*Gavi*
No quería separarme de ella, sus labios se habían convertido en un imán para mi.
No se cuanto tiempo llevábamos abrazados, ni la hora que era, pero no me cansaba de ella.
Volví a hundir la cabeza en su cuello y ella dejó caricias en mi nuca con sus uñas.
-Pablo...deberíamos dormir ya-me dijo buscando mis labios y yo asentí en la oscuridad.
Posé mis manos en sus mejillas dejando otro beso dulce en sus labios.
-¿Entonces te ha gustado?-le pregunté.
-mucho-dijo acariciando mi espalda.
-Que sepas...que la próxima vez encenderé la luz-le dije burlón y ella rió nerviosa.
-Aaii....sabes que me da vergüenza pablo-me dijo y yo sonreí porque no podía ser más mona.
-Conmigo no tienes que tener vergüenza, rubia-le dije acomodandome con ella mientras soltaba un bostezo, no sabía que hora era pero sabía que era tarde.
Asique posé un beso en su pelo y pasé mi brazo por su cintura pegándola a mi.
-Buena noches-dije y ella entrelazó su mano con la mía sobre su abdomen.
-Buenas noches-me susurró.
******
*Dalia*
La alarma sonó en el lado de Pablo e intenté estirarme para apagarla, aunque él se me adelantó.
-Buenos días-le dije con una sonrisa y el soltó un gruñido demasiado mono.
-Llegará el día que podamos quedarnos abrazados en la cama hasta las dos de la tarde?-me preguntó con los ojos cerrados y yo sonreí.
-Nose, pero desde luego que no es hoy-dije posando un beso en su pelo para salir de la cama.
Pero como siempre me atrapó.
-Pab..-me cortó.
-tss...dame un beso y me pensaré si te dejo irte-reí acercándome a su boca y posando un beso en ella-no...definitivamente no te dejo-me dijo con una sonrisa y yo reí levantándome.
Cogí mi móvil y dejé un beso en su espalda.
-Luego nos vemos guapo-le susurré y el asintió aún dormido.
-Si amor-me dijo adormilado y yo sonreí, porque era la tercera vez que me lo decía.
Mientras me peinaba y me vestía en mi habitación no podía borrar la sonrisa de mi rostro, anoche sentí tantas cosas que tenía como un millón de mariposillas en mi estómago que me hacían sentir nerviosa.
No podía evitarlo y a la vez me daba mucho miedo en realidad todo lo que estaba viviendo con él, porque no quería pensar en que llegara el día que se acabara, pero iba a seguir los consejos de leire e iba a dejarme llevar.
Sin darme cuenta había llegado la hora del desayuno, y en la mesa coincidieron los Páez con pablo y mi padre.
-Te has tomado las pastillas?-Le pregunté a papá.
-Si, cariño-me dijo y yo asentí sin querer mirarlo mucho más mientras seguía sirviendo el desayuno-Tenéis un poco de whisky?-preguntó y yo abrí los ojos, apenas eran las nueve de la mañana.
-Whisky?-preguntó pablo mirándolo.
-Si, para el café-dijo mi padre señalandolo.
Belén me miró confusa, y yo estaba más que sorprendida.
-Puede que haya del cumpleaños de pablo-dijo leonor entrando en la cocina y yo suspiré algo nerviosa, avergonzada, nose, mi padre jamás había bebido alcochol a estas horas, aunque fuese con un café.
Ella volvió algo cortada con la botella en su mano, pero antes de que el la cogiese yo se la arrebaté de las manos enfadada.
-Dalia-me dijo serio.
-Ni hablar, ni son horas ni está bien, te estas medicando-le dije negando.
-Dame la botella Dalia, no pasa nada por un poco que le eche al café-me dijo intentando quitármela.
-He dicho que no!-dije alzandole la voz y el me miró furioso, e intentando intimidarme.
-¡Dalia Sanz no vuelvas a levantarme la voz! ¡¿Me oyes?!-dijo dando un golpe en la mesa que me asustó.
-¡No vuelvas a hablarle así!-dijo gavi levantándose de golpe y acercándose a él y cogí su camiseta frenándolo mientras su padre se levantaba.
-Por favor, calmémonos todos-pidió pablo padre mientras la mirada de mi padre sobre mi seguía intimidandome, aunque intentaba no apartarle la mirada.
Mi padre se levantó de la mesa cogiendo su chaqueta y salió por la puerta de casa dando un portazo.
Todos dirigieron su mirada a mi, mientras yo seguía mirando la puerta de casa, por donde había salido él.
-Hija, has hecho lo correcto-me dijo pablo padre y yo asentí fría.
-Siento mucho el espectáculo-dije avergonzada mirando al suelo y gavi cogió mi mentón haciéndome mirarme.
-El espectáculo no ha sido culpa tuya asique no pidas perdón, rubia-me dijo y yo asentí desganada.
-No te preocupes cariño, ya volverá-me dijo belén.
Y tuvo razón, porque volvió, pero ya casi era de noche y más borracho que una Cuba.
Pablo padre me ayudó a meterlo en la cama, ya que apenas se mantenía en pie, y en cuanto lo echamos se quedó dormido.
-Ven anda, que no has tenido que ver esto-me dijo abrazandome por los hombros y yo suspiré desganada.
Fuimos a la cocina donde estaban los demás, menos pablo que estaría al llegar del entreno.
-El es...-empezó belén y yo me encogí de hombros.
-Nunca le ha gustado el alcohol, más que en algún momento esporádico-dije y llevé las manos a mi cara avergonzada-me arrepiento tanto de haberle convencido de que se quedará aquí..
-No pasa nada-dijo belén abrazándome-súbete y descansa, mañana levántate a la hora que quieras que es tu día libre y tendrás tiempo de hablar con el de lo que creas que es necesario, vale corazón?
-Si...buenas noches-dije sonriendo forzada y salí de la cocina para subir a mi habitación.
*Gavi*
Entre en la cocina nada más llegar muerto de sed, y me encontré solo con caras largas.
-¿Que pasa? Vaya caras llevais-dije abriendo la nevera hasta que me di cuenta que faltaba alguien-¿Donde está Dalia?-pregunté.
-Está arriba, le he dicho que se acostase ya porque la pobre se ha llevado un mal rato con Manuel, que ha llegado borracho-dijo mi madre rodando los ojos.
-Que desgraciado...no tiene dinero para pagarle a sus abogados pero si para irse a beber por ahi-dije con rabia.
-Eso mismo es lo que pienso yo-dijo mi padre-es que me parece todo tan surrealista-yo lo miré-es que cabeza cabe obligar a tu hija a trabajar para pagar tus deudas mientras tu...aj me mata la rabia de verdad!-dijo-y esa chiquilla que se ve que es todo inocencia, como se puede aprovechar uno así de su sangre...
-En su casa había botellas de ron vacías el día que acompañé a Dalia-les dije-junto con un montón de papeles.
-Ni me lo digas pablo que más rabia me entra-dijo mi madre.
-Voy a subirme con ella-dije dejando el vaso a un lado.
-¿Porqué no la llevas mañana con su amiga? O con los chicos, que salga también un poco de aquí-me dijo mi madre.
-Claro, ahora se lo digo mamá-dije acercándome para besar su mejilla y ella cogió mi cara.
-Pablo, no vayas a hacerle daño cariño-me pidió y yo negué-esta niña es muy inocente amor, y para pasar el rato te vale cualquiera que solo quiera eso también, pero no juegues con ella hijo por favor.
-Mamá, ella me gusta de verdad-le confesé y ella amplió su sonrisa y dejó un beso sonoro en mi mejilla....
(CONTINUARÁ...)
Creo que será el único de hoy, a menos que la tarde me cunda mucho❤️