“Te confiaré mi sucio secretito. No se lo cuentes a nadie o serás sólo otro arrepentimiento.”
—Dirty Little Secret
(The All-American Rejects)
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Tras la finalización del entrenamiento Hoseok, Yoongi, Elia y Jungkook emprendieron de nuevo el camino hacia el campamento central.
Aunque el asunto que comprendía la posible futura entrada de la omega en la guardia se estaba llevando con cierta discreción, probablemente no sería un secreto para nadie a esas alturas. Mucho menos ahora que los líderes habían empezado a unificar costumbres del sur y del norte abiertamente.
—Entonces eso de los surcos… ¿Cómo puedo saber s..si realmente Elia es el m..mío?
—Probablemente sea solo una teoría sin importancia pero iré a ver a alguno de los senex que acompañan a Joy y Sungjae para la formación de estrategias cuando tengamos tiempo —Hoseok apoyó la mano sobre la parte baja de la espalda de Yoongi. El olor de este estaba comenzando a pulsar contra su olfato de nuevo pero se limitó a invitarlo a caminar a su mismo ritmo—. Ellos podrán guiaros.
—¿Guiarnos? —Elia solo tardó un segundo en preguntar—. ¿Cómo podrían hacerlo exactamente? Creía que los senex se limitaban a tareas didácticas.
—Si quieres que sea sincero… No tengo la menor idea, Elia. Se supone que los surcos comienzan a trabajar juntos desde la niñez. Vosotros tendríais que haber empezado hace mucho si es que realmente reunís las cualidades necesarias para formar uno. Pero los senex podrían analizar la unión de vuestros poderes y ver si realmente encajan tan bien como parece.
—Lo que Hoseok intenta decir, creo, es que van a evaluar la situación antes de confirmar cualquier tipo de posibilidad sobre vosotros siendo un posible surco. —añadió Jungkook.
—Bueno, es eso y el que de todos modos no podemos simplemente pensar que sois un surco y ya está. Es improbable que lo seáis. Insisto en que podría tratarse de una mera teoría sin mayor importancia.
Jungkook golpeó el costado de Hoseok con su codo.
—¡Maldita sea, Jeon! ¿A qué ha venido eso?
Ese idiota había sido el responsable de meter tal idea en la cabeza de Yoongi y Elia, así que ahora parecía que lo correcto sería analizar la posibilidad de que ambos pudieran ser surcos antes de creer en tal afirmación.
—¿Una teoría sin importancia? Suenas como un verdadero estúpido ahora mismo.
—Probablemente lo soy pero ese no es tu asunto. El caso es que hay muy pocas parejas de guardianes que trabajan juntas durante años pareciendo posibles surcos y finalmente llegan a formar uno. La posibilidad de que estos dos lobos lo sean —Hoseok señaló a Yoongi y a Elia—. Son muy pocas. Simplemente estoy siendo realista. Es simple. Piensa en los sitios de los que cada uno de ellos procede, hubiese sido como una broma de la Diosa.
Yoongi suspiró a un lado de Hoseok. Por un instante casi se había olvidado del verdadero motivo por el que él continuaba en el medio de esa manada. Sus orígenes lo eran absolutamente todo.
—En realidad, n..ni siquiera importa demasiado. No voy a quedarme aquí para siempre. Volveré a la c..cima cuando logremos atrapar a las personas que le hicieron daño a mi pueblo.
—Sé que lo harás —Hoseok frenó sus pasos en seco—. Pero antes de que eso suceda, asegúrate de que las cosas en tu cabeza están bien y que tu mente logrará convivir en el presente con el recuerdo del hogar que antes era la cima en el pasado. Espero que la venganza no mate lo que eres, ni deje secuelas en tu corazón.
Y de la nada era Hoseok el que se sentía un poco empujado ante la necesidad de escuchar que Elia y Yoongi podrían formar un surco. No sabía bien el motivo pero sí sabía que quizás una cosa como esa sirviese para que el chico comenzase a apreciar un poco más a su gente, luchar mano a mano con otro lobo no sería igual de duro que hacerlo solo. Tal vez evitaría que este se perdiese en la venganza como ya se perdió una vez anteriormente.
Lo que él estaba tratando de hacer para ayudarlo a vivir de nuevo, la vida que podía ofrecerle, no se parecía demasiado a la que este ansiaba tener de vuelta. Pero un surco implicaba un tipo de conexión muy similar a la de la familia y Yoongi probablemente podría sentirse de nuevo en la tierra si conseguía algo así.
Los pasos de los cuatro lobos se detuvieron antes de llegar al centro del campamento.
—¡No podéis estar hablando en serio! —la voz de Yunho llenó el lugar—. ¡Van a masacrar a esos dos chicos si los devolvéis a la zona de humanos después de haberlos tenido aquí dos días completos! ¡Habéis escuchado su historia igual que nosotros y sabéis que su gente busca una guerra a cualquier precio!
La escena ante sus miradas era sencilla y complicada a la par. Yunho estaba discutiendo con los dos líderes de la Unión pero estos mantenían el ceño fruncido de una forma que dejaba muy claro el hecho de que nada de lo que ocurría les gustaba.
—No es algo que podamos decidir nosotros solos.
—El asunto fue sometido a votación, Yunho —Sungjae echó la cabeza hacia atrás, haciendo crujir su cuello—. La mayoría de personas que están a cargo de este campamento se sienten mal con la presencia de los dos muchachos cerca. Han decidido que los quieren enviar de vuelta a su lugar de origen. No puedes culparlos por sentir miedo.
—Y no hay nada malo en eso —Joy adelantó sus pasos—. Es el lugar en el nacieron, de dónde proceden. Si quieren sobrevivir tan solo deben aprender a protegerse. Se tienen mutuamente y es mucho más de lo que algunos de nosotros hemos tenido durante nuestro crecimiento, Yunho. No podemos hacerlo por ellos esta vez, estaríamos arriesgando a demasiadas personas.
—Estaríamos arriesgando la paz —Hoseok finalmente intervino, con Yoongi caminando a sus espaldas y Jungkook manteniéndose en la distancia junto a Elia—. Eso es lo que deberías saber pero no lo sabes porque no lo entiendes. No has vivido la guerra del mismo modo que nosotros y por eso no la comprendes con la vehemencia que los lobos de estas montañas lo hacen. Tú difícilmente puedes ser considerado todavía parte de la manada.
—Pero entiendo muchas otras cosas que vosotros no. He visto a los humanos y aunque gran parte de ellos son deplorables, hay una parte que entiende el significado de la palabra solidaridad. Esos chicos vinieron aquí para lograr que sus familias, su pueblo y el nuestro mismo no tengan que atravesar una guerra. Enviarlos de vuelta solo causará que crean en el odio que nos tienen esos que desean vernos muertos para obtener los Pétalos de Zafiro. Por favor, siempre he obedecido vuestras órdenes desde mi trabajo en la distancia. Cuando me dijisteis que debía regresar a la montaña, lo hice a pesar de no querer.
Todos se mantuvieron en silencio.
—¿Qué es lo que sugieres exactamente? —Sungjae se apretó la piel de la nuca con los dedos de una mano y miró a Joy esperando una muestra de aprobación antes de observar a Yunho—. ¿Puedes al menos dar una idea que no suponga enfrentar de nuevo a nuestra manada?
Yunho tragó aire. Parecía totalmente indeciso.
—Dejad que los lleve al hostal.
—No.
La negación de Hoseok resonó con voz de mando en todo el ambiente. Hizo tambalearse al lobo de viento que todavía estaba a su lado, levemente situado un paso por detrás de este.
—Pondrás en peligro a nuestra familia y no es algo que esté dispuesto a permitir. Si quieres ayudarlos y los líderes lo aceptan, debes ser consecuente tú mismo sin arriesgar a los demás. El hostal es un hogar para muchos, los nuestros y otros. Hay gente de Casiopea todavía entre sus paredes, niños de las tribus, vecinos que no encontraron la fuerza para regresar a sus casas tras los ataques o la guerra y simplemente huéspedes que desean descansar. Mucha gente que no merece que un hándicap sea introducido en su camino.
Hoseok era consciente de lo hipócrita que podría estar sonando, él mismo había llevado a Yoongi al hostal. Pero eso había sido antes de la guerra y mucho antes de saber que cazadores y brujos se habían unido para entrar en su montaña con la intención de buscar lo que creían que era una planta milagrosa.
Yoongi no había supuesto en el estado que estaba hace un año, el riesgo que ahora suponían esos dos chicos completamente sanos y cuerdos.
—Hermano…
—No me llames así para tratar de empujarme hacia lo que quieres. Sabes bien que es arriesgado y que tengo razón.
Uno. Dos. Al menos tres segundos hasta que Yunho asintió.
—Bien. Entonces ya sé a dónde debo llevarlos, pero necesitaré ayuda para atravesar la frontera. Ayuda de personas de confianza, nadie que pueda apuñalarme por la espalda a mí o a esos dos muchachos.
—¿La frontera? —Jungkook no pudo evitar acercarse—. Con todo lo que hay ahí, nadie en su sano juicio se acercaría al mundo humano de nuevo sin un buen motivo. Y esos dos chicos están mejor lejos de este que cerca. Pensé que lo que querías era precisamente mantenerlos aquí, entre nosotros.
Yunho negó.
—Hay un lugar en concreto. Uno en el que no van a encontrarlos. Mi pareja sabrá cómo protegerlos.
—¿La misma que no sabe nada sobre lobos? —Hoseok dejó escapar una carcajada—. ¿Quieres matarlo de un susto llevándole a un brujo y a un cazador escoltados por varios altiorem?
—Te sorprenderá saber lo poco que algo como esto asustaría a mí chico.
—¿Por qué tendría que…?
—Supongo que si eso implica que van a estar lejos de la montaña, podemos aceptarlo. Pero tu humano no debe suponer riesgo alguno para nuestra causa o de lo contrario habrá consecuencias. Sé bien que lo entiendes, de lo contrario no estarías sugiriendo tal cosa —Joy se acercó a los dos hermanos—. Id con cuidado. Ambos sois importantes para nuestra manada. No habrá nadie de más confianza para tí que él, Yunho. Estoy segura de ello.
Hoseok sintió que algo en su interior se congelaba.
—¿Ambos? ¿Esperáis que vaya con Yunho? —Hoseok se sacudió lejos.
Yoongi sostuvo el brazo de este en un instante, sorprendido por la reacción del alfa. Los dedos del lobo de viento envolvieron su bíceps y lo apretaron.
—Es tu hermano. Y e..es la mejor oportunidad que tendrás p.. para saber un poco más acerca del m..mundo en el que ha elegido vivir. No lo d..dejes ir o antes de q..que te des cuenta estarás llorando su p..perdida.
—No puedes saber eso.
—Lo sé mejor q..que la mayoría.
Y solo eso, bastó.
De alguna manera Hoseok entendió a lo que Yoongi estaba refiriéndose.
Las manos de Yoongi recorrieron la parte trasera de los muslos de Hoseok.
—Podría acostumbrarme a esto, la verdad —Hoseok se relamió los labios—. Podría enseñarte alguna cosa nueva todos los días sin ningún problema. Pídemelo y ahí estaré, dispuesto. ¿Cómo suena eso? Debe ser música para tus oídos, chico.
El guardián altiorem colocó los brazos detrás de su nuca, la posición revelaba lo cómodo que estaba en presencia del otro alfa. Observó a Yoongi explorar mientras abría las piernas, todavía acostado.
—Besugo.
Y ahí ese insulto de nuevo. El que Jimin le había enseñado. Hoseok negó y empujó levemente con el pie el estómago de Yoongi antes de permitir que este se acercase de nuevo para explorar.
—Déjame ver, besugo.
—¿Ves algo interesante? —sonrió—. Tus manos sin duda están en un sitio interesante. ¿Qué es exactamente lo que estás haciendo? Sigues comportándote como un lobo en la cama, en lugar de cómo un humano. Deberías haber encontrado el punto intermedio a estas alturas.
—Mmm… Solo… Olisqueo.
Y así era. Mientras que Hoseok estaba tumbado sin ropa en la cama, Yoongi a menudo tomaba la decisión de olisquear cada parte de su cuerpo solo porque sí. Porque la parte animal de ese chico seguía pulsando con demasiada fuerza.
Lo peor de aquello quizás fuese que ahora Hoseok ya no podía culparlo. El tema del aroma se había vuelto un poco contagioso. Eran compatibles y si Yoongi lo olisqueaba de vez en cuando mientras intercambiaban momentos de placer, él lo hacía continuamente. Simplemente acercaba su nariz a la glándula de olor del cuello del lobo de viento y absorbía. Lo hacía con tanta habitualidad que su mayor miedo actualmente era el de no saber frenarse en alguna de las ocasiones en las que se encontrasen en público. Si lo oliese así ante sus líderes o alguno de sus superiores…
—Voy a s.. saborear otra vez.
El guardián altiorem dejó caer su cabeza hacia atrás, la necesidad de cerrar los ojos comenzando a pulsar a través de sus párpados mientras mantenía una de sus manos entre el cabello blanco como la nieve del lobo de viento que se situaba de rodillas entre sus piernas.
El camastro de su tienda de campaña estaba haciendo ruidos extraños y eso de alguna forma los había hecho reír a ambos en al menos un par de ocasiones a lo largo de su jornada de… ¿Juego? Hoseok ya ni siquiera sabía que nombre darle. Pero lo cierto es que a medida que el celo de ambos pulsaba más y más con la cercanía del ciclo lunar, la comodidad entre ambos crecía con la rutina de sentirse y tocarse a diario.
Y esos ungüentos que Seokjin había preparado a base de vainilla y canela tenían buena parte de culpa.
—Maldita sea, hazlo si quieres.
El aliento cálido de Yoongi tropezó contra el miembro de Hoseok y bastaron un par de lametazos torpes del chico para tenerlo completamente duro.
—C..callate.
—Bien, creo que podré hacer eso, pequeño.
Los dos se miraron por unos segundos. Los ojos llenos de brillo y necesidad antes de que Yoongi abriese la boca para dejar que el miembro de Hoseok se colase en esta hasta tropezar con su garganta. Había algo extrañamente placentero en la quemazón que le ocasionaba esa manera con la que a veces el guardián decidía empujar contra su boca o sostener las hebras de su cabello.
A Yoongi le parecía extraña la forma en la que su lobo se sentía alrededor de Hoseok. Tanto que de vez en cuando tenía que alejarse antes de desear volver a estar cerca de nuevo. Lo asustaba, porque hacía que Adaham pareciese un amor del pasado.
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Hiiiiii!!
Cómo algunes sabéis he estado resfriada últimamente y ayer no me encontraba muy bien así que decidí retrasar un poquitín el capítulo. Hoy en cuanto he podido he venido a subirlo. Perdón por esa tardanza extra.
Espero que os haya gustado y lo hayáis disfrutado a pesar de que es un poquito corto.
Un beso,
os amo
Mel
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