“Ooh, estos campos minados por los que camino. Ooh, lo que me arriesgo por estar cerca de tí. “
—Minefields
(Faouzia Ft John Legend)
☽
Confiarle sus cachorros a la madre de Hoseok fue un trámite doloroso y que le dejó a Min Yoongi una enorme sensación de vacío en el pecho, pero no podía hacer mucho más que aquello. El guardián había mencionado que eran pocos los lugares más seguros que el hostal a esas alturas. Y después de todo allí residía una familia al completo de guardianes.
—No va a pasarles nada. De alguna manera mi madre ha comenzado a adorar a esos niños, son como los nietos que todavía espera de mí y de mi hermano. Y los que nunca van a llegar por mi parte.
—No sabes l..lo que podría suceder.
—Pero sé cómo se mueven mis hermanos en las peleas cuerpo a cuerpo y conozco el alcance de su control del poder natural con el que han nacido. La tierra responde bastante bien a sus llamados, no tan bien como lo hace cuando yo la llamo pero lo suficiente para proteger a quien sea que se encuentre en el interior del hostal. Recuerda que nadie llegó a tus aposentos durante la batalla de las Lunas. Nos encargamos de que ni siquiera pudiese rozar la puerta de entrada.
Claro, ellos lo habían hecho. Ellos solitos.
—Aún así, m..me preocupan.
Hoseok lanzó su cinturón repleto de armas sobre la camilla improvisada en el interior de la tienda de campaña. Los lobos habían formado un campamento en la frontera más cercana al mundo humano, esa desde la que se escuchaba el mar que Yoongi nunca había logrado ver lo suficientemente de cerca.
Así que ahora la ropa habitualmente negra del guardián era acompañada por algunos cinturones ajustables de la misma tonalidad.
—Van a estar bien. Deja de quejarte, por favor.
—Es f..fácil para tí. Con toda tu gente cerca y bien.
En las últimas horas el lobo de viento había lidiado con la presencia del aroma del ansia de venganza ajena y se había contagiado de la ira que esta implicaba en al menos una veintena de ocasiones. Sin embargo, ahí continuaba, en esa tienda, encerrado y esperando algo que no terminaba de comprender. No sabía qué era lo que frenaba a esos lobos pero tampoco podía decidir entrar en el mundo de los humanos por sí mismo para buscar a alguien que ni siquiera conocía cuando estos podían estar acompañados de poderosos aliados.
En cambio, continuaba diciéndose a sí mismo que sabría reconocer a los responsables. Porque en sus pesadillas, las caras borrosas de quienes asesinaron a su gente cada día comenzaban a parecer un poco más claras.
—N..no me he quejado.
—Pero tus ojos y tu olor lo están haciendo. Haznos un favor a ambos y respira profundo, ya hay suficiente estrés alrededor de este campamento como para que decidas sumar el tuyo propio. La tienda debe ser un lugar de descanso antes de la batalla o de placer si así lo decides.
—No eres n..nada gr..gracioso.
—No estaba intentando serlo, chico.
Hoseok se sentó sobre el balaustre y lo observó mientras abría su mochila. Yoongi todavía estaba centrado en el cinturón de armas, los cuchillos afilados de Hoseok no eran algo que un lobo portase habitualmente pero si querían caminar entre humanos tendrían que fingir ser uno más de ellos hasta ser descubiertos. Así que las armas de defensa más primitivas eran necesarias.
Se preguntaba si Hoseok sería capaz de usar esos afilados cuchillos del modo en el que estaban pensados para ser utilizados. Si este acaso podría presionar la hoja de los mismos contra el cuello de alguien en el caso de que fuese necesario.
—Tendré que hacer guardia durante la noche. Mientras tanto puedes descansar, comer y dormir cuánto necesites. El primer grupo de rastreo saldrá mañana antes del amanecer y podrás acompañarnos si así lo deseas. Dado que el sitio en el que solían residir los cazadores ahora está vacío y repleto de niebla… —Hoseok sacó lo que parecía un grueso suéter negro de su mochila—. Hemos decidido movernos durante el día y eso nos quita ventaja. Ten, cerca del mar el frío y la humedad son peores durante la madrugada. Es muy diferente del frío seco al que solías estar acostumbrado en la cima de la montaña.
Lo lanzó, como había lanzado anteriormente su cinturón sobre la cama. Y por suerte a esas alturas los sentidos humanos de Yoongi estaban tan desarrollados como los de su animal. Le dolería admitir en voz alta que debía agradecerle en parte a Hoseok por aquello pero sencillamente así era. Recordaba el modo en el que sus piernas se tambalearon el primer día en el que se convirtió en humano tras meses en su forma lobuna. La ira lo movía y se lo comía todo a su alrededor en esos momentos. Era lo único que le permitía moverse pero en cuanto desaparecía… Entonces se caía al suelo de lleno.
Bueno y después estaba ese detalle. La herida que le habían causado en la pata después de que atacara a la pareja de aquel guardián bravucón llamado Jungkook.
—¿No hay ninguna pregunta? ¿Nada sobre los humanos o el porqué nos meteremos de lleno en su territorio?
Yoongi se encogió de hombros.
—Si nos lleva h.. hacía el responsable d..de la muerte de mi p..pueblo, no necesito saber mucho. Quiero acabar con esto y recuperar a los niños que h..han sobrevivido. Regresaremos a las t..tribus y los clanes volverán a nacer. Volveremos a ser quienes siempre h..hemos sido. Q..quienes nunca debimos dejar de ser.
Hoseok gruñó algo antes de estirarse sobre la cama, sus manos bajo la nuca y la mirada en el techo de la tienda.
—Esos niños… La mayoría han sido acogidos por familias de nuestra manada, Yoongi. Devolverlos a las tribus, donde no tienen nada similar a lo que el calor de alguien que los ama les ha dado, sería cruel.
—Yo los amo. ¿No es s..suficiente?
—Quizás lo sea para tí pero no para todos ellos.
—Ellos son míos. Son lo ú..único que m..me queda de mi clan.
—Y ese es el problema. No son tuyos porque no son objetos. No son de nadie y merecen tener una vida repleta de oportunidades y felicidad. Deberías barajar qué es lo mejor para ellos y no lo mejor para tí. Incluso si resulta duro aceptarlo, puede que estar contigo en la cima no sea lo que todos esos lobeznos quieran y la mayoría son muy jóvenes para decidir por sí mismos. Si vas a tomar una decisión en su lugar, hazlo teniendo en cuenta aquello que va a poner una sonrisa sobre sus rostros y no lo que se la quitará pero los devolverá a donde sea que se supone que pertenecen.
El lobo de viento no dijo nada pero el fuerte soplido que casi hace caer al guardián de la cama le sirvió de advertencia a Hoseok para entender que al chico no le gustaba el rumbo que había tomado la conversación.
—No puedes culparme por ser sincero. No puedes hacer una maldita cosa al respecto por ello, estoy hablando con la verdad. Sé que lo sabes. Y me aseguraré de que sea así si no lo haces. Te llevaré a ver a todos esos pequeños lobeznos de nuevo.
—Sí —Yoongi apartó las piernas de Hoseok de la camilla y se tumbó sobre esta, de forma que su cuerpo y el del guardián quedaron extrañamente pegados—. Tú deberías hacerlo. Yo c..casi no los he visto. Deberías d..dejar que vea a mi familia. Si quieres que c..crea que son felices.
Ah. Maldita sea.
Así que era eso.
Por supuesto.
Él había estado tan centrado en sus mil proyectos fallidos como guardián que se había olvidado de mostrarle a Min lo verdaderamente importante. En todo ese tiempo ni siquiera lo había llevado a visitar a los niños de las tribus una sola vez.
—Iremos —Hoseok se pasó una mano por delante de los ojos y suspiró—. Si regresamos con el culo entero de la visita al mundo humano será una de las primeras cosas que haremos. ¿De acuerdo? Te llevaré a ver a todos esos niños más a menudo.
—Bien.
—¿Bien? ¿Eso significa que estás feliz, que lo apruebas o qué mierda significa en concreto?
—Solo bien. Bien es bien.
—Así que solo bien y bien es bien. Debería hablar con Jimin, no veo una mejora en tu vocabulario después de todas las lecciones de lectura que te ha dado.
—Besugo.
—¿Eh?
—Besugo.
—Vas a tener que darme más pistas. ¿Quieres comer pescado?
—No. Hoseok, e..eres un besugo.
El guardián frunció el ceño y giró su cabeza hacia el chico, entonces, cuando sus miradas se cruzaron… No pudo evitar reírse.
—¿Besugo? Eso es lo que has aprendido a decir después de tus lecciones.
—Y cretino. Jimin dice q..que eres un poco cretino.
—¿Quieres saber lo que yo creo que eres tú?
Hoseok acercó sus labios a la glándula de olor de Yoongi y la forma en la que este respondió al instante casi provocó que sus papilas gustativas salivasen.
—¿Q.. qué?
—Apetecible. Me parece que eres bastante apetecible, Min.
Yoongi podría haber visto el mar a lo lejos en muchas ocasiones pero lo que ni siquiera se había acercado a ver desde la distancia era aquello que ahora se encontraba ante su mirada.
Las ciudades humanas eran extrañas y él creía que se encontraban demasiado apelmazadas. No había amplios espacios entre esas casas, no al menos del modo en el que sucedía en la montaña del clan de la Unión. Tampoco tenían nada que ver con lo que habían sido las cuevas de las tribus, y aún a pesar de la enorme cantidad de tiendas o negocios que parecían encontrarse instalados a ambos lados de la carretera, el silencio y la niebla lo cubrían absolutamente todo.
—Me lo i..imaginaba de otro modo.
Yoongi observó a Hoseok mientras caminaban a través de la basta carretera. El guardián no parecía feliz con esa visita al mundo humano, incluso si en su aroma natural se estaba colando alguna especie de olor similar al que causaba la curiosidad.
—Siguen debiendome un maldito coche. No es fácil para nosotros conseguirlos y los intermediarios piden mucho a cambio por ellos.
Posiblemente la faceta de guardián de Hoseok estaba siendo mucho más fuerte de lo que lo era su lado racional. Después de todo ahí estaba, de pie y junto al resto mientras lideraba un grupo de rastreadores dispuestos y preparados para encontrar lo que sea que pudiese llevarlos hasta el origen de la espesa niebla o una mínima nueva pista. Tenían que encontrar los archivos de los cazadores y arrebatarselos. Si es que arrebatar era la palabra adecuada para usar en esa ocasión. El poblado continuaba vacío, muy a su pesar la niebla asfixiante era su principal enemiga.
Yoongi había visto, olisqueado y escuchado a más guardianes y lobos durante esa madrugada que en todo el año que llevaba conviviendo en el territorio de la Unión. Eran al menos cientos los que ahora se desplazaban de un lado a otro de ese sitio. Se movían por los callejones, entraban en las casas, rebuscaban en estanterías y revisaban libros que habían quedado atrás en lo que sea que hubiera sido esa marcha de los cazadores.
—El mundo humano no se parece en nada a lo que ahora ves. Esto no es más que un poblado de cazadores carcomido por la magia de algún brujo que ha decidido unir caminos con la persona menos esperada, una aldea antigua apartada de lo que el mundo real supone. El ansia de grandeza ha debido meterse en la mente de estos idiotas —Yunho se abrió camino entre los guardianes que se encontraban en primera línea y se colocó a un lado de su hermano mientras se guardaba una daga en la correa de cuero que le rodeaba el muslo izquierdo—. Desde hace muchos años los cazadores jóvenes han comenzado a abandonar las enseñanzas de sus mayores. Los pactos han causado que ninguno de ellos pueda ver a un lobo cerca y que por lo tanto piensen en nosotros como una mera leyenda. Así que no le ven el menor sentido a mantenerse encerrados en un pueblo apartado de todo tipo de civilización real. Se escapan en cuanto tienen la oportunidad y lo cierto es que no los culpo por ello. Además, Hollywood nos ha ayudado mucho. Han convertido las viejas leyendas en chistes, fantasías sexuales para adolescentes con el libido demasiado alterado y películas de Halloween con temáticas repetitivas. En cierto modo la tecnología de los humanos ha servido para que las nuevas generaciones de cazadores nos consideren más un miedo absurdo que solían tener sus tradicionales antepasados que una amenaza inminente. No matamos, no dañamos y ni siquiera nos mostramos ante ellos por casualidad. Si sucede es por accidente y solo una vez cada mucho. Los humanos son racionales.
—Ya. Supongo que te sientes identificado con ellos —Hoseok gruñó.
Yunho ni siquiera se molestó en mirar hacia su hermano.
—Sea como sea. Esos humanos que deberían formar nuevas líneas de cazadores se van y no regresan. Prefieren ser abogados, médicos, artistas o simplemente libreros. Así que la población de miembros jóvenes ha descendido lo suficiente como para alertar a los antiguos cazadores. Quizás eso los haya empujado a tomar medidas drásticas como la de pactar con brujos. Incluso si algo así va en contra de sus principios.
—Va por completo en contra de todo lo que durante siglos han demostrado ser, Yunho. Tiene que haber algo más —Hoseok se detuvo un momento para revisar el camino antes de seguir—. No pueden simplemente haber decidido de forma unánime traicionarse a sí mismos.
—P..puede que crean que con los Pétalos de Zafiro ya n..no vayan a necesitar a los brujos más a..adelante, Hoseok. La flor promete gloria eterna a q..quien la sostenga.
—Los cazadores antiguos son deplorables pero no son estúpidos. Estoy seguro de que saben que no pueden enfrentarse a un aquelarre en su estado actual. Si los brujos llegan a sostener esa planta y resulta que las leyendas son ciertas… —el guardián no dudó en poner su atención sobre Yoongi.
—A no ser que pretendan darles caza una vez que hayan abierto el camino para ellos. Tú mismo lo has dicho, hermano. Los cazadores antiguos no tienen un maldito pelo de tontos.
—Podrían darles c..caza si la consiguen. No antes o durante…
—Sino después.
----------------
Hiii!!
La semana pasada tube un resfriado tremendo y hoy me olvidé de que era miércoles. En resumen, soy un desastre total. Ya podéis matarme aiiiis.
Espero que os guste el capítulo.
Un beso,
os amo
Mel
💜