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By HAERINMYGIRLFRIEND06

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CapΓ­tulo 1
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CapΓ­tulo 3
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CapΓ­tulo 38
CapΓ­tulo 39
CapΓ­tulo 40
CapΓ­tulo 41
CapΓ­tulo 42
CapΓ­tulo 43
CapΓ­tulo 45 [FINAL]
EpΓ­logo

CapΓ­tulo 44

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By HAERINMYGIRLFRIEND06

Esta noche era el baile de invierno y Sana, a pesar de tener un vestido, no quería ir. Durante estos días, Dahyun la había evitado e incluso fingía qué la pelicastaña no existía. Chaeyoung le había regañado, pero Sana no entendía el por qué. Al parecer la coreana también la evitaba y solo la miraba desde lejos, con desaprobación. Estaban en el pasillo. Mina a su lado le acariciaba la espalda y Jihyo intentaba animarla.

--Vamos, Sana-yah. Fue tu culpa-- le dijo y Sana la miró con mala cara. Jihyo se hizo hacia atrás. --Tú fuiste la que dijo la mentira, de que no la amabas.

--Cierto, Sana-chan. Ella... ella puede que tuviera que decirte algo importante y tú le echaste esa bomba-- Mina, a pesar de estar consolándola, también le reprochaba su actitud.

--Ella seguro me iba a rechazar-- soltó, apoyándose de los casilleros.

--No creo eso-- comentó Jihyo, rascándose la cabeza.

--Yo tampoco-- dijo Mina apoyándola, aunque comenzó a sonreír, cuando vio a su chica acercándose.

Chaeyoung, vestida con una blusa y unos jeans, al ver a Mina mostró una gran sonrisa y al acercarse las dos se saludaron con un beso en los labios. Chaeyoung le hizo un cabeceó a Jihyo como saludo y luego miró con reproche a la pelicastaña. Sana se encogió ante esos ojos miel.

--Eres una gran idiota, rarita-- soltó mientras Sana bufaba.

--No vengas tú también. Ella me iba a rechazar y no le iba a dar la satisfacción de hacerlo-- se defendió, cruzándose de brazos, y Chaeyoung la observó como si fuera idiota.

--¿Eres ciega?-- preguntó un poco indignada y luego volteó a ver a su chica. --Amor ¿Tu amiga es tonta de nacimiento o qué?

--Ella siempre ha sido así-- Mina se encogió de hombros mientras con sus manos entrelazaba los dedos con los de Chaeyoung.

--Ya déjenme-- intentó irse, pero, a los poco minutos, aquella chica de primero la llamó.

--Hola, Sana-- la saludó con una sonrisa brillante y Sana apenas y se mostró feliz.

--Hola-- se iba a ir cuando Hayoon la tomó de la mano. --¿Quieres algo?

--Yo... bueno, después de todo, me preguntaba si tú... eh-- estaba un poco nerviosa y su piel blanca le hacía parecer un tomate en estos momento.

Sana, un poco aburrida, vio que varias personas las miraban y parecían entretenidos.

---¿Tú... necesitas?-- intentó ayudarla y la chica se sacudió un poco, para avisparse.

--¿Quería ver si ibas conmigo al baile de invierno?-- preguntó un poco tímida y todos observaron, esperando a que ella respondiera.

Sana parpadeó.

--Bueno... yo... En realidad-- se calló al ver a Dahyun cerca de ellas, con el ceño fruncido.

Sus labios estaban apretados y ahora todos miraban a las dos chicas, esperando el drama.

Sana no respondió, seguía mirando a Dahyun. La pequeña de primer año ya se estaba desesperando y sacudió por el hombro a Sana, quien por fin salió del estupor y dejó los ojos marrones.

--¿Vas conmigo, Sana?-- le preguntó un poco preocupada, ya que allí estaba Dahyun y no la miraba con buena cara.

--Yo... claro-- respondió mirando otra vez a la peliazul, quien abrió los labios y cerró los ojos, antes de darse la vuelta e irse por el pasillo.

--¿Si? ¡Gracias! Te voy a dar la dirección de mi casa-- dijo Hayoon alegremente mientras en un papel le escribía la dirección y al instante se fue feliz con sus amigas.

--Bien hecho, rarita-- la regañó Chaeyoung antes de despedirse de Mina e irse tras Dahyun.

Sus amigas la miraban con decepción y la dejaron sola en su casillero. Sana no comprendía el por qué, pero se sentía como la mierda. Ya era de noche y antes de salir se observó al espejo, llevaba un lindo vestido negro a tiras de falda corta y brillante, que le llegaba por arriba de las rodillas; unos tacones, maquillaje, el cabello suelto, pero con algunos bucles y un collar de plata en su cuello. Se veía hermosa o eso le recordó todo este tiempo su padre, antes de salir.

Fue en el auto de sus padres y buscó a Hayoon a su casa. La chica también estaba linda. Estuvo todo el camino charlando con ella y cada tanto la rubia le recordaba a Sana lo hermosa que estaba. Al llegar al aparcamiento estaba repleto de estudiantes. Habían luces y música que provenían de la escuela. Le dio la mano a Hayoon y se encontró con Jihyo y su pareja, aquel chico del club de pesas, Richard.

--¡Sana-yah, estás hermosa!-- gritó lanzándose a abrazarla y la pelicastaña sonrió. --Tú también luces bien-- le dijo a Hayoon quien le sonrió.

Fueron los cuatro hasta la escuela, donde encontraron a Momo que iba en compañía de Heechul. Después de un rato, Sana dejó a Hayoon hablando con el chico y las tres se fueron a buscar a Mina.

--¿Dónde creen que esté?-- preguntó Momo, buscando entre la gente.

--Dios, Son la anotó-- comenzó Jihyo, silbando al ver a Mina Myoui.

La chica entraba al gimnasio con un vestido ámbar de encaje y el cabello en una coleta, llevaba maquillaje y se veía hermosa. A su lado, iba de la mano con Chaeyoung, que vestía igual a ella a excepción de que llevaba el vestido de color blanco. Les sonrieron a las chicas y fueron hasta donde estaban. Deslumbraban y parecían la pareja perfecta.

--Dios, Myoui, estás que ardes-- le dijo Momo y Mina sonrió por el cumplido.

--Cuidado, que mi chica es celosa-- dijo dándole un beso cariñoso en la mejilla a Chaeyoung.

--No, porque sé que eres mía-- respondió la animadora en un tono meloso y todas rodaron los ojos.

--Son pura miel-- comentó Sana y comenzó a buscar a Dahyun por el lugar.

--Te ves bien, rarita-- dijo Chaeyoung dándole un guiño, aunque al notar a la chica distraída, le volvió a hablar. --Ella aún no ha llegado.

Sana se sonrojó y se hizo la desentendida.

--No sé de qué hablas.

--Yo creo que si-- coreó Jihyo y las cuatro se rieron de la pelicastaña, quien se fue entre enojada y avergonzada.

Fue hasta la mesa de las bebidas y se sirvió un refresco. El gimnasio estaba muy bien decorado y en la mesa habían cupcakes de muchos sabores. Se veían deliciosos. Sana tomó uno de vainilla y estaba todo bien. Hasta que se giró hacia la entrada y allí estaba, Dahyun llegando con Tzuyu.

Su cabello peliazul estaba recogido en un moño elegante y parecía brillar bajo los reflectores. Llevaba maquillaje que le hacían sobresaltar los ojos marrones, haciéndolos parecer casi negros, que iban a juego con el vestido de ceda oscuro escotado. Parecía feliz y sexy. En sus muñecas llevaba varias pulseras de plata que casualmente combinaban con el collar de Sana. En general, las dos iban casi iguales. Sana tragó en seco y sentía las piernas temblarle. Contuvo la respiración cuando sus ojos se encontraron y Dahyun también parecía igual de sorprendida. Sus labios estaban entreabiertos mientras recorría a Sana de pies a cabeza, sin disimularlo siquiera. Al legar a sus ojos se ruborizó, aunque no apartó la mirada. Las dos duraron unos largos segundos observándose, hasta que un chico tomó a Dahyun de la mano y la llevó a la pista de baile. La peliazul  le sonrió con educación y aceptó, aunque sus ojos seguían viendo a Sana de reojo.

--Recuerda respirar-- le dijo Mina junto a ella y Sana casi pegó un brinco.

--¡Mina! No me asustes así-- reclamó, tomando un sorbo de su bebida.

Mina alzó una ceja.

--Dahyun está hermosa-- dijo como si la chica no lo supiera.

--Desafortunadamente-- se apoyó de una columna, observando a la peliazul bailando. En verdad estaba muy guapa. --No me lo hace fácil.

--Sabes... ella no te iba rechazar-- comenzó a decir su amiga mientras tomaba unas frituras de un tazón, Sana la miró.

--¿Y cómo estás tan segura?-- preguntó, con el corazón acelerado, y Mina le sonrió.

--Porque es muy obvio que está enamorada de ti, sólo que eres tan cabezota que no te das cuenta-- dijo apretándole el brazo, antes de irse a la pista con Chaeyoung.

Sana cerró los ojos y pensó que era mejor dejarlo pasar ¿Pero, si era cierto? Lo había arruinado todo. Y así estuvo toda la noche: hablando y bailando de vez en cuando con Hayoon y sus amigas. Aunque sólo para ver la reacción de Dahyun, bailó una pieza lenta con la chica de primer año. Había tomado unos cuantos tragos y se sentia valiente.

--Es una linda canción-- dijo Hayoon con el rostro en su cuello, mientras bailaban.

Sana le sonrió. Se sentía feliz y observaba divertida el rostro serio de Dahyun mientras esta bailaba con Jihoon. Sus ojos chocolates miraban con fuego a Hayoon. Sana pensaba que en cualquier momento iba a llegar hasta ellas y le daría una cachetada. Aunque ella también estaba enojada. Jihoon se quería pasar de listo y una de sus manos estaba en la espalda de Dahyun, muy cerca de su culo. Sana quería agarrar al chico por el cuello y obligarlo a soltarla.

En una oportunidad, Hayoon, con sus labios muy cerca de los de ella, le sonrió. Se comenzó a acercar su rostro y parecía que iba a besarla. De reojo, Sana vio a Dahyun soltándose de Jihoon con el rostro rojo de la ira, dispuesta a separarlas a ellas dos. Pero, mientras Jihoon iba por la pista directo hacia ellas, apareció Eunwoo y la tomó de la cintura. Le dijo varias cosas a la peliazul, tratando de charlar con ella, mientras Dahyun desesperadamente intentaba soltarse de su agarre, mirando a Hayoon, que ya estaba muy cerca de los labios de la pelicastaña. Sana iba a hacer algo para detenerla, cuando Eunwoo sujetó a Dahyun de la cintura y la besó. La pelicastaña ardió en celos y dejó que los labios de Hayoon se posasen en lo suyos unos segundos antes de separarse.

--Yo... yo... -- miraba a la chica de primer año, que tenía las mejillas rojas.

--Perdón... -- le dijo Hayoon.

Dahyun se había soltado de Eunwoo y ahora miraba con enojo a Sana. Giró sobre sus talones para marcharse y la pelicastaña, también furiosa, la siguió.

Eunwoo iba a ir tras ellas, pero apareció Nayeon  apartándolo de un empujón. No era asunto suyo. Sana salió del gimnasio, siguiendo a la peliazul que daba pistones cada vez que avanzaba por el pasillo. La pelicastaña intentó llamarla.

--¡Kim!-- gritaba mientras iban por el pasillo, qué estaba un poco oscuro y solitario.

--¡Déjame en paz, fenómeno!-- Dahyun gritó en respuesta y con la voz ahogada, antes de darle un golpe a la puerta y entrar al laboratorio de Biología. --¡Ahh!-- gruñó, frustrada, y pateando una silla.

Sana entró a tiempo y escuchó el golpe. Hizo una mueca mientras cerraba la puerta con llave y la encaraba. En ese momento Dahyun la miró, enojada, y los con ojos ardiendo en llamas. La señaló con un dedo.

--¡Abre la jodida puerta!-- ordenó amenazante y Sana negó con la cabeza. --Mira, Minatozaki, abres esa puerta o yo...

--¿Tú qué?-- dijo Sana, furiosa, acercándose a Dahyun  quien también se acercó a ella.

--Te voy a golpear la cara-- dijo siseando y Sana  empezó a reír. --¡Hablo enserio!-- seguía riéndose y Dahyun levantó una mano, dispuesta a darle una cachetada.

Sana la detuvo en el aire. Acercó su cuerpo al de ella y Dahyun intentó soltarse.

--Suéltame-- ordenó tajante y Sana así lo hizo, pero ahora la miraba con burla, haciendo rechinar los dientes a la peliazul.

--Tú no le harías daño ni a una mosca-- comenzó a decir mientras se acercaba a ella, logrando que Dahyun retrocediera.

--Aléjate de mí, Minatozaki. No te quiero cerca-- dijo sintiendo el borde de le mesa de laboratorio en la cadera, a su espalda.

--¿Segura? Ya pude ver que te estabas besuqueando con tu novio-- dijo con amargura y colocando las manos en la mesa, a cada lado del cuerpo de Dahyun, acercándose aún más.

La peliazul se encogió, pero, aun así, habló con voz firme.

--¿Cómo tú con la bebe de primer año? Já ¿Acaso besa bien?-- preguntó con un falso tono de alegría, dando a entender que si afirmaba la pregunta le daría un golpe en la nariz.

Sus ojos oscuros ardían en ira.

--¿Celosa?-- preguntó la pelicastaña y acercando su rostro al de ella, sus narices se rozaban.

--Nunca ¿Y tú?-- dijo devolviéndosela y a Sana le pareció que era inútil seguir fingiendo.

--Estaba muriendo de celos, Kim-- confesó, logrando que Dahyun temblase entre sus brazos.

--¿Por... por qué?

--Ya lo había dicho, pero, como tú eres tan ingenua y te creíste lo del otro día, lo volveré a repetir-- dijo juntando sus frentes y con los labios a unos ridículos centímetros de los de ella, mientras hablaban los rozaba y sentía sus labios cosquillear. --Te engañé. Desde el primer día en que te vi tan confiada y alegre presentándote en la clase, caí a tus pies, Kim. Me volvías loca. No podía dejar de pensar en ti, en querer besarte y abrazarte cuando quisiera. Me tienes mal. No he tenido ni un solo momento de paz con mi alma, desde que apareciste con esos ojos que me vuelven loca y me colocan de los nervios. Todo eso porque estoy locamente enamorada de ti, Kim Dahyun. Amo todo sobre ti, hasta tu actitud de chica arrogante, tus gustos, tu rostro, tus defectos, tus hermanas, estoy jodidamente enamorada de ti y me mata de celos ver que ese idiota que no te ama te toque-- término diciendo y mirando a fondo esos ojos chocolate que brillaban con emoción.

Sana observó las mejillas completamente rojas de la peliazul y sus labios entre abiertos, parecía no estar respirando. Sana soltó una risita nerviosa, antes de frotar su nariz con la de la chica, dulcemente.

--Dahyun, recuerda respirar-- susurró.

Dahyun pareció escucharla, ya que soltó el aire y comenzó a respirar pesadamente. No decía nada, sólo miraba los claros ojos cafés de Sana fijamente. La peliazul intentó formar alguna oración, pero sus labios se movían sin decir nada. Sana no se apartó de ella, de hecho, juntó aún más sus rostros con las narices chocándose y sus labios cepillando los de ella. Cuando Dahyun por fin pudo hablar, sus labios se rozaban dolorosamente, queriendo hacer que la peliazul los besara de una vez.

--Yo... yo... Sana... yo-- cerró los ojos frustrada consigo misma, y a la pelicastaña le pareció divertido.

La que normalmente actuaba así era ella y le daba gracia que ahora fuera el turno de Dahyun. Habían cambiado roles por esa noche.

--Estoy enamorada de ti, Dahyun. Te amo, te amo mucho, pero si tú no sientes lo mismo... -- comenzó un poco insegura, pero Dahyun abrió los ojos, horrorizada.

--¡No! No... espera... yo... Sana, yo... -- intentaba hablar con el rostro de un rojo incandescent. Sana se moría por besarla y más al sentir su aliento sobre los labios. La peliazul soltó un suspiro, hablando rápido y atropelladamente. --Yo también estoy enamorada de ti. Tanto que a veces me duele amarte de esta manera y me estaba muriendo al ver a esa niñita bailar contigo. No miento. Estoy muy, muy enamorada de ti, Sana-- finalizó completamente avergonzada.

Sana sintió sus mejilas sonrojarse y su corazón latir como loco.

--¿Si?-- preguntó, acercando sus labios aún más a los de Dahyun, para que ella la mirara a los ojos.

Dahyun, con el rostro rojo de vergüenza, se vio obligada a mirarla, aunque no quisiera, y se mordió el labio.

--Te amo tanto que en estos momentos siento que me voy a morir si no me besas-- dijo en un pequeño susurro y Sana sonrió, su rostro estaba igual de rojo y se acercó a ella.

--Descuida, serías un ángel hermoso-- fue lo último que dijo antes de juntar sus labios en un beso.

Era un beso dolorosamente lento, repleto de todo el amor y deseo que las chicas pudieran demostrar. Dahyun recorrió los brazos de la pelicastaña lentamente con sus manos hasta llegar a su cuello y rodear lo, hundiendo los dedos en los lisos castaños de Sana. La otra no perdió el tiempo. Sujetó la cintura de Dahyun y con sus manos fue trazando su cuerpo hasta llegar a la espalda y subir las manos hasta su cabello. Enredó sus dedos y soltó el cabello peliazul del moño, para que cayera libremente al aire sobre su espalda.

Dahyun sonrió sobre sus labios. Se besaron moviendo los labios con lentitud y explorándose una a la otra con las manos, cómo si fuera la primera vez que se besaban. Dahyun rodeó la cintura de la chica con sus piernas mientras Sana la cargaba por los muslos y la sentaba en la mesa, colocándose entre sus piernas abiertas. Se besaban cada vez con más fuerza, pero hablando entre besos.

--Te amo-- comenzó a decir la peliazul y Sana hizo lo mismo. --Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo-- se decían las dos entre besos, turnándose. Se confesaban todos esos sentimientos que habían estado ocultándose durante tanto tiempo, reían sobre sus labios mientras seguían besándose. --Te amo. Te amo mucho.

El cabello de Sana estaba revuelto por las manos de Dahyun, que la acariciaba desesperadamente. Abrieron sus labios, para que sus lenguas se encontraran, y gimieron al saborearse. Sana comenzó a besarla con más necesidad y la peliazul sujetó su cabeza con fuerza, acercándola, para profundizar el beso. Sana mordió sus labios varias veces mientras daba vueltas con la lengua, logrando que Dahyun se volviera loca. Volvió a gemir sobre la boca de Sana y la pelicastaña se apretó más contra ella, entre sus piernas.

--Mierda, Sana. Te amo tanto-- dijo la peliazul entre besos y con la respiración agitada, al sentir los labios de su chica recorrerle el rostro, dejándole besos húnmedos. Llegó hasta el lóbulo de su oreja, lo comenzó a mordisquear y a chupar, logrando que Dahyun se excitase. --Sana... Te amo, te amo mucho.

Sana siguió con el trabajo. Su corazón latía dolorosamente en el pecho y sentía una punzada de deseo en su centro. Volvió a los labios rojos de Dahyun y los mordió varias veces, fastidiándola.

--Te amo, Kim Dahyun-- dijo mirando sus ojos fijamente.

Dahyun hizo lo propio y aún con los labios rojos e hinchados, sonrió con dulzura mientras sus ojos la miraban con amor.

--Te amo, Minatozaki Sana-- dijo cerrando los ojos, antes de volver a besarla.

Duraron un gran rato entre besos y risas. En la fiesta ya debían de haber escogido a los reyes de la noche. Dahyun, lejos de importarle, se reía y disfrutaba dándole piernas.

--Pero, tú estabas nominada ¿Qué pasa si ganaste, pero no estabas?-- preguntó Sana al fin, un poco preocupada, acariciaba las piernas de Dahyun con sus manos lentamente.

Dahyun se río ante su obvia preocupación y le acarició su mejilla con las manos, mirándola con mucho amor. Dahyun se sonrojó, pero también le sonrió.

--No me importa, gané algo mejor esta noche-- dijo con malicia y las dos se sintieron, después observó fijamente a Sana. --Estoy muy enamorada de ti, Sana.

--Yo te amo también ¿Te has dado cuenta, qué, en toda la hora, solo nos hemos dicho eso?-- preguntó divertida mientras le robaba un beso de sus labios.

Dahyun le retuvo y mordió su labio inferior, las dos rieron cuando Sana soltó un gruñido.

--Sí... bueno, es que llevaba mucho tiempo con ganas de decírtelo-- confesó avergonzada y Sana asintió.

--Yo también. Desde aquel día en la pizzería,
después de vacaciones-- confesó y Dahyun pareció estar pensando.

Se río con las mejillas sonrojadas, al recordar aquel día.

--Me mirabas tan intensamente que sentía el corazón en la garganta. Tuve que ir al baño para mojarme con agua fría-- dijo acariciando la nariz de Sana, la chica tomó un mechón azul y lo metió tras su oreja. --Yo... yo moría por decirtelo fue aquel día.... cuando Eunwoo te obligó a sentarte con nosotros, incluso te lo dije indirectamente-- río al recordar.

Sana cada vez estaba más enamorada de su risa, ya que la había escuchado muchas veces y en tan sólo una hora. Sana intentó recordar y era cierto. Eunwoo le había dicho aquello, pero Dahyun en aquel momento la había sonreído a ella y mirándola a los ojos, había dicho: "Yo también te amo".

Le parecía adorable. Suponiendo que ya era hora de irse, le dio un beso en la nariz antes de ayudarle a bajar de la mesa. Las dos se miraron durante un rato y Dahyun sonrió, intentando peinar el cabello de Sana con sus dedos, mientras la pelicastaña le arreglaba el vestido.

--Perdona, debiste haber tardado mucho en arreglarte-- dijo la chica disculpándose, pero la peliazul negó con la cabeza. --Estás muy hermosa-- logró que Dahyun se sonrojase.

--Descuida, tú también estás hermosa-- confesó tímidamente y Sana le dio un beso en la frente.

--Deberíamos ir ¿No?-- preguntó tomando su mano, Dahyun le sonrió y entrelazó sus dedos.

--También lo creo-- le respondió y las dos fueron caminando por el pasillo.

--Veamos, Minatozaki... ahora que estamos claras ¿No quieres preguntarme algo?-- le lanzó la indirecta mientras entraban a la fiesta con las manos juntas, varios chicos las vieron y les sonrieron.

Sana observó a lo lejos a Chaeyoung y a Mina en el escenario, coronadas como las reinas. Ella intercambió una mirada cómplice con Dahyun.

Fueron hasta la pista de baile. Momo al verlas alzó los pulgares y Jihyo comenzó a saltar, la pelicastaña río y colocó sus manos en la cintura de Dahyun para bailar. La peliazul subió los brazos hasta la curvatura de su cuello y se dejó guiar por Sana.

--¿Si? ¿Qué crees que debería preguntarte?-- alzó una ceja para fastidiarla y Dahyun rodó los ojos.

--No me hagas decirlo, Minatozaki-- sus mejillas estaban ruborizadas y las dos ignoraban a todas las personas que las veían bailar.

--Bueno... Mmmmm-- comenzó la chica, fingiendo no saber. Dahyun le dio un golpecito en el hombro y Sana se río. --Ya ¿Quieres salir en una cita conmigo?

Dahyun sonrío también y negó con la cabeza. Sana se quedó quieta, abriendo los ojos.

--¿No?-- preguntó un poco confundida. --Pero. si tú me amas... Y yo te amo... ¿Por qué...?

--Era broma, Sana. Claro que quiero ir a una cita contigo-- dijo la peliazul, riéndose por su ingenuidad, antes de acortar la distancia y darle un beso en los labios.

--Ya es oficial ¿Sabías? Nos acabamos de besar en público-- apuntó Sana, sonriendo, y Dahyun se encogió de hombros.

--Mejor así. No quiero a esa niñita cerca tuyo-- hizo una mueca adorable y Sana acarició su nariz con la suya.

--Descuida, a mí solo me gusta una chica-- le recordó mientras las dos seguían bailando.

Junto a ellas estaban Chaeyoung y Mina, que les sonreían mientras también bailaban. La noche iba a ser mejor de lo que ellas esperaban.






















































































































¡¡AL FINNN SE HIZO PERSONITASS!!! 🥳🥳😭😭

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