ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - T...

Por MelanieGerpeLen

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☽ Min Yoongi ansiaba venganza. Como único y último heredero del legado de las tribus del norte y lobo de vien... Más

THE HOWLING SAGA
PRÓLOGO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capitulo 60

Capítulo 41

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Por MelanieGerpeLen

“Te di mi sangre, mi sudor, mis lágrimas… Y todo lo que hiciste fue dejarme aquí. Prendeme fuego porque amas el dolor. Prendeme fuego solo para mirarme. De rodillas, mi corazón, sangra. Mientras me echas gasolina encima. Prendeme fuego porque amas el dolor. Prendeme fuego solo para mirarme. Quema, quema.”

—Burn
(Tom Walker)


—Es gratificante saber que no soy el único que se ve en la obligación de escabullirse de este campamento durante la noche por amor —Yunho susurró cerca del oído de Hoseok.

El guardián frunció el ceño y le dedicó un codazo en el estómago a su hermano mayor que les valió varias miradas reprobatorias de sus superiores cuando el último emitió un sonido de sorpresa, mas no de dolor.

Se encontraban situados contra las puertas de salida de una de las tiendas más grandes del campamento de la frontera, esa que había sido ideada para hablar sobre estrategias y la que ahora estaba siendo usada para presentar ante el consejo territorial el dilema que suponían los dos niños que les confesaron todo lo que estaba sucediendo y lo que había tras los ataques que el último año había mantenido a la guardia alerta.

—Mi situación no puede ser comparada con la tuya. No dejé el campamento por amor, sino porque el lobo sobre el que debo mantener mis ojos quería ver a sus cachorros con una insistencia agobiante.

—Y todos aquí sabemos que la paciencia de un Jung es mucho más corta que cualquier mecha de pólvora rápida. Además, eso es un motivo de amor. Da igual si no es el tuyo, claramente ese lobo ama a sus hijos y por eso insistió en verlos. No puedo culparte por llevarlo, de hecho casi estoy sintiendo la tentación de aplaudir.

—De todos modos —Hoseok se giró en medio de su susurro—. Si estabas retozando con tu humano, ¿cómo es posible que te hayas enterado? ¿Tus dotes de espía han mejorado con el paso de los años? Si es así comenzaré a entender por fin el porqué de que el líder no se haya cansado todavía a estas alturas de todas esas excusas tuyas acerca del porqué quieres seguir en zona humana en lugar de regresar a tu montaña.

—¿Olvidas la cantidad de guardias de nuestra familia que actualmente te cubren la espalda? Al menos dos o tres te vieron llegar. Tus sentidos deben de estar realmente afectados si no pudiste verlos antes de que ellos te viesen a tí. Solo he tenido que preguntar por mi hermano y han cantado como dos cotorras. Les encanta el cotilleo, y solo llevamos un par de días en este campamento. ¿Quieres preguntar de nuevo el motivo real por el que he escapado de la montaña? En el mundo humano algunos dicen que los sitios pequeños terminan sintiéndose como infiernos grandes.

Hoseok gruñó y Yunho rodó los ojos. La amenaza de uno de sus superiores no llegó en tardar desde la lejanía y los dos hermanos se mantuvieron en silencio por un minuto completo antes de continuar susurrando.

—Pensé que ya se había decidido que esos niños se marcharían —comenzó de nuevo el mayor de los Jung—. Pero ahora han traído al consejo territorial. No entiendo qué es exactamente lo que pretenden.

—El consejo territorial debe ser informado. No queda otra opción —Hoseok negó con la cabeza—. Aunque me temo que las hermanas Lae no han llegado con la intención de colaborar en ningún aspecto. Parecen decididas a tirar a la basura cualquier idea o propuesta que venga de los líderes de la Unión. Van a tratar de poner en contra de Yook y Jeon a todos los lobos que puedan. Da igual el motivo. Y si tiene que ver con esos chicos me asusta cuál vaya a ser su juego. La peor parte es que han exigido una reunión a solas con los líderes, así que el consejo va a estar debatiendo con ellos y empujándolos hacia un lado concreto por horas durante gran parte de la tarde antes de dejar que Joy y Sungjae den su veredicto.

Yunho miró al frente, dónde San y Wooyoung permanecían sentados en la mesa rodeados por el consejo territorial y algunos guardianes de confianza de los líderes. No eran prisioneros pero de alguna manera su olor le dejaba saber que se sentían como exactamente eso.

Y en efecto, mientras las hermanas Lae los miraban de la misma manera en que una víbora miraría a un pobre ratoncito que se había topado con esta mientras buscaba comida inocentemente, parecían un sabroso plato para lobos recién servido.

”Siempre podemos sacarlos del campamento nosotros mismos. No debería ser demasiado difícil. “

A Hoseok le sorprendió escuchar aquello. Sus ojos se abrieron en grande y miró a su hermano.

”¿Ir en contra de lo que se decida en la reunión y de lo que dictaminen los líderes cuando una guerra podría estar a punto de comenzar?”

”A veces hace falta romper algunas reglas para conseguir ciertas cosas, Hoseok. Creí que sabías eso mejor que nadie.”

”Estamos en el peor momento para decidir por nosotros mismos, Yunho.”

”¿No confías en tu hermano mayor?”

”Solía creer que podría morir por mi hermano mayor. Ahora apenas te conozco, prácticamente ni siquiera te veo una vez al año. Es un milagro que estés aquí y que hayas decidido quedarte tantos días seguidos. Solo la guerra te ha traído de vuelta a casa, ni siquiera la muerte de papá. ¿De verdad crees que es justo preguntarme si confío en tí? Si uno de nuestros hermanos o mamá hubiera enfermado, ¿puedo preguntarte si habrías acudido con tal fiereza?”

Yunho no dijo nada. Hoseok tampoco insistió. Ambos conocían la respuesta. A Yunho nunca le había gustado la montaña o el hostal, pero amaba la guardia y su trabajo como guardián. Lo agobiaba la familia sin embargo. Su enorme y siempre unida familia. Su padre…

Los dos miraron al frente y se mantuvieron atentos a todo lo que sucedía ante su mirada. Oídos atentos y corazón palpitante.

Cansados. Dolidos.

Ninguno dijo nada pero los dos de alguna manera conocían la respuesta a lo que Yunho había propuesto. A Hoseok nunca le habían temblado las manos ante el hecho de tener que enfrentarse a las órdenes de alguno de sus superiores, ni siquiera cuando las estaba dando su propio líder. Si el consejo territorial decidiera condenar a dos chicos inocentes… Incluso siendo estos un brujo y un cazador, su deber como guardia sería simple y sencillamente protegerlos.

—Elia ha llegado al campamento con su padre esta madrugada. Le he pedido que venga para que compruebe cómo funciona todo esto y para que su entrenamiento no se vea afectado por todo lo que está sucediendo —Hoseok dejó a un lado sus armas mientras accedía a la tienda y miró a Yoongi, quién había permanecido cerca del fuego desde esa mañana—. Me gustaría que te unas a nosotros. No quiero que tu forma física se deteriore. En cuanto a tu lesión, bueno, lo cierto es que necesita mucho trabajo todavía. He estado hablando con Seokjin y me ha dicho que se pasará de nuevo para ampliar la dosis de ungüentos que te aplicó durante la mañana.

Yoongi sabía que Hoseok no estaba dotado de gran delicadeza. Jimin se lo había comentado en alguna ocasión, así que estaba seguro de que era un hecho importante el detalle de que lo estuviese invitando nuevamente a una de sus sesiones de entrenamiento privadas con la omega sureña en la que los líderes habían depositado tanta confianza para marcar la diferencia.

Elia le había parecido interesante el día que se conocieron. Le gustaba la idea de acudir a un entrenamiento y más todavía cuando la compañía resultaría grata.

—He aceptado d..desde el principio todo a..aquello que tiene que ver con mejorar mi c..capacidad de lucha. Desde que ese lobo me mordió no he sido el mismo en b..batalla.

—Tú te buscaste esa mordida, te lo he dicho en innumerable cantidad de ocasiones. Si alguien hubiese atacado a mi pareja como tú atacaste en aquel entonces siendo un prisionero, yo también me hubiese lanzado a matar. Sin piedad. Ni siquiera te conocíamos, no había razón para sentir pena. Como guardianes simplemente podríamos haber dicho que estábamos protegiendo una vida —Hoseok posó la mirada sobre el muchacho una vez más y aspiró aire tras frenar sus pasos a solo unos mínimos centímetros de donde este se encontraba situado. Sus rodillas rozando contra la nuca de Yoongi—. Pero no es el final de nada para tí. Esa lesión no va a impedir que te defiendas bien. De hecho tu poder de viento es lo suficientemente fuerte todavía como para que la pierna lastimada resulte completamente secundaria en cualquiera de tus formas. La humana o la animal.

Yoongi se encogió de hombros y bajó sus manos, las que había estado manteniendo cerca del fuego. Las palabras de Hoseok hicieron que algo en el interior de su pecho se agitase con un extraño hormigueo.

—Me gusta esta t..tienda. Es más reconfortante que la casa en la que vivimos.

Podía ver y sentir a Hoseok todo el tiempo en esa tienda. El pecho desnudo del guardián altiorem siempre parecía estar cerca de su hocico al despertar porque aunque tenían dos camastros, dormir apretujados ayudaba a generar calor en medio de la noche fría. Aunque quizás usar ropa también sería de ayuda, como lobos, estaban habituados a dormir sin demasiadas ataduras cuando debían mantener un horario concreto durante la noche. Además, la ropa podría ser una molestia ante una conversión de urgencia y sin duda resultaba una novedad para el chico de las tribus quién había pasado media vida pegado a prendas excepcionalmente simples, exceptuando las épocas de heladas.

—Estás bromeando. Es imposible que esta tienda sea más confortable que mi casa, solo lo dices para molestarme. El fuego que estás usando lo llena todo de humo y tenemos que abrir una zona para evitar morir por algún tipo de asfixia. Además es verdad que el fuego te calienta pero el viento que genera corriente al abrir una de las partes de la tienda, te hiela a la par. No hay nada tan poco productivo como esto, es por eso que te has pasado el día acostado delante de esa fogata. La brisa del mar cercano congela todo lo que toca.

—Me gusta así. M..me gusta el viento y el calor del fuego a la vez. También me agrada escuchar el fuerte o..oleaje a lo lejos o la manera en la que r..rompe contra la orilla. ¿Cuándo iremos a e..entrenar?

Hoseok solo pudo reír. El cambio de conversación no era lo que lo había sorprendido sino el detalle de que Yoongi estuviese feliz de encontrarse en una tienda de campaña con finas paredes en medio del frío invierno. Incluso si la zona que les habían dado era amplia, resultaba cualquier cosa menos reconfortante.

—¿Sabes lo que sería realmente reconfortante?

—D..dime.

Hoseok le enseñó el pequeño botecito que siempre mantenía en uno de los bolsillos de su pantalón de trabajo.

—No tener que depender de los supresores cada vez que pasan una o dos horas. En serio, ¿de qué te has estado alimentando? Ese olor tuyo…

Era como un imán. Desde que habían llegado al campamento, la tienda los obligaba a permanecer cerca y eso derivó en el inevitable detalle de que Hoseok pudiese olisquear a Yoongi tantas veces al día como le viniese en gana. Lo que últimamente se estaba volviendo un hábito excesivamente rutinario. Y de la nada algo parecía haber… Cambiado. El olor de Yoongi estaba concentrado en ese sitio. Así que lo olisqueaba prácticamente todo el tiempo, incluso cuando no lo pretendía.

De hecho, iba a hacerlo de nuevo. Ahora plenamente consciente de ello

—Tiene que ser dulce, como poco —Hoseok se inclinó para olisquear el cabello de Yoongi y después lo revolvió—. Me recuerda a lo que alguno de mis hermanos usa cuando trata de cortejar a una pareja. ¿Qué era esa cosa…?

Yoongi alzó la mirada, apoyando la parte de atrás de su cabeza contra las piernas de Hoseok. Había curiosidad en sus ojos mientras observaba al guardián.

—El señor Kim ha e..estado trayendo todas las mañanas ungüentos de vainilla p..para aliviar el dolor y la inflamación de m..mi tobillo. Quizás…

Hoseok rodó los ojos y negó antes de deslizar sus manos por la barbilla de Yoongi.

—El señor Kim es un sanador muy bueno pero también un estúpido idiota por no preguntar si alguien en la tienda que estás compartiendo se encuentra cerca de su fase lunar antes de recetar tal cosa como ungüentos de vainilla a su paciente. El embarazo debe haber hecho que sus feromonas se dispersen y su mente funcione más lentamente de lo habitual, me conoce desde que soy un cachorro y debería saber que en menos de una semana estaré como loco por tener un buen orgasmo que nunca llegará. Sabe bien de mi adicción a los supresores como consecuencia del trabajo y sabe que debido a eso soy muy sensible a olores como el de la vainilla —el guardián altiorem tan solo necesitó inclinarse un poco para hacer que sus labios rozasen los de Yoongi—. Un potente afrodisíaco como ese no debería ser usado tan a la ligera, mucho menos cuando mi compañero de cama es de por sí compatible en olor con mi lobo.

—¿A.. afrodisíaco?

—Puedes pedirle a Jimin que te lo explique la próxima vez que lo veas, después me prestaré voluntario para enseñarte el significado de tal cosa en su práctica. Pero ahora… —Hoseok se permitió saborear por un instante el olor de Yoongi en los labios carnosos de este—. Ahora tenemos que ir a entrenar. Le he dicho a Elia que en diez minutos nos encontraríamos en una zona adaptada para lucha cerca del campamento.

Hoseok apoyó su espalda contra la barandilla de madera que rodeaba el circuito y cruzó los brazos alrededor de su torso. Se había quitado la chaqueta y ahora dejaba que el viento de invierno chocase contra la piel de sus brazos. Unos cuantos ejercicios iniciales con Elia y Yoongi habían sido suficientes para calentar su sangre, su lobo ya estaba como loco en el interior de su cuerpo. La necesidad por seguir usando el poder de tierra palpitaba en sus manos al igual que la sangre.

—Lo están haciendo bien ahí dentro.

Jungkook se sentó sobre la barandilla y golpeó el hombro de Hoseok con su puño antes de señalar hacia la zona del circuito en la que Yoongi y Elia se mantenían sentados espalda contra espalda. Cada uno de ellos alzando una bola de su poder natural contra la del otro. La fuerza de ambos sorprendentemente igualada.

—Parecen estar hechos para formar un surco de guardia. Si fuesen parte de lo que somos, sin duda algún senex los habría decidido unir en el entrenamiento inicial. Aunque solo fuese para comprobar si terminarían matándose o generando el mejor dúo de su generación. ¿No crees?

Hoseok sonrió, dedicándole una mirada al guardián sureño antes de regresar los ojos hacia sus dos alumnos. Los surcos eran más antiguos que la guerra entre manadas. Se trataba de la unión entre guardias que juntos podían trabajar mucho mejor de lo que lo harían por separado, ya que sus poderes naturales combinaban en potencia y estilo de uso. Pero iba más allá. Él sabía bien que encontrar a un compañero era complicado y por eso los senex seleccionaban posibles parejas de surcos desde el inicio de su entrenamiento.

—Demasiado tarde para ellos. Habrían necesitado años de conexión para generar un surco. Y de todos modos, ¿cómo es posible que tú me hables a mí sobre surcos cuando los sureños no los usáis?

—¿Has olvidado que mi suegro es tu superior? —Jungkook apoyó las manos sobre la barandilla de madera—. Le he preguntado acerca de esos dos chicos de la librería que trabajan con mi madre. Había algo extraño sucediendo a su alrededor todo el tiempo mientras nos enseñaban los escritos a Tae y a mí. El señor Kim me ha explicado que son surcos, probablemente los únicos del sur actualmente. Así que supongo que te equivocas, estoy dando por sentado que las Lunas sí han tratado de mantener la tradición de los surcos.

Jungkook se tomó un instante para recordar a los muchachos que le habían mostrado el recetario de su abuela y los demás libros que habían solicitado ya varias semanas atrás.

—Es curioso lo fácilmente que se aprecia en su forma de ser. Sus poderes simplemente bailan alrededor de cada uno de ellos cuando tienen que hacer algo juntos.

Sí. Porque esas parejas eran mantenidas desde que se conocían hasta el día de su graduación. Generalmente los dúos no funcionaban y con poca frecuencia algunos triunfaron. Se trataba de una pareja de guardianes de actitudes extraordinarias, que era capaz de proteger a la manada con una fuerza grandiosa.

—Es una pena que Elia y Yoongi no sean guardianes y también lo es que los surcos sean tan poco frecuentes en la guardia —Jungkook se encogió de hombros—. De todos modos es bueno que seas tú el que los está entrenando. Si realmente una guerra se acerca y esos dos son material para un surco, entonces definitivamente deberías hablarlo con Namjoon. Puede que sus poderes combinen lo suficientemente bien como para crear una barrera fuerte que nos proteja de ataques complicados.

Hoseok no dijo nada por un instante. Sus ojos se limitaron a seguir la figura de Yoongi. Su espalda se mantenía recta y relajada. Aunque le costase entenderlo, el lobo de las tribus inesperadamente, realmente encajaba con Elia. Los poderes de ambos se envolvían de una forma en la que solo los surcos lo harían.

—Para que un surco funcione no basta con que dos lobos tengan potencia de poder similar. Deben ser compatibles en carácter y llevarse bien en todos los aspectos, Jungkook. Por eso son tan poco frecuentes.

—Pero la posibilidad está ahí, ¿no es cierto? Y tú eres el entrenador de ambos. ¿Por qué no intentarlo?

Jung Hoseok no apartó la mirada de Yoongi mientras la bola de poder de viento envolvía a la de Elia. Solo por un poco. Por una mínima fracción. Por casi nada, el lobo de las tribus ganó la batalla en esa ocasión.

Pero Jungkook no se equivocaba. Si existiese una balanza en la que pudiesen poner los poderes de Yoongi y Elia juntos para equilibrarlos, estos tal vez estarían casi a la misma medida. Para ser surcos solo necesitarían llevarse especialmente bien.

Como si esa mierda fuese fácil.

Como si Hoseok no hubiese creído ser el surco de su hermano mayor una vez solo para entender más tarde que una cosa así era mucho más complicada de lo que la mayoría se pensaba. Porque Yunho se fue antes de que él se graduase a pesar de que había prometido esperarlo para trabajar mano a mano. Yunho se fue y todas las esperanzas del adolescente que Hoseok era en aquel entonces pasaron a centrarse en convertirse en el mejor guardián altiorem de su generación. Pero solo. Por primera vez sin nadie a su lado.

Y eso le costó su relación con Kim Taehyung, ver crecer a varios de sus hermanos pequeños y la sensación de que el hostal ya no se sentía como un hogar.

Todo por culpa de Jung Yunho. Su hermano y quién se suponía que sería su surco.

--------------
Hiiiiii!!!
Nuevo miércoles y nuevo capítulo a pesar de la tardanza. Espero que os haya gustado.

Vamos sabiendo más cositas de los hermanos Jung y aunque no lo parezca Yoongi y Hoseok también van avanzando en su relación a la par jeje.

Sin nada más que añadir.
Feliz 2024!

Un beso,
os amo
Mel
💜

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