*Dalia*
-Estas mejor, preciosa?-me dijo belén cuando abrió la puerta de mi habitación después de tocar y yo asentí.
-Solo es un poco de fiebre, esta mañana estaba algo peor, supongo que habrá sido que habré pasado frío esta noche-le dije y ella asintió mientras se sentaba en el filo de la cama y tocaba mi frente.
-Sigues teniendo fiebre-dijo preocupada-te estoy preparando una sopita calentita para que te la tomes ahora-me dijo y yo sonreí asintiendo, justo lo que habían dicho sus hijos.
-Muchas gracias belén de verdad-le dije.
-No me las des cariño-dijo acariciando mi mejilla-voy a por esa sopita-me dijo para yo asentir.
Belén unos minutos más tarde me subio la sopa y después de dejarme un paracetamol me dejó un beso en la frente diciéndome que descansara.
Pablo me había dicho que su partido empezaba a las ocho, asique a esa hora, yo ya estaba preparada para verlo, aunque seguramente no me enteraría de mucho.
Sólo quince minutos después de que empezase el partido, aurora pegó en mi puerta pidiendo paso, por lo que dejé el portátil a un lado y me centré en ella.
-Estas viendo...-dijo señalando la pantalla para después mirarme y ambas reír.
-Me encantaría enterarme de algo de lo que pasa-le confesé entre risas y entonces ella se hizo hueco a mi lado y puso el portátil entre las dos.
-Vamos a ver que podemos hacer-me dijo y yo la miré-qué? Tener un hermano que ha jugado al fútbol siempre me ha hecho casi una experta-dijo encogiendose de hombros y yo asentí sonriendo.
Al final gracias a aurora fui entendiendo más o menos el partido, y me di cuenta que era muy bruto jugando, porque en todo el partido nos dió varios sustos a su hermana y a mi, que mirábamos la pantalla como hipnotizadas.
El partido acabó con victoria para él y su equipo y entonces, supe que había llegado el momento de tener que darle algunas ¿explicaciones? A aurora de lo que había visto el día anterior.
Tuve la inercia de ser la primera en hablar, pero aurora se me adelantó.
-Mira Dalia...no me parece mal lo que vi, es decir, ya sois dos adultos y vosotros sabréis lo que hacéis ese no es mi asunto-me dijo y yo asentí-solo quiero decirte que yo conozco a mi hermano, y no sabe lo que es el amor-me dijo mirandome ¿triste?
-De hecho sólo han sido cuatro besos tontos aurora..no..-intenté explicarle, pero me cortó.
-De hecho pensaba lo mismo que tú-me dijo y yo la miré frunciendo el ceño-hasta que se ha ido a las seis de la mañana a buscarte-me confesó-nunca habia visto a mi hermano hacer algo por una chica, en toda mi vida, y menos con esa desesperación-me dijo asintiendo y yo hice una mueca.
-Nose que me quieres decir con todo esto-le dije.
-Que antes de enamorarte, tengas claro si el sólo quiere...bueno, tu me entiendes-yo asentí-a veces no es malo solo tener a alguien para el sexo, pero por lo que he hablado contigo se que no eres así, y el también debe saberlo, no quiero verte mal porque podrías ser mi hermana pequeña-me dijo con cariño y yo sonreí.
Quiso seguir hablando, pero fuimos interrumpidas por leonor, que venía con mi cena y mi paracetamol, y entonces aurora dejó un beso en mi frente para dejarme descansar, dejándome muy confundida.
No entendía muy bien que había querido decirme pero tampoco quise darle más importancia, porque al final ella había confesado que también se había sorprendido por el gesto de Pablo.
No estaba enamorada de Pablo, pero si es cierto que despertaba cosas en mi que ningún chico había conseguido despertar.
Siempre había sido una chica muy tímida, y nunca había congeniado con ningún chico para nada que no fuese una amistad, para empezar porque desde siempre había tenido mucha personalidad, y no importaba ser la estrecha porque me daba igual lo que la gente pensase, siempre había dicho que cuando me gustase alguien de verdad lo besaria, y ni siquiera lo dude con él, y era algo que me daba un poco de miedo, ¿hasta que punto podía llegar esto? No quería ni pensarlo porque verdaderamente yo tampoco sabía lo que era el amor, solo esperaba no ser la que saliese destrozada si algo salía mal...
*****
-¿Pablo?-pregunté abriendo los ojos al notar un brazo sobre mi cintura, aunque la habitación estaba oscura.
-sh...descansa-me dijo en un susurro dejando un beso en mi mejilla, mientras me pegaba más a él.
Y aunque me hubiese encantado seguir hablando con él, no habia dormido casi nada la noche anterior y estaba tan cansada que volví a quedarme dormida casi sin darme cuenta, pero esta vez acurrucada en sus brazos...
(CONTINUARÁ...)
Si puedo esta noche subo otro!❤️