Muchas ideas habían sido dadas, desde flores hasta autos, y Lewis sabía cuál sería su curso de acción.
Intuyo que el omega iría tras Max, puesto que su noviazgo era reciente y la carrera era relativamente cerca.
Aun así le dio certeza cuando después de hacer un grill the grid, escucho como Carlos decía que irían a su casa a España, y como Checo llegaría ahí el sábado.
Se puso manos a la obra y encargó unos cuantos ramos de flores, que le llegarían a su ático.
El mismo seleccionó cada ramo, se trataban de rosas rojas y tulipanes amarillos adornados con papel dorado, era tan tierno.
Otros eran girasoles y orquídeas. Adornados con papel color melocotón.
Incluso Roscoe lo miraba feliz, como si supiera que el alfa era feliz.
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El miércoles por la mañana Checo despertó y envió mensajes de ánimo y cariño a Max, recibió emojis de corazones y otros que no entendía.
Dejo el celular y optó por hacer un poco de ejercicio antes de reunirse con algunos socios de Mónaco, tenía que terminar sus asuntos pronto, así más rápido estaría con Maxie.
Nunca le gusto reunirse en persona, pero eso haría que fuera más fácil acabar con esos asuntos.
Se vistió con un short y una playera deportiva, nada ostentoso, al final ni siquiera saldría del edificio.
Hizo un poco de cardio en la caminadora, hasta que recibió una notificación de su padre, la ignoro, pero sus ganas de hacer ejercicio terminaron, qué suerte que el edificio donde estaba tenía su propio gimnasio privado. Se seco el poco sudor que había generado, y partió de nuevo a su departamento, no quería que se le hiciera tarde
Al llegar a lobby vio como este había sido inundado de por lo menos 30 arreglos enormes de flores, cosa que hizo que su nariz empezara a picar, ¿acaso había orquídeas?
Era alérgico.
El portero al ver como su inquilino empezaba a estornudar le ofreció pañuelos, pero Checo solo corrió al ascensor tapando su nariz.
Por el espejo del ascensor pudo ver como su nariz ya estaba roja al igual que sus ojos que hasta lloroso se pusieron, el polen era una cosa terrible.
En cuanto entro a su lugar, busco las benditas pastillas y las tomo, ni siquiera le importo el agua, no quería que pronto su garganta se cerrara y tuviera que ir al hospital.
Una llamada entro a su celular, era un número desconocido, tal vez algún socio, por lo que contesto sin pensarlo mucho.
"Espero disfrutaras de las flores, pero ninguna se comparará nunca a tu belleza y su aroma queda opacada por tu esencia natural" Checo rodo los ojos, porque solo había un alfa que enviaría tantas cosas y diría eso.
"¿Lewis?" el alfa al otro lado tenia una sonrisa, porque su querido Sergio reconocía su voz, aunque sonaba algo raro.
"¿Sergio?" respondió el alfa intentando jugar
"Fuiste tú, por tu culpa no puedo respirar" el omega esta enojado, y le contesto furioso, dejando sus modales de lado casi le dice una grosería, pero no quería alterarse más.
"¿Estas bien cariño?" la voz sonaba preocupada, Checo volvió a rodar los ojos.
"Lo estaré si no me molestas Y NO SOY TU CARIÑO" y colgó, no le interesaba alargar una conversión infructífera.
Odiaba tener alergias por flores tan bonitas, pero no podía evitar que el alfa británico le desagradara, afortunadamente siempre tenia algunos antihistamínicos extra, nunca se sabía cuándo podía exponerse a orquídeas, pero aun asi le enojo, eso parecía un regalo de cortejo, por un momento se planteo decirle que ya estaba marcado, pero el aun quería tener ese secreto como propio, además de que si los medios se enteraban su reputación no sería exactamente la mejor y ni hablar de la de Max.
Su celular volvió a sonar y Checo enojado contesto sin ver el nombre
"Que parte de que no me molestes no entiendes" y colgó.
Fue a sus llamadas recientes, para bloquear ese número, pero la última llamada no era de Lewis.
Era Max.
Oh mierda.
Rápidamente le marco, y afortunadamente le respondieron al primer pitido.
"Cariño, lo siento, pensé que eras alguien más" se disculpó Checo antes de siquiera decir hola.
"Lo supuse, Daniel está riéndose de mi cara confundida, pero no hay problema, tuve un rato libre del entrenamiento, nunca pensaras que tanto debemos entrenar el cuello" vaya que lo sabía, tal vez extrañaba esas épocas, pero ya habían pasado.
"Lo sé, y que lindo eres al llamarme ¿quieres que te cuente porque esas palabras?" si, a ellos también les gustaba el chisme.
"Cuenta" se escuchó como el alfa sorbia algo, esperaba que fuera un jugo o agua, no quería que tomara tantos red bull, no importaba que fuera su marca, primero era su salud.
"Bueno, Hamilton envió toda una florería, y había orquídeas, a las que soy alérgico, y ya imaginaras los estornudos, incluso mis ojitos lagrimearon" el alfa soltó un gruñido, era injusto que el primero que le diera flores a su omega fuera Hamilton y no el.
Al menos el le dio su virginidad. Eso debía ser un plus.
"Pobre omega mío, pero ¿Cómo consiguió tu dirección?" pregunto, preocupado de que lo fuera a visitar.
"No lo sé, pero afortunadamente me iré pronto" suspiro el omega feliz de dejar el país y seguir a su alfa
"Ya quiero verte de nuevo, creo que los chupetones que me dejaste se desvanecerán rápido" susurro el alfa, oh, su chico estaba diciéndole eso, con publico tal vez.
"Tendrás más, aunque admito que mis muslos un duelen" empezó a provocarlo
"Mi espalda tiene algunos rasguños, aunque admito que me gustaría sentirlos por más tiempo" oh, si quiere jugar, jugaran.
"Cuando nos veamos de nuevo te besare hasta que olvides cada marca que te he hecho, y nuevamente hare cada una de ellas, y rogaras mi alfa"
"Oh eso suena exquisito, no puedo esperar"
"Ay no, mi alarma sonó, debo ir a darme una ducha e ir con algunos inversionistas, te marco en la noche" y el momento se rompió.
"Bien, te quiero, adiós bonito" se despidió el alfa, contento de que al menos pudo escuchar la voz de su omega
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Cuando George era un niño, sabia que no era normal, o bueno, siempre fue mas alto y mas lindo que los demas, pero le gustaban tanto alfas como omegas, y eso no estaba bien según él, creyó que era malo, pero después conoció parejas que se conformaban o solo de alfas o solo de omegas, entonces creyó que no era tan malo que sus gustos fueran de esa forma.
Después conoció a Lewis Hamilton, oh, su primer amor, y no amor como un simple fan, desarrollo sentimientos verdaderos, y cuando se convirtió en su compañero de equipo pudo decir que fue el mejor día de su vida.
Asi que olvido momentáneamente sus gusto por los omegas, hasta que el famoso hijo de Schumacher llego a su vida, ese rubio con unos preciosos ojos azules, que transmitían inocencia y pureza, el expiloto mantuvo a su hijo casto, y George sintió que su mundo se puso patas arriba, nuevamente.
No podía tener sentimientos por dos personas, de diferentes castas, y que estaban en Mercedes con él.
"Hey George" Mick saludo, si bien le gustaba pelear con el omega rubio, no significaba que le dejara de gustar, aunque su corazón se resquebrajaba poco a poquito al saber que a Mick también le gustaba Lewis, dudaba que Mick quisiera algo con él.
"Hola Mickey, ¿listo para ir a España?" pregunto con ligero entusiasmo, para que no se notara su interés real.
"Claro, crees que iremos en el mismo vuelo que Lewis?" inocentemente pregunto el menor.
"Lo dudo, él se quedará y llegara el jueves, al parecer no sabe lo que es no, respecto a Sergio, yo por otro lado me iré esta noche" dijo despectivamente
No lo malinterpreten, el no tenia nada en contra del mexicano, solo que el saber que él, sin esfuerzo alguno, solo con existir, ya era suficiente competencia para ellos dos, era tan frustrante, y cada que intentaba hablar con Lewis, este solo estaba planeando su estúpido cortejo, era obvio que Sergio lo rechazaría, claramente se notaba que el mexicano estaba enamorado de Max.
"Oh, ¿entonces nosotros podemos viajar solos?" oh, ahí estaba su corazón palpitando por un omega.
"No lo creo, somos competencia, y no hablo de F1"
"Yo creí que eso era solo un juego, no creo que él nos elija" Mick se veía confundido, hasta giro en su cabeza, era la perfecta comparación de un cachorro Golden retriever.
"No lo es Mick, asi que si me permites tengo cosas más interesantes que hacer" y nuevamente se comportaba como una mierda, pero el prefería romper el corazón de Mick, a que Mick le rompiera el suyo al rechazarlo.
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Era miércoles por la mañana
Lewis se daba golpes contra la pared, metafóricamente, porque su primer intento había resultado fatal, ¿Cómo iba a saber que Sergio era alérgico a las orquídeas?
Estaba por salir del hotel con rumbo a una de las reposterías mas famosas, donde se preparaban exquisitos postres con chocolate y muchas cosas más, esta vez se aseguraría de comprarle algo delicioso, nadie es alérgico al chocolate afortunadamente.
"Hola Mick" saludo al alemán, y al parecer lo asusto, porque se sobresaltó, al parecer estaba jugando algo en el celular.
"Ah, hola, ¿saldrás?" pregunto Mick retirado sus airpods
"Si, iré a comprar postres, ¿quiere venir conmigo?, se que tu vuelo sale en la noche, y tal vez estas un poco aburrido" Lewis no pensó que la simple idea de salir a comprar postres hiciera sonreír tanto a Mick, se veía tierno.
"Claro, aunque deje los carbohidratos tal vez me puedo permitir alguno, además es divertido salir" respondió el alemán sonriente y muy animado
"Seguro, te esperare en el estacionamiento, iremos en la camioneta que nos lleva al paddock"
"Solo avisare a los demas y llego" Lewis vio como Mick casi volaba mientras esquivaba al staff.
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Mick por dentro estaba que explotaba de felicidad, el alfa que le gustaba lo había invitado a ir de compras, osea, eso contaba como una cita ¿no?
George estaría tan celoso.
Le envió un mensaje al grupo de amigos que tenía, todos le desearon suerte, era tan feliz.
Se arreglo un poco el cabello, pero no tanto para no parecer que se había esforzado, opto por una camiseta que destacara su pecho y se pegara en su cintura, además de unos pantalones ligeramente entallados, se sentía sexy, asi que esperaba que Lewis lo apreciara, evito ponerse alguna colonia para que su aroma natural de cerezas y nuez moscada saliera a flote.
Rápidamente llego a la camioneta, Lewis había posteado una selfie en Instagram, la apreciaría después, ahora tenia al real a su lado.
"Luces bien, me gusta ese tono de gris, combina con tus ojos" halago Lewis, en cuanto le puso atención a Mick, el como alfa sabia que a los omegas le gustaban los halagos. Y el em especial quería hacer sentir bien a este omega.
Mick solo se puso rojito, y dio un silencioso gracias.
"¿A dónde iremos?"
"Es una repostería artesanal, esta algo oculta, pero basados en las recomendaciones, vale ir, quiero comprar algunos dulces y chocolates" aseguro el alfa.
"Yo moriría por comer una rebanada de Gâteau du Vully, en casa mi madre compraba y lo llevaba a casa cuando no podíamos estar con papá" los ojos del omega se oscurecieron al pensar en su padre, incluso su sonrisa decayó.
"No se que es, pero tal vez lo vendan, es una repostería enorme"
"Oh, pero es suizo, pero creo que hay una versión francesa, tal vez lo encontremos" el alfa quería que el bonito omega sonriera de nuevo, su alfa insistía.
"Lo buscaremos y si es tan delicioso como dices comprare yo también"
Ambos platicaron todo el camino, la platica fue amena y llena de risas o comentarios acerca de las carreras, Mick estaba feliz de que en ningún momento Lewis hablara o preguntara sobre Sergio, asi que el alemán lo tomo como una cita, al menos esperaba que eso fuera.
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El omega británico había sido informado como Lewis y Mick salieron a pasear en Mónaco, y la fea sensación que se arremolino en su pecho no supo si atribuirla a celos por el alfa o por el omega. Por ello solo ignoro lo que su asistente le dijo y se coloco los lentes oscuros, tal vez de esa forma no se notaria como lagrimas se comenzaban a formar en sus ojos.
Afortunadamente no viajaba solo, sino se moriría, Yuki y Pierre viajaban con él, era un vuelo privado, no por parte de Mercedes, además de que Toto no se hubiera negado, pero el no quería viajar con ninguno de sus compañeros, por eso aceptó la oferta de Yuki, como amaba a ese japones furioso.
"Yo digo que Lewis seria muy estúpido si sigue el consejo de Lance sobre el auto de lujo" dijo Yuki mientras sorbia una limonada que Pierre le había traído, porque después del incidente con la camarera, el francés estaba muy complaciente con su omega. Y de preferencia evitaban a todo tipo de servicio, y más aún omegas.
"Yo te compre un restaurante querido, el amor nos hace hacer locuras" intervino Pierre.
"Si, pero lo hiciste porque sabias que yo te correspondo, no lo hiciste porque tienes una corazonada de que están destinados a estar juntos, además ambos éramos solteros" con ademanes explico el asiático.
"Bueno, pero que tal y si son tal para cual, no conozco mucho a Checo, pero si conozco a Max y él nunca tuvo algún novio, entonces no sé cómo juzgar, solo conozco bien a Lewis" divago Pierre, sin notar como el aroma de George se volvía ligeramente mas acido, y eso desagradaba a su nariz sensible, además de que no le gustaba ver triste a su amigo.
"Amor" dijo dulcemente Yuki
"¿Si mi lindo algodoncito?" pregunto el francés
"Cállate" y la mirada de Pierre fue de resignación y opto por seguir con el libro que ya tenía abierto.
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Mick estaba feliz, bueno, feliz era poco, estaba radiante y explotando de felicidad, nunca había pasado tanto tiempo con Lewis, y ni siquiera habían hablado una vez sobre autos o carreras, era su cita soñada.
Caminaban en los pisos marmolados, los olores dulces predominaban, pero no era empalagoso, era exquisito.
La repostería era enorme, parecía sacada de otra época, había todo tipo de postres, incluso de otros países, y lo curioso era que no había gente, solo había trabajadores, eso era sospechoso y su con su curiosidad no pudo resistirse
"¿por qué no hay otros compradores?"
"Bueno, porque el dueño es gran fan mío, y permitió que la repostería fuera cerrada hasta que nos fuéramos" ventajas de ser Lewis Hamilton, pensó el omega
"Oh, al parecer ser famoso tiene sus beneficios"
"Lo dice el hijo del siete veces campeón, es claro que si tú dices tu nombre es probable que te dejen entrar en cualquier lado" la mención de su padre era algo doloroso, pero intento sonreír, casi nadie en la parrilla actual sabia acerca del estado de salud verdadero de su padre, y Lewis hizo una mueca, sabía que no debió decir eso.
"No es asi, o al menos no ahora, ahora yo deseo hacerme un nombre propio, no solo ser hijo de mi padre" contesto el omega intentando que lo de su padre no afectara, ya había aprendido a aceptarlo.
"Eso me parece genial, pero al menos sabemos que a Roscoe no le importa tu apellido, él te adora" animo Hamilton
"Y yo lo amo a él, es tan tierno" sinceramente, pensó el omega, ¿Quién no amaba a Roscoe?
"Espero no se desespere por estar sin mí, probablemente sus cuidadores lo estarán consintiendo"
"A veces solo quiero ser Roscoe, tiene lo mejor, tiene fama, tiene fortuna y te tiene a ti" Mick vio de reojo al moreno, esperando que captara la indirecta, pero este siguió caminando como si nada.
"Es como mi hijo, claro que me tiene a mi" bueno, ¿acaso el mayor no sabía captar indirectas o qué?
"Claro"
"Creo que yo ya tengo lo mío, ¿Por qué no buscamos tu postre?" dijo Lewis que mostro su canasta casi llena.
"Claro, vamos" y como niño emocionado tomo la mano de Lewis y fueron en dirección de los postres suizos"
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Lamentablemente la búsqueda del postre no dio resultados por lo que solo compraron unas barras de chocolate suizo junto a unas rebanadas de pastel de manzana para Toto, que recientemente tuvo un gusto por las manzanas.
Para Lewis ese fue un día agradable, se sentía casi completo, pero aun faltaba algo, supuso que ese algo era Sergio, pero no lo sabía a ciencia cierta.
Mick era un excelente compañero de compras, y aunque había ducho que no comería mas que un solo postre, perdió la cuenta después de la tercera galleta y la segunda prueba de pastel de chocolate, era tan tierno ver al rubio con las mejillas manchadas, algo en su interior se removía.
"Creo que deberíamos irnos ahora, pronto atardecerá y tu debes tomar un vuelo, además de que si nos quedamos engordaremos por tanto azúcar, aunque esa si es una buena forma de ganar calorías" ambos rieron, no se imaginaban robustos.
"Vale"
Ambos subieron a la camioneta con todas sus compras, incluso le llevaron una pequeña bolsa que contenía galletas de mantequilla recubiertas con ganache de chocolate amargo al chofer que los espero, Lewis admiro eso de Mick, el que fuera un omega tan altruista y amable, ojalá asi fuera Sergio.
"Gracias por haberme invitado" le dijo Mick cuando llegaron al hotel.
"Gracias a ti por ser tan buen compañero, creo que sin ti no habría encontrado el regalo perfecto para mi Sergio" le respondió Lewis relajado y con verdadero agradecimiento.
Pero el corazón de Mick se rompió, ¿solo lo llevo para comprar un regalo para otro omega? Su sonrisa cayo, pero la regreso para fingir que eso no lo afectaba, pero por dentro quería ir a su habitación, tomar su maleta e irse del país, y principalmente alejarse de Lewis.
Asi que en cuando bajaron de la camioneta casi corrió, aferrándose a los postres que compro, y yendo directo con su asistente para que fueran lo mas pronto posible al aeropuerto.
Lewis solo se quedo confundido, pero supuso que tal vez el omega tenia algo que hacer, asi que le resto importancia y se concentro en lo que le importaba, Sergio.
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España era emocionante, un país tan agradable, y lo mejor, haría su debut, convirtiéndose en lo que siempre quiso ser, lo mejor era que su padre lo acompañaba, y lo mejor vendría, pues su querido omega llegaría en unos días, y lo vería triunfar, tenia mucha confianza, sabía que con el acompañamiento correcto podría ganar.
"Piensas en el ¿No es asi?" le pregunto Jos, pero en si era mas una afirmación, pues Max si pensaba en él.
"Si, es emocionante que dejara todo por mí, para verme como campeón, y esa es una razón por la que no lo debo decepcionar a nadie" la convicción de Max rozaba lo peligroso en ocasiones, como ahora
"No es necesario que seas siempre campeón, claro que eso es lo mejor, es más, eso sería magnifico, pero me gustaría siempre verte terminar una carrera vivo, no soportaría perderte hijo" hablo delicadamente su padre, no queriendo imaginar esa terrible situación.
"No lo harás papá, siempre me cuidare, ahora tengo razones para hacerlo" conforto el alfa
"Eso me gusta hijo, y ahora mas que nunca debes demostrar a ese Lewis que el campeón ha llegado, debes dar lo mejor en la pista, siempre te apoyare mi querido niño"
"¿Sabías que está intentando cortejar a Checo?" quería contar como ese alfa hizo el ridículo.
"¿QUE? Pero si ya lo marcaste" dijo alterado Jos, no le podían quitar el omega a su niño.
"Lo sé, es tan tonto, espera.... cómo sabes?" Max estaba tan sorprendido.
"Acaso crees que soy tonto? Es tan obvio, por como se comportan, asi era con tu madre" tema delicado, casi no hablaban de ella, no lo merecía.
"Se que lo nuestro funcionara" aseguro el alfa, creyendo en ello con su corazón.
"Lo se hijo, Sergio se ve como alguien fiel y recto a sus principios"
Siguieron platicando sobre las cualidades del omega, que sin darse cuenta su entrenador llego.
"Max, debes descansar, mañana será la clasificación y tu debes estar en tu mejor rendimiento" le dijo, y básicamente lo mando a dormir.
"Voy, solo me despediré de mi padre, y llamare a mi novio" que lindo se sentía llamar asi a Checo
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Sergio sonreía, era jueves por la noche y ya había terminado sus cosas, supuestamente terminaría el viernes por la tarde, pero ahora podría irse, había reservado varios vuelos.
Llegaría supuestamente en la madrugada si tomaba el vuelo mas rápido, no le importaba llegar en traje de negocios, el quería ir, los pocos días lejos del menor habían sido una tortura.
Abordar no supuso problemas, era primera clase, por lo que tenía privilegios, se aprovecharía de ellos. En el avión intento concentrarse y pensar en que haría primero, no lo sabía, pero imaginaba la cómoda cama, en compañía del alfa, por la mañana clasificaría, y el quería estar ahí para animarlo, deseaba ser ese soporte.
Sin querer se quedo dormido, hundido en esos pensamientos de ser el soporte para el alfa, su alfa, una azafata amablemente lo despertó y pudo tomar su equipaje y llamar al chofer que Carlos tenia en Barcelona, asi que con todo planeado y esperando su equipaje se dirigió al hotel donde su querido se hospedaba.
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Mick había estado triste todo el miércoles y jueves, incluso no contesto las llamadas de su madre, no tenia ganas de nada, se sintió usado, aunque más mal se sentía por ilusionarse con una cita, cuando claramente Lewis estaba enamorado de Sergio, y ahora George lo ignoraba, todo se junto y solo pudo hacer algo.
Llamo a sus tíos Seb y Kimi
Ellos fueron amigos de su padre, y siempre pidió que si le pasaba algo lo cuidaran como su hijo, y ellos se lo tomaron muy literal, ya que al no tener hijos lo consintieron mucho.
"Hola pequeño ¿Cómo te trata la preciosa España?" pregunto Sebastian, cuando la videollamada fue respondida
"Tioooo, Lewis me ilusiono" dijo con lagrimas en los ojos, se apenaba de contar, pero no tenía a quien decirlo
Y no hizo falta decir más, porque Kimi que andaba por ahí cerca en cuanto escucho eso empezó a reservar vuelos para Barcelona, no quería que su pequeño sobrino sufriera, tendría unas cuantas palabras con ese Hamilton, ya era hora de que le dieran su lugar a Mick.
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Que rapida actualización, agradezcamos mi boom de inspiración y esperemos que dure
Curiosidades del capitulo:
-Seb y Kimi aparecieron, que bonitos, todos enamorados, todos vengativos
- Y Lewis seguia y seguia
-Yuki me representa
-Ya suelten a mi George y Mick, les hacen daño
-En el siguiente capitulo inicia el D R A M A
En fin, amo sus comentarios, y gracias por su enorme apoyo