*Belén*
-¡Es que cómo se te ocurre pablo! ¡Yo no te enseñado eso nunca!-le recriminó mi marido a pablo enfadado, que seguía llorando desde que Dalia había salido por la puerta de casa.
-¡Ya te he dicho que no estoy orgulloso papá!-Le dijo entre lágrimas-necesito recuperar de verdad, no quiero vivir sin ella, mamá habla con ella porfavor-me pidió desgarrado.
Aunque sabía que había hecho las cosas de la peor manera posible, también sabía que la quería de verdad, y a mi me partía el alma ver a mi hijo así, y sabía que su padre estaba igual que yo de afectado.
-Pablo que quieres que haga yo, no puedo hacer nada hijo-le dije con pena.
-Yo la quiero, os juro que la quiero, y soy un gilipollas de mierda-sollozó.
-Llorando no solucionas nada pablo, lo hecho hecho está-le dije y mi marido suspiro sentándose a su lado acariciando su nuca.
-Hijo, es que como se te ocurre-le dijo suave y el se encogió de hombros sin solución.
-Fue en casa de pedri, empezaron un día a hablar los chicos de lo fabulosa que era y de lo buena que estaba y yo como bocazas les dije que tampoco me parecía para tanto-rió irónico-cuando en el fondo sabía que me llamó la atención desde el primer día que la ví.
Cogió aire para seguir hablando.
-Entonces pedri empezó a defenderla y me dijeron que menos mal que yo pensaba eso de ella, porque ella nunca se fijaría en alguien como yo-se sorbió los mocos secando sus lagrimas-yo empecé a hacerme el chulo diciéndoles que podría enamorarla y ferran me dijo que si apostabamos si conseguía enamorarla en tres meses le pagábamos las multas al otro.
-¿Y le has contado eso a ella?-Le preguntó mi marido y el negó.
-Hoy ferran me ha empezado a picar en el entreno y yo le he dicho que le pagaría todas las multas, que había perdido porque no quería contarle a nadie que no fuese pedri que me he enamorado porque soy gilipollas, y ferran y joao han llegado ahora de sorpresa y le he pedido que se fuesen porque sabía que podía pasar-cogió aire-y ferran me ha dicho "Mira, dejate de tonterías, que pasa, que está aquí la limpiadora y como todavía te quedan tres semanas para que acabe la apuesta quieres seguir intentándo enamorarla o que?" Con la mala suerte que Dalia lo ha escuchado...-sollozó al recordarlo y llevó sus manos a la cara.
*Gavi*
Estaba destrozado, me sentía fatal, y no quería ni imaginarme como debía sentirse ella, porque sabía que la había destrozado.
-La necesito...-sollocé desesperado.
-Pues deja de llorar porque así no solucionamos nada pablo-me dijo mi padre y yo asentí, porque en el fondo lo sabía-Recuperala hijo, si la quieres no la dejes ir-me dijo y yo suspiré.
-Si es que de tal palo...-susurró mi madre y yo la miré.
-Yo me lo curré y te lo demostré, y a la vista está la familia que tenemos juntos-le dijo mi padre y yo los miré confusos.
-¿De qué habláis?-pregunté.
-Cuéntaselo a tu hijo-le dijo mi madre a mi padre encogiendose de hombros.
-Digamos que al principio de nuestra relación...me pasó algo similar con mamá-dijo y yo lo miré asombrado.
-¿Qué pasó?-pregunté.
-Pues que tu padre era muy chulo, y me engañó cuando llevábamos varias semanas saliendo-me dijo y yo abrí los ojos.
Jamás hubiese imaginado algo así.
-Pero te demostré que te quería-le dijo él y ella asintió.
-Voy a recuperarla, no la voy a dejar ir así como así, y menos con su padre de por medio-dije intentando recomponerme y en ese momento entró Aurora por la puerta.
-¿Cómo se ha quedado?-preguntó mi padre y ella suspiró encogiendose de hombros.
-Mal, muy mal-admitió y dirigió sus ojos a mi-mas te vale recuperarla, porque la quiero toda la vida de cuñada-me dijo señalandome y yo asentí.
-Vete a dormir pablo, mañana pensaras con más claridad-me dijo mi madre y yo me levanté.
-Aurora, ¿Puedes dormir conmigo hoy?-le pregunté, no quería dormir solo.
-Pues claro que si cabezón-me dijo dejando un beso en mi hombro.
Nos pusimos el pijama y nos metimos los dos en mi cama como cuando eramos pequeños, cogí mi móvil entrando en el chat y me metí en su conversación.
El último mensaje era una foto de la rosa y la nota de esa misma mañana con caritas de enamorada, diciéndome que era el mejor novio del mundo.
Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas que sequé, y mi hermana me acarició el brazo.
-¿Deberia mandarle un mensaje?-Le pregunté.
-Quizá no te conteste, pero si lo sientes es lo que deberías hacer-me dijo asintiendo.
Cogí aire, y teclee con todos los nervios a flor de piel.
"Rubia, se que no quieres verme ni en pintura porque he sido un gilipollas, pero si hay algo que no me perdonaría nunca es no luchar por demostrarte que te quiero, sin apuestas, sin mentiras, porque tu eres lo más real que yo he tenido en toda mi vida.
Te voy a demostrar cada día lo mucho que te quiero, y no voy a parar de hacerlo una vez te haya recuperado, porque el amor se demuestra todos los días, y yo voy a quererte cada día de mi vida"
Esa noche no dormí, solo me dediqué a mirar al techo y llorar en silencio, arrepintiendome de todo, y sabía que si alguien podía ayudarme en todo esto, ese sería pedri, asique tenía claro que necesitaba los consejos de mi mejor amigo para recuperarla...
(CONTINUARÁ...)
Mañana espero poder subir si o si dos capítulos (no prometo por si las moscas)
¿Qué pensáis que le va a decir pedri? Porque os recuerdo que el nunca ha estado de acuerdo con nada de la apuesta...
¡Os leo!❤️✨️