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✯❀𝐃𝐄𝐓𝐄𝐍𝐓𝐈𝐎𝐍❀✯
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Detención
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"¿Conseguiste detención en el primer día? ¡Que logró!", exclamó Alex.
"No es un logro, no con esta mujer" dijo Theo despacio "Me da malas vibras"
"No lo entiendo, ¿Por qué tomaría la clase de Lupin?" Lottie pregunto con curiosidad "No hay posibilidades de que sepa que es un hombre lobo ¿Verdad?"
"Hay una posibilidad" dijo Theo, dejando su cáliz en la mesa en frente de él, volviéndose hacia su almuerzo "Ella trabaja para Fudge, y él debe saber"
"Ella sabe que eres su hija" Alex le dijo a Charlotte "¿Sabe sobre tu problema peludo?"
"No puede" dijo Charlotte con firmeza "No hay posibilidad..." la falta de certeza, la pizca de miedo fue suficiente para ellos para saber que fue una mentira pintada, pero claro que Umbridge sabía. Ella hizo leyes contra mestizos, ella se apoderó de las clases del padre de Lottie, el cual es un hombre lobo.
Dolores Umbridge tenía que saber que Charlotte Lupin es un lobo. Si no, porque usaría palabras como perro y mestizo.
Charlotte jugo con su comida ansiosa. Si Umbridge sabía ¿En dónde dejaba eso a Lottie? Una simple palabra a la prensa y su vida terminaría a la corta edad de quince años. La sacarían del colegio, no conseguiría trabajo en el futuro, le arrebataron todo su futuro.
No.
Lottie se negaba a dejar que eso pase. Si Umbridge quería causar problemas, ella haría lo mismo. Si Umbridge quería hacer la vida de Lottie en Hogwarts imposible, entonces ella haría exactamente lo mismo. ¿Una detención de Umbridge? Una broma de Lottie.
Solo que... Lottie no tenía idea de cuan horribles son sus detenciones.
"Deberíamos hacerle una broma" decidió Alex, era como si su mente estaba en sincronía con la de Lottie. "Algunas bombas apestosas... tal vez pintar toda su ropa rara rosa de un verde feo"
"Definitivamente" Theo asintió determinado "Deberíamos poner algunas bromas en su oficina... mieras que estés ahí revisa el sistema Char"
"Lo haré"
"Apuesto a que es rosa" dijo Alex en disgusto "Te lo digo, es como si toda su personalidad estuviera basada en alguna especie de desfile rosa"
"Es raro" Lottie arrugo la nariz, mirando al rededor del comedor, sus ojos conectaron con los de Harry, quien le sonrió brillantemente, dejando de escuchar su conversación con Emily mientras la admiraba.
"Tal vez podríamos- Lottie deja de hacerle ojitos de enamorada a Harry, estamos planeando la caída de Umbridge" grito Alex, pasando una mano por los ojos de Lottie.
"No nos estamos haciendo ojitos" ella se sonrojó, mirando devuelta hacia Harry, quien sonrió burlonamente dando un sorbo de su bebida.
"Como iba diciendo, ¡Antes de que alguien se desviara! Creo que deberíamos escribirle a Kaycie, ella definitivamente tendría buenas ideas de cómo hacer enojar a nuestra profesora sapo"
"¡Ooh, esa es una buena idea!" Lottie sonrió, extrañaba a Kaycie, era extraño no tenerla cerca.
"Lottie, puedes escribirle", dijo Theo, "¡Alex y yo podemos empezar a planear algunas bromas!"
"Estoy en ello. Después de esto, tengo que ir a ver a Coco. ¿Ustedes dos vienen?"
"Tengo que ir a la lechucería, lo siento". Dijo Theo, negando con la cabeza.
"Yo tampoco puedo, tengo que terminar nuestros deberes de verano para pociones" dijo Alex, frunciendo un poco el ceño al ver como Theo le guiñaba un ojo a un chico de Ravenclaw.
"No te preocupes", sonrió ella.
Cuando terminó el almuerzo, el trío se dirigió a la salida del comedor, sin embargo, una mano que agarraba la de Charlotte llamó su atención.
"Hola Charlie", sonrió Harry, enlazando sus dedos sin pensárselo dos veces, "¿A dónde vas?".
"A ver a Coco, ¿Y tú?"
"Periodo libre, ¿Puedo ir contigo?"
"¡Por supuesto!", respondió ella, mirándose las manos mientras echaban a andar.
Avanzaron por los pasillos, aunque Charlotte frunció el ceño al ver a Harry mirando a un Gryffindor de cuarto año.
"¿Qué pasa?"
"No me gusta ese chico", dijo él, tensando el cuello mientras seguía mirando al chico.
"¿Por qué no? Está en cuarto año, ¿Verdad?".
"Ayer estuvo besando a mi hermanita", dijo Harry, volviendo por fin la vista a Lottie, y su expresión se suavizó. "A Phia no se le permiten novios hasta que tenga al menos cincuenta años".
"¿Ah, sí?" Lottie se rió, "Entonces qué, ¿Eres el hermano mayor malo?"
"No soy malo, sólo tengo que asegurarme de que ningún bicho raro se acerque a ella. Si consigue un novio, entonces tendrá sexo, y entonces ella..."
"¡Harry! Tiene catorce años". Charlotte se rió.
"¡La edad exacta en la que los chicos se convierten en bichos raros que quieren besar a tus hermanas!"
"¿Y qué dice ella sobre esto?" Preguntó, ladeando la cabeza mientras lo miraba.
"Qué papá y yo somos demasiado protectores. Se equivoca, por supuesto, somos perfectamente razonables, pero nada de chicos, ni chicas, ni sexo, ni besos, ni coqueteos, ni tocamientos. Nada de cartas de amor, nada de armarios de escobas, ¡Y nadie puede verla con malas intenciones! Es demasiado joven. Al bebé de la familia no se le permite salir con nadie, ¡todo el mundo lo sabe!"
"¡Harry!" Lottie rió, tirando ligeramente de su brazo, "Si yo tuviera un hermano así, creo que lo tiraría de la torre de astronomía"
"No sólo yo, ¡Papá está de acuerdo!"
"¿Y qué vas a hacer si tiene novio? O novia."
"Le diré que Phia está fuera de los límites de cualquier chico, y que puede encontrar el corazón de otra persona para romper".
"Así que de eso se trata, de que le rompan el corazón"
"Si alguien la lastimara, tendría mucha gente con quien pelear". Dijo Harry. "¡Además, una rotura en el cuello estaría bien!".
Charlotte negó con la cabeza, sonriéndole mientras se dirigían al quinto piso, donde Coco estaba haciendo un buen uso de la Sala de Requisitos.
"Y qué hay de ti entonces, ¿Sophia puede enojarse si sales con alguien?", preguntó Lottie con curiosidad.
"No."
"¿Y eso por qué?"
"Soy mayor que ella", dijo, "Así que, técnicamente, ella no podría impedirme salir con nadie".
Nadie podía impedirle salir con Lottie, lo haría con gusto sin pensárselo dos veces.
"Ya veo," ella levantó las cejas hacia él, abriendo la puerta de la sala de requisitos.
"¡Tiene mucho sentido!"
"Hm, discutible, pero seguro".
"¡Lo tiene!" gritó Harry, golpeándose las rodillas con las manos cuando Coco se acercó corriendo a ellos, acariciándose la cabeza. "Definitivamente, soy su favorito".
"¡Eso no es justo, es mi perrita!"
"Es que no puede resistirse al encanto Potter", dijo con suficiencia.
Es terriblemente difícil hacerlo.
"¿Y tú?", preguntó Harry con cansancio, "¿Serían Theo y Alex protectores?
"Probablemente", se encogió de hombros, llenando el cuenco de agua de Coco, "Depende de quién sea la persona, supongo".
Harry esperaba caerles bien.
"¿Hay...? ¿Hay alguien que no les guste?"
"Los chicos que son idiotas, supongo. Si alguien con quien saliera fuera grosero con ellos, no les gustaría". Explicó, poniéndose de pie mientras terminaba de llenar los tazones de Coco.
"A mí tampoco me gustaría que alguien fuera un idiota contigo" él decidió apoyándose contra la pared, frente a ella.
Fue entonces cuando Lottie se dio cuenta de lo cerca que estaba de Harry, y sus ojos se desviaron hacia los de él.
"Podría decir lo mismo de ti", respondió en voz baja. "Tienes un poco de pelo que sobresale, Harold".
Harry se llevó la mano al pelo para intentar arreglárselo, pero el mechón se le resistía.
"Toma", le tendió la mano, acariciándole el pelo y arreglándoselo, "parecías Alfalfa de aquella película, los pequeños traviesos". (the little rascals)
"¡Eso no es muy bonito!" Dijo él, despeinándole juguetonamente el pelo para que quedara desordenado, "¡Ahora también te pareces!".
"¡Eh!" Ella le dio un codazo en la mano, y ésta cayó a su lado, rozando la suya.
"Si yo tengo el pelo alocado, tú también tienes que tenerlo". Él rió entre dientes, con la mano aún apoyada en su costado, haciéndole sentir mariposas en el estómago.
"Eres malo", dijo ella, sacándole la lengua, tratando de acomodar un mechón de pelo detrás de su oreja.
"¿Ah, sí?" Una sonrisa se dibujó en su cara, y él la levantó, girándola de modo que su cuerpo estaba presionado contra la pared, él de pie delante de ella. "¿Soy malo?"
"¡Sí, me estropeaste el pelo!" Dijo ella, aunque el corazón le latía con fuerza en el pecho cuando sus ojos marrones se encontraron con los verdes de él.
Harry no sabía de dónde venía, pero le invadió una repentina oleada de confianza, tal vez fueran los genes arrogantes de James Potter, o quizá el ingenio inteligente de Lily Potter, pero se inclinó más cerca.
Allí estaba, a escasos centímetros de la chica de la que se había caído. Era como si el universo hubiera cedido, permitiéndole por fin arriesgarse, y resultaba que él quería arriesgarlo todo y correr el riesgo.
"¿Qué vas a hacer al respecto?" Preguntó con una sonrisa arrogante mientras se acercaba aún más.
Charlotte se volvió loca.
Harry estaba a escasos centímetros, sus labios apenas separados de los de ella.
Le gustaba.
Le gustaba de verdad, y eso no le hacía ninguna gracia.
Quería besarlo.
El universo debió de oír sus silenciosos pensamientos, porque antes de que ella pudiera responder a su comentario, él apretó los labios contra los suyos.
Harry Potter la estaba besando.
Al principio fue un beso suave y delicado, y ambos parecieron sorprenderse durante una fracción de segundo; sin embargo, las manos de él encontraron su cintura y ella no hizo ningún movimiento para detenerlo. Su beso no era en absoluto como el de esas estrellas de cine, sino que estaba impregnado de una pasión que encendía. Era la promesa de lo real, del deseo primario que vive en todos nosotros. Fue suave, amable, y Charlotte saboreó cada momento.
Harry se apartó primero, con la cara a escasos centímetros de la suya, mientras sus ojos la buscaban. No había ira, no estaba enfadada con él por besarla, eso era un comienzo.
"Yo..." se quedó sin palabras, hipnotizado por ella mientras miraba sus labios que sabían a fresas, ansiaba besarla de nuevo, quería besarla de nuevo.
Lottie también se quedó sin palabras. Sus mejillas tenían un ligero tono rosado y las mariposas bailaban en su vientre mientras lo observaba. Buscó un atisbo de arrepentimiento, de culpa, de ira, y no lo encontró. Él la había besado, Harry había querido besarla.
"Eso fue..." se cortó, sin saber qué decir.
"Perfecto", terminó Harry con una enorme y contagiosa sonrisa.
"Sí", asintió ella.
¿Qué significaba esto para ellos dos? Se habían besado, seguramente no podían ser solo amigos. ¿Era cosa de una sola vez? ¿Era más que eso?
A ambos les había invadido la incomodidad, y Harry se rió en voz baja del conflicto que tenía en su mente, apoyó la frente contra la de ella y cerró los ojos.
Tal vez no tenían que pensar qué eran exactamente en ese momento, tal vez solo podían ser felices en ese momento.
♡♡♡
El humor de Lottie se había levantado por completo el resto de ese día. Su mente estaba en Harry, el chico de labios suaves y ojos hermosos, el chico que solo tenía que sonreír y ella tenía mariposas dando vueltas en su estómago.
Harry, el chico del que parecía haberse enamorado.
Caminó hacia su castigo con Umbridge sonriendo. No le importaba Umbridge, hoy no, nada bueno le bajaba el ánimo.
Seguía en conflicto con todo el asunto de Harry. Le gustaba. Realmente le gustaba, y aun así había tanto que él no sabía, incluyendo que ella era una loba.
Ella no podía exactamente volcar la información sobre él al azar. ¿Y si se enfadaba? ¿Y si no confiaba en ella? ¿Y si le tenía miedo?
Cuando llamó a la puerta, la llamó. "Entra", con voz azucarada
Lottie entró con cautela, mirando a su alrededor.
Casi le dan arcadas.
Todas las superficies estaban cubiertas con manteles y paños de encaje. Había varios jarrones llenos de flores secas, cada una sobre su propia blonda, y en una de las paredes había una colección de platos ornamentales, cada uno decorado con un gran gatito tecnicolor que llevaba un lazo diferente alrededor del cuello.
"Buenas noches, señorita Lupin".
Lottie se quedó mirando a su alrededor. Al principio no se había fijado en Umbridge porque llevaba una túnica de flores chillonas que combinaba demasiado bien con el mantel del escritorio que tenía detrás.
"Buenas noches, profesora Umbridge", dijo rígidamente.
"Siéntese" dijo, señalando una mesita cubierta de encaje junto a la cual había colocado una silla de respaldo recto. Sobre la mesa había un pedazo de pergamino en blanco, esperándola al parecer.
"Ahora va a escribir unas líneas para mí, señorita Lupin. No, no con su pluma", añadió, mientras Charlotte se inclinaba para abrir su bolso.
"Vas a usar uno muy especial mío. Aquí tienes".
Le entregó una pluma de plata, que Lottie agarro con cuidado, pero cuando su mano entró en contacto con el metal, la dejó caer de inmediato, con una horrible sensación de chisporroteo subiéndole por la mano.
Ahora era una mujer lobo. Era alérgica a la plata.
"¡Pues agárrala!", dijo Umbridge dulcemente, y con las mangas de su jersey, Lottie cogió la pluma, dejándola sobre el escritorio y sentándose en la silla. "Vas a escribir: "No debo faltar al respeto a mis superiores".
Lottie puso los ojos en blanco, "¿cuántas veces?".
"Hasta que te diga que puedes parar".
Charlotte se miró la mano horrorizada, ya se le estaba formando una marca roja y ni siquiera había escrito nada.
"Hoy", dijo Umbridge con severidad.
Lottie se estremeció, mordiéndose el labio hasta que pudo saborear la sangre mientras sostenía la pluma. La sensación de ardor era horrible, era como si alguien le hubiera prendido fuego a toda la mano clavándole agujas repetidamente.
La agarró con manos temblorosas, su mano se cernía sobre el pergamino mientras pensaba si debía huir en ese momento.
Sabía que no podía. En lugar de eso, sumergió la pluma en el bote de tinta y empezó a escribir sus líneas.
Umbridge observó a la quinceañera mordiéndose los labios de dolor con una sonrisa de satisfacción. Le molestaba que Charlotte no se quejara, sin embargo, ver a la mestiza sufriendo era suficiente para ella, por ahora.
El tiempo pasaba a un ritmo alarmantemente lento, y la quemadura en la mano de Charlotte se hacía más y más dolorosa por momentos. Ahora era de un tono rojo oscuro y se extendía por toda su mano, que se había entumecido. Su respiración se agitaba mientras intentaba seguir escribiendo, pues apenas había escrito una página en dos horas.
"Ven aquí", ordenó Umbridge, haciendo un gesto a Lottie para que se acercara y cogiéndole la mano con dureza. "Hm, no es suficiente. Volverás mañana, ahora vete".
En cuanto salió del despacho y cerró la puerta, Lottie sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas.
¿Cómo se atrevía?
Umbridge lo sabía, y ahora Lottie estaba en un gran, gran problema.
El dolor era insoportable, y aunque odiaba hacerlo, se obligó a ir al ala del hospital.
"¡Señorita Lupin! ¿Qué puedo hacer por usted?" Preguntó Poppy Pomfrey.
"Mi mano... toqué accidentalmente algo de plata... no sé qué le pasa". Mintió apretando los dientes.
Poppy tomó la mano de la niña, un grito ahogado se escapó de sus labios al hacerlo.
"Oh, Dios mío... pensé que Albus había sacado toda la plata de la escuela. Ven aquí" Ella le dijo a Lottie, señalando la cama, rápidamente corriendo a agarrar vendas y cremas.
Charlotte parpadeó, y una lágrima rodó por su mejilla, una que se apresuró a apartar. Odiaba a Umbridge.
"Es una herida grave", dijo Poppy, colocando suavemente la mano de Lottie en un cuenco de agua mezclada con productos químicos y pociones. "Se puede curar, pero va a llevar tiempo... por no mencionar que va a doler".
Lottie asintió, haciendo una mueca de dolor, mientras sus manos se empapaban de los líquidos.
Unos minutos más tarde, Poppy vendó su mano, dándole un tubo de crema. "Usa esto dos veces al día, debería detener cualquier hinchazón".
"¿Tienes algo para el dolor?" Lottie preguntó sin aliento, parecía tener peor dolor que las mañanas después de la luna llena.
"Toma esta poción."
"Gracias Poppy", dijo en voz baja.
"Ten cuidado cariño"
"Lo haré" ella mintió, parándose para salir de la habitación.
¿Como su día fue de algo magnífico a... esto?
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volvi jeje
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