*Dalia*
-Ya verás que belén es una persona maravillosa-dijo Rosana mientras yo miraba por la ventana del coche- en cuanto le conté tu situación, no dudó en ofrecerme su ayuda. La casa es un poco grande pero tienes a una mujer contigo que te explicará todo lo que necesitas saber-dijo por último aparcando frente a un chalet independiente bastante moderno.
Bajé del coche y abrí el maletero sacando mis dos maletas, Rosana me acompañó hasta la puerta y, antes de que tocara al timbre, la frené cogiendo su brazo.
-Prométeme que vas a estar al pendiente de papá-le pedí y ella asintió acariciando mi mejilla para dejar un beso en ella.
-Ahora tu prométeme que si no estás bien no dudarás en llamarme, vendré a por ti en cuanto me lo pidas-me dijo y yo asentí intentando sonreír, pero toda la situación me sobrepasaba mucho-Ojalá pudiese ofrecerte más ayuda que todo esto Dalia-me dijo con cariño antes de tocar al timbre.
Tras unos segundos la puerta se abrió apareciendo detrás una mujer de unos cuarenta y tantos años, con el pelo castaño claro y una sonrisa dibujada en su casa.
-Hola!-dijo abrazando a rosana feliz y cuando se separó, sus ojos se posaron en mí-tu debes ser Dalia, verdad?-me preguntó y yo asentí.
-Encantada-dije tímida.
-Encantada hija, yo soy Belén, pasa que estás en tu casa-me dijo y yo asentí agarrando mi maleta.
-Buenas-dijo un señor más o menos de la edad de belén entrando por la puerta del jardín con una sonrisa.
-Él es mi marido, pablo-dijo señalandolo y yo asentí en su dirección.
-Dalia, encantada-dije y el abrió los ojos.
-Eres muy joven, cuantos años tienes?-me preguntó.
-diecinueve-les dije y el abrió los ojos.
-De la edad de Pablo entonces-dijo como para sí mismo, pero su mujer no dejó seguir la conversación porque siguió andando hasta la que iba a ser mi habitación.
-Esta es mi habitación, la que le sigue es la de mi hijo pequeño, pablo, la siguiente la de mi hija mayor, Aurora y la del fondo es la tuya, te la enseñaré, en frente duerme leonor la conocerás también-dijo y yo asentí siguiéndola.
Al abrir la puerta vi una habitación completamente equipada, con un armario empotrado en color blanco, una cama de matrimonio y una mesita de noche, y al fondo, un baño.
-Esta es mi habitación?!-pregunté sorprendida y Belén rio asintiendo.
-Espero que te sientas cómoda, y si necesitas cualquier cosa solo tienes que decírmelo, estoy aquí para ayudarte-me dijo abrazandome por los hombros y yo sonreí algo forzado.
-Gracias-Le dije y ella le quitó importancia.
-Tienes todo el día libre, en el armario está tu uniforme, y mañana a primera hora te presentaré a Leonor, es la encargada de casa, te caerá genial ya verás-me dijo y yo asentí-ponte cómoda, y si necesitas algo estaré fuera-me dijo antes de salir por la puerta y yo me giré en dirección a Rosana, llevando las manos a mi cara.
-No he empezado y ya me quiero ir-le dije resoplando mientras me sentaba en la cama y ella se sentó a mi lado pasando su brazo por mi espalda abrazándome.
-Estoy muy orgullosa de ti, y estoy segura que esto solo va a ser unos meses-dijo y yo asentí tragando saliva.
-Yo solo espero que estos meses pasen rápido..-Le dije mirando hacia mis manos, con las que jugueteaba nerviosa.
-Me tengo que ir ya dalia...pero voy a estar al otro lado del teléfono cada vez que me necesites, y belén es una mujer increíble, igual que su familia, y sus hijos son de tu edad y..-la corté.
-Nada de lo que me digas ahora mismo va a hacer que tenga ganas de estar aquí, solo lo hago por papá-le dije y ella asintió abrazándome.
-No dudes en llamarme, vale?-me dijo y yo asentí.
Cuando salió por la puerta me tumbé mirando al techo, como había cambiado mi vida en cuestión de días, y que cuesta arriba se me iba a hacer todo esto.
Deshice mis maletas, y después me di una ducha intentando que mi cabeza dejara de pensar por unos instantes, pero fue imposible.
Estaba en casa de unos desconocidos para ayudar a pagar los abogados de todo lo que le venía encima a mi padre, y ni un mensaje tenía de él.
Suspiré tumbandome en la cama y una videollamada entró a mi teléfono, Leire, mi mejor amiga estaba llamando.
*Llamada telefónica*
-Que tal en pijolandia?-me preguntó nada más cogerle el teléfono y reí por su expresión-Algún hijo guapetón?-preguntó y yo negué pasando la mano por mi cara.
-No, pero la dueña parece simpática, y tengo una habitación más grande que mi salón-dije encogiendome de hombros y ella asintió sonriendo.
Pero de repente en la llamada se hizo un silencio.
-que?-pregunté y ella negó con la cabeza.
-Te acabas de ir y ya te echo de menos-me dijo y yo sonreí-me puedo quedar con la ropa que has dejado aquí?-me preguntó con tono burlón y yo le saqué el dedo riendo.
-Solo si la cuidas con tu vida, y vigilas a mi padre de vez en cuando-le pedí y ella asintió.
-Sabes que no tienes problema con eso-me dijo y yo asentí.
-Que vas a hacer ahora?-le pregunté y ella se encogió de hombros.
-Nada especial, me veré alguna peli, y tu?-me preguntó.
-Dormiré temprano, mañana tendré que empezar temprano-le dije y ella asintió-Tengo un uniforme horrible, de estos de telenovela-le dije riendo por no llorar, y ella se unió a mi risa.
-Mañana quiero un selfie mañanero!-me dijo y yo asentí-mañana hablamos, vale?-me dijo y yo asentí.
-Hasta mañana-le dije mandándole un beso antes de colgar.
Otra vez sola, pero duré poco, porque Belén tocó a mi puerta preguntándome si podía pasar.
Me senté en la cama y ella se sentó a mi lado.
-Rosana me ha contado tu situación, y solo quiero que sepas que estamos aquí para ayudarte-me dijo y yo asentí-al principio todo es un poco cuesta arriba, pero ya verás que tanto mi marido como mis hijos son estupendos y no vas a tener ningún problema-me dijo.
-Gracias belén, tu pareces una buena persona-le dije y ella asintió.
-Mañana por la mañana te presentaré a Leonor y a Aurora, mi hija, y por la tarde llegará pablo-me explicó y yo asentí-Buenas noches hija, descansa-me dijo y yo le sonreí antes de que cerrara la puerta.
Al menos ella parecía simpática...
(CONTINUARÁ....)
En el siguiente ya aparece gavi, no os alarmeis...🤭❤️
आप पढ़ रहे हैं
MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVI
फैनफिक्शनDalia, una chica con muchos problema. Pablo gavi, un chico con la vida de sus sueños. Una apuesta de por medio. Tres meses para enamorarla. Y si al final...¿El que más se enamora es él?