Un desastre a primera vista

By andreawoon

201K 22.1K 3.3K

Cinco semanas. Ese es el tiempo que Carina Lombardi tiene para encontrar un acompañante para la boda de su h... More

SINOPSIS
1. -Malas ideas que parecen buenas.
2.- Farsa perfecta.
3.- Fantasmas del pasado
4.- Una lección
5.- El pasado y el presente
6.- Segundas oportunidades
7.- Mentiras
8.- Consecuencias
9.- Un pasado
10.- Secretos
11.- Apuesta
12.- Cita
13.- Redención
14.- Un significado
15.- Mentiras y más mentiras
16.- Las reglas están para romperse
17.- Un corazón roto
18.- El precio de un secreto
19.- Ilusiones a futuro
20. Adicción
21.- La carta que hace la diferencia
22.- En un instante...
23.- Un resultado para el futuro
24.- La promesa de un para siempre
26.- Promesas inciertas
27.- Sin importar el futuro
28.- Quizá es demasiado tarde
29.- El corazón siempre lo sabrá.
30.- El dolor de la verdad
31.- La historia completa.
32.- Los recuerdos de una vida
33.- No sé como, pero te quiero
34.- Empezar de cero
35.- La verdad de sí mismo
36.- La vida a futuro
37.- Una nueva página
38.- ¿Qué es el amor?
39.- Destinados a ser
40.- Una historia sin final.
EPÍLOGO
EXTRA
Agradecimientos

25.- Confianza rota

3.9K 430 71
By andreawoon


Carina.

Abbie me observa de una forma que no sé muy bien como interpretar. Se mantiene en silencio y eso solo hace que la ansiedad en mi pecho comience a hacerse más grande.

—Necesitas decir algo —pido —lo que sea.

—Es que en realidad no sé que decir —admite —no se me ocurre algo más que un "lo lamento", pero sé que no quieres escuchar esas palabras de mí así que no sé que pueda decirte para hacerte sentir mejor.

—Es una mierda —mascullo en un suspiro.

—Lo es, pero...hay una probabilidad de que la operación sea exitosa, ¿no es cierto? —mi amiga se incorpora y avanza hasta colocarse a mi lado en el sillón. Una de sus manos envuelve la mía y sonríe con calidez —mientras haya un rayo de esperanza, siempre debemos aferrarnos a eso, evitar que se apague.

—Es muy complicado cuando él parece no querer ninguna esperanza —admito —intento entenderlo, pero es más difícil de lo que esperé.

—No quiero que pienses que estoy poniéndome de su lado, pero no sabemos todo lo que ha tenido que lidiar para poder afrontar el diagnostico. No es sencillo enterarse que tu tiempo de vida tiene un límite. No lo justifico, pero Alessandro solo actúa con las herramientas que tiene, Cari.

Sacudo la cabeza, es cierto que desde que Alessandro informó que la cirugía sería su decisión final, parece estar un poco más positivo que en los meses anteriores, pero eso no me quita la espina en el pecho de que tal vez en realidad no tiene ninguna esperanza con que el tumor pueda desaparecer.

—Realmente todo sería más sencillo si Alessandro se hubiese marchado esa noche porque nunca signifiqué nada, creo que hubiese podido superarlo, esto...

—El hubiera no existe —me recuerda dejando una palmadita en mi rodilla —y lo que debes de hacer, es dejar de atormentarte. Las cosas ocurren por una razón Cari, aunque ahora no podamos entender el porqué.

—Supongo que tienes razón —concedo.

—Siempre la tengo —me dedica un guiño antes de incorporarse —ahora, ¿por qué mejor no nos animamos un poco?

—¿Tienes alguna sugerencia en mente?

Antes de que pueda escuchar la respuesta de mi amiga, dos toques en la puerta de la oficina nos interrumpen. Lili asoma y nos da una sonrisa de disculpa.

—Lamento interrumpir, pero hay alguien que parece interesado en tener una reunión contigo —informa.

—¿Quién?

—Dave Ricci —Abbie y yo compartimos una mirada.

—¿Dijo porqué está aquí? —inquiero —James no se encuentra, y según sé las negociaciones están siendo entre ambos.

—Dijo que era importante, y que necesitaba hablar en privado contigo.

—Bien, hazlo pasar.

Lili asiente, en cuando la puerta se cierra de nuevo, Abbie deja caer los brazos a los costados.

—Supongo que mi idea de salir a almorzar y beber algo tendrá que posponerse —masculla —te veo luego, ¿de acuerdo? Y si el idiota de Ricci comienza a ser un idiota, ponlo en su lugar.

—No tengas duda de que lo haré —confirmo despidiéndome de ella con un corto abrazo.

En cuanto mi amiga se marcha, camino hasta mi escritorio para poder esperar a Dave. La curiosidad de saber que lo ha traído hasta aquí se incrusta en mi pecho, y espero por el bien de mi paciencia, que no haya decidido cambiar de opinión con nuestro acuerdo.

—Señorita Lombardi —dice cuando uno de los guardias abre la puerta —que gusto verla de nuevo.

—Hola, Dave —me incorporo haciéndole un gesto para que se acerque —dejemos las formalidades de lado, creo que estarás de acuerdo con que no son necesarias en este punto.

—Como gustes —una sonrisa arrogante se filtra en sus labios —lamento haber venido sin aviso, pero hay un par de temas que creo que es importante tratar.

Asiento. Él se acomoda en el asiento frente al escritorio y cuando me mira, con un poco más de seriedad, sé que no está aquí por negocios.

—No estás aquí para hablar de nuestros casinos —murmuro —es sobre Sandro, ¿no es verdad?

No responde de inmediato, pero por la manera en la que su rostro se contrae, sé que he acertado. Se toma su tiempo para responder y mientras los segundos avanzan, sé que nada bueno puede haberlo traído hasta aquí.

—Escuché que decidió tener la cirugía —dice casi en un susurro —me sorprendió al inicio, los riesgos...

—Son altos —lo interrumpo —pero al menos tendremos una solución definitiva. El médico dijo que hay probabilidad de éxito, a un costo tal vez, pero la hay.

—¿Y estás bien con eso? —inquiere.

—Si eso me garantiza una vida a su lado, estaré bien —afirmo —incluso si él hubiese deseado hacer la quimioterapia y solo tuviésemos cinco años, estaría bien. Porque lo único que me importa es que él se recupere.

Dave sacude la cabeza.

—En realidad yo creo saber porque lo hizo —dice con seriedad —y tiene mucho que ver con el testamento que hoy en la mañana realizó.

—¿Testamento? —arrugo la frente —¿qué...?

—Las acciones que ha adquirido de mi casino, pasarán a ti cuando el...—aprieta la mandíbula —¿entiendes a que me refiero?

Intento dar una respuesta pero no la encuentro, ¿Alessandro va a dejarme sus acciones en el casino de Dave?

—Me lo informó esta mañana, y ahí entendí que él está convencido de que no saldrá de la cirugía.

Mi corazón se encoge ante las palabras que escucho de él, los recuerdos de los momentos que compartimos hace algunos días vuelven a mi mente y el dolor se vuelve más grande. Una parte quiere pensar que Alessandro continúa mintiéndome, pero la otra, la racional, dice que no puedo culparlo por querer dejar todo en orden, porque nunca sabemos que puede salir mal, nadie tiene el futuro asegurado.

—¿Y qué es lo que te molesta? —inquiero —¿Qué el esté convencido de eso, o que sea yo quien herede las acciones?

—¿Qué...?

—Porque parece que eso es lo que te ha traído hasta aquí —lo enfrento —¿es eso? ¿No quieres que me convierta en tu socia?

Parece como si lo hubiese ofendido en gran manera, se incorpora con rapidez y lo imito en cuestión de segundos, nunca me he intimidado ante nadie, y Dave no será el primero.

—No —dice con firmeza —he venido para saber si tu tuviste algo que ver con esto, porque tan de pronto Sandro ha hecho tantos cambios con sus acciones, con su dinero, con toda su fortuna. De un día a otro, eres de pronto la primera en la lista.

—¿Qué estás insinuando? —cuestiono con la ira creciendo en el pecho —¿crees que lo he orillado a que acepte la cirugía para quedarme con sus acciones?

Dave eleva el mentón, y sé que he acertado. La incredulidad se abre paso a mi sistema, salgo de detrás del escritorio para poder enfrentarlo, Dave se mantiene en su sitio, con la mandíbula apretada y mirándome como si de verdad creyera en sus acusaciones.

—Ustedes los Lombardi son conocidos por no ceder ante nadie, tu padre fue un hombre que se adueñó de casi todos los casinos de Italia, se expandió tanto que no me sorprendería que tú quisieras hacer lo mismo, Alessandro tiene el cuarenta por ciento de acciones en mis casinos...

—No me importas tus casinos, Dave —lo interrumpo —si fueses realmente un líder de tu imperio, no tendrías que preocuparte porque una mujer pueda tomarlas, nunca he estado interesada en ti más que en que dejaras de ser un obstáculo para mis casinos. Eso no implica que quiera adueñarme de tu negocio.

Sonríe, es un gesto frío, arrogante.

—Como yo lo veo, ese siempre pudo haber sido tu propósito. Aprovechaste la oportunidad cuando supiste que Alessandro era mi socio, el acuerdo, la alianza entre casinos, su relación falsa, y el hecho de que ahora él haya decidido tomar un camino que seguro lo lleve a la tumba, ¿realmente quieres que piense que no tienes nada que ver?

Siempre he sido una mujer que sabe como controlar sus impulsos, que nunca cede ante los sentimientos, o la presión. Pero esta vez me es imposible no reaccionar ante las acusaciones de Dave, ante el hecho de que él crea que he aprovechado la enfermedad de Alessandro como un medio para enriquecerme.

Reacciono por instinto, elevo la palma y en segundos mi mano impacta contra su rostro, Dave da un corto paso hacia atrás llevándose la mano hacia la zona en la que lo he golpeado.

—No vuelvas a atreverte a insinuar algo como eso otra vez —advierto —nunca he tenido la necesidad de aprovecharme de los demás para ser una mujer exitosa, si no puedes lidiar con eso, no trates de buscar culpables. La próxima vez que te escuche decir algo como eso te aseguro que mandaré a la mierda nuestro acuerdo, y entonces si voy a destruir tu estúpido negocio, y te juro que me esforzaré.

La puerta se abre, ambos volteamos y en cuanto reconozco a mi padre, creo que mi corazón va a estallar.

—Señor Lombardi...—Dave intenta hablar pero mi padre lo impide, sus ojos son fríos, la seriedad en su rostro es tan intimidante que no sé si debo preocuparme por lo que pudo haber escuchado.

—Odiaría tener que enemistarme contigo, Dave —dice estrechando la mirada —tus casinos son buenos, si no lo fuesen no hubiésemos buscado una alianza pero si vuelves a ofender a mi hija, del modo que sea, créeme, ella no será la única que ponga sus esfuerzos en acabar contigo.

Dave contrae el rostro con molestia, voltea hacia mí y elevo el mentón.

—Espero entonces estar equivocado contigo —dice casi con amargura —realmente espero no tener razón.

No se molesta en despedirse, nos da la espalda y se marcha con rapidez de la oficina. En cuanto estamos solos mi padre y yo, él camina con lentitud hasta cerrar la puerta. Permanece dándome la espalda por varios segundos antes de poder al fin mirarme, y cuando lo hace...cuando sus ojos se posan en mí...sé que escuchó más de lo que debió.

—Papá...

—Más vale que me tengas una explicación, Carina —dice con seriedad —la quiero, y la quiero ahora.

—No es...

—No trates de mentirme a la cara —dice con brusquedad —escuché claramente cuando Dave dijo "relación falsa", y no quiero pensar que realmente se refiere a lo que imagino, no quiero pensar que estuviste mintiéndonos todo este tiempo.

—Nunca quise hacerlo, de verdad, yo no...

—¿Así que Santori y tú en realidad no son una pareja? —pregunta y parece realmente indignado —¿tuviste el descaro de mentirnos a todos?

—Papá...

—¡Tuviste el descaro de llevar a ese hombre con nuestra familia y mentirnos a todos!

—¡No me dejaron opción! —estallo —¡Nunca quise meterme en este enredo!

Parece tener la intención de decir algo, pero se contiene. Sus ojos me observan por largos segundos antes de apartarse de mí y lucho contra las ganas que tengo de echarme a llorar porque se supone que nunca debió de enterarse de esto.

—¿Por qué lo hiciste, Carina?

El nudo en mi garganta aprieta con fuerza amenazando con arrebatarme la respiración. Aprieto las manos, clavando las uñas contra mi piel intentando distraer a mi mente de lo que tengo que enfrentar.

—Porque no quería acabar decepcionándote —susurro —porque no quería que creyeras que era incapaz de mantener un equilibro en mi vida, decías una y otra vez que el trabajo no lo era todo, pero para mí si lo era y eso parecía significar un problema para todo el mundo.

—Carina...

—Con la boda de Jacob, todo el mundo pareció creer que yo era la del problema, y cuando dijiste que tal vez debía tomarme un descanso para enfocarme en mi vida...—me detengo por un segundo para recuperarme —no quería que te arrepintieras de haber confiado en mí.

Papá luce tan decepcionado y eso consigue clavarme una maldita espada en el pecho.

—Así que tu mejor opción fue mentirnos a todos.

—No se supone que nada de esto resultara así —mi voz tiembla —yo no planeé que todo esto se saliera de las manos y Sandro...

—Alessandro te siguió en toda esta mentira, me permití confiar en él y resulta que ambos estaban muy ocupados burlándose de nosotros, ¿no es cierto? Parece que después de todo es un maldito actor, enfrentándose a tu tío, a mí, desafiando nuestras sospechas y haciéndonos creer que en realidad te quería.

—Él me quiere —corrijo —y yo lo quiero a él. Ahora ya nada es una mentira porque...porque siempre ha sido él, papá. Y sé que tal vez no me creas ahora, pero nunca esperé que esto se complicara tanto, todo acabaría luego de la boda de Jacob pero...

Él entiende de inmediato, sin embargo, no parece hacer ninguna diferente.

—Nunca me hubiese arrepentido de confiar en ti —dice con seriedad y parece como si el dolor se apoderara de sus ojos —eres mi hija, el hecho de que tuvieses o no una pareja, no cambia el hecho de lo orgulloso que estoy de ti.

Las lágrimas se agolpan en mis ojos, parpadeo tratando de alejarlas pero no lo consigo en lo absoluto.

—Nunca quise mentirte, yo no...

—No puedes cambiar tus decisiones —dice con seriedad —estoy tan decepcionado, Carina.

Sus palabras caen sobre mí y ahogo un sollozo porque él nunca ha dicho algo como eso, porque nunca me ha mirado de la forma en la que lo hace ahora.

—Decepcionado de que no confíes lo suficiente en mí, de que hayas preferido mentirnos a todos, a tu familia, a cada uno y hayas creído que no pasaba nada.

—Papá...

—Me has decepcionado, Stellina mia, ahora ya no sé si pueda volver a confiar en ti.

Sacude la cabeza y me da la espalda, me apresuro a acercarme pero él gira y me detengo de inmediato.

—No te vayas —casi suplico —por favor, yo no...

—Dile a Santori que nunca vuelva a ponerse frente a mí —advierte —a partir de ahora estarás a prueba, si descubro que me has mentido en algo más, Cari, aún cuando me rompa el corazón... le daré el poder a uno de tus hermanos.

Se marcha sin darme la oportunidad de decir algo más, en el segundo en el que la puerta se cierra, me rompo por completo. No soy consciente que estoy tomando el celular hasta que mis dedos comienzan a marchar su número.

Las lágrimas queman en mis ojos y no puedo retenerlas mucho más.

Hola, regina —su voz cálida al otro lado me arrebata un sollozo —¿Cari? ¿Estás llorando? ¿Qué ha pasado?

—Lo sabe —sollozo —mi padre lo sabe.

No tengo que hablar más, parece ser suficiente para él.

Dime donde estás —pide —estaré ahí pronto.

—En los casinos —aprieto los parpados —todo es un desastre, Sandro. Todo es un maldito desastre.

Shht, está bien —dice con tranquilidad —todo va a estar bien regina, lo prometo. Estaré ahí pronto.

Él continúa hablando pero soy incapaz de seguir escuchando, porque siempre supe que esto acabaría terriblemente mal, debí de haber escuchado a mi maldito cerebro cuando me lo advirtió.

Pero ahora la bomba ha explotado. Y no hay nada que pueda hacer al respecto. 

_________________________________________________________________________

Continue Reading

You'll Also Like

358K 17.4K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
35.9K 1.4K 23
¿Que pasaría si te sintieras completamente atraída por la prima de tu nueva compañera de trabajo? Descubre la historia de Chiara una artista emergent...
17.5K 1.3K 23
Ella creyó que cometía un error, pero todo puede cambiar cuando menos te lo esperas, en el menor tiempo posible. *** Después de sufrir una lesión que...
5.1M 443K 82
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...