*Gavi*
Solté las llaves en el recibidor y fui directo a la cocina, donde estaban Dalia, mi madre y leonor.
-¿Ya estas aquí?-preguntó mi madre y yo asentí mirando a Dalia con una sonrisa, que ella correspondió con otra para apartar la mirada algo sonrojada.
Me encantaba toda ella, y ya no podía controlarlo.
-Felicidades por el partido-me dijo leonor.
-Gracias-dije con una sonrisa-papá?-pregunté.
-Está en la terraza, con Manuel-dijo mi madre.
-Voy a saludar-avisé.
Salí de la cocina, y justo entraba Aurora a casa, asique después de saludar a mi hermana fui a la terraza, donde están Manuel y mi padre con una cerveza cada uno hablando.
-Buenas-dije llegando hasta ellos.
-Hombre muchacho, un placer conocerte, soy Manuel, el padre de Dalia-me dijo levantándose para estrecharme la mano.
-El placer es mío, gavi.
-Si, lo se-dijo soltando una sonrisa-eres un máquina muchacho y felicidades por el partido-me dijo y yo sonreí a modo de respuesta.
-Que tal el vuelo?-me preguntó mi padre.
-Bien, como se encuentra usted?-Le pregunté a Manuel.
-Por favor hijo, tuteame-me pidió y yo asentí sonriendo-algo adolorido aún, pero aquí me estan cuidando muy bien.
-Pues claro que si hombre, ya verás que en unos días estás ya perfecto-le dije mi padre.
-Si..eso espero-dijo-voy al baño un momento-dijo saliendo de la terraza.
Yo miré a mi padre a la vez que el me miraba a mi.
-No me gusta nada-me dijo soltando un suspiro-tiene algo que no...
-A mi tampoco, y eso que ni le conozco-le dije.
Tampoco pudimos hablar mucho más, porque leonor salió avisando que la cena estaba lista asique entramos dentro.
-Dalia sube a cambiarte hija, que vamos a cenar-le dijo mi madre y ella asintió.
-Si, no tardo nada.
La vi subir las escaleras, y no pude evitar poner una excusa mientras todos se sentaban en la mesa.
-Yo voy a subir a cargar el móvil mientras cenamos, ahora vengo.
Toqué a la habitación de la rubia y abrí la puerta cerrando detrás de mi.
Estaba en ropa interior y me tiró la camiseta que tenía en la mano mientras intentaba taparse.
-Pablo! No entres sin llamar!-me dijo avergonzada y yo sonreí.
-Perdón perdón!-dije dándome la vuelta y sonreí para mi, si ya era preciosa vestida en ropa interior lo era aún más.
-Dame la camiseta!-me pidió y yo reí.
-En qué quedamos? Miro o no miro?-pregunté burlón y ella se acercó por detrás quitandomela de las manos.
-Ya estoy-dijo y cuando me giré, estaba justo detrás de mi.
Agarré su cintura pegándola a mi cuerpo y posé un beso en sus labios.
-Que vergüenza-dijo sonrojada cuando nos separamos.
-No tienes que tener vergüenza conmigo, preciosa-le dije intentando darle seguridad y ella sonrió sonrojada.
-No puedo evitarlo-dijo encogiendose de hombros y yo sonreí pegándola más a mi.
Pasó sus brazos por mi nuca y dejó un beso demasiado corto en mis labios.
-Vamos para abajo-me pidió dándose la vuelta y yo suspiré sin apartar la vista de su precioso culo.
Cuando se giró, me pillo de lleno y se volvió a sonrojar haciéndome reir mientras me daba un golpe en el brazo.
-Serás...-me dijo y yo cogí su brazo pegándola a mi dándole un beso en condiciones mientras posaba las manos en su culo apretandola contra mi.
-Soy un tonto que no puede dejar de mirarte, te vale?-le pregunté y ella sonrió-y ahora para abajo o te tumbaré en esa cama y te quitaré toda la vergüenza de golpe, rubia-le dije cogiendo su mano.
Ella bajó, y yo dejé mi móvil cargando para bajar después de ella.
Me senté en el único sitio que quedaba libre, que era al lado de Dalia en frente de nuestros padres.
-Bueno y ahora a comer-dijo mamá.
-Y como es ser futbolista gavi?-me preguntó Manuel.
-Para mi un sueño hecho realidad, desde pequeño quería triunfar en el barşa-dije.
-Es increíble el potencial con la edad que tienes, veinte no?-preguntó.
-Diecinueve-corregí y el asintió.
-Tiene tu misma edad entonces, hija-le dijo a Dalia y ella asintió sería, como si no quisiese participar mucho.
-De hecho, nacimos el mismo dia-le dije a su padre y el abrió los ojos sorprendido.
-Vaya coincidencia-dijo y yo asentí.
-Prepararemos una buena fiesta para el cumpleaños de ambos-dijo mi madre mirándonos con una sonrisa.
-Claro, por supuesto-dijo él con una sonrisa.
Miré a Dalia, que estaba muy poco participativa, y puse mi mano en su muslo de forma disimulada.
Ella posó su mirada sobre mi y apartó ligeramente mi mano.
Su padre siguió halagandome el resto de la cena, de forma casi exagerada, y cuando intentaba que su hija participara ella solo contestaba con monosílabos hacia él, ni siquiera le miraba casi a los ojos.
Ayudé a recoger la mesa y después mientras los mayores tomaban el postre Dalia entró a la cocina, asique fui tras ella encontrándola recogiendo.
-¿Que te pasa?-Le pregunté y ella dirigió su mirada hasta mi.
-Nada-me dijo con una sonrisa forzada.
-Dalia, te conozco
-solo estoy un poco cansada, esta noche he dormido muy mal-me dijo y yo sonreí mirando hacia la puerta de la cocina.
Como vi que no venía nadie la abracé por detrás y posé un beso en su mejilla apretándola contra mi.
-Me has echado de menos?-le dije y ella sonrió apartándose un poco de mi nerviosa.
-Más de lo que me gustaría admitir-me confesó y yo sonreí.
-Yo también-le admití y ella sonrió mientras yo empezaba a ayudarla a recoger...
(CONTINUARÁ...)
Hoy vais a tener varios capítulos!!❤️😚
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MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVI
أدب الهواةDalia, una chica con muchos problema. Pablo gavi, un chico con la vida de sus sueños. Una apuesta de por medio. Tres meses para enamorarla. Y si al final...¿El que más se enamora es él?