece afectada en absoluto por tu estado, aparte de la sonrisa de mierda en su rostro ante tu estado, pero ella siempre te mira con esa sonrisa cuando te pones así. Desesperada y necesitada.
Tu respiración se acelera y puedes sentir que tu pico te alcanza. Ni siquiera te das cuenta de que te ha caído encima mientras lo sacudes, ni te das cuenta de que has chorreado y de cómo también ha cubierto el espejo.
"Qué buena chica, joder". Jill suena sorprendida, incluso asombrada. Sus dedos todavía están empujando dentro y fuera de ti, y tú lanzas un par de ráfagas débiles más, antes de desplomarte contra ella.
Sus dedos te abandonan y no puedes evitar casi desear que vuelvan a entrar dentro de ti, aunque terminan en tu boca y no puedes evitar gemir ante tu sabor.
"Las chicas buenas limpian su desorden". Ella te lo recuerda diligentemente mientras saca los dedos de tu boca y no puedes evitar darle un beso en los labios.
"¿Lo hice bien?" Dejas escapar dócilmente una vez que los dos se alejan del beso, pero Jill solo se ríe una vez más, con una sonrisa grabada en su rostro.
"Lo hiciste muy bien", sus manos se mueven hacia tu cara y te pellizcan las mejillas. "¿Quieres una pegatina o algo así?"
Igualas su sonrisa y asientes, aunque ligeramente torcidamente porque ella tiene un agarre increíblemente fuerte en tus mejillas.
"Bueno, obtendrás esa pegatina una vez que limpies el espejo".
Yyy terminamos con el mini maratón/no maratón!!
Espero les haya gustado, la próxima semana tendremos a nuestro esposo mas fiel de RE (adivinen)
Besos!! Les quiero mucho!!
Sr_Macaroni