El pequeño cuerpo de Freddie se acurruca mas contra el mio y su pequeño codo se clava en mi costilla provocando que mis ojos se abran lentamente, solté un suspiro abrazandolo mientras aspiraba su olor a bebe acariciando su mano, me había costado demasiado esfuerzo hacerlo dormir en la madrugada, seguramente solo dormí tres horas debido a que los rayos del sol del amanecer se colaban por las cortinas de la habitación. Freddie contaba ya con tres años pero seguía mojando accidentalmente la cama aun cuando ya sabe ir solo al baño, no podía culparlo por tener miedo, eso había provocado que me hubiera tenido que levantar a las tres de la mañana con los ojos hinchados, limpiar la cama, limpiarlo a él y luego intentar hacerlo dormir conmigo.
Me muevo un poco con cuidado de no despertarlo besando su regordeta mejilla mientras miro a mi alrededor en la pequeña habitación que es para los tres, su cama estaba como la había dejado tras cambiarle las sabanas, con el colchón desnudo y sus peluches amontonados. En la litera de arriba dormía mi hermana menor, era demasiado temprano, pero aun así debíamos ir a clases, subo al colchón para alcanzar la litera de mi hermana.
—Sandy arriba...Sandy vamos, debes vestirte para ir al colegio.—murmure moviéndola, fruncí el ceño al notar que estaba demasiado blando, tras correr la sabanas me doy cuenta que no estaba acostada, un nudo se instala en mi garganta mientras me calzo los pantalones de manera rápida hasta que escucho el ahogado chillido de mi hermana menor.
Eso provoca que Freddie se despierte desorientado y su pequeño labio se forme un puchero asustado, deje olvidadas las zapatillas mientras salía de la habitación corriendo a la cocina comedor, al vivir en una casa rodante acomodada para tres niños mas sus padres no es como si hubiera demasiada distancia entre un lugar y el otro. Pero aun así sentía que jamás iba a llegar.
Encuentro a mi hermana menor llorando, con el rostro rojo y las lagrimas brotándole mientras que con su mano derecha se agarra la izquierda, veo los huevos rotos en el suelo y por último mis ojos caen en Greg, había dejado de llamarle papá desde que cumplí los diez años.
—¿¡Pero porque eres tan inútil!? Mira el desastre que hiciste gastando lo que tenemos, no trabajo día y noche para que tu y tu inútil madre se lo gasten haciendo tonterías, ahora mira ¡todo sucio y tu llorando como la chiquilla inútil que eres!
—Sandy, ¿estás bien? ¿te quemaste? —pregunté yo más preocupada por mi hermana, Greg se voltea a verme completamente enojado se que mi presencia le molesta básicamente desde que vine al mundo. Pero no es como que pueda hacer algo para cambiarlo.
—¿Qué acaso a ti te cuesta tanto vigilar a las mierdecitas de hermanos que tienes?
—Estaba a punto de hacerles el desayuno—replique enojada.
—Mira chiquilla, no me contestes porque te daré un golpe que te vas a acordar para toda la vida.—dice Greg levantándome la mano, me quede quieta viendolo, pero eso solo lo hizo enfurecer mas. Olvidaba que si no le muestro temor como él quiere solo lo hago enojar demasiado, pero decide bajar la mano acordándose seguramente que tengo que ir a clases en unas horas.
Gruñe molesto antes de retirarse a su habitación donde mamá, o mejor conocida como Irene debe dormir. Miro a Sandy quien sus lagrimas ahora caen en silencio, me acerco a ella agarrándola por los hombros hasta llevarla al pequeño cuarto de baño, la siento en la bañera y busco las cosas para curar su quemadura. Tenia suerte de que no fuera nada grave.
—Debiste esperarme—la regañe molesta untándole crema para quemaduras con cuidado, mi hermana seguía derramando lagrimas antes de mirarme.
—Es que te veías cansada y solo quería hacer algo lindo por ti.
Mire sus ojos celestes quien seguían repletos de lágrimas, no podía enojarme demasiado con Sandy, ella siempre quería ayudar aun cuando sabe que no debe hacerlo. Tras ponerle la crema comencé a vendar su mano con cuidado, debería escribirle a la escuela alguna excusa para que no vinieran a ver el lugar no apto para niños en el que viviamos. Limpie sus lagrimas mientras la miraba.
—No te preocupes por mi, ¿si? Tu ve a la escuela, anota tus cosas y pórtate bien para que Greg e Irene no se enojen contigo, ¿bien? Yo los cuido a ustedes.
—¿Y quien te cuida a ti?
Esa fue una pregunta que decidí no responder, bese su coronilla y le acomode los mechones oscuros con cuidado para peinarla mientras la veía.
—Anda, busca a Freddie y tus cosas, haré un desayuno rápido.
Mi hermana se retira dejándome sola, masajee mi rostro mientras guardaba las cosas antes de verme al espejo. Mi cabello rosa estaba poniéndose demasiado pálido, y mi rostro me devuelve la mirada cansada, saco un poco de maquillaje comenzando a pasarme el delineador por los ojos y algo de brillo rosa por los labios. Una vez echo voy a la cocina limpiando la suciedad del suelo y sirvo bouls con cereal para que comamos.
Hago una mueca al ver las facturas de la luz y del agua con aviso de que si no pagábamos pronto nos iban a cortar el servicio. Miro la hora en el reloj que hice en clase de tecnología a los doce años, era lo mas colorido de esta casa. Era circular, con el fondo lila y flores blancas simulando ser margaritas.
—Busca tus cosas, vamos Sandy.
Me calce mis zapatillas y coloque la mochila en mis hombros. Armo una pequeña mochila para Freddie mientras lo alzo, seria un homicidio dejar a Freddie solo en una casa con dos adultos irresponsables y donde uno parece estar con un humor de mierda. Mi hermanito se aferra a mi cuerpo mientras salimos de nuestra casa.
Vivimos en un complejo lleno de casas rodantes, la mayoría son de personas que vienen de paso, algunas son de personas que al igual que nosotros no tienen de otras que vivir en esas condiciones, pocos son los solteros o solteras que disfrutan esa libertad de tener un pequeño espacio donde pueden disfrutar.
Me acerco a la casa rodante que esta a tres de la mia tocando la puerta, fruncí los labios volviendo a golpear mas fuerte.
—Es inútil si quieres que te abra, la vi irse esta mañana algo de que su hijo tuvo un bebe.—dicen en la casa de al lado, me volteo para encontrarlo mientras que él me sonríe. Tenía puesta una remera roja con unos pantalones mientras fumaba un cigarrillo.
Suspire acercándome a él.
—¿Y tu como sabes?
—Soy buen vecino.—contesta fumando mientras seguía sentado. —Hola niños.
Freddie mueve su mano, mientras que Sandy continúa quedándose a mi lado en silencio. Jota me mira con sus ojos oscuros, quiero creer que nos llevábamos bien. Usualmente nos juntábamos bastante a sentarnos y quejarnos de nuestra mala suerte bebiendo una cerveza de vez en cuando, yo fingiendo ignorar su trabajo y él fingiendo ignorar muchas otras cosas.
—¿Te molestaría cuidarlo?—pregunte refiriéndome a Freddie.
—¿Acaso luzco como niñera, Luna?
—Por favor, no puedo dejárselo a Greg e Ingrid, y hoy tengo un examen que debo aprobar o suspenderé...te lo suplico, no tengo ni siquiera para una guardería de ser así no te lo pediría.
—No se cuidar niños tan pequeños, aparte esta mi trabajo, ¿quieres a un niño rodeado de lo que vendo?—pregunta él fumando con el ceño fruncido.
—Por favor, te lo suplico Jota, sabes que Freddie no molesta. Déjalo ver tele, dale juegos, déjalo jugar aquí a la pelota es bastante sencillo. No te molestara y estoy segura que tus comerciantes no les importara, invéntale una historia de que embarazaste a una chica y tienes un hijo.
—Mi hijo es blanco, Luna, se darán cuenta.—dice él, pero al verme sacar el labio inferior formando un puchero suelta el aire con resignación—Bien, como sea, te cuido al niño solo porque me caes bien y cuidas a mi hermana cuando te pido.
Sonreí dándole a Freddie quien se remueve algo incomodo en los brazos de Jota, pero luego se distrae con la cadena que le cuelga en el cuello sonriendo.
—Hablando de hermanas ¿crees que...?
—Si, si, Sandy puede venir con Caro después de la escuela, ahora vete antes que cambie de opinión.
Agarre su rostro dejándole un beso en su mejilla mientras que él hace una mueca de asco, reí divertida mientras me despedía de Freddie y camino a la escuela. Tras dejar a Sandy en la suya y asegurarme que entre suspire caminando a la mía acomodándome el cabello de mejor manera.
A veces dicen, que uno puede tener una vida en casa y otra en la escuela. Y eso hice cuando comencé la secundaria, fingía ser otra persona, inventaba historias sobre mis padres dando miles de excusas para que mis amigas no vayan a casa. No necesitaba ni quería que nadie supiera las verdaderas condiciones, o que supiera que prácticamente soy madre desde que Sandy vino al mundo. Y aunque mi plan desde el inicio fue no molestar a nadie, con las semanas comencé a ser popular en la escuela, muchos sabían mi nombre, pero que sepan tu nombre y no sepan nada mas de ti no dan derecho a que te conozcan.
Creo que en todo el mundo solo hay una persona que realmente llega a conocerme. Camino por los pasillos saludando a todos los que me saludan con sonrisas mientras voy a mi casillero donde lo abro, me echo atrás cuando la bomba de serpentinas casi me estalla en la cara.
—¡Laurence Shepherd! —grite demasiado alto, muchos se voltearon a verme, y minutos después tengo a un adolescente alto, con brazos tonificados y cabello castaño claro a mi lado. Sus ojos verdes con motas cafés me miran divertido pretendiendo ser inocente, me cruce de brazos.
—¿Si?—pregunta él.
—¿Me explicas esto?
—Es lo que yo llamo, dulce venganza por poner tinte violeta a mi champú.
—Pero lo mio si fue divertido.
—Anduve con el pelo violeta una semana, esto solo es una pequeña broma.
Me reí abrazándolo mientras que él me rodea con su brazo comenzando a caminar en los pasillos. La realidad es que no podía enojarme con Laurie ni aunque lo intentara, desde que nos conocimos hace años atrás cuando él se mudo a Golden Valley fuimos amigos de bromas, nos encargábamos de jugarle algo a cada vecino, a cada profesor, a cada estudiante. Y de vez en cuando, a nosotros mismos.
Era como mi alma gemela, la persona que toda mi vida me hizo falta y eventualmente la encontré. Aunque muchos murmuraban en los pasillos que éramos novios, siempre diciendo lo bien que nos veríamos juntos, aun cuando yo tuve novio y él ya tuvo novia nos siguieron diciendo eso. Nos sentíamos como una especie de celebridades a las que shipeaban.
Hablamos de diversas cosas mientras nos dirigíamos a nuestra primera clase, nos sentamos uno junto al otro como casi siempre solemos hacer, cuando la profesora ingresa, tras darnos la actividades para hacer, se sienta tras su escritorio y se escucha el ruido de un gas ser expulsado a lo que todos los alumnos se rien.
—Oh nada mejor que empezar el día con una broma de mis dos niños favoritos—dice la profesora dejando la bolsa de gas frente a Laurence.—Quiero un ensayo de dos hojas para mañana, y si Luna quiere aportar algo también puedes hacerlo.
Aprete los labios reprimiendo mis palabras mientras que Laurie bufa molesto guardando su bolsa. A veces las bromas se nos podían salir de las manos y éramos castigados en su lugar. Tras terminar la hora de clases, Laurie y yo comenzamos a caminar a los pasillos, pero luego el chico se retira al ver mi grupo de amigas acercarse. A él no les agrada, y me lo dejo bien en claro varias veces, por ende cada vez que ellas se acercan Laurie prefiere irse con sus amigos.
—¿Por qué siempre que venimos Laurence nos huye?—pregunta Darcy, me encogí de hombros fingiendo no saber, no queria hacerlas sentir mal o algo así, era mejor fingir que decir que sabías. Me quede con mis amigas hablando un rato en el receso mientras buscábamos algo que comer.
—Por cierto, ¿vieron el video de esa chica?—pregunta Lucy con los ojos verdes brillando por noticia nueva.
—¿Qué video?—pregunte—Mi cargador esta roto casi ni puedo usar el celular.
Lo del cargador era mentira, Ingrid se había adueñado de él y era mejor dejarla adicta a la tecnología que sin ella.
—Aparentemente una chica le estaba haciendo un baile sexy a su novio cantando una canción, e incluso creo que luego sale haciéndole algo mas, han censurado muchas partes pero escuche cosas, el chisme siempre es bueno mantenerse informado, todos saben de eso.—dice Lucy.
—Bueno, ella se lo busca—comenta DeeDee la otra integrante del grupo—Si no quieres que un video tuyo se filtre mejor no te grabes.
—¿Es de nuestra escuela?
—No, es de la otra, ¿te imaginas que vergüenza seria encontrándonosla en los pasillos?
Yo ya me sentía mal por la chica y ni siquiera sabía quien era, decidí cambiar de tema porque no quería seguir hablando de esto, pase el resto del periodo escolar con mis amigas. Y al terminar me iba volviendo junto a Laurence, caminábamos a la par hablando de distintas cosas, nos despedimos tras llegar al punto donde nos despedimos.
Camine a las casas rodantes saludando a algunos vecinos que me conocían, decidí dejar a mis hermanos en lo de Jota un rato mas para que se entretuvieran, esperaba que eso no le causara inconvenientes. Fui a mi casa rodante donde entro empujando suavemente la puerta con el pie, dejo la mochila en el suelo y me sirvo un poco de agua.
Suelto el vaso de golpe cuando siento una mano jalando de mi cabello y golpeando mi cara contra la encimera.
—¿Dónde esta el dinero?—pregunta Greg.
—¿¡Que dinero!?—chille.
—No te hagas la ratita muerta, el dinero para pagar las cosas que necesitamos para vivir en esta pocilga, ¿Dónde esta?
—¡No se!
Greg vuelve agarrar de mi cabello levantándolo y golpea mi cabeza de nuevo en la encimera, la vista se me nubla un segundo mientras intento soltarme.
—¡Tal vez Ingrid se lo llevo! Seguro ella fue a pagar.
—La inútil de tu madre ni siquiera sabe donde esta parada.
—¡Pregúntale yo no se!
Greg gruñe molesto antes de tirarme al suelo donde me caí de bruces, sentía que el costado de mi rostro palpitaba pero no era capaz de moverme ni un poco en este momento. Lo escucho a él moverse por el lugar, hablando en gruñidos y murmuros, marcando con sus dedos regordetes el teléfono de Ingrid.
Hablan un poco, una corta conversación. No dice nada mas y se marcha no sin antes ordenarme que me levante del suelo. Solloce un poco acomodándome el cabello y cerre los ojos inhalando y exhalando. Cuando logre cambiarme decido salir para buscar a mis hermanos. Jota estaba sentado afuera, parecía que no se había movido del lugar, me llegan la risas de nuestras hermanas a los oídos y veo a Freddie dormir en un colchón improvisado en el suelo junto a un peluche de rana que le falta un ojo.
—Freddie ha comido, tienes razón no da problemas, vimos tele los comerciantes apenas si lo han visto, no se tragaron el cuento de que es mio pero tuviste que ver sus caras—dice riendo.—Luna...¿estas bien?
—Si...solo...gracias. Llevare a mis hermanos a casa.
—Ey, espera Sandy y Caro están jugando y Freddie duerme una siesta, ¿Qué ocurre?
Lo mire, pero no le dije nada. Jota suspira y palmea el lugar a su lado donde me siento. Saca una cajetilla de cigarrillos comunes y me extiende uno, no soy de fumar con frecuencia, pero a veces parece que necesito hacer algo que pueda controlar. Llevo el cigarrillo a mis labios y lo enciendo.
—Creo que la señora Franny volverá en un largo tiempo, pero puedo cuidar a Freddie cuando quieras.
—Gracias.
—¿Sabes? Cuando la vida te golpea bien duro, solo debes pensar que estas en otro lugar para que se pase mas rápido el dolor.
Cerré los ojos mientras seguía fumando, me apoye en su hombro mientras que él suspiraba. Y me permití fantasear, con un lugar muy lejos de aquí.