Despertaron abrazados, era su primer día como esposos, se miraron un buen rato, permanecían despiertos, con la mirada en el otro, analizando la belleza del momento, lo etéreo y precioso que era ese instante donde solo ellos dos importaban.
"Buenos días señor Verstappen" saludo Max acunando el rostro de Checo para después darle un besito en la frente y dedicarla una sonrisa radiante.
"Buenos días alfa Verstappen" rio Checo abrazando a Max y acurrucándose en su pecho, su lugar favorito para estar esa mañana y siempre, el aroma era intenso ahí, era su lugar seguro.
"¿Deberíamos bajar a desayunar?" pregunto en un bostezo el alfa.
"Somos los novios, y sinceramente pronto notare la cruda y creo que eso no será sexy" Aun no le golpeaba el hecho de que había consumido por lo menos cinco diferentes tipos de licores en cantidades generosas.
"Yo difiero" Max que si tomo mucho no se veía tan afectado gracias al detalle de que como alfa su organismo procesaba más rápido el alcohol.
"Umm, aunque me encantaría que nuestra luna de miel no comience conmigo crudo" pidió con unos ojitos de cochorro Checo, y Max no tuvo opción, su omega era precioso asi.
"Esta bien mi lindo omega, lo haremos cuando lleguemos a nuestro destino, sea cual sea" y es que quien planeo todo fue el omega y el organizador de la boda, pues no quería que Maxie se distrajera de las carreras pensando en cosas que fácilmente Checo podría arreglar, además de que su conexión ya era tan grande que el omega ya sabia que era lo que le gustaría al alfa.
"Si amor" le dio un besito en la barbilla que es hasta donde llego y volvieron a dormir.
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Jos despertó como cada mañana desde hace casi 10 años.
Solo.
Con un suspiro se dio un ducha y se preparó para el día, sabía que muy probablemente su hijo no estaría en condiciones de viajar ese día a su luna de miel, asi que tal y como planeo con su yerno pasarían la navidad en la casa de Vallarta, al omega mayor le gustaba la playa, ahora prefería totalmente la playa.
Caminaba por los antiguos pasillos y sus pensamientos se interrumpieron cuando vio como un joven que el recordaba como amigo de su hijo, Logan creía, salía aun vistiéndose de una habitación que estaba en el ala de invitados del novio omega, el no le tomo importancia, no era su vida, el realmente no juzgaba nada de ello.
Logan de tan nervioso que iba no noto que Jos lo vio.
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Los recién casados se levantaron después del mediodía, y después de una ducha que involucro algunos trabajos manuales finalmente bajaron, desayunaron junto a Carlos y Charles que igual recién despertaron, las dos parejas lucían muy sonrientes, al menos una de ellas tuvo acción.
"¿Y que tal fue su noche de bodas?" pregunto con descaro el alfa mientras se echaba a la boca un poco de fruta picada.
"Sainz, come" se sonrojo Checo, porque recordó que la noche anterior estaba tan cansado que ya no hizo nada, o mas bien como dejo con las ganas a su esposo, pobre de su Maxie, al menos no lo vomito.
"Que, necesitamos detalles" se rio el español.
"No lo hacen" Max fue en ayuda de su esposo que estaba muy nervioso, pues no había detalles,
"Calos, mejor no preguntes" Charles estaba con una resaca enorme y prefería el silencio, pero su humor era bueno.
"¿Entonces ustedes ya están bien?" cambio el tema el omega mexicano mientras tomaba un poco de jugo de arándano.
"Si, mejor que nunca" el alfa entrelazo su mano con la de Charles, la levanto y le dio un beso en su dorso.
"Eso es genial, ves lo bueno que es hablar" si, claro, hablar, pensaron Carlos y Charles, pero asintieron de todos modos, no querían decirles que los que si tuvieron sexo ayer fueron ellos.
Max permanecía en silencio, comiendo tranquilamente mientras se preguntaba dónde estaban sus amigos, desde la noche anterior no vio a Lance y Oscar, ambos estaban con sus parejas, asi que tal vez ellos también tuvieron una noche más agitada que la de él.
Quería verlos antes de que se fueran, pues Lance iría a Montreal con su padre a una cena de su empresa, y llevaría a Alonso, si, seria su presentación como pareja ante los buitres de la sociedad, la iniciativa fue del señor Stroll que al igual que Jos, apoyaba las relaciones de sus hijos.
Y Oscar iría a Australia con sus padres y hermanas, Max no sabía si llevaría a Lando, pero era muy pronto en su relación como para presentarlo a sus padres, aunque bueno, el no era nadie para opinar en cuanto a la rapidez del desarrollo de las relaciones.
En conclusión, no sabia donde se metieron sus amigos y quería platicar con ellos sobre todo .
Y también a su padre.
Su madre, bueno, el sabia que se fue pero lamento no haber compartido nada mas que un abrazo de felicitación con su hermanita. A veces desearía saber porque sus padres se separaron y porque los separaron a Vic y a él.
Con un suspiro le dio un mordisco al rico taco que tenía por comida.
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Llegaron algo noche a Puerto Vallarta, pero primero tuvieron que despedir a todos sus invitados.
Todos fueron amables con Max, algunos alfas como Kimi y Seb le dieron consejos en su vida matrimonial, incluso Alonso se les unió, parecía como si quisieran suplir el papel del padre alfa, sentía cierta inclinación por Seb, como si algo hubiera pasado antes, tal vez solo fueron especulaciones suyas, creyó Max, pues no convivio realmente con él, ni con los otros dos.
Lance se fue rápido porque su padre tendría un evento, asi que en un jet se fue junto a toda su familia y Fernando, no sin antes decirle a Max que disfrutara donde sea que fueran y que regresara muy feliz, guiñándole el ojo, el también le fijo que estuviera tranquilo, que todos amarían a Nano, lo que hizo que el omega le diera un abrazo más fuerte,
Fernando felicito nuevamente a ambos, abrazándolos y deseándoles felicidad, para después tomar la cintura de Lance y llevarlo a la camioneta que los llevaría al jet, nada celoso por ver la interacción, o bueno, tal vez solo era el celo que pronto le llegaría.
Y asi la mayoría partió, claro que algunos se fueron desde la noche anterior, como los directores, que se fueron por separado.
Cuando el ultimo invitado partió, fue entonces cuando ellos pudieron irse de la bella hacienda que fue testigo de sus unión de amor.
Siempre recordarían con amor los días que pasaron ahí, pues no solo se casaron, lo hicieron frente a sus seres más cercanos.
Además de que pasaron mas cosas de las que los novios se llegaron a enterar.
Como por qué Logan salio de la habitación de Pato, o el porque ciertos compañeros de equipo se besaron siendo uno de ellos casado.
Y ni hablar del espectáculo del trio, que casi se desnudo en la pista después de que los novios se fueran. Entre otras cosas.
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Tuvieron una cena sencilla, solo fue un gran pavo con muchas verduras y un pan Kerstbrood, que era típico de Países Bajos, y mucho vino, y eso hizo que Max abrazara mas fuerte a su omega por recordarlo.
Si bien creció con las tradiciones de San Nicolas, Max y Jos fueron positivos ante las tradiciones de Checo, que los convenció de usar algo mas elegante que pijamas como planeaban hacer.
Y tener una cena en el balcón que daba al mar, donde compartieron algunas experiencias de navidades pasadas y como las pasaron con sus padres.
Jos soltó algunas lágrimas por recordar las 7 navidades que paso junto al amor de su vida.
Max abrazo a su padre, al igual que Checo a su suegro, intuían que algo pasaba, pero no dijeron nada, pues Max sabía que no obtendría respuestas, siempre era asi. Pero el entendía, siempre estaría del lado de su padre.
La pareja se retiró primero, seguía exhausta, y Jos los siguió un poco después, después de tomar una copa de vino recordando a Michael.
"A tu salud" choco una copa que sirvió, pero nadie tomaría, como cada año desde hace casi 10.
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A la mañana siguiente los tres pasaron el día en la playa después de abrir los regalos tanto navideños como los de boda, los regalos navideños no eran ni tan caros, pero personales, que demostraban la atención que se ponían entre ellos.
"Estos son cool" dijo Max sosteniendo ediciones especiales y únicas de 2 pares de lentes hechos para ellos, un regalo de Lewis, tendrían que agradecerles, sería un día largo, porque todos los regalos eran geniales.
"Lo son, pero mira esto ¿no es tierno?" Seb les había regalado una pintura que parecía abstracta, pero mirándola bien eran las sombras de ambos, tomando de referencia una publicación que hicieron en Instagram cuando recién comenzaban su relación
"Al menos es algo decente" Jos estaba sonrojado, no quería imaginar para que usaría su hijo algunos carismáticos juguetes sexuales, Kimi se había vengado por lo que Michael y el le hicieron años atrás. Que finlandés tan rencoroso pensó con gracia.
"¿Ese es el trasero de Valtteri?" Si, alguien les regalo un calendario especial.
Otros fueron algo menos creativos pero igual de apreciables.
No sabían para que ocuparían un espejo con adornos que parecían demasiado barrocos para sus gustos, pero bueno, de algo serviría.
Y bueno, alguien se llevo el premio al mejor regalo, y tal vez fue un poco obvio quien fue.
Eran unas coordenadas y unas llaves.
Lance les regalo un yate y estaba en Mónaco, les sorprendió el detalle.
En conclusión muchos regalos fueron hermosos y otros fueron mas superficiales pero no menos especiales.
Jos les había dado algo, más que nada para Checo, aunque el ya tenía el anillo de diamantes que alguna vez fue de él, en aquel efímero tiempo.
Le regalo un collar, ese collar era especialmente para la pareja de su hijo, tenía algunas incrustaciones de joyas preciosas como zafiros y amatistas tejidas finamente en bandas de oro blanco y platino, era algo lujoso y si, era un collar para destacar la marca de unión. No muchos omegas lo utilizaban en la actualidad, pero si los de alta sociedad y en eventos raros, por ello es que su uso disminuyo.
Ambos esposos estuvieron agradecidos por ello, era un gesto muy significativo.
Ahora después de abrir muchos regalos tuvieron su merecido descanso y pudieron ver la puesta del sol.
"Anoche tu padre hablaba solo, en alemán mientras brindaba, baje porque deje mi celular en el sofá y lo encontré mirando el cielo" Checo le contaba a Max que estaba jugando en su celular.
"¿Me estás diciendo que probablemente mi padre oculta algo?" pregunto Max dejando de lado lo que hacía para poner atención a las palabras de Checo
"Muy probablemente, pero no necesariamente tiene que ser algo malo, tal vez sólo te quiere proteger de lo que sea, pues por lo poco que se dé alemán decía que extrañaba y amaba a alguien" se encogió de hombros, pues mucho sobre el señor Jos no sabían, bueno eso opinaba el omega, la situación era un poco diferente.
"Ah, nunca te lo conté, pero, casi no tengo recuerdos de mi niñez antes de los siete años, sólo recuerdo a Vic y papá, ni siquiera mi madre, y nunca tuve un vínculo con ella, no lo sé, jamás me atreví a preguntar" Max susurro a pesar de que ambos estuvieran solos, era algo que muy pocos sabían, solo sus mejores amigos y su padre, ahora su esposo.
"Oh" solo pudo decir el omega, pues empezaba a imaginarse algo, pero no quería decirle a su esposo aun, investigaría un poco después de la luna de miel.
"Si, oh"
Ambos siguieron relajando se debajo de la tarde mientras disfrutaban de la gran vista que les daba el mar.
Pronto ambos regresarían a la casa para poder hacer las maletas para el largo viaje que tenía preparado el omega, pues quería que su luna de miel fuera algo exuberante, lujoso y muy divertido.
Al día siguiente, ambos se despidieron y prometieron actualizaciones para el omega mayor que permanecería algunos días en esa casa de playa, antes de partir hacia la casa que tenían en Países Bajos.
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Era un vuelo de 12 horas, y relativamente el lugar estaba algo lejos, y era algo que no esperaba el alfa adolescente, pues él tenía un caso severo de pelotas azules.
Así que lo decidió, simplemente tomaría la mano de su esposo y dormiría lo más que pudiera, pues en cuanto llegarán al destino, sea cual sea pues ni siquiera el capitán del avión le dijo, entonces se dedicaría a disfrutar de las maravillas del cuerpo de Checo.
Fue un sueño placentero, precian recuerdos infantiles, muchas cabezas rubias, tal vez algo de nieve.
Despertó cuando el capitán dijo que aterrizarían pronto.
Así que Max como el chico surtió al que era decidió asomarse.
Desde la ventana del avión que se eleva sobre las aguas del Pacífico, la vista de la isla de Hawái era simplemente deslumbrante. El turquesa intenso del océano contrasta con las playas de arena blanca que bordean la costa, creando un paisaje paradisíaco. A medida que el avión se acercaba, los picos de las montañas volcánicas se volvían más visibles, cubiertos por exuberantes bosques verdes que se extendían por las laderas.
A medida que el avión se desplazaba hacia el interior, se revelaba la majestuosidad del volcán Mauna Kea, su cima cubierta de nieve destacando en contraste con el clima tropical que abraza la base. A lo lejos, columnas de vapor ascendían desde el activo volcán Kilauea, recordando la constante transformación de la isla. Claro que eso no lo sabía Max, pero Checo se lo informaba, pues él sí quería la típica luna de miel en Hawái y por ello eligió ese paradisiaco destino.
Las comunidades costeras y las plantaciones de caña de azúcar salpican el paisaje, revelando la fusión única de lo moderno y lo tradicional en Hawái. En este espectáculo visual, la rica cultura hawaiana se refleja en los tonos vibrantes de las casas y en la presencia de templos históricos. Era un encuentro con la naturaleza salvaje y la herencia cultural, fusionándose para crear una experiencia inolvidable desde las alturas.
Y bueno, ellos crearían experiencias inolvidables entre las sábanas.
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Aterrizaron y un helicóptero los esperaba, su equipaje fue cargado por separado, solo llevaron lo esencial en sus bolsos, pues irían directamente a descansar y por mucho que les encantaría comenzar a divertirse, un viaje de 12 horas era agotador o bueno, eso era para las personas normales
El lugar al que llegaron tenía helipuerto, eso para empezar ya era algo para pensar en cuánto dinero se gastó Sergio, pero no le importó sería la mejor luna de miel.
Era una casa moderna, en cuanto bajaron en el elevador, a pesar de que la casa tenía solo 3 pisos, se encontraron con un recibidor precioso, todo en colores beige, los muebles de madera, adornos lujosos que costaban lo suficiente, y ni que decir de la bella mesa de cristal que tenia asientos si se les podía llamar asi a las almohadas planas apiladas, era elegante y lujoso en su expresión.
Había un sofá de forma abstracta, muy suave donde Max se sentó, palmeando su regazo para que su omega se sentara.
Estaban los dos solos, y su luna de miel comenzaría en ese momento
Max sonreía durante el beso, eso calentaba mucho al mexicano
"¿debería castigarte por dormirte la noche de nuestra boda?" susurro con la voz una octava más gruesa.
"Quiero que me folles, en la habitación de preferencia" eso fue todo lo que Max necesito, dejo que el omega se pusiera de pie para después tomarlo en sus brazos y cargarlo como novia, que bueno, era eso.
Lo llevo por las escaleras, hacia la segunda planta donde se encontraba el dormitorio, un dormitorio que era precioso en toda l extensión de la palabra, aunque por el momento ni siquiera admiraron el ventanal de cristal o la costosa alfombra de hilos dorados, tampoco notaron las plantas o el color de las sabanas, ellos estaban completamente sumergidos en el otro.
Max deposito suavemente al omega sobre la cama y sin perder tiempo se poso sobre el y atrapo sus labios en un beso apasionado, el omega no se resistió al toque y rápidamente abrió la boca para profundizar el beso que para nada era casto.
La ropa comenzaba a ser un obstáculo por lo que con reticencia se separaron para dejarse desnudos, ambos se sentían cómodos de estar desnudo frente a su pareja, pero eso no significaba que no les encantase mirar como si fuera la primera vez.
Ambos nuevamente estaban recostados, ahora si podían acaricias y disfrutar de los toques curiosos.
Max comenzó a mordisquear ligeramente el lóbulo de la oreja de su omega, algo que Checo adoraba, pues era muy sensible y el estímulo le provocaba escalofríos.
El alfa salpico besos a lo largo del cuello de su amor, procurando no dejar ninguna extensión de piel sin ser besada.
"Hazme el amor" pidió el omega, su entrada palpitaba y lubricaba con ansias de ser llenada.
"Tus deseos son ordenes mi amor"
El alfa lentamente bajos sus dedos por todo el recorrido del cuerpo del omega, acariciando y disfrutando de cómo se estremecía el mayor bajo su toque.
No les importaba que la posición fuera típica, sino era la emoción de combinar sus cuerpos lo que hacía que cada movimiento y sensación fuera perfecta.
Max disfruto acariciando esos muslos, cremosos y salpicados con algunas pecas, transmitiendo sensaciones placenteras y de anticipación.
Un dedo se sumergió en la entrada del omega, fácilmente resbalo, la excitación del omega era clara, asi que Max no se midió, saco una falange y metió dos, disfrutando de la calidez, haciendo que el omega se retorciera pidiendo por el miembro del alfa en su interior.
"¿Lo quieres en ti?" pregunto el alfa, queriendo escuchar un podo de ruegos.
"Lléname, márcame, soy tuyo" susurraba Checo, y Max lo tomo como la afirmación para levantar sus piernas y separar los redondos glúteos de su esposo para introducir lentamente su miembro, disfrutando la sensación de calidez que las paredes le ofrecían.
"Asi, más" rogaba el omega y se retorcía, las estocadas eran cada vez mas rápidas, lo que inicio como un ligero vaivén rítmico se convirtió en un embestidas profundas y certeras que dejaban sin respiración al mexicano.
Las manos del alfa estaban a cada lado del rostro del omega, sus miradas se conectaron, y en ella se vieron reflejados, lo que a su vez aumentaba la estimulación, porque podían ver los suspiros que emanaba cada uno, de como su rostro se cambiaba ante cada sensación experimentada.
El orgasmo fue una dicha que recibieron, ambos seguían con la mirada clavada al otro, y cuando llegaron al punto culmine se besaron susurrando un te amo y el nombre de su pareja, primero llego Checo y después Max.
Terminaron lo suficiente satisfechos para su primera ronda de sus casi dos semanas de luna de miel.
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Tomo algunas rondas más y muchas marcas de mordiscos y chupetones, pero por fin pudieron decir que estaban cansados y sus cuerpos les pedían descansar.
Ahora Checo estaba acostado boca abajo, suspirando por el cuidado que Max ponía al limpiar su espalda con todo el semen de la última ronda.
"Eres jodidamente precioso amor" susurro con su espalda alta y le salpicaba de besitos.
"Oh, lo dices porque tu polla estuvo hace unos minutos en mi" rio el omega muy cómodo por la posición y las atenciones.
"No solo por eso, solo digo la verdad, eres lo mas maravilloso del planeta mi amor" Maxie estaba enamorado, que más decir.
"Lo se corazón, tienes suerte de tenerme" rio el mexicano lo que causo que el otro también riera pero no lo negó, pues era muy afortunado.
"Ahora por favor acércate a mí y déjame acomodarme en tu pecho para dormir corazón" Checo ya estábamos dormido que despierto, y eso era hermosamente tierno.
"Voy" el otro obedeció y después de colocarse el primer pantalón de pijama que saco de su maleta se acurruco con su esposo.
"Descansa cielito, que en unas horas seguiremos" dijo tranquilamente el alfa dándole un besito a la cabeza de su esposo para después quedarse dormido.
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La casa donde se quedarían estos días era simplemente maravillosa, había dos piscinas, una estaba en una terraza y otra simplemente estaba en el interior, era curiosa.
Lo que predominaba eran los colores beige y los ventanales, que mostraban la exuberante belleza del océano y la vegetación de los alrededores.
"Quiero ir a explorar" pidió Max mientras desayunaban, ambos ya estaban bañados y cambiados, si bien ya era casi medio día, pero el sexo mañanero y un rápido en la ducha los detuvo un rato, por lo que la comida que el chef que venía con la casa, se enfrió.
"Claro Maxie, ¿le avisaste a tu padre que llegamos bien? A mí se me olvido" Max solo mito a todos lados, no le había avisado.
"Eh, hare una llamada" el menor se rio y saco su teléfono mientras el omega reía, al menos sabían que Jos imaginaba que estaban ocupados para hablarle, asi que mucho problema no había en ese sentido.
Después algunas llamadas que también involucraron a Lance y a Oscar que estaban ansiosos por saber dónde había sido llevado Max para su luna de miel.
Platicaron un rato antes de preparar sus casar y salir a caminar.
La casa también tenia su propia sección de playa privada, y por lo que sabían los precios de esa zona eran tan elevados que las casas circundantes casi no tenían huéspedes, asi que en teoría la playa era casi solo para ellos.
Bajo el cielo despejado de Hawái, la pareja recién casada caminaba de la mano por la suave arena de la playa. El sol del mediodía pintaba destellos dorados sobre las olas que acarician la costa, mientras la brisa cálida del océano jugaba con sus cabellos. Sus risas se mezclan con el suave susurro de las palmeras que se mecen al ritmo del viento tropical.
"Colócate ahí, quiero una foto tuya con ese fondo" pidió el alfa, señalando el amplio océano, la verdad era algo muy tierno, asi que sin dudarlo Checo lo hizo.
"¿Alguna pose en especial?" pregunto, pues para el omega la sensación de ser capturado por su alfa siempre era increíble.
"Solo se tu mismo" y Checo rio e hizo poses sacando el trasero cosa que les causo gracia a ambos.
Después de esa mini sesión de fotos volvieron a tomarse de las manos y siguieron caminando.
Se detuvieron ocasionalmente para dejar que las olas besaran sus pies, sumergiéndose en la sensación reconfortante del agua salada, aunque el alfa sentía cosquillas por las sensaciones. Los colores vivos de las flores tropicales del otro lado del camino creaban un paisaje vibrante y exuberante que servia como telón de fondo para su felicidad recién descubierta.
Las fotos y conversaciones triviales los acompañaron en todo el camino, no exploraron demasiado lejos, pues para eso tenían todos los días que estarían ahí.
A medida que avanzaron, encontraron un lugar idílico para extender una colorida toalla y sumergirse en las aguas cristalinas.
"¿Listo para un chapuzón?" pregunto el omega que rápidamente se quito su playera y la bermuda que traía para solo quedarse en el traje de baño y meterse al mar corriendo.
Flotaron juntos, compartiendo risas y secretos mientras los peces curiosos nadaban a su alrededor. El sol acariciaba sus cuerpos y el sonido del mar se convirtió en una melodía relajante que acompaño su amor en este paraíso terrenal.
"¿No hay nadie cerca verdad?" el omega se extraño ate esta pregunta, pero negó con la cabeza.
Max con la mirada lujuriosa sonrió y se acerco a abrazar a Checo por la espalda y acariciar su miembro por encima de la ropa.
"Maxie, aquí no" dijo nervioso pero sin quitarse
"Oh cariño, nadie nos vera" rio el alfa ante el nerviosismo del omega, pero a el no le importaba hacerlo en el exterior, siempre y cuando estuvieran solos.
"Bueno, pero lo hacemos rápido" el omega sabia que el alfa insistiría y para que negarlo, el también deseaba hacerlo.
Max metió su mano en el bañador y tomo el pene del omega para comenzar a estimularlo, desde el glande hasta la base, fueron movimientos rápidos pero al mismo tiempo precisos, esas sensaciones en el agua lo hacia un poco más estimulante.
"Mírate, gimiendo como un omega sucio" susurraba el alfa en su oido al tiempo que con la mano libre estimulaba sus pezones jugándolos entres sus dedos o raspándolos ligeramente entre sus uñas.
El toque final fue los pequeños chupetones que dejaba en el cuello.
Eso estremecía al omega, al punto que se mojaba, y no por el agua.
"Ma-Max" el omega soltaba gimoteos, mientras tenía los ojos cerrados, la estimulación lo llevaría pronto al clímax
"Eso cariño, gime el nombre de tu alfa" le susurro por ultima vez y pudo sentir en su mano como el liquido almizclado salía de la punta del miembro de su amado.
"Ah, Maxie, bésame" el alfa cumplido con le pedido y sus labios chocaron en un lento vaivén, como en las olas donde se encontraban.
Con el atardecer acercándose, la pareja decidió salir del agua y secarse bajo el resplandor dorado del sol descendente. Se envolvieron en toallas mientras se sentaban en la arena, observando el cielo teñirse de tonos cálidos y naranjas. El sol se sumergió lentamente en el horizonte, dejando tras de sí un rastro de destellos dorados y tonos púrpuras que pintan la playa y el cielo.
Max decidió capturar a su amado con el atardecer de fondo, si, el tenía una carpeta dedicada únicamente a su amorcito, le encantaba verlo cuando el omega estaba ocupado o simplemente cuando lo extrañaba.
La pareja se abrazó mientras la magia del atardecer los envolvía, la imagen era digna de ser capturada, asi que se tomaron una selfie y la enviaron a sus amigos, además de postearla en sus historias de Instagram
El amor florecía entre los reflejos dorados y la serenidad del océano, creando un recuerdo imborrable de su luna de miel. La paleta de colores cambio a medida que el sol se hundió completamente, dejando que las estrellas se asomaran tímidamente en el cielo nocturno.
"Te amo tanto que las estrellas en el cielo son pocas ante mi amor por ti" Ahora Max estaba recostado en las piernas de su novio, disfrutando los sonidos de la naturaleza.
"Tu eres la mas brillante estrella cariño mío" le dijo el alfa, respondiendo ante ese lindo piropo.
Nuevamente se besaron, siendo Checo el que se agacho para alcanzar los labios de su marido.
Disfrutaron otro poco y cuando notaron que no comieron mas que unas frutas que llevo el omega decidieron ir a cenar a la comodidad de su casa.
Caminaron de regreso a su alojamiento, con el sonido de las olas como compañía y la arena aún cálida bajo sus pies desnudos. La luna llena ilumino su sendero, creando sombras suaves que danzan a su alrededor. La noche en Hawái se convierte en un capítulo romántico, donde la conexión profunda de la pareja se fortaleció bajo el manto estrellado de la isla paradisíaca.
Esa noche después de una cena deliciosa con manjares de la isla y un poco de vino, decidieron darse un baño para quitarse la salinidad.
Después tuvieron intimidad, agregando mas marcas y sensaciones entre ellos.
Eran felices.
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Los siguientes días fueron de la misma forma, despertaban, tenían sexo de maneras cada vez mas creativas, visitaban lugares icónicos, a veces paseaban en helicóptero porque deseaban ir a lugares más allá de Honolulu.
La domesticidad de la situación les sentaba perfectamente.
El alfa al ser de piel clara y mas delicada pronto tomo un poco de bronceado, pero los primeros días fueron mas incomodos, ahora Checo no lo dejaba salir sin dos capas de protector solar, mas que nada porque no quería escuchar sonidos de sufrimiento mientras lo montaba.
"Deberíamos salir de fiesta" propuso el menor, pues le encantaría ir a una de esas fiestas donde los jóvenes no se preocupan por nada más que divertirse.
"Si, seria magnifico, leí en algún lugar que existe un antro que realiza eventos temáticos, tal vez podamos pasar desapercibidos"
"Y tal vez podríamos coger en el baño" alzo las cejas sugestivamente el alfa.
"Bueno, eso es caliente e insalubre, pero lo podemos intentar" el omega rio entre los brazos de alfa.
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El año nuevo era ese día, no tenían planeado mucho, solo una cena elegante, incluso usaron los trajes que llevaron por si acaso.
Le pidieron al chef algo elegante, y eso le preparo.
Era algo tan elaborado que ni siquiera quisieron probarlo, pero lo hicieron y sus papilas gustativas lo agradecieron.
"Deberíamos marcarle a tu padre" sugirió Checo que creyó que Jos estaría solo en año nuevo.
"Si, ahora creo que para el ya es de mañana pero probablemente nos responderá" contesto el adolescente.
"No pensé en ello" y es que el jet la no fue tan malo, ya que salieron desde México.
"La diferencia horaria es increíble, pero no importa, el estará feliz de vernos" Max emocionado le hizo un videollamada.
No les respondió, se les hizo raro, entonces solo volvieron a marcar, sucedió lo mismo.
"Tal vez salio, o está ocupado" si bien el omega les enviaba mensajes diarios, esa mañana no lo hizo, empezaron a preocuparse ligeramente
"Si, supongo" Max ni siquiera se sentía seguro de su respuesta, pero desde hace años, recordaba que su papa en esas fechas se ponía muy sentimental.
"No te preocupes, el tendrá una excusa"
No sabían que su padre ni siquiera estaba en Países Bajos.
Ambos dejaron el tema de lado.
Y se dispusieron a brindar con champagne por todo lo que paso en el año.
Se conocieron, se enamoraron, se unieron y se casaron, no en el orden correcto pero lo hicieron y ahora no podrían estas mas agradecidos por la dicha que se les dio.
Tal vez Max era joven, pero eso no significaba que era ingenuo, maduro muy joven, asi que no, no era un niño.
Y Sergio fue la luz que iluminaba su camino, una razón para esforzarse y ser el mejor.
El lograría el sueño por ambos.
"¿No crees que hace calor?" El omega estaba frotando su pie contra la entrepierna de su alfa, cosa que hizo que el otro sonriera y asintiera.
"¿Qué te parece un nadar un poco?" El omega ahora era el que movía sus cejas sugestivamente.
"Oh, me encantaría" el alfa ya se estaba levantando y quitándose el saco y la playera.
Con rapidez, ambos estuvieron desnudos y consumaron su amor nuevamente en la piscina, bajo la luz de muchos fuegos artificiales que anunciaban la llegada del año nuevo.
"Te amo" dijeron al unisonó, sellándolo con un beso.
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En otro día, en la noche iluminada por la luna, la pareja recién casada se aventura en un ambiente vibrante y festivo. El sonido de la música enérgica y el murmullo animado llena el aire cuando entran a un animado antro hawaiano. Las luces parpadeantes tejen destellos de color, creando un escenario efervescente para lo que promete ser una velada inolvidable.
"Me siento ridículo usando esta falda hawaiana" se quejó el menor, pero la verdad era que si se veía gracioso.
"Tu luces bien con cualquier cosa, es solo que no te acostumbras a tener nada que no tenga el logo de red Bull" se rio su pareja y le tomo la mano para darle un besito de ánimo.
También tenía puestos coronas y collares con flores exóticas. No se quitaron los lentes de sol esperando no ser reconocidos.
Pidieron un lugar en la zona VIP, en la parte más alta del lugar, así que aún se mezclaban pero sin estar con toda la gente.
"Amor, deberíamos tomar con medida, estamos en un país extranjero y no podemos perdernos el uno al otro" ese fue un acuerdo tácito.
"Sip, así que comenzaremos con algunas bebidas sin alcohol" el alfa asintió, pero pronto quiso bailar, y eso hicieron.
Se sumergieron en la pista de baile, dejándose llevar por la cadencia tropical que fluye desde los altavoces. La energía contagiosa del lugar se apoderó de ellos mientras se entregaban al ritmo, sus movimientos entrelazándose en una danza que reflejaba la conexión única de su amor. La risa y los vítores de los presentes se mezclaron con la música, creando una sinfonía de celebración.
Pero aún con su "disfraz" seguían siendo atractivos y eso rápidamente lo notó Checo que vio como unas chica se comían con la mirada a su esposo, eran adolescentes pero no le importaba, él era SUYO
"Bésame" dijo y ya lo estaba atrayendo a sí mismo.
El alfa profundizaba el beso mientras lo tomaba de la cadera, expulsó un aroma de posesión.
Las adolescentes simplemente vieron al siguiente guapo que pululaba por el lugar.
"Me encanta que seas posesivo" Max susurró en los labios del omega antes de tomarlos de nuevo, y después de una acalorada sesión de besos ambos continuaron bailando.
Cada giro y paso de baile se convirtió en un tributo a su nueva vida juntos, mientras la pareja se sumergía en la alegría del momento.
El resplandor de las luces destacaba la felicidad en sus rostros, inmortalizando su entusiasmo en el caleidoscopio de colores que baila a su alrededor. Las risas se multiplicaban y los ojos de la pareja se encontraban en medio de la pista de baile, compartiendo secretos que solo ellos comprenden, además de alguno que otro coqueteó.
Después de bailar bajo las estrellas hawaianas, decidieron retirarse a una esquina acogedora del antro, donde un barman hábilmente mezcla cócteles exóticos.
Las bebidas llegan adornadas con frutas frescas y sombrillas coloridas, reflejando la esencia tropical de la isla.
"Podemos emborracharnos pero poquito" ante todo el omega estaba preocupado porque su esposo y el alcohol amigos no eran.
Aun así se prometió cuidarlo.
Brindaron por su amor y por las aventuras que les depararía el futuro, sellando el momento con sorbos de néctar tropical que despiertan sus sentidos
Intercambiaron sorbos del otro.
La música envolvía el lugar, pero ahora la pareja se sumergía en la intimidad de su rincón VIP disfrutando de la compañía del otro entre risas cómplices y caricias para nada sutiles. Las luces parpadeantes crean un halo de romance a su alrededor, mientras comparten historias y sueños con la complicidad que solo los recién casados poseen.
"Llévame al baño" susurró coquetamente el omega
Y el alfa que había notado como muchos omegas notaban a su esposo estuvo más que feliz de cumplir la petición del contrario,
"Guía el camino hermoso"
El baño resulto ser más lindo de lo esperado, el marmolado y las pinturas de la pared le daban ese toque.
Aun asi se aseguraron que no hubiera nadie y trabaron la puerta de un cubículo, era lo suficientemente grande, tal vez incluso estaba hecho de esa forma por una razón, quien sabe.
Comenzaron a besarse, realmente no tenían mucho alcohol encima, por lo que fue fácil para ellos estar coordinados.
Checo salto sobre Max y entrelazo sus piernas en la cintura del piloto, se sostuvo del cuello del alfa y nunca separaron sus labios.
Max fue el encargado de bajar sus pantalones y ropa interior, de ambos, para poder penetrarlo.
Y si, no usaron condón, porque Checo tenia su implante.
Todo fue rápido, pero eso no significo que no fuera satisfactorio para continuar la fiesta, todavía no era tan tarde y ellos seguía siendo jóvenes.
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La noche avanzo con la misma energía con la que comenzó, y la pareja se dejó llevar por la magia del momento. La pista de baile los llamo nuevamente, y regresaron con una renovada conexión, más sonrientes que antes, moviéndose al compás de la música que parece celebrar su amor.
Cada paso y risa se convierten en notas en la partitura de esta noche especial, una sinfonía que resonará en su memoria como la banda sonora de su luna de miel en Hawái.
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En otra ocasión, días después de su acalorada visita a ese antro, después de una larga sesión de sexo que no fue para nada vainilla decidieron que cuando estuvieran lejos tal vez necesitarían un incentivo.
Si, porque no tomarse fotos desnudos, bueno inicio como algo inocente, pero se transformo en algo sensual rápidamente.
Tomaron una cámara polaroid e iniciaron.
La atmósfera estaba impregnada de la calidez de los recuerdos, y la suave luz de las velas titilaba en las esquinas de la habitación, creando un ambiente íntimo y emotivo.
La habitación estaba impregnada de un aire etéreo, resonaba con risas suaves y susurros compartidos. Los destellos de la cámara capturaban cada gesto, cada mirada cargada de complicidad, mientras la pareja se disponía a documentar su conexión en fotografías que se convertirían en tesoros atemporales. El murmullo de conversaciones y risas anteriores resonaba en las paredes, evocando los momentos que precedieron este retorno, pero ahora, su unión se siente más profunda, más arraigada.
Ambos sentían la confianza de posar desnudos para el otro, desarrollaron esa conexión que ya era tan natural que no era necesario apenarse.
El contraste de los blancos de las sábanas y las cortinas contra la desnudez de ambos crea un lienzo elegante para sus retratos. Se abrazan, se besan, y en cada pose, el lente captura la esencia de su amor enmarcada por la delicadeza de la habitación. Las velas proyectan sombras suaves, añadiendo un toque de misterio a las imágenes que contarán la historia de esta noche.
"Definitivamente nuestros cachorros jamás verán estas fotos" Checo admiro sus pequeñas obras de arte y admitió que eran algo vulgares ante los ojos incorrectos, para ellos era lo más normal del mundo.
"Nadie las vera, solo nosotros, no quiero que vean el lindo trasero de mi omega, o como tiene una marca de mis dientes" rio Max, capturando el sonrojo de su esposo.
Cada fotografía se convierte en un cuadro poético que trasciende el tiempo, deteniendo la efímera belleza de su juventud y la frescura de su compromiso.
Entre clics, la pareja se sumerge en una danza visual que refleja su conexión profunda. Se sientan en el borde de la cama, entre risas y complicidades, compartiendo secretos susurrados y promesas renovadas.
Con el último clic de la cámara, la pareja se abraza con gratitud, sabiendo que estas imágenes serán tesoros atesorados en los álbumes secretos de sus vidas. La habitación, ahora saturada de momentos inmortalizados, exhala la esencia de su amor compartido, las feromonas unidad, dejando atrás una estela de risas y miradas cómplices.
Deciden ir al jacuzzi que estaba en su baño, ahí capturan más imágenes.
Todo es perfecto.
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Pocos días quedaban para que regresaran.
Estaban maravillados por todo lo que pudieron hacer junto. Además del increíble sexo que tuvieron todos esos días.
Pero querían hacer algunas ultimas cosas, como el snorkel.
Entonces bajo el cielo azul de Hawái, la pareja se deslizaba con gracia desde la orilla hasta donde el océano Pacífico se extiende en un abrazo ininterrumpido. Con trajes de neopreno y máscaras de snorkel, sus rostros reflejaban la emoción anticipada de sumergirse en el mundo submarino que aguardaba.
"¿Listo?" el omega asintió y junto al instructor, se lanzaron hacia el océano.
Al adentrarse en las aguas cristalinas, el sol proyectaba destellos dorados en la superficie, creando un mosaico brillante que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. El sonido distante de las olas rompiendo contra la costa se desvanece, dando paso a la tranquilidad del océano.
Las máscaras ajustadas revelaban un paisaje submarino surrealista. La pareja flotaba entre jardines de coral vibrante, donde los tonos rojos, azules y amarillos pintaban un escenario digno de un sueño. Peces tropicales de todos los colores y tamaños se deslizaban entre las ramas del coral, formando un ballet acuático que hipnotizaba a los observadores.
Los cuerpos de la pareja se mueven en armonía con las olas, con las manos entrelazadas como si fueran una sola entidad explorando las maravillas del océano.
El murmullo suave del aire que se escapa por el tubo de snorkel se mezcla con el sonido distante de la vida submarina, creando una sinfonía única que solo aquellos que se aventuran en las profundidades pueden experimentar.
En un momento de asombro compartido, un grupo de tortugas marinas majestuosas se deslizo cerca de la pareja, moviéndose con una elegancia que trasciende la comprensión humana. La pareja se detuvo, suspendida en el tiempo, mientras las tortugas nadan con gracia a su alrededor, como si compartieran un secreto ancestral.
Pero de pronto Max soltó la mano de su esposo y se quedo con la mirada perdida.
Todo era blanco, nieve, estaba junto a un hombre de rostro desconocido pero al que amaba, había un niño rubio y una adolescente rubia, estaban riendo, jugando, sentía el amor de un ¿padre?
Un sonido, un grito y silencio.
De pronto todo fueron gritos, había sangre, sentía miedo, lloraba descontroladamente.
Intento hacer reaccionar al hombre, la sangre teñía la blanca nieve y las rocas de alrededor, los tres menores no sabían que hacer.
Todo se fue al carajo demasiado rápido.
No podía respirar
Todo era oscuridad.
El omega sacudía a Max, no reaccionaba ante los movimientos frente a él, por ello comenzó a sacudirlo.
El instructor al ver eso mejor lo saco y regresaron a la superficie y al yate.
"¿Qué pasa?" pregunto muy preocupado el omega mientras se quitaba el visor y el oxígeno, Max se veía pálido y eso que estaba bronceado.
"No se" la voz sonaba rota
Max no sabia que era lo que pasaba. Solo se quito el equipo y se recargo en el pecho de su omega, no entendía nada, el no recordaba haber ido a esquiar, su padre odiaba eso.
Necesitaba explicaciones.
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Mientras tanto Jos después de que su hijo se fuera decidió que se quedaría un poco en la calidez de la playa mexicana.
Faltaban 3 días para el fatídico 29 de diciembre, no era justo lo que paso.
Siempre lo diría, el destino parecía castigarlo, de una forma cruel y vil, quitándole al hombre de su vida, y haciendo que su hijo olvidara sus recuerdos, ese día le fue arrebatado más de un amor.
Despidió a Max y decidió pasear por la playa.
De pronto recibió una llamada, justo cuando se alistaba a ir a ver el atardecer.
Era la siempre hermosa Cori.
"Jos, temía que no me respondieras" la omega sonaba sorprendida, y no es para menos, el jamás le contestaba por esas fechas
"¿Y eso es por?" decidió hacerse el tonto
"Porque sabes que te llamo en estas épocas para que vengas con nosotros, deberías venir a ver a Michael" exactamente esa era la razón, el no quería ver el estado de Michael, tenia miedo de no ver nada del antiguo él.
"Cori, yo..." intento empezar a excusarse pero fue cortado rápidamente
"No, ya no tienes la excusa de Maxie, el ya debe estar en su luna de miel, asi que lo mejor para ambos es que vengas a Alemania" no podía hacer eso, ¿o sí? ¿acaso ese era el cierre que necesitaba?
"No se si estoy listo, hace 10 años que no lo veo, ni siquiera sé cómo reaccionare" quiera soltar alguna lagrima, pero no quería demostrar que jamás lo superaría.
"Estas listo, la espera te consume, lo sé" ella tal vez pasaba por lo mismo y eso que la mayoría del tiempo estaba con él.
"Lo pensare, pero tal vez si es hora de verlo" tenia miedo de que si lo veía y viera algún signo de mejora no se separara de su lado nunca más. Pero le prometió avanzar, pero era débil.
"Te esperaremos, Gina, Mick y yo" Mick había reaccionado positivamente, pues por fin muchas cosas se aclaraban en su vida.
"Bien" no sonaba a que fuera a ir, pero quería colgar antes de sumirse en la depresión de estar solo.
"El nos amaba, piensa en ello" él lo amara siempre.
Y colgó.
Los pensamientos de Jos ahora eran un desastre.
Por un lado de verdad deseaba verlo, el otro lado le decía que era mala idea y mejor se quedara como antes
Debería meditarlo bien
Debería razonarlo mas
Debería planearlo mejor
Debería simplemente... ir.
Por primera vez en años intento mandar emociones a través del viejo lazo que lo conectaba con el alfa, sabía que encontraría una barrera, que no sentiría una emoción de vuelta.
Pero lo sintió, tal vez fue imaginación suya, o tal vez fue la esperanza, pero lo quería ver, quería comprobar con sus propios ojos el estado del amor de su vida.
Iría a Alemania a ver a Mich.
"Frans te ama" susurro a nadie en particular, pero siguió transmitiendo esas emociones en su lazo
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Lejos de ahí, en la entonces fría Alemania, en una habitación algo solitaria, y con una esencia de tristeza.
Por primera vez en años un aroma predominante a licor y nuez tostada emanaba del ocupante.
Y Michael sonrió voluntariamente.
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Lamento demasiado la demora, no estaba muy bien, asi que decidi aplazarlo antes de hacer un mal capitulo, aun asi no me siento del todo convencida, en fin.
agradezco sus animos, su apoyo, y las etiquetas en todos lados, es increible ver como Marca ha prosperado tanto y apenas tiene 3 meses de emision.
los super amo <3
Curiosidades
-Si, Michael regresara. Peeeero no se emocionen tanto por el desarrollo.
-Ya se viene la parte mas interesante del fic segun mi parecer, y todo debido a un error de cierto implante ¿no?
-¿Listos para el Strollonso?
-Besito a quien adivine qué compañeros de equipo se besaron siendo uno casado 👀
-Y aprecien con todo su corazon esta faceta del Chestappen, solo digo
Los amito, cuidense, y estudien mucho o trabajen duro, o simplemente existan como yo.