El nigromante y el vampiro

Von raylove94

627 109 210

Apenas podía recordar el rostro de su abuela materna, pero al cerrar los ojos y pensar en ella, podía sentir... Mehr

Prólogo
Capítulo 1. La vidente
Capítulo 2. La psiphora
Capítulo 3. El nigromante
Capítulo 4. El Oscuro
Capítulo 5. El vampiro
Intervención del autor
Capítulo 6. La bruja
Capítulo 7. La ninfa
Capítulo 8. El otro lado
Capítulo 9. El intruso
Capítulo 10. La madre del vampiro
Intervención del autor
Capítulo 11. El libro de las Sombras
Capítulo 12. Las gemelas Loe
Capítulo 14. El Oficial Mark
Capítulo 15. El precio de la verdad
Capítulo 16. Una grieta en el espacio

Capítulo 13. Un caso sin resolver

22 4 7
Von raylove94

Para Ismael, era muy difícil aceptar su realidad. Aunque sus intenciones fueran buenas, sentía como su sed, cada vez, era más difícil de controlar. Y ahora, luego de confirmar que durante todo ese tiempo, había sido él quien había estado dándole información al Oscuro de manera inconsciente, no veía otra alternativa más que abandonar a sus amigos.

     —Tenemos que protegerlo, Gabita —suplicaba Ryan—. Tu tienes experiencia en la intervención mental, ¡piensa en algo!

     —Esto es diferente, amigo —explicaba la bruja—. Ismael no está solo conectado al Oscuro, sino que depende de él. Ismael camina gracias a su creador, su energía oscura lo mantiene en pie.

     —¿Y si pudiéramos romper ese vínculo? —pregunta Darys.

     —Moriría, ¿cierto? —mencionaba Ryan, angustiado.

     El hecho de que junto a su novio, hubieran vencido tantos obstáculos y que ahora, Ismael representara en si mismo, el más difícil de superar, lo ponían en una situación muy controversial. Ryan sabía lo que debía hacer; todos sabían, incluso Ismael, pero eso no lo estaba haciendo más fácil.

     —¿¡Hermanos!? —exclamó Gabita— No es posible. 

     —Sí lo es —susurró Darys—. El verdadero nombre de Ela es Adela. No había entendido lo que sentí cuando la toqué el día que fuimos allí. Era mi abuela —Ambas chicas conversaban en el jardín exterior.

     —¿Tu abuela? ¿Qué tiene que ver con eso? —cuestionaba confundida.

     —Mi abuela nos contó acerca de Lucas y Adela, los conoció cuando eran jóvenes. Y ahora resulta que el némaco y la ninfa del bosque son los padres de Mell e Ismael.

     —Pero entonces, debemos contarles —sugirió.

     —¡No! —negó la vidente— Si el Oscuro puede saber todo que Ismael, lo usará para llegar a Mell.

     —Es verdad, pero al menos, Mell debe saberlo.

     —¿Saber qué? —interrumpió la ninfa lo suficientemente cerca como para escuchar la última línea del diálogo.

     Gabita y Darys no pudieron evadir a Mell y terminaron contándole. Aunque a Mell le daba mucha ilusión saber que tenía un hermano, caía en cuenta que habían cuestiones mayores, por lo que comprendía que, ahora más que nunca, debía mantener la distancia de este chico.

     —Siento que cada vez, esto se complica más —reflexionó Mell—. El Oscuro está más cerca.

     —Es verdad —confirmó Darys—, pero también lo es que ahora somos más y cada vez, somos más fuertes.

     Estando en su dormitorio, los chicos estaban llevando una conversación diferente.

     —No vuelvas a mencionarlo —exigía Ryan—. Aislándote solo harás lo que el Oscuro quiere.

     —Aquí no me puedo quedar y eso está más que claro —exponía el vampiro mientras recogía sus pertenencias haciendo una maleta—. Además, necesito buscar otra alternativa; el tónico apenas funciona.

     —No debes irte. Por lo mismo, ahora representas un peligro para cualquiera. Debemos quedarnos juntos —suplicaba.

     Justo en medio de la discusión, llegó Elena.

     —Disculpen, chicos —interrumpió—. Ryan, tienes que venir a la sala, ahora —precisó—. Ismael, tú quédate aquí y no hagas ruido.

     —¿Qué sucede? —preguntaba el nigromante mientras seguía a Elena, bajando las escaleras.

     Ryan pudo distinguir, por sus uniformes, a tres oficiales de la policía sentados en su sala, junto al resto de sus amigas.

     —Buenas tardes, oficiales —extendió su mano hacia quien parecía estar al frente—. Soy Ryan Kendo, ¿en qué puedo servirles?

     —Buenas tardes, señor Ryan —respondió el oficial junto al correspondiente apretón de manos—. Soy el oficial Mark y mis compañeros son los oficiales Enzo y Andrea.

     Ryan no imaginaba el motivo de la visita, por lo que, la sensación de angustia que sintió al momento de tocar la mano de aquel oficial, lo asoció al mismo estrés que le estaba provocando toda la situación que, en ese momento, enfrentaba.

     —Mucho gusto —saludó.

     —Chicos —dijo el oficial principal—, no me andaré con rodeos. Hace varios meses se han reportado varias desapariciones. Estos sucesos han ocurrido en las zonas colindantes al cementerio de la ciudad. Hasta el momento, van tres personas con edades similares a la de ustedes —A pesar de que el grupo de amigos intentaba disimular lo que sabía, las miradas más indiscretas que nerviosas pusieron en alerta a los oficiales acompañantes—. Ustedes, seguro, se preguntarán qué tienen que ver con esto.

     A pesar de que el oficial Mark se estaba dirigiendo a todos, durante el intercambio, mantenía una marcada fijación hacia Ryan, quien trasmitía seguridad con su habitual asentimiento.

     —Le hemos tomado declaración a familiares, amigos de las víctimas y vecinos del lugar, pero solo uno de los testigos ha dado una declaración realmente relevante —proseguía Mark.

     —Aún no entiendo, en qué parte entramos nosotros.

     —Para eso voy. El celador declaró haber visto un grupo de chicos, en horas de la madrugada, deambular por el cementerio hace unas semanas atrás.

     —Me pueden decir, ¿de que va esto?

     Los oficiales Enzo y Andrea sacaron, del interior de una carpeta gris, unas fotos de los chicos desaparecidos. Se trataba de dos jóvenes y una muchacha. Les preguntaron si los conocían o, al menos, los habían llegado a ver.

     —No —negaba Elena—. Realmente, jamás los he visto.

     La respuesta de la chica se hizo general. Todos negaron conocerlos, aunque, uno de ellos, mentía. Mark notó que mientras Ryan revisaba las fotos, regresó a observar específicamente una, más que las otras.

     —Su nombre es Ariel, tiene 21 años y su familia lo vio por última vez hace aproximadamente tres meses —comparte el oficial—. ¿Lo conoces?

     Ryan reconocía a ese muchacho. Y, ¿cómo no distinguir ese rostro que, durante semanas, había atormentado sus sueños? El chico que había visto en el cementerio en una de sus visiones; quien había sido una de las víctimas del Oscuro y le había pedido ayuda, ahora tenía nombre; Ariel.

     —No —aseguró el nigromante mirando firmemente a los ojos de su interlocutor—, solo se me pareció a alguien pero, estoy seguro de que no es —mentía.

     Los oficiales no tenían como demostrar que habían sido ellos exactamente los que describió el celador del cementerio, por lo que, solo les quedó recordarles que no debían ir fuera del horario establecido, y de preferencia, que no fueran, al menos, hasta que se resolviera el misterio de las desapariciones.

     —Gracias por el aviso, agente —despidió Darys—. Si les podemos ayudar en algo más, ya saben donde encontrarnos.

     Rose se había regresado con la llegada de los invitados inesperados, pero su hermana, Jenny, junto a Lay y las demás chicas, aún se encontraban allí, descifrando cómo harían ahora que las autoridades comenzaban a involucrarse en todo aquello. 

     —Seguro los convirtió en vampiros —comentó Mell.

     —O, solo los utilizó para alimentarse —reflexionaba Gabita.

     —Estoy de acuerdo con Mell —apoyó Ryan, viendo, a través de la ventana, como se alejaban los oficiales—. Al menos este chico, Ariel, fue convertido en vampiro.

     —¿Cómo estás tan seguro? —cuestionó Darys.

     —Ariel es el chico que vi en mi sueño, justo después de convertirme en nigromante —revelaba—. Su cuerpo yacía inerte pero pude ver su alma condenada pidiendo ayuda.

     —Si su alma no había sido absuelta, significa que estaba por regresar, como Ismael.

     —Así es, Darys. Otra conexión inesperada. 

     —¡Ryan, es Ismael! —gritó Lay corriendo escaleras abajo.

     —¿Qué pasa con él?

     —Se ha ido. No está en su dormitorio, ni su maleta.

Weiterlesen

Das wird dir gefallen

838 149 16
Apareció con el ocaso, en una noche de calor infernal. Se hace llamar Azel y todo el mundo cree que es mi hermano. Me amenaza con una desalmada mir...
Guardián © Von Sam León

Übernatürliches

626K 100K 46
La guerra entre su mundo y el mío es una bomba de tiempo a punto de estallar y la supervivencia de los suyos es la extinción de los míos. Es torment...
80.7K 3.6K 53
[T E R M I N A D A] E N E D I C I Ó N Tn Denbrough, nueva en Derry y con un gran sentimiento de culpa por haber sobrevivido al accidente que se llev...
78.6K 5K 58
Athena, después de siglos desde que existe, ha decidido expandirse y formar alianzas con el resto de seres, incluyendo las tres facciones. Una nueva...