Antes que nada, gracias a esas personitas pacientes que además me dejaron mensajes bonitos en el tablero, al fin temriné el cap y aquí se los dejo...
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No deben de haber pasado más de dos horas, la guarida se encontraba en total silencio, al fin y al cabo es de madrugada y todos están dormidos, todos excepto por uno, Leon sentía los párpados pesados y aunque de forma inconsciente luchara por mantenerse despierto acabó perdiendo. Se vio a sí mismo entonces, envuelto en la más grande oscuridad, completamente solo- debo estar soñando- pensó, pero por lo general no puede darse cuenta si es que sueña, miró alrededor, pero no había nada, miró sus manos y las extendió hacia adelante, de esa forma descubrió que se encontraba atrapado entre paredes que era incapaz de ver.
Mientras tanto Leon se puso de pie y se pasó ambas manos por el rostro tratando de despejar la pesadez, esto tal vez les parecerá algo confuso, pero así es, al menos así lo puedo ver si me alejo de su mente. Raph estaba profundamente dormido a su lado, con Mike sobre su plastón igual de inconsciente. El orejas rojas se puso de pie en silencio y miró por momentos a sus hermanos, girando la cabeza levemente para adecuar su visión a la oscuridad.
Don, que descansaba del otro lado del gigante, sintió un escalofrío lo suficientemente fuerte como para hacerlo abrir los ojos, algo andaba mal y es muy raro que solo él se de cuenta, bien sabe que no posee ese tipo de intuición. Levantó el torso del suelo aún adormilado y murmuró un par de palabras que no supe distinguir.
-¿Lee? ¿Qué haces despierto?- dijo luego con voz ronca, cuando descubrió al orejas rojas de pie junto a Raph. Leon lo miró sin decir nada- ¿Leo?- Murmuró levantándose, rodeó a su hermano mayor para encontrarse con el azul- oye ¿me escuchas?
-...Me siento extraño Dee...-murmuró.
-eso es evidente-bostezó- déjame echarte un vistazo, no te muevas- Don fue por sus gafas, las había dejado junto a su escudo, las recogió y colocó sobre su cabeza- No entiendo por que te resistes tanto, es solo-no pudo terminar su oración, una mano apretaba su nariz y mandíbula manteniéndolas cerradas, sintió como se abalanzaron sobre él haciéndolo perder el equilibrio, se golpeó el caparazón en la arista del escalón de concreto, pero no tuvo tiempo de quejarse, tenía todo el peso de Leon presionando su pecho, brazos y cuello, incapaz de emitir más que un par de ruidos ahogados.
Estaba empezando a entrar en pánico, miró a Leon con ojos bien abiertos y trató de empujarlo o golpearlo, lo que sea para que lo soltara. Ahorcar a Don, sin embargo, es algo muy difícil de lograr, por lo que el plan sería otro. Leon se sentía terrible, empujando con fuerza las paredes invisibles que lo confinaban, algo está pasando, puede escuchar su respiración agitada, y una segunda que raspa y se entrecorta. Así siguió mientras su propio cuerpo empujaba la cabeza de su hermano hacia atrás y abría su mandíbula lo más que le era posible.
Sintió el aliento de Leon en su garganta y el peligro inminente, Don de alguna forma se las arregló para soltar uno de sus brazos y alejar lo más posible aquellos colmillos, se sacudió y juntando toda la fuerza que tenía lo pateó hacia atrás. El azul tuvo que soltarlo, pero se puso de pie rápidamente y volvió a atacar.
Don bajó sus gafas y examinó a Leon justo antes de que se le tirara encima, pero no había nada, ningún signo de magia, ¿no es el hechizo? Don, esta vez más preparado, empujó a Leon una vez más y se puso de pie.
-Ra-kh!- El orejas rojas lo tomó del cuello una vez más impidiéndole despertar al mayor- Leo- su voz a penas se escuchaba por la presión en su garganta- Leon- repitió forcejeando contra el agarre.
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-Este lugar otra vez...- susurró. Después de un par de minutos golpeando los límites de su oscuridad comenzó a desesperarse, gritó un par de cosas, pero no podía escuchar ni siquiera un eco a sus palabras, y mucho menos había quien lo oyese-...- tal vez le esta pasando lo que sus hermanos describieron; el laberinto, la oscuridad, el embrujo que los trajo aquí en primer lugar.
-No, no puede ser- negó para luego golpear con su hombro las paredes invisibles- no, no, no -repetía- yo no tengo nada, yo no- seguía golpeando con todo lo que su fuerza le permitía, pero a su parecer el espacio se hacía más estrecho, irónicamente el extendido panorama de eterna oscuridad lo hacía sentir enclaustrado. Entonces, cuando detuvo los golpes, empezó a escuchar más allá.
-Leo- era la voz de Don, débil y apenas audible, un susurro atorado en su garganta, como si se estuviese ahogando- Leon- se escuchó nuevamente, podía oír además el movimiento, su respiración agitada y el extraño gorgoteo de la saliva que no puede tragar por la presión en su cuello. Al orejas rojas no le fue difícil imaginar el panorama ahí afuera, se sacudió con espanto, gritando el nombre de su gemelo sin nadie para oírlo-suel-ta, Ghn- era una mezcla de miedo y enfado, pero con cada murmullo se pintaban leves líneas alrededor del azul, mismas que marcaban paredes.
Leon se esforzó en salir de su estado de desesperación y comenzó a pensar en cómo salir de ahí, su hermanito menor le contó que cada vez que hablaba, podía ver el camino. Pues bien, no importa cómo cayó en el hechizo, pero sea como sea, debía librarse de él. Sin embargo, Don no podía hablar con facilidad teniendo el antebrazo de Leon en su garganta. Debía despertar a Raph, a Mike, Aby o a quien sea, cualquiera.
Por suerte para ambos, no están solos. Además del señor "duermo como roca", mr. hechizado, cito psicópata (lo están estrangulando) y pues, Mike y Aby. Estaba la familia de los dueños de casa. Aunque la mayoría descansaban, Splinter tiene un sueño ligero y unas enormes orejas, lo primero que hizo tras abrir los ojos fue escuchar más allá de las paredes empapeladas y prestar mucha atención, asegurarse de que estaba oyendo correctamente.
Luego, y sin que sus pasos hiciesen crujir la madera bajo sus pies, se escabulló hacia la sala, ahí se encontró con los ojos del orejas rojas, brillando en un tenue neon verdoso, su peso recargado sobre el morado, a quien sujetaba firmemente, con un brazo en su cuello, y el otro empujándolo hacia atrás, sus intenciones, claramente no muy amistosas. Sin embargo la sola presencia de la enorme rata alertó el cerebro embrujado de Leon y cómo la tortuga inteligente que es, dejo ir a su hermano y brincó hacia atrás, Splinter se dirigió hacia él, pero con la misma velocidad de un parpadeo, azul tomó su espada y se perdió tras uno de sus portales, ni siquiera la rata fue capaz de alcanzarlo a tiempo.
Don tose y carraspea violentamente, una de sus manos masajeaba su garganta adolorida y la otra impide que caiga de cabeza al suelo. No le tomó mucho tiempo recomponerse y ponerse de pie, Splinter se le acercó sin decir una palabra, no había por qué, la pregunta sigue en el aire, tan visible como las marcas en su piel, que de apoco se desvanecen.
A juzgar por los ojos de la tortuga, Splinter podía imaginar que el ataque fue repentino y la causa, tal vez incierta, era para ponerlos a todos nerviosos.
-¿Estás bien Donatello?- preguntó, y aunque tal vez "este" Donatello aún tenga sus reservas respecto al mayor, de momento se podría decir que lo salvó.
-S-sí- contestó, sorprendiéndose a sí mismo por la forma en que su voz se escuchó. Solo entonces el gigante dormido parecía tener intenciones de despertar, el movimiento hizo a ambos dar un par de pasos atrás, dándole espacio al mayor para erguirse y dejar con cuidado a Aby, Mike, y al pequeño Mayhem (hecho una bolita peluda y perezosa) con cuidado en el piso.
Ellos aún parecían dormidos e ignoraban lo que había ocurrido en su totalidad. Raph frotó sus ojos y miró hacia abajo, la expresión de espanto en el rostro de Don fue lo que realmente lo despertó, las preguntas no tardaron; ¿Qué tienes Donnie?, ¿Qué pasó?, ¿Estás bien?, ¿Dónde está Leon?, ¿Qué ocurre?, disparadas tan juntas unas de las otras que simplemente es imposible contestarlas. Splinter intervino alzando levemente las manos frente al rostro del rojo, si seguía con esa actitud no llegaría a ningún lado.
-Creo que Leon fue afectado por...por el hechizo- contestó luego, esa pequeña pausa evidencia de sus dudas, porque, aunque los síntomas cuadren, el análisis no está de acuerdo. Raph arrugó la nariz y sus ojos se cristalizaron, Mike y Aby, ya un poco más despejados, se insertaron en la conversación inmediatamente.
-¿Qué?, pero él no tenía nada- Dijo Aby.
-Raph lo escudó, lo recuerdo, cuando esas, amm- hizo un par de gestos con las manos- caracolas, creo que eso eran, salieron disparadas.
-¿Qué caracolas?- preguntó la chica acomodando a Mayhem en su regazo.
-Las del hechizo- contestó Don- la bruja nos lanzó esas cosas como proyectiles, es lógico pensar que si nos tocan, nos hechizan- Splinter se sentía totalmente ajeno a la conversación, pero permaneció en el lugar de todas formas, el morado se puso una mano en el mentón pensativo- asumo que una de ellas habrá impactado a Leon de alguna manera, tal vez no le afectó inmediatamente por lo mismo, recuerdo que a nosotros- y con nosotros se refería a Mike, Raph y él- nos dieron varias, tal vez eso produciría el efecto inmediato, aunque solo es una teoría.
-Entonces ahora es Leon a quien tenemos que encontrar- dijo Mike, Raph se quedó callado un momento, la preocupación volvió a nacer en él, era el único que no había tenido que ver a uno de sus hermanos controlado por el embrujo, no estaba seguro de qué esperar, pero a juzgar por lo que trató de hacerle a Dee, estrujaba su pobre corazón.
-sí...-respondió sin más, pero sus ojos se movían de un lado a otro temblorosamente.
-Hay algo más que quieras decirnos Dee- consultó Aby con gentileza, sabía que algo no cuadraba en la mente del morado, pero no quería presionarlo de ninguna forma.
-Pues...-comenzó, se quitó las gafas de la cabeza y las sostuvo, enfocando su mirada en ellas mientras explicaba- Logré, por un momento, hacer un rápido análisis a Leon, si hubiese tenido un poco más de tiempo tal vez podría haber hecho algo más minucioso, pero a penas si le eché un vistazo y...
-¿Don?
-Bueno, el punto es que, no estoy seguro de si lo que le pasa a Leon es por el hechizo, no tenía rastros de magia.
-Y-y, ¿eso qué significa Don?-Raph al fin se animó a hablar, juntaba sus manos algo ansioso, tenía un mal presentimiento respecto a lo que su hermano trataba de decir, incluso cuando prefería creer que no sería nada malo.
-Significa que, o Leon está así por una razón "no mística" o el hechizo terminó de "hacer su efecto", ¿entiendes?
-...
-Ya ha pasado mucho tiempo Raph, puede que no haya cura- concluyó.
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Y corrió, corrió y corrió y no se detuvo hasta que la distancia entre el edificio en el que estaba y el de al frente se hizo muy grande para saltarla, respiraba el aire de la madrugada cómo si hubiera estado horas bajo el agua, no estaba cansado y había corrido distancias más largas, sin parar, en otras ocasiones, pero esas veces sus pulmones no ardían como el interior de un volcán, sus extremidades no temblaban y sus ojos no estaban oscurecidos de esa forma, a penas dejando que una leve luminosidad verdosa se colara en donde debían de estar sus pupilas.
Su cuerpo se paró entonces en el borde de la azotea cómo si estuviera a punto de saltar a la carrera, cosa que claramente no iba a suceder, pero el pensamiento se cruzó por mi mente. Hablando de mentes, Leon no se encuentra en calidad de evitar estas extrañas emociones, pero puede sentirlo incluso desde su enclaustramiento. El pánico, es algo que bien conoce, está teniendo un leve ataque de pánico justo ahora, afirmándose de las paredes invisibles, respirando con irregularidad y temblando cual hojas en una noche tormentosa. En serio espera que Don esté bien, que la razón por la que no pudo escuchar nada luego del filo de su espada, sea únicamente porque su subconsciente, o lo que sea que esté controlando ahora, quiso abrir un portal y no acabar el trabajo, no es estúpido y tiene una gran imaginación, tan buena que es capaz de idear cada fatídica posibilidad y reproducirla cómo una película de horror una y otra vez.
Notó una leve brisa, y consciente de que las únicas pistas de lo que ocurre en el exterior son sus demás sentidos trató de recuperar la cordura, este viento no llega a las alcantarillas, debe estar afuera, en algún lado. Lamentablemente es incapaz de hacer algo al respecto debido a su condición, es la primera etapa, le dijo Dee una vez, cuando la oscuridad es todo lo que tienes. En la segunda podrá ver, pero solo es solo para empeorar la tortura, para que pueda ver lo que estas haciendo y sienta la impotencia de no poder hacer nada al respecto. En la tercera, y esto a penas se lo dijo hace poco, es posible que comience a desaparecer, que Leon se desvanezca para dejar en su lugar algo nuevo, algo que no es él...
Sin alma, sin mente, solo una carcasa vacía.
Já...y tenía que pasarle en otra dimensión, como si no tuvieran grandes problemas ya- pensó en un vago intento de distraerse. Pensó que no había nada que hacer, que debía confiar en que sus hermanos lo rescataran así como él lo hizo antes.
Pero su caso es distinto, así me parece, porque luego de un rato, cuando el ardor cesó y su respiración volvió a la normalidad, esos ojos hechizados parecían conscientes, no se ve como el ángel, claramente no se comporta como un salvaje, y mucho menos como un monstruo. Leon se retiró del borde con el rostro serio, caminó con calma y bajó a los callejones, no se que está haciendo...no se que va a pasar ahora...
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De regreso bajo la superficie, todo el movimiento de los problemas esta madrugada sacudieron los ánimos, poco después, y aunque quedasen algunas horas para el amanecer, ya estaban todos despiertos.
Don relató nuevamente lo que había pasado, mencionando más de una vez que ya tenía sospechas previo al accidente, cuando llegó a la última parte, esa que dice: es probable que sea permanente, el aire se volvió tenso una vez más, los problemas regresaron (y pensar que por un instante creyeron que solo hacía falta la máquina y se terminaría esta pesadilla).
Volviendo al tema, ya casi amanece, no hay tiempo para hacer una búsqueda del azul, no para los chicos de esta dimensión, al menos, están castigados. Pero Raph no sigue ese reglamento y es el líder de su equipo, se niega rotundamente a cruzarse de brazos mientras un miembro de su familia está ahí afuera en peligro. Ni siquiera fue necesario mencionarlo, Raph ya estaba tirando las colas de su bandana y ajustando las vendas en sus nudillos. Estaba listo para ir por él.
Splinter pasaba su mano sobre su barba pensativo, desde que estos muchachos habían llegado a su hogar jamás había visto en realidad los efectos de aquel hechizo del que tanto hablaban, no pudo evitar pensar en sus hijos, en lo horrible que sería verlos tratar de destruirse los unos a los otros.
¿Debería dejar que sus alumnos los ayuden? ¿Acaso valen el riesgo? Es algo complejo de decidir en estas situaciones, esta dimensión no es cómo la suya, no es luz y color, no pueden salir a la calle y esperar que nadie los note, los enemigos no razonan, no hay magia, no existe la misma seguridad. El mundo es cruel y peligroso, por muy fuertes que sean sus hijos, nada garantiza que regresen a casa y eso es…es terrible, pero es lo que es. Los humanos no tendrán piedad, Destructor no tendrá piedad, si es estricto con sus reglas no es más que para mantenerlos a salvo. Son todo lo que tiene.
Sin embargo, estos tres, por muy diferentes que sean, tienen algo de sus hijos en ellos, algo que no puede describir con claridad, aunque lo haya intentado desde que Leon apareció en su sala. Raph sacudió un poco sus hombros y miró a Leo esperando cualquier comentario de su parte, el líder azul miró a su padre esperando su aprobación o que les negara la salida, pero por un par de largos segundos no emitió palabra alguna.
Mike y Aby se subieron al caparazón de Raph en silencio, siguiendo las órdenes silenciosas del rey rojo, Don le hizo una leve seña con la cabeza al azul, cómo queriendo dejar en claro que no era necesario que los acompañaran, que irían de todas formas.
-Leonardo- dijo Splinter luego de que la tortuga mordedora diera un par de pasos más hacia la salida- pueden ir con ellos…- dijo, casi como si estuviera admitiendo una gran desgracia, Leo creyó haber entendido mal, debió de haber dicho un "no" antes de su última frase, solo que no lo escuchó.
-Disculpe sensei, ¿qué fue lo que dijo?- preguntó respetuosamente, su cabeza ligeramente inclinada, quería estar seguro de oír bien cada palabra.
-Vayan con ellos, encuentren a Leon, traiganlo y que nadie los vea- contestó. Rafa hizo una mueca incrédulo, Mikey dio un brinco de emoción y Donnie puso una cara de horror digna de película.
-...Hai sensei- contestó asintiendo, ya le preguntaría después el porqué de sus palabras, ahora es mejor irse antes de que se arrepienta. Las tortugas no tardaron en salir de la alcantarilla y la enorme rata regresó a su soledad, esperando que salga bien, que no tengan que preocuparse por mucho más que Leon, que regresen sanos y salvos.
Me pregunto que se encontrarán ahí arriba.
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A ver lloren...
Me costó escribir este cap, uno; porque tenía un bloqueo y dos; porque se me juntaron todos los proyectos y pruebas, que es fin de año y todo esta en llaaaaaamas, eeeen fin, espero no tardar mucho en escribir el siguiente.
Se quema, carboniza, se hace polvo y se desaparece*