El circo no tardó mucho en encontrar a Afton, ya que donde pasaba dejaba un rastro de llamaradas azules de un color neón. El sujeto seguía rasgando partes del circo y azotando objetos grandes en busca de X.O.R, gritando por cada cosa que rompía. -¡TE ENCERRARÉ EN EL LIMBO PARA SIEMPRE!-. Gritó. Félix dió un paso enfrente y chilló. -¡Afton, venimos a ayudarte!-. El mayor volteó bruscamente. -¡Pensé que sabías que el estaba aquí! ¡El nos pidió traerte!-. El peli-morado se dirigió a Félix, parando en seco a escasos milímetros de su rostro. -Eh... No creo que a Fede le agrade esta situación... -. Susurró. -¿Donde está?-. Volvió a preguntar. -No lo sé... Solo se que reside aquí-. Respondió firmemente. Osmar se arrimó a la escena. -Es como una sombra, sólo se mueve por las paredes-. Afton asintió. -Es un alma corrupta hijo... Si no está aquí... Ha de haberse escapado a la ciudad... -. En el momento, Gadiel se acercó. -¿Entonces no es inmortal?-. Cuestionó. El mayor soltó una carcajada. -¿Fran? ¿Inmortal? Eso es lo que él ha querido desde siempre. Es tan fácil como iluminarlo al completo para acabar con él-. Comentó. -Es un alma, les quema la luz solar-. Riley correspondió desde el público, a lo que Félix le reprochó. -¿Lo supiste todo este tiempo y no fuiste capaz de decirle a nadie?-. La chica volteó la mirada. -No quería que mataran a Lilyana... -. Félix tragó saliva. Las palabras de la peli-roja le hicieron recordar al día del show, en donde casi lo mataban por un simple beso en público. -Comprendo... -. Soltó. El rostro de Gadiel cambió a uno de indignación en cuanto se enteró que estuvo obedeciendo órdenes de un ser considerado para el "débil", gruñendo para si mismo. -¡COMO PUDO VERME LA CARA! ¡DESGRACIADO HIJO DE PUTA!-. Rugió entre llamaradas en la boca.
-¡Tranquilizate Gadiel!-. Chilló Jitterdoll, provocando que las llamas de su primo de apagarán por completo. -Comprendo tu frustración pequeño... También la sentí hace años... -. Suspiró el mayor. El peli-dorado sólo refunfuñó en respuesta. En todo este caos, una voz extraña salió por detrás de la sala, apareciendo junto a ella un sujeto que cambiaba constantemente de color y forma. -¿Glitch? ¿Que pasa?-. Preguntó Maite desde atrás, llamando la atención de todo público presente. -È qui... ¡¡È QUI!!-. Gritó. -Glitch... Relájate... Respira... -. Comentó, en un intento de tranquilizar al extraño sujeto. El mismo comenzó a relajarse a base de bocanadas de aire que iban de mayor en menor, extrayendo sonidos entrecortados y trabados. -Hazme señas como Fede te enseño... -. Soltó la chica. Glitch intento hacer lo que le pedía la chica, pero en contrario solo logró mover los brazos no sin antes ser atacado por las formas a las que cambiaba. De atrás suyo, salió la chica bailarina que se hallaba encerrada en las jaulas de Travis. -¡LILYANA!-. Gritó Riley con sorpresa. La chica le sonrió mientras los demás se movían para darle espacio, ya que esta era ciega, y podía ser que se chocara con alguien. -Genial, otra rarita más-. Gruñó Gadiel. Lilyana se detuvo en frente de Afton, y este se sorprendió ante la capacidad que tenía de caminar y percibir cosas aún con su ceguera. -Scream está afuera... -. Todo el circo quedó en silencio, incluido Afton, quién no sabía a quien se refería. Osmar alzó una ceja, rompiendo el silencio. -¿Screamer no está muerto?-. La chica asintió. -Esta afuera, pero no es él... -. Meg corrió en dirección a la bailarina. -¿Como que no es él?-. Preguntó entre lágrimas, puesto a que pensar en él le dolía bastante. -Se siente una sensación pesada... Es como si... -. Afton la interrumpió. -Como si estuviera atrapado en un limbo... -. Finalizó, correspondido por un asentimiento de la contraria. -Es él... -. Suspiró Félix. -Pues vamos para allá... -. Soltó Afton, sin despegar su mirada de la bailarina. Félix lo paró. -Necesitamos un plan... -. El contrario le negó con la cabeza. -Las mejores cosas salen improvisándolas Ustedes nunca se han enfrentado a un alma corrupta, y menos a una que lleva cartas del tarot... Un plan no te servirá de nada joven... -. El chico miro a otro lado, sabía que tenía razón. No conocía casi nada de las almas, y si estaba por ahí implicaba que tenían poco tiempo para actuar. Era o saltar o dejarlo escapar. -A Fran siempre le ha gustado jugar sucio... Si me quería aquí no era para nada bueno... -. Agregó el mayor con firmeza en sus palabras. -¿Entonces que haremos?-. El chico sonrió. -Lo que mejor saben hacer... Actuar... -. Afton dio un paso enfrente. -¿Son buenos para entretener, no? ¡Pues entreténganlo! Ese desgraciado me robó mis cartas del tarot hace años, y conociéndolo estoy seguro de que las lleva encima... Es con ellas con los que muchos de ustedes son... Especiales... Esas mismas tienen un poder único por cada una... Ahora... Con ese mismo poder es suficiente para abrir un portal al Limbo y encerrarlo para siempre... ¡Así recibirá el castigo que se merece!-. Fardax se arrimó. -¡Pero nosotros vivimos gracias a él! ¿Que haremos?-. Afton volvió a reír. -¡Puras falacias les han metido en la cabeza! Sus heridas están cerradas temporalmente gracias al gas que desprenden las almas de personas ya fallecidas... ¡El bosque está repleto de ellas! No tienen ninguna necesidad con Fran más allá de hacerle pagar lo que se merece... -. El circo dejó mostrar su asombro a base de quejas y refunfuños contra X.O.R, puesto a que les había estado mintiendo desde hace ya varios años. -Riley... ¿Esto lo sabías?... -. Preguntó Félix con decepción en su voz. La chica asintió apenada, mostrando una tristeza en sus ojos reflejada por las lágrimas que comenzaban a salirle. Félix dejó escapar un suspiro, dando a entender la decepción que tenía respecto a la peli-roja, quién ocultaba su rostro con sus coletas alargadas. Félix se agachó para abrazar a Fede, puesto a que tenía miedo de perderlo por culpa del gigante al que se iban a enfrentar. -Por favor quédate conmigo... -. Le susurró al oído, el contrario le correspondió el abrazo, apretándolo aún más junto a él. -Te prometo que cuando todo esto acabe tu y yo seremos felices... Tu, yo, y todos nuestros amigos... Estaremos bien... -. Fede le respondió ocultando su rostro en el pecho del contrario, buscando una manera de quedarse más cerca del peli-rosado. Era un abrazo del que ninguno de los dos quería despegarse, durando así todo el discurso que terminaba Afton junto al circo. -Glitch... Guíanos hacia él... -. Finalizó el mayor. El sujeto asintió con algo de pánico, y gracias a sus ruidos entrecortados, el circo fue capaz de seguirlo sin pierde. Félix pegó su cabeza junto a la de Fede, buscando el calor y la protección del contrario en ella en un intento de relajarse, este movimiento acabó con un beso entre ambos.
Una vez acabaron, Fede tomó la mano de su pareja, pegándose a él mientras avanzaba hacia el final de sus terribles tormentos y al inicio de una mejor vida para todos, asustados de cómo sería el cambio y que cosas les depararían en un futuro a ambos. Era hora de acabar con esto.
-Muy bien, lo más importante es que no tengan miedo-. Expresó Afton. -A Fran le encanta asustar a la gente... Siempre se ha creído más de lo que es... -. Refunfuñó. Gadiel volteaba la mirada cada que Afton recalcaba lo mentiroso y falsante que había sido X.O.R, realmente le molestaba haber sido engañado tan fácilmente, y más si se trataba de alguien tan "débil" como él. -Félix... Ten cuidado...-. Acabó Afton, justo antes de salir del local. El chico soltó un suspiro, y continuó los pasos del mayor, intentando guardar el miedo que le recorría el cuerpo. -¡MUY BIEN PERRA, DA LA CARA!-. Gritó Gadiel cuando salió de la entrada principal del Circo. Para su sorpresa y la de los demás, X.O.R no se encontraba por ahí. Únicamente se hallaba un cadáver de una persona parada cerca de la entrada. -Oh dios mío... Glitch no mentía... -. Soltó Fardax.
-¿C-Cómo es posible?-. Preguntó Osmar al aire. Los integrantes del local no tardaron en llenar el aire de murmullos y ruidos de confusión, los cuáles no tardaron en callar en cuanto sonó una de las voces más temibles que habían oído todos alguna vez. -Oh, pero claro que es posible... Jejeje... -. Rió el cadáver. -"X.O.R..."-. Pensó Félix. -Me sorprende el tiempo que te tardaste en aparecer, viejo amigo-. Volvió a reír. -Tú y yo dejamos de ser amigos hace ya bastante tiempo...-. Frunció el ceño Afton, quien se veía en su lenguaje corporal la rabia que traía. -Sigues siendo el mismo refunfuñón de siempre ¿No es así?-. Se quejó X.O.R-. -Y tú el mismo niño malcriado que conocí-. Le reprochó el peli-morado. A todo esto, entre el público, la chica que antaño se había desmayado corrió en dirección al cuerpo sin vida que permanecía de pie. -¡Mangle! ¡¡Detente!!-. Gritó Fardax. -¿Screamer?-. Preguntó. -¡¡¡ESE NO ES SCREAMER, ES X.O.R!!!-. Chilló Félix, pero antes de que la chica pudiera siquiera escuchar las palabras del peli-rosado recibió un fuerte impacto proveniente del cadáver, tirándola por los aires a metros lejos de él. -¡HIJO DE PUTA!-. Gritó Fardax, corriendo a abalanzarse hacia él. -¡ES AHORA O NUNCA!-. Chilló Byron, causando que casi todo el circo corriera en dirección a X.O.R con intenciones de matarlo. -¡¡AFTON!! ¡¿QUE PODEMOS USAR PARA DEBILITARLO?!-. Gritó Félix hacia el contrario, quien antes de unirse a la pelea le respondió: -A las almas corruptas les afecta la luz exterior, es por ello que Fran esta dentro de otro cuerpo. Intenten conseguir la mayor cantidad de luz posible-. Y dicho esto, sacó la varita "mágica" que siempre llevaba para unirse a la batalla. El cuarteto del bosque se miró entre sí y asintieron a la vez. Ya sabían que tenían que hacer.
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-Muy bien, luego me vas a explicar por que mierda estuviste ocultándolo todo durante todo este tiempo eh-. Le reprochó Osmar a la peli-roja, quien sólo se dispuso a bajar la cabeza. Dicho esto, Siguieron corriendo hasta llegar a la zona de Puppet. Una vez ahí, Osmar comenzó a dar direcciones de a donde ir. -Ve por el pasillo dos, yo iré por el tres-. Y dicho esto, ambos se separaron. Si Osmar conocía un sitio donde había iluminación, era sin duda la habitación de Gadiel. -"Maldición, como odio ese sitio..."-. Refunfuñó para sí mismo. No le tardó mucho más de unos cinco minutos llegar a la última habitación del pasillo; la de Gadiel, puesto a que debido a la situación y a los nervios que llevaba encima, corrió lo más rápido que pudo. -"Hagamos esto de una manera rápida y sencilla"-. Pensó. Finalmente tragó saliva para sí mismo y abrió la puerta con cautela. -Se supone que todos están fuera...-. Dijo en voz baja. Una vez abrió la puerta al completo, se adentró con cautelo, puesto a que no quería pisar ninguna de las manchas de petróleo líquido que se hallaban en el suelo, ya que todo en esa habitación era inflamable. Mientras caminaba al rededor, intentó agarrar la mayor cantidad de objetos sensibles al fuego para llevárselos, con cuidado de no encender ninguno. -"Vale... Con esto será suficiente..." -. Pensó. Y dicho esto, dejó escapar un leve suspiro, puesto a que su plan había funcionado bastante bien, o eso es lo que hubiera pensado de no ser por que pudo oír como la puerta del cuarto se cerraba con violencia. -"Ay no..."-. Pensó, no sin antes oír un grave rugido acompañado de una leve llamarada. -Te lo preguntaré una sola vez... ¿Que haces robando mis cosas?-. Osmar se quedó callado, puesto a que la voz se trataba de nada más ni nada menos que Gadiel. Lo único que pudo hacer fue darse la vuelta lentamente. -¿Sabes? Te lo agradezco. Por fin me has dado una excusa para matarte-. Rió, sacando de atrás suya el sable que solía llevar Félix. -¿De donde sacaste eso?-. Fue lo único que le salió a Osmar de la boca. -Bueno... Si tú puedes robar... ¿Por que yo no?-. Volvió a reír malévolamente mientras se arrimaba peligrosamente al chico. -Chao chao conejito...-. Susurró.
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-¿Que tal esto?-. Preguntó Félix al albino, quien asintió sin siquiera pensarlo. -¡Perfecto! ¿Crees poder cargar más?-. Fede le asintió como respuesta. -"Vaya... Si que es fuerte..."-. Pensó el peli-rosado, algo colorado. A todo esto, Félix pudo divisar un galón de gasolina debajo de una de las mesas centrales de la biblioteca. -¿Pero qué? ¿Por qué hay un galón de gasolina aquí abajo?-. Preguntó Félix, quien sin pensárselo dos veces, lo tomó para llevárselo.
¨Chucherías de Gadiel¨
Escribió el albino. -Okey... No... No voy a tocarlo mucho por si acaso-. Aclaró. Creo que con todo lo que tenemos será más que suficiente. Fede asintió, mostrando a la luz una leve sonrisa. -Pues vamos de vuelta al punto de reunión-. Ambos chicos asintieron y salieron de la biblioteca a la dirección ya dicha por el peli-rosado. -Es realmente increíble la energía que debes de tener para cargar todo eso y encima ir a mi ritmo-. Comentó Félix, causando en el contrario una leve risa muda.
Después de unos diez minutos, llegaron al punto de reunión, en donde se encontraron únicamente con Riley. -¿Y Osmar?-. La chica agachó la cabeza. -No lo sé... Esta tardando mucho... Y no es sólo eso... Lo que más me preocupa es que no vi a Jackson en su cuarto...-. Félix soltó las cosas que llevaba. -"Gadiel..."-. Pensó. Iba a salir corriendo, pero Riley lo detuvo. -Encárgate de ese hijo de puta, te debo una a ti y a todos por haber sido tan estúpida-. Comentó. -Riley... Ese tema lo tocaremos después-. Refutó Félix. -No se si vaya a haber un después con todo esto. Al menos quiero que una persona sepa que intenté ser una mejor persona... Además, soy del Alto Mando ¿No? Mi trabajo es apoyar a la clase baja...- Y dicho esto, salió corriendo en dirección a los cuartos. -Gracias... -. Dijo el peli-rosado en voz baja. Mientras se hundía en sus pensamientos, Fede le jaló de la ropa para llamar su atención. Era Travis plantándole cara a X.O.R.
-Hay que acelerarnos-. Comentó. Mientras los dos asentían, una extraña fuerza los separó casi al instante. -¡¡¡AGGHH!!!- Gritó Félix. -¡¿AHORA QUE MIER-?!-. Sus palabras se cortaron al ver una persona que les parecía familiar. -¡¡TÚ!! ¡¡TÚ FUISTE LA HIJA DE PUTA QUE CASI ME MATA USANDO EL CUERPO DE FEDE!!-. Le criticó, puesto a que la persona que estaba frente a ellos era nada más ni nada menos que la chica de pelo verde y capucha negra del bosque. -Yo no usé el cuerpo de tu amigo, ese fue un alma corrupta, y tampoco tenía intenciones de mataros-. Afirmó. -Pensé que como venían de parte de Fran iban a destruir la estatua de Afton, pero como veo que lograron liberarlo, vengo a ayudaros a encerrar a este despropósito de la naturaleza-. Finalizó. A lo que Félix quedó sorprendido. -Quién... ¿Quién eres?...-. La chica no se inmutó en voltear a verlo. -Mi nombre es Camila, y soy la otra hija de Afton-. Los chicos quedaron en shock. -¿ERES LA HERMANA DE OSMAR? ¡¿OSMAR TIENE UNA HERMANA?!-. Preguntó todavía mas confundido, sin embargo, en esta ocasión, Camila lo ignoró y se adentró en la pelea. A todo esto, Fede corrió de vuelta con Félix para abrazarlo. -Tranquilo, estoy bien-. Le consoló. -Ayúdame a terminar esto-. A lo que el contrario le asintió sin despegarse de él.
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-S-Sueltam-m-e... -. Entrecortaba Osmar, a quien apenas le llegaba aire a la cabeza. -Oh pero claro que no... Llevo mucho tiempo ansiando este momento...-. Rió Gadiel con malicia. A causa de esto, el mayor apretó aún con más fuerza. -G-Gadiel... Por tu b-bien... Suéltame... -. Entrecortó el peli-morado. En respuesta, el peli-dorado rió con aún más fuerza. -¡Venga ya! ¡¡JAJAJA!! ¡¿Que harás pequeñajo?! ¡¿Llamar al pobrecito de tu novio?! ¡¡Si no es ni capaz de quedarse quieto sin acobardarse con una tonta amenaza!!-. Rió aún más Gadiel. -L...Lo siento...-. Soltó Osmar, para acto seguido dejar caer su cabeza. Gadiel se quedó desconcertado unos momentos, pero pronto recuperó la compostura. -¡Que graaaaaaaaan truco conejo! ¡No me lo esperaba! ¡¡JAJAJA!!-. Se burló. Acto seguido dejó caer el suelo para ir directamente contra su cabeza. -¿Algo más que quieras mostrarme, conejito?-. Rió. En respuesta, Osmar le sonrió. -Nada... Sólo tu estúpida cara de imbécil...-. En respuesta, el peli-dorado frunció el ceño y sacó llamaradas de la boca. -Púdrete-. Y dicho esto levantó el sable para encajárselo en la boca. Gadiel estaba tan concentrado en su macabro acto que no se había percatado que alguien más había entrado a la sala, el cuál de un sólo golpe tras la cabeza logró tumbarlo hacia el suelo. -Mi heroína favorita... -. Rió Osmar con algo de dificultad, puesto a que se trataba de Riley. -No hay tiempo... Tenemos que ayudar a los pelotudos de ahí afuera, se ha armado la que no tienes idea-. Explicó. -¿Peleas en el Circo? Pfft-. Volvió a reír, esta vez sarcásticamente. La peli-roja ayudó al chico a recolocarse la cabeza. -¿Dónde esta tu novio?-. Preguntó con suma preocupación. -¿Jackson? Esta ahí atrás-. Comentó, señalando a la puerta. Riley volteó en la dirección señalada, y como tal decía su compañero, ahí estaba. -Será mejor que ayuden fuera, yo me encargaré de esto de ahora en adelante... -. -Todo tuyo corazón-. Finalizó Osmar.
Acto seguido, los chicos salieron hacia la salida, en lo que Jackson se quedaba en el cuarto. El chico tomó una gran bocanada de aire y congeló absolutamente toda la habitación, dejando únicamente a Gadiel, quien apenas tenía fuerzas para levantarse. -Vaya vaya... El abusón resultó ser abusado ¿Eh?-. Gruñó Jackson. El chico se espero a que el contrario lograra levantarse, para enfrentarlo cara a cara. En respuesta, Gadiel soltó una carcajada. -¿Es en serio Bonsua? -. Rió. -¡Podría matarte con un poquito de fuego!-. Volvió a reír. -Inténtalo-. Soltó el peli-azulado. Gadiel volvió a reírse, esta vez aún más alto, y le hizo caso al contrario, pero al momento de intentar sacar aun que fuera una mínima llama, poco o nada le salió. El rostro del chico fue cambiando drásticamente de una malévola a una de preocupación y sorpresa. -El fuego no es capaz de resistir climas tan fríos, deberías leerte un libro de vez en cuando...-. Le soltó Jackson. A lo que el contrario frunció el ceño. -¿Sabes que? A tomar por culo el fuego... Te voy a matar con mis propias manos...-. Jackson volvió a ponerse firme. -Inténtalo-. Volvió a soltar. Causando que el chico se enfadara aún más. -Te vas a arrepentir pedazo de m- -. Un movimiento rápido no dejó que terminara su frase correctamente. -Atrévete a insultarme otra vez... A mí... O cualquiera de mis amigos o compañeros... Y verás la obra de arte que haré con tus patéticas manitas pequeñas...-. Le soltó en cara, causándole al contrario un rostro de pánico.
-Heh... ¿Que curioso, no?. Mírate... Débil... Indefenso... Patético...-. Le reprochó Jackson. -¿Cómo se siente ser tan pequeño?-. Agregó. El chico no dijo nada, sólo se quedó petrificado. -¿Qué diría Jitterdoll si supiera el monstruo en el que te has convertido?-. Al oír esto, el chico intentó con todas sus fuerzas sacar una mínima llamarada, pero poco o nada pudo hacer para que eso sirviera. -Eso pensé... Eres un monstruo Gadiel...-. Y dicho esto lo soltó.
-Vete de aquí... Y jamás te atrevas a regresar...-. Agregó Jackson. -Por que el día que regreses... Será el día que finalmente apague tu llama para siempre... -. Finalizó. Gadiel intentó levantarse lo antes posible, resbalándose de vez en cuando en el intento de escapar de la situación. -¡SABRÉ SI ESTAS AQUÍ, ASI QUE NO ME HAGAS ACABARTE DE UNA VEZ!-. Gritó el peli-azulado, observando como el individuo que tanto daño le hizo durante tantos años desaparecía entre la oscuridad.