Aviones de papel

By Crisbeylis

3.2K 1K 4K

Uno, dos, tres, cuatro, muchos aviones de papel caían en mi mesa, cada uno con palabras motivadoras, a los cu... More

✨Nota de la autora✨
✨Sinopsis✨
✨ Playlist ✨
✨Dedicatoria✨
✨Prólogo✨
Capitulo 1: No soy especial
Capitulo 2: ¡Hola!
Capitulo 3: Ian Luján
Capitulo 4: ¿Puedo sentarme?
Capitulo 5: Distracción
Capítulo 6: Dolor.
Capítulo 7: Solo hay que sonreír
Capitulo 8: Cosas complicadas que no deberían serlo
Capitulo 9: Un futuro planeado
Capitulo 10: El misterio de los avioncitos
Capitulo 11: El misterio tiene nombre (pte 1)
Capitulo 12: El misterio tiene nombre (pte 2)
Capitulo 13: Una canción
Capitulo 14: Más que una etapa
Lo que era antes
Capitulo 15: Luz y sombra
Capitulo 16: El miedo a caer
Capitulo 17: ¿Hemos perdido?
Capitulo 18: La melodía en mi cabeza
Capitulo 19: Tu risa/ su beso
Capitulo 20: Un trébol de cuatro hojas
Capitulo 21: Mi promesa.
Lo que era antes
Capitulo 22: Unas flores de papel amarillo
Capitulo 23: ¿Buena o mala suerte?
Capitulo 24: Es mi vida
Capitulo 25: Siempre estamos cambiando
Capitulo 26: Arreglar las cosas
Capitulo 27: Te quiero
Capitulo 28: Emociones
Capitulo 29: Lucia
Capitulo 30: Cofre bajo llave
Capitulo 31: Afortunados
Capitulo 32: Querer avanzar
Capitulo 34: Canta conmigo
Capitulo 35: Pequeños momentos
Capitulo 36: Blue Eyes
✨ Epílogo ✨
✨ Última notita ✨
Extra 1| Mick

Capitulo 33: La música

61 16 132
By Crisbeylis

Me gustaría que seas mi primer amor, el único o el último, o de ser posible, que seas los tres.

- Don Andrés

Heather.

—Dentro de poco tú cumples años ¿No? —Mick suelta la pregunta hacía Ian—. El dieciséis.

—Sí —le responde Ian.

—Espera un momento —habla Elisa, volteando hacía mí—. Tú cumples el mismo día.

—Sí —asiento con una sonrisa.

—Vaya, que coincidencia —comenta Jana alternador su mirada entra los dos—. ¿Van a hacer alguna fiesta para celebrarlo?

—No, yo no creo, la verdad —me encojo de hombros.

—Yo menos —niega Ian con una mueca.

—¿Cómo que no? —salta Mick—. O sea, hasta Jana que es loca, pero poco divertida lo hizo.

—Estoy aquí, gracias —Jana lo mira con los ojos entrecerrados.

—Lo sé.

—Son diecisiete ¿No? Los que van a cumplir —asentimos y Elisa parece estar pensando en algo, porque una sonrisa se forma en sus labios—. Muy bien.

Estamos paseando por los pasillos del instituto justo ahora, Ian va a mi lado, Mick delante caminado de espaldas despreocupadamente, Jana y Elisa vienen unos pasos detrás detrás de nosotros.

Ian, ya no anda cojeando, su tobillo parece que se a recuperado por completo, Mick sigue en lo suyo restándole importancia a todo lo que puede, Elisa y Jana, bueno... tengo una cuantas preguntas para ellas a decir verdad.

Entramos a la cafetería dónde de nuevo, nos encontramos hablando de lo que sea y Elisa me sigue pasando cualquier cosa comestible, mientras los demás se ríen.

—Parece que la quisieras engordar para diciembre —comenta Jana divertida.

—Toma, come tú también —Elisa calla a Jana metiéndole un pedazo de pan en la boca y está la mira con los ojos entrecierrados.

—Cuanto amor —Ian, que sigue aún lado mío, las mira con ojitos tiernos a las dos, que se sonrojan, lo cierto es que desde aquella vez que las vieron besarse y comenzaron a soltar comentarios estúpidos hacía ellas, lo cuales intenté callar, los demás alumnos habían dejado su estupidez olvidando eso, salvó por algunos que las seguían mirando de reojo cuando pasaban.

—Que bonitas —Mick suelta una carcajada, entregándoles las mejillas a ambas.

—Ya te vere a ti cuando te enamores —le dice Jana. 

—Pues, eso tardará un poco, por los momentos estoy bien así —expresa Mick restándole importancia—. Aunque tengo crush con alguien, pero no funcionaría.

—A ver ¿Con quién? —me adelanto yo a preguntar sonríendo.

—Con July —suelta Mick sin apenas dudarlo y sin mirar a ningún en específico.

Ian empieza a toser bruscamente al escuchar eso y tengo que darle dos palmaditas en la espalda para que se calme. Por otro lado las otras dos sonríen grandemente mirando a Mick.

—¿En serio? —pregunto yo sorprendida y Mick asiente tres veces con la cabeza.

—Te lo tenías bien guardadito ¿Eh Michael? —Jana utiliza su nombre completo dándole énfasis a lo que ha dicho.

—¡Que viva el amor! —agrega Elisa, aplaudiendo a Mick.

Pero Mick ahora nos mira a todos bien raro, como con ganas de soltar una carcajada de los nervios.

—¿Que? —inquiere Ian con la voz un poco ronca después de recuperarse.

—Como escuchas, con July —repite Mick con una sonrisa divertida—. Pero es un amor imposible, ella es mayor que yo, jamás se fijaría en mí —actua con fingido dramatismo.

—Eso no puedes saberlo —intervengo frunciendo el entrecejo.

—Estoy de acuerdo —opina Jana.

—¿A ti no te molesta? —le pregunta Mick a Ian.

—No, que va —niega con la cabeza—. Solo no me lo esperaba.

—Ay sí, yo tampoco, mientras tanto mi enamoramiento por tu July será un: amor prohibido murmuran por las calles —Mick canta un poco de una canción en español y vuelve a sonreír divertido—. Sino que se prepare para la amortentia.

—Sí, solo tu puedes hacer eso —asegura Jana.

—Sera todo un reto —Mick y Jana sueltan a reír.

Miro a Ian que me devuelve la mirada, encogiéndose de hombros después de mirar a Mick.

—¿Que te paso en el pelo? —indaga Elisa, después de que han dejado de reir y es que Mick ciertamente se le ven algunos mechones de cabellos más largos que otros, disparejos.

—Pues, necesitaba otro corte de cabello —responde muy digno.

—¿Y quién te ha hecho esa corte? —habla Jana.

—Yo mismo, por eso a quedado así de genial —dice pasándose una mano por el cabello y Elisa trata de contener una risa—. Ustedes jamas podrían, no entienden de moda.

—Nunca cambies, en serio —le pido divertida y él hace un gesto con la mano para que me despreocúpate.

—Que cambié es imposible —asegura Ian mirando a su amigo.

Las clases siguen y sí, se pasan un poco lentas, pero cuando entramos al salón de música, la clase extra que comparto con Elisa e Ian, parece que ha valido la pena.

Ian a penas entra se va en busca de la guitarra y se queda en un rinconcito con ella, en cambió Elisa me jala con ella y agarra una pandereta entre sus manos, para después mirarme con una sonrisa.

—Es bonito —comenta echándole una mirada a Ian, para después regresarla a mí.

—¿El que?

—El como él te mira y tú lo miras a él, se ve tan real, es bonito —sonrie haciendo sonar la pandereta.

Yo sonrió un poco tímida y miro a Ian que esta muy concentrado en lo que hace.

—¿Tú crees? —pregunto.

—Por supuesto, es decir; compaginan muy bien de alguna manera —se coloca a un lado mío—. Me lo esperaba ¿Sabes? Es obvio que tú le has gustado desde el principio, él no podía ni mirarte a los ojos y tú han comenzado a sentir lo mismo desde hace un buen rato, solo hay que ver sus expresiones al mirarse para saberlo.

—Al principio no lo trate muy simpáticamente.

—¿Y eso que importa? Ahora están aquí, en este punto, no vale la pena pensar en la primera impresión.

—Eres la mejor amiga de todas ¿Te lo he dicho?

—Algunas veces —bromea chocando su hombro con el mío.

Recuerdo las preguntas que tenía para ella y las suelto.

—Oye ¿Y como te fue con el tema de decirles a tus padres y todo eso? —al preguntarle aquello, su cara se ilumina un poco más y su sonrisa se agranda.

—Genial, mejor de lo que espere la verdad, ese día llevé a Jana a la casa y tendrías que haberla visto, estaba mucho más nerviosa que yo, a punto de salir corriendo —niega con la cabeza con una sonrisa—. Senté a mis padres frente a mí y les dije como me sentía; lo que pasaba y que a todo eso Jana y yo andamos juntas, lo hice lo más franca y sin pensarlo mucho. Y ellos lo aceptaron, no hicieron preguntas incómodas, ni cuestionamientos, solo me sonríendo y comenzaron a hablar con Jana como si la conocieran de toda la vida.

Sonríe grandemente mirándola, coloco mis manos en sus hombros y los sacudo riendo. Que orgullo.

—¿Viste? Te lo dije, no había ningún problema en contarle y eso lo a demostrado, tus padres te aceptan y respetan tus decisiones y sobre todo te aman —la abrazo muy fuerte—. Lo has hecho y estoy muy feliz por ti.

—Gracia por animarme a hacerlo, Heather.

Cuendo me aparto, Elisa vuelve a sonreír con la ilusión en sus ojos, y le sigue dando golpecitos a la pandereta, el profesor pasa frente a nosotras y me apresuró a agarrar una flauta y, a examinarla como si nada.

—Por cierto mi mamá te manda saludos exclusivos y que espera que te encuentres bien —avisa.

—Pues, dile que yo igual; le mando mis más sinceros saludos y que pronto iré de nuevo de visita.

—Con todo el gusto —dice divertida.

Al cabo de unos minutos, me aparto un poco de Elisa; que también a comenzado a hablar con alguien más y voy hacía donde aún se encuentra Ian, con la guitarra en las manos y el ceño aún fruncido en concentración.

—Vaya, vaya ¿En que anda mi chico favorito? —pregunto mientas tomo una silla y me siento a su lado.

—Estoy tratando de crear el ritmo final —sonríe divertido señalando la guitarra.

—¿El ritmo de que? —pregunto curiosa y recuerdo lo que me dijo la noche anterior—. Por cierto ¿Que me vas a mostrar?

—Una cosa a la vez —bromea—, y eh... Estoy escribiendo una canción.

—¡¿Que?! ¿Puedo escucharla? —me emocionó.

—Aun no está terminada —se muestra igual de emocionado—, en realidad estoy tratando de creerle un ritmo aprovechado que estoy aquí y probar como es con otros instrumentos.

—¿A ver?

—Tendría que sonar más o menos así; —toma los acordes en la guitarra llevándolos a mi mayor y yo escuchó con interés como rasga las cuerdas creando un sonido relajante—. La melodía es lago así: nanana, nanana ¿Eso tiene sentido?

—Para mí y para ti sí —me río un poco.

—¿En serio? —se muestra dudoso.

—Que sííí.

—De acuerdo, aunque creo que le falta algo más, para el estribillo —hace una mueca pensando.

—¿Tal vez, con la misma melodia, pero cambiado un poco la armonía? —le propongo aunque no creo que eso ayude mucho.

—Claro, puede ir empezando en el quinto grados e ir bajando.

Ian vuelve a rasgar las cuerdas de la guitarra, agregando lo que comenté, y empezando en el quinto grado, bajando las tercero y luego al primero, está vez la melodía cambia a algo deferente, cambiando a algo más rítmico, pero que parece encantarle, ya que sonríe abiertamente con brillo en los ojos.

—Eres una genia ¿Lo sabes? —me halaga alegremente—. ¿Crees que podrías mantener este ritmo?

Asiento, la guitarra para a mis manos y comienzo a la misma melodía que él hace un rato, muestra Ian se dirige al pequeño teclado electrónico que está aún lado, y comienza a tocar al mismo ritmo, incorporado otro sonido.

—¿Que hace? Parece muy feliz —Elisa parece a mi lado, y sí, Ian parece estar desbordado emoción por todos lados, porque no ha parado de sonreír, mientras seguimos tocando los mismos acordes.

El profesor lo mira, con interés igual que los demás, que también se le han quedado viendo.

—Esta creando el ritmo —le respondo a Lisa.

—Ya veo...

—Oye, has sonar eso —Ian le pide a Elisa, que sí, no a dejado de lado la pandereta.

Lisa se encoje de hombros y comienza a sonar la pandereta siguiendo el mismo ritmo, yo por mi parte me pongo de pie y me acerco a Ian, si dejar de tocar la guitarra y Elisa me sigue.

—¿La has encontrado? —pregunto sonriendo.

—Ya casi —saca si celular de uno de sus bolsillos y se va a la grabadora, le pregunta al chico que estaba a unos metros con los tambores si pude tocar también y este asiente diciendo que sí.

Y así comienza la guitarra con la fusión de el teclado, la pandereta y el tambor; se convierte en una música completa, no muy sueve, pero con un ritmo bastante pegadizo, que suena muy bien. Demasiado bien, estoy segura que tendré todo el día la melodía dando vueltas es mi cabeza. Mi sonrisa no se compara con la que tiene Ian es este momento.

—¡Esto a sonado jodidamente genial! —asegura Lisa emocionada, mirando alucinada a Ian, después de que paramos de tocar y, se va danzando, aún tocando con la pandereta, sin dar oportunidad a Ian de responder

—Lo he hecho —Ian toma su celular y para la grabadora—. Dios lo he hecho.

—¿Viste? Lo has encontrado —menciono  conteniendo una sonrisa—. Lo sabía, es increíble.

—¡Sí! ¡Joder sí! —sonríe como si no se lo pudiera creer—.  Cuando tenga la canción lista, serás la primera en escucharla.

✯✯✯

Al salir del instituto, Ian le pide a Mick y a las chicas que se adelante y estos lo hacen lo propio soltando risitas. Ian me toma de una mano, llevándome con él a, no sé dónde dentro del instituto.

—¿Que haces? —pregunto entre risas, despues de subir las escaleras.

Nos detenemos frente a una puerta de un aula básica, exactamente en la que tenemos la mayoría de las clases y a la cual venía siempre que dejaba los aviones, porque desde aquella vez de las flores, no he recibido más y no es que me moleste.

Ian luce nervioso, muy nervioso, y eso hace que yo también comience a estarlo y lo mire dubitativa con el ceño fruncido.

—¿Que ocurre? —pregunto, él toma una respiración profunda y niega con la cabeza, por el pasillo ya no hay nadie pasando, aparte de nosotros e Ian abre la puerta.

Cuando entramos, me preparo para volver a preguntar que pasa, pero me quedo callada, cuando veo que sobre la misma mesa de siempre hay un avioncito y un pequeño ramo de flores, está vez de varios colores, hechas ambas de papel, como suele ser.

Me acerco y tomo el avioncitos entré mis manos con la misma delicadeza de siempre, siento a Ian a un metro de mí, me está observando y puedo jurar que está aún más nervioso que antes. Así que con un poco de dudas, pero con gran emoción leo las pequeñas palabras escritas con su caligrafia cursiva, en tinta negra en una de sus alas:

" Soy Ian, detras de todo esto siempre estuve yo.

Lo voy a preguntar por aquí, porque no creo que mis cuerdas vocales den para preguntarle yo mismo.

¿Puedo ser tu novio? "

Me llevo las manos a la boca, no, ¿He leído bien? ¿Lo he hecho? Vuelvo a leerlo y sí, he leído bien. Me vuelvo hacía él aún con el avioncitos es las manos y con mi  corazón latiendo rápidamente contra mi pecho. Ian sonríe muy, pero muy nervioso.

—Ian... Yo... —no me salen la palabra y él lo interpretó como algo malo, porque se apresura a soltar todo muchas palabras muy rápidas y que apenas soy capaz de entender.

—Vale, se que este no es un lugar muy romántico ni nada por el estilo, pero fue aquí dónde, básicamente todo comenzó. Bien dicen que no es el momento ni el lugar, es la persona; por eso estoy aquí, muriéndome de los nervios, con él propósito de decirte que soy yo, cosa que ya sabes, pero que me gustaría decir por mí y hacerlo bien.

Toma una respiración profunda y lo miro con los ojos bien abierto cuando vuelve a sonreír.

—He sido yo todo este tiempo, he sido él chico que una vez te vio sentada, aquí mismo sola, cuando ya todos se habían ido y lanzo el avión a tu mesa y luego se fue corriendo de los nervios, soy el mismo que siguió haciéndolo días después con los mismos nervios, pero con determinación; soy el que una vez te digo que todo mejoraría, el que te dijo que tus hermosos ojos merecían brillar, el que te dijo que pasó por la sala de música y que tú voz es alucinante, el mismo que siempre ha tratado de animarte aún indirectamente. Soy yo.

—Ian...—trato de decir, pero me interrumpe y sigue hablando rápidamente.

—No se si lo consideres apresurado o muy cargado o lo que sea, el punto es que te quiero —aprieta los labios mirandome a los ojos—. Te quiero, me gusta estar contigo, ser parte de tu vida y me gusta que siempre, cada día, descubro algo nuevo de tí, me gusta tu sonrisa, tus ojos, lo digo en serio, me gusta todo de ti hasta lo que tú consideras malo yo lo quiero y desde el principio has sido una melodía desconocida sonando en mi cabeza una y otra vez sin descanso; a la que estoy intentando poner voz, no has salido de mi cabeza en todo este tiempo y sospecho que no lo harás muy pronto y siendo honestos yo tampoco quiero que lo hagas; así mismo te has abierto paso desde hace mucho tiempo en mi corazón y te has dejado ahí.

» No se casi nada del enamoramiento o lo que es amar romántica a una persona, pero puedo jurar que se siente como cuando estoy contigo, es simplemente sublime. Quiero ser tu novio, si tú me lo permites, no pretendo que sea perfecto todo, pero si quiero que dure todo lo que tenga que durar. Aunque si me dices que no, estará bien, lo entenderé. Esto es lo que quería decirte y ha este paso creo que estoy hablando demasiado aquí mejor me calló.

A este punto creo que me encuentro demasiado emocionada con demasiados nervios, por todo lo que ha acabado de decir; siento que voy a volar, lo que no es imposible lógicamente, pero que se siente condenadamente bien, así que me lanzo a abrazarlo fuertemente por el cuello, él pone sus manos en mi cintura sorprendido.

—Deja un poco los nervios —le pido sonriendo contra su hombro con los ojos empañados.

—Es imposible no estarlo.

—No te he dicho que no, y gracias eres realmente importante para mí, gracias por todo lo que has hecho por mí, esto es maravilloso te lo juro, eres el chico más increíble.

—¿Eso es un sí? —sonríe contra mi cabello. 

—Sí —me separó de él, que abre mucho los ojos—. Puedes estar seguro de que siento lo mismo, no hay lugar a dudas en lo que digo. Yo también siento lo mismo por ti Ian.

—¿En serio?

—Sí, por supuesto que sí. Sí.

—No lo puedo creer —murmura mordiendo su labio inferior, negando con la cabeza.

—Lo has dicho.

—¿Que cosa?

—El «¿Puedo ser tu novio?» Salió de tu boca y dije que sí —trago saliva antes de añadir—. Ahora es mi turno, ¿Puedo yo, ser tu novia?

—Sí, mil veces sí.

Se inclina y une nuestro labios en un beso, poniendo su mano en mi mejilla, dando leves caricias en ella y yo vuelvo a sonreír.

—Es estos momentos me siento como  el ser más feliz de la tierra —asegura muy alegre con una gran sonrisa.

—Me siento de la misma manera —confieso.

—Oye, no creas que por esto dejaré de dejar aviones, ellos seguirán —me asegura y yo tomo el ramito de flores.

—Tampoco quiero que dejes de hacerlo.

—Que suerte. Ahora, salgamos de aquí antes de que venga alguien, nos vea y nos lleve a la dirección —dice divertido.

—Sí, mejor.

Él me sonríe ampliamente y yo le devuelvo el gesto, toma mi mano delicadamente entrelazando nuestros dedos. Él toma el avioncito con sus otra mano y salimos del aula. Y del instituto.

Cuando estamos caminando por la calle. Por el mismo camino de siempre, en la misma dirección de siempre, pienso en el chico que un día me llevo por delante y me hizo caer al suelo. El chico me pidió ser su amiga. El chico que pregunto si podía sentarse junto a mí. El chico al que le arruine su trabajo con un bebida. El mismo que me abrazo cuando me vio triste. El mismo chico que aún sin sabes casi nada de mí y aún así decidió apoyarme. El mismo chico que en su tiempo ni voltee a ver. El mismo Ian. Y sonrió por todo lo que implica ahora ese chico en mi vida. Sonrió porque he tenido mucha suerte. ¿Y quién diría que ese chico y yo terminaríamos siendo algo más que amigos? Creando un pequeño mundo solo para nosotros. Solo Ian y Heather.

Se lo diría a la Heather de hace meses y simplemente se negaría antes esa posibilidad. A la posibilidad de por fin estar siendo algo más que una mancha gris, a ya no estar solo existiendo.

Notita: solo voy a decir que ¡QUE BONITO!

Y ejem, Mick, ni yo me lo esperaba chico.

Espero que les haya gustado tanto como a mí escribirlo.

Gracias por leer, lxs amo.

Con cariño, Cris <3 *se va sonríendo muy feliz.

Continue Reading

You'll Also Like

1.1M 103K 29
De la amistad al amor no hay solo un paso. Hay muros y barreras que hay que estar dispuesto a derribar o a dejar caer. ... Emily tiene un pasado que...
25.2K 3.1K 51
«A Lexi le gusta Ashton, el mejor amigo de su mejor amigo, a Luke le gusta Lexi, su mejor amiga. El verano después de la graduación llega: el ultimo...
47.4K 4.3K 23
Becky llega a la Universidad con su novia friend Y le toca sentarse con freen Qué es una chica interosexual Y tiene fama De usar a las chicas pero po...
3K 170 22
Azul Baker y Jared Anderson, dos adolescentes que desde el instante en que se conocieron pareciera que ya se habían visto antes. Y es que el destino...