*Gavi*
Aunque ella insistió en diez idiomas que dejara de ayudarla no lo hice y terminamos de recoger en un momento.
-Nos vamos a la camita?-le pregunté en un susurro y ella sonrió.
-Tu te vas a tu camita, yo voy a terminar de recoger lo que queda en el salón y después me tengo que duchar-Me dijo y yo asentí.
-Pero ven después a mi cama-le pedí y ella asintió, asique posé un beso en su mejilla.
-Pablo deja de hacer eso no quiero que nos vean-me dijo apartándose.
-Dalia, tu sabes que mis padres ya saben...-me cortó.
-Si, lo sé-me dijo seria-pero el mío no y quiero que siga siendo así.
-¿Qué tiene de malo que tu padre lo sepa?-Le pregunté y ella chasqueó la lengua.
-No quiero que lo sepa y ya-me dijo sin mirarme a los ojos y yo fruncí el ceño confundido.
-Como tu digas-dije saliendo de la cocina algo enfadado.
-Cariño, ya te vas a dormir?-me preguntó mamá.
-Si, estoy cansado del vuelo y del partido.
-Quédate un rato más con nosotros, que estaba deseando conocerte-me dijo Manuel.
Miré a mi padre, que con la mirada me pedía que me quedase y que no le hiciese el feo, asique me senté.
-Y qué? ¿Tienes novia?-me preguntó con una sonrisa.
-No-dije algo incómodo y el amplió su sonrisa.
-Las tendrás a montones detrás de ti-me dijo y yo me encogí de hombros.
-Yo estoy centrado en el fútbol ahora mismo-le dije indiferente y el asintió en mi dirección mientras mi padre intentaba cambiar de tema, y yo se lo agradecía.
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-¿Pablo?-preguntó Dalia abriendo la puerta en un susurro y yo encendí la luz haciéndole un gesto con la mano de que pasara.
Cerró la puerta después de entrar y andó hasta la cama metiéndose en ella abrazándose a mi mientras soltaba un suspiro largo.
-¿Estás enfadado?-me preguntó escondiendo la cabeza en mi cuello.
-No...no te preocupes-dije dejando caricias en su pelo.
-Lo hago por ti pablo-me dijo y yo fruncí el ceño, cada vez entendía menos.
-¿Por mi?-pregunté y ella asintió separándose de mi.
-Mira...yo...creía que conocía a mi padre, pero cada vez me doy más cuenta de que no-yo la miraba confundido, y a ella le costaba decirme lo que me quería decir-Yo creía que era un hombre con principios, como siempre me ha criado, pero ahora nose...si mi padre es el mismo hombre que me ha criado, porque a raíz de todo ha cambiado mucho y...-la voz se le empezó a entrecortar.
-Ven aquí anda-la subí encima mía, quedando mi espalda apoyada en el cabecero y sus piernas rodeando las mías y la abracé disfrutando de su olor-Si tu no quieres no voy a acercarme a ti más cuando él esté cerca, no te preocupes, preciosa-le dije y ella asintió escondida en mi cuello.
-Si...por favor, no quiero que se entere de esto-me pidió y yo asentí.
Estaba claro que algo le había dicho el o algo había visto ella para que actuará así, porque ni siquiera era tan estricta en este tema con mis padres, y se supone que con el suyo debería tener más confianza.
-Pero a cambio vas a tener que darme muchos besos cuando estemos solos...-dije acariciando su espalda y ella soltó una risita levantando su cabeza.
-Todos los que quieras, pablo-me dijo con una sonrisa acercándose a mi y dándome un beso.
La pegué más a mi, juntando nuestras intimidades y un pequeño gemido salió de sus labios encendiendome por dentro.
La cogí de la cintura dándonos la vuelta y me hice hueco entre sus piernas pegándome a ella mientras la besaba y acariciaba su muslo con una de mis manos.
Quería que fuera perdiendo la vergüenza conmigo, pero no quería presionarla si ella no quería, aunque yo la veía bastante cómoda asique decidí dar un paso más y me acerqué al filo de su pantalón sin apartarme de sus labios.
Fui metiendo la mano poco a poco, pero ella me frenó cogiéndola y separándose de mis labios.
Abrí los ojos pensando que me iba a decir que no quería, pero me miraba con una sonrisa tímida y tenía sus mejilla rojas.
-Si vas a seguir apaga la luz-me pidió tímida y yo sonreí.
-¿Por qué? Yo quiero verte...-Le pedí besando su cuello con una sonrisa.
-Me da vergüenza pablo-me dijo y yo la miré, era demasiado preciosa, no era normal que fuese tan preciosa.
Sonreí y estiré mi brazo apagando la luz para volver a ella y hundirme en su cuello.
-¿Te puedo tocar?-pregunté en su oído.
-Si...-susurró en un suspiro buscando mis labios.
-Sólo relájate, te va a gustar, preciosa-le susurré contra sus labios y ella me correspondió besando mis labios.
Estaba nerviosa y yo lo noté, asique para relajarla empecé a dejar besos por sus labios, cuello, mandíbula, clavícula...quería que disfrutase y si estaba tensa no iba a hacerlo.
Fui bajando sin despegar los labios de su cuerpo, dejando besos húmedos por donde pasaba hasta llegar al filo de su pantalón de pijama.
Se lo quité despacio y después volví a su cuerpo, donde dejé varias caricias en sus muslos desnudos y en su abdomen.
Volví a posicionarme sobre ella y me rocé con ella mientras besaba sus labios.
Llevé mi mano a su tanga y eché a un lado la prenda tocando su intimidad por primera vez mientras a ella las piernas le temblaban un poco.
Estaba mojada, asique llevé mis dedos a su clítores masajeando la zona, intentando que se fuese sintiendo más cómoda.
Y lo conseguí, porque se le escapó un gemido en mis labios.
-Si quieres que pare me lo dices, vale?-le pregunté.
-Si-me dijo.
Llevé un dedo a su entrada y lo metí poco a poco dentro de ella notando como se tensó al notarlo.
-Relájate...-le susurré besando su cuello sin moverme.
Estaba muy cerrada, y eso me estaba poniendo mucho, muchísimo.
Cuando la noté relajada moví mi dedo en su interior y vi que le estaba gustando, porque llevó una mano a mi espalda y me besó con ganas.
Asique saqué mi dedo de su interior llevándolo a mi boca junto a otro mojándolos, para meterme otra vez dentro de ella despacio.
Después de varios minutos la escuché empezar a gemir y sonreí.
-No pares...-me pidió en un susurro ahogado.
-No...voy a meter otro dedo,vale?
-Si-me dijo excitada.
-Abre la boca-le pedí y ella lo hizo, asique metí mis tres dedos en su boca y después bajé a su intimidad.
-ahhjh...-susurró un poco adolorida cuando los sintió.
-¿Quieres que pare?-le pregunté retrocediendo pero ella apretó sus piernas dejando mi mano atrapada.
-No...no pares-me pidió y yo sonreí-duele un poco pero a la vez me gusta...-me dijo.
-Solo quiero que disfrutes-le dije separando sus piernas y volviéndo a meter los dedos en su interior.
Cada vez la notaba más mojada y yo estaba más excitado de escucharla gemir contra mis labios.
Empecé a masajear su clítoris a la vez que seguía penetrandola con mis dedos, notaba su abdomen contraerse y supe que estaba a punto de llegar.
-Córrete en mis dedos, amor...-susurré en su cuello dejando besos húmedos y la noté deshacerse en mis dedos mientras soltaba un gemido en mi oído y se le cortaba la respiración.
Saqué los dedos de su interior y los llevé a mi boca saboreando su sabor.
-Estás demasiado rica-le susurre en el odio y noté como su piel se erizaba-¿Puedo encender la luz?-Le pregunté y ella rió nerviosa abrazándose a mi.
-Ni se te ocurra-me dijo y yo reí pegado a su boca.
-¿Tan sonrojada estas?-le pregunté y ella rió nerviosa.
Posé un beso en sus labios con cariño, queriendo disfrutar de ella y parecía que le pasaba lo mismo.
-¿Te ha gustado?-le pregunté.
-Me ha encantado, pablo-me dijo abrazándose a mi y yo sonreí abrazado a ella.
-Me alegra oír eso,preciosa-dije posando un beso en sus labios...
(CONTINUARÁ...)
Quiero subiros otro antes de dormir, haber si puedo acabarlo mientras veo el barşa❤️