"Los recuerdos a lo largo del camino de flores regresaron como polvo."
—Dust
(Seventeen)
☽
Jung Hoseok no tardó demasiado en regresar a lo que Yoongi consideraba a esas alturas su fase de normalidad. Un guardián altiorem obsesionado con la responsabilidad de hacer un buen trabajo pero también uno al que se le acumulaban tantísimas cosas en el horizonte que de alguna manera nunca lograba conseguir cumplir con ninguno de sus objetivos. En general él creía que era un chico desastroso con una tendencia bastante preocupante que lo llevaba de forma continuada hacia el autocastigo.
—Necesito ampliar mi grupo de rastreadores —el guardián se había pasado la última hora sentado en su despacho revisando papeleo—. Y tendremos que volver a ese túnel que rodea la casa de los líderes para comprobar qué se supone qué es la estancia con la que nos encontramos días atrás, estoy seguro de que tiene algún sentido. No puede ser casualidad que algo tan grande y geométrico sea parte del túnel simplemente porque sí.
Hoseok llevaba días pensando en ello, recordando las lecciones de sus senex sobre lo magníficos que habían sido los antiguos escultores y arquitectos de su manada. Antaño, cuando el tiempo no implicaba estrés y las amenazas no se cernían sobre ellos de forma constante, quizás incluso cuando los humanos creían que su existencia era una mera leyenda de algunas personas demasiado crédulas o excesivamente fantasiosas. En tiempos mejores.
—¿A..alguna vez terminas con algo de lo que inicias?
—Te encanta pelear, ¿no es cierto?
Yoongi rodó los ojos y el guardián estiró los labios en una sonrisa cuadrada.
—Es una pr..pregunta totalmente sincera.
Hoseok era consciente. Era malditamente consciente de que después de la batalla entre lunas había sido imposible para él terminar una sola tarea antes de iniciar con otra. Se había estancado en las responsabilidades. Sin Namjoon a su lado como guía estaba siendo imposible dirigir un grupo de búsqueda y rastreo de la guardia y aunque más facciones se encontraban trabajando él continuaba sintiendo la responsabilidad sobre sus hombros de todo aquello que rodeaba a Yoongi y los ataques a la tribu de este. Después de todo…
—Bueno, te atrapé a tí. ¿No es cierto? Acabé eso. Y me aseguraré de cumplir con mi promesa. Te dije que te ayudaría a saber quién es el responsable de lo que le pasó a tu gente. Lo haré. Solo necesito ordenar un poco mis ideas y quizás hablar con mi jefe a pesar de su abstención laboral… Oh y por supuesto está esa mierda de rehacer la formación de la protección de las fronteras con el resto de guardias de la Unión con ayuda de Jungkook y sus tíos. Será una semana especialmente ajetreada para este clan. De todos modos, ¿qué haces en mi despacho?
Yoongi suspiró y se dejó caer sobre la silla situada delante de la mesa de trabajo de Hoseok.
—Sorprendentemente yo t.. también quiero regresar a ese t..túnel. Si alguien s..se está moviendo por la montaña o s..si quieren conseguir los Pétalos el asunto es tan i..importante para mí como lo es para tí. Y esa sala que mencionas. Esa maldita sala…
—¿Tienes idea de lo que puede ser?
Hoseok olió la duda en Yoongi antes incluso de verla asomar a los ojos de este.
—Mi padre a veces hablaba de dr..druidas y de la m..magia de estos. Siempre he pensado que eran c..cuentos suyos, historias que me contaba para ayudarme a dormir p..por las noches cuando era un niño pero ahora creo que podría tener sentido. P..piénsalo.
—Nuestra manada ha tenido y tiene todavía algunos druidas, la idea no es descabellada y la magia tampoco es una mentira en un sentido estricto. Tú como yo sabes que los lobos creemos en ella de alguna manera, porque así llamamos a nuestra conexión con la naturaleza. Los brujos y brujas tampoco son criaturas ajenas a nuestro mundo, existen fuera de nuestra montaña y a menudo aparecen mencionados en los libros de nuestros antepasados. Buenas o malas, mágicas o no, científicas o surgidas de algo sobrenatural, sus prácticas son un tipo de cosa que ni siquiera un hombre incrédulo como yo debería negar. Así que para ser plenamente honesto, no me verás mirándote mal si me hablas de druidas y me dices que crees que ellos podrían haber creado una especie de ruta en nuestra montaña en algún momento del pasado. Dime, ¿qué tipo de historias te contaba tu padre a la hora de dormir?
—Mi padre contaba muchas h..historias, a él le gustaban los dr..druidas. Los admiraba de una forma que pocas veces ví en él, s..sus ojos brillaban cada vez que c..contaba alguna de las leyendas q..que a él le había contado anteriormente m..mi abuelo.
—¿Entonces se trataba de algo que él conocía o simplemente de una cosa en la que creía? Cómo los humanos con su Dios.
—En realidad cr..creo que probablemente era una mezcla de las dos cosas. Mi p..padre probablemente vió muchas cosas que yo nunca p..pude llegar a conocer al no alcanzar el l..liderazgo pero otras sólo logró conocerlas a través d..de los labios de antiguos l..líderes.
—¿Y yo podría saber qué tipo de cosas eran esas?
Entonces Yoongi le contó todo aquello que una vez su abuelo le susurró a su padre y lo que su padre le contó a él más tarde. Le explicó al guardián cómo su progenitor solía tenderse a su lado en la cueva en su forma lobuna, con el fuego crepitando cerca, para susurrarle que a veces, cuando las estrellas se alineaban en el firmamento y todos los lobos de su clan salían de las cuevas para aullar juntos, había una especie concreta de licántropos que dejaba fluir su magia entre las paredes de la mismísima montaña con la esperanza de proteger la totalidad de su territorio. A aquellos lobos los llamaban druidas y estos conocían la naturaleza incluso mejor de lo que lo hacían las tribus.
Ellos se encargaban de dar vida a cada raíz, planta y flor. Eran los responsables de mantener fuerte y sano el crecimiento anual de cada manzano, abedul y árbol. Le susurraban canciones a los animales que estos siempre contestaban y lograban que su comunicación con la Diosa Luna se mantuviera intacta para que está supiera el estado en el que se hallaban sus hijos en la tierra que les había regalado. Ellos hacían fluir los ríos con caudal incluso durante los veranos más calurosos y permitían que las aguas mantuvieran con vida bajo el hielo duro a los peces en los inviernos más fríos.
Ellos crearon los Pétalos de Zafiro y les encargaron su cuidado. Fundaron las tribus, bifurcaron las cuevas, túneles y conocieron cada recoveco de la montaña como jamás ningún otro lobo lo hizo.
(***)
Jungkook y Taehyung parecían haber encontrado finalmente algo tras un interminable proceso de búsqueda. Incluso con la atenta mirada de Mark y Miller sobre ellos, fueron capaces de apuntar todas y cada una de las menciones encontradas sobre los Pétalos de Zafiro en los cuadernos y libros que las Lunas Azules guardaban con no poco esmero.
No fueron capaces de sacarlos de la nueva casa de su madre. Muy a pesar de que Jungkook era el hijo de la actual cabeza de las Lunas y nieto de quién se consideraba todavía la fundadora oficial del grupo, él ni siquiera logró el beneplácito por parte de Miller cuando trató de convencer al muchacho para que le permitiese llevarse uno de los recetarios de su abuela a casa pero al menos pudo fotografiar a escondidas algunas de las páginas. Aquel chico era un completo muro de hormigón, los libros que protegía Miller eran intocables y en caso de ser prestados este nunca se alejaba demasiado durante el proceso. Pero al menos la memoria de Taehyung parecía exquisita y las notas tomadas por ambos eran lo suficientemente claras, además, aquello le sirvió para comprender un poco mejor la importante labor que parecía estar ejerciendo su madre. Porque no se trataba tan sólo de una absurda batalla de ego, la cosa implicaba también proteger datos e información que podría haberse destruído si líderes irresponsables y cegados por el ansia de poder hubiesen conseguido hacer el mal creyendo que sus acciones se justificaban con el ansia de poder y las ganancias para su territorio.
Así que ahora se encontraban reunidos en la sala de la guardia de la Unión tras haber impreso las fotografías que Jungkook tomó con su viejo teléfono móvil, con Joy y Sungjae revisando el trabajo hecho.
—Todo esto es algo que se escapa de nuestro control —Sungjae suspiró—. Simplemente no conocemos el alcance de lo que implica el uso de esta planta.
Jungkook ya no podía parar de pensar en el detalle de que Taehyung se vería especialmente bien con la ropa oscura que los guardianes y rastreadores solían llevar durante las misiones, era un pensamiento lo suficientemente fuerte como para que eso lo estuviese distrayendo durante el trabajo y complicase la tarea de prestar atención a lo que sea que el líder Yook se encontrase murmurando mientras esperaban la llegada de Hoseok y el resto de integrantes de la guardia. Su novio sin duda podría ser mejor de lo que muchos lo eran, incluso si seguía negándose a admitir que la naturaleza de la guardia le recorría cada gota de sangre del cuerpo. El ansia de investigación estaba en su cuerpo. Si no, nunca se hubiera prestado voluntario para revisar ejemplares de libros durante casi tres días seguidos. Habían dormido muy poco y sin embargo él olía a ese tipo de excitación que un guardia desprende cuando se encuentra cerca de desentrañar algún misterio.
—Entonces, solo nos queda empezar a trabajar desde el punto de vista de que es real y que el peligro está ahí. La amenaza existe y se cierne sobre nuestras cabezas más que nunca antes —Sungjae se dejó caer contra el respaldo de su silla—. Esa maldita flor se encuentra en el interior de nuestra montaña, bajo nuestros malditos pies, en nuestra tierra y de hecho ha sido usada como método de curación para heridas extremas en el pasado. Vuestra propia abuela la añadió a sus recetarios.
Joy apoyó la palma de su mano sobre las fotografías impresas de lo que en su tiempo había sido una libreta de hojas amarillentas, la letra y la tinta de esas páginas era algo que podría reconocer en la distancia pasasen los años que pasasen. Todo lo que conformaba ese cuaderno, aquello que sus ojos estaban observando… Era de su abuela sin ninguna duda. La recordaba escribiendo recetas y dibujando flores, sentada cómodamente ante la chimenea de la casa de líderes mientras Jungkook y ella jugueteaban alrededor de sus piernas. Jamás pensó que su abuela, de todas las personas que pasaron por su vida, estuviera metida en algo tan grave como un grupo rebelde o un romance con un norteño, claro que el amor a veces implicaba locura y ahora ella era consciente de que el corazón era un tema especialmente impredecible.
—Joy… —Sungjae le colocó una mano sobre la espalda y todo su cuerpo cosquilleó en consecuencia. Maldita sea, que la matasen si no podía comprender a su abuela por haberse enamorado de un norteño y haber querido prenderle fuego al mundo tras la muerte de este—. ¿Estás bien, mi líder?
—Lo estoy, gracias. Solo… Nunca pensé que realmente esta flor fuese algo más que una leyenda. Su existencia nos pone en peligro. Si ese lobo no nos hubiera hablado de ella me temo que nunca hubiéramos comenzado a tomar medidas ante un posible ataque de un enemigo inesperado.
Las cosas que habían ido sucediendo tras la Unión supusieron para ella y para Jungkook un completo shock, porque implicaban una nueva imagen de una mujer que los crió manteniendo una máscara en todo momento sobre su rostro. Eso le afectaba, continuaba haciéndolo a diario, pero no podía perder el norte y el detalle de que posiblemente una facción de brujos estuviese persiguiendo una flor alojada en su montaña de la que ellos sabían muy poco… Era absurdo, descorazonador. Daba miedo. Maldita sea. Ella ya ni siquiera sabía qué decisión tomar en una situación como esa para proteger a su gente. La magia de un lobo no era como la de un mago y los sureños todavía estaban aprendiendo a usarla así que ni siquiera se encontraban en un buen nivel de defensa no al menos más allá de sus dotes físicas para la lucha y nadie quería otra guerra. Ella no al menos.
Incluso si su mente seguía dañada y no sabía qué hacer, su pueblo dependía en buena medida de las decisiones que tomase. En situaciones como esa tener a su lado una persona igual a ella en poder y condición era un alivio. Podía sostenerse en Sungjae. Y por la Diosa Luna que agradecía tenerlo a su lado.
(***)
Jung Hoseok y el resto de los guardianes que habían sido convocados llegaron minutos más tarde y para sorpresa de los líderes incluso el consejo territorial se presentó con sorprendente puntualidad aquella noche. El clima que rodeaba la mesa era de total seriedad, nadie quería ver la sangre correr de nuevo incluso si la tensión de los últimos meses había dado lugar a peleas y dudas que hicieron tambalear la seguridad de la Unión. La batalla de las Lunas fue rápida pero supuso demasiado dolor, la mayoría de ellos perdieron a personas importantes y el hecho de que algo como aquello pudiese repetirse de una forma quizás incluso más cruenta…
—Bien, ahora que estamos todos presentes daremos inicio a esta reunión de urgencia. Líderes, jefes de la guardia, miembros de la Unión territorial, senex, ancianos, Lunas y druidas. Lo que se hablará en este lugar es quizás más importante de lo que hemos hablado nunca antes desde que la memoria nos permite mirar atrás.
La reunión que tuvo lugar entre las paredes la casa de líderes sería historia y pasaría a formar parte de los libros que Mark y Miller protegían con tanto ahínco, Jungkook habría bromeado con ello y se lo habría susurrado a su madre aprovechando la cercanía de esta en la mesa en otra ocasión. Lo habría hecho de no ser porque él mismo se había contagiado con ese tono general de seriedad y dolor que envolvía aquel ambiente. Estaban presenciando un momento insólito, no sólo por el hecho de que todos los presentes se pondrían de acuerdo en el hecho de que la posible amenaza de un grupo de brujos necesitaba ser frenada de inmediato a partir de la Unión, sino también porque aquellas facciones que se habían mostrado reaccionarias y contrarias ante el liderazgo de Yook Sungjae y Jeon Joy decidieron poner sobre la mesa una importante tregua. Proteger la manada, su montaña y a sus familias era mucho más importante que continuar peleando por las riñas que habían iniciado sus antepasados y que nada tenían que ver con ellos o con el presente.
Sur y Norte estarían más unidos que nunca,o eso era lo que esperaban gran parte de las personas que esa noche salieron de la casa de líderes deseando que la guerra pudiese ser frenada antes de derramar una sola gota de sangre lobuna. Ya habían llorado demasiadas pérdidas a lo largo de los años.
—Espero que ella sepa entender que ahora necesitamos a los omegas sureños más que nunca, he escuchado que en la última votación volvió a negarse ante la nueva ley de integración social. Sigue creyendo que las clases deben permanecer intactas —Jungkook rodeó los hombros de Yugyeom—. Habla con Vianea por mí, amigo. Sé que puedes ser la voz de la razón en su vida, por como te mira estoy seguro de que estará dispuesta a hacer una excepción para escucharte.
Se encontraban en un semicírculo junto a muchos otros guardianes, Taehyung sostenía su mano mientras él saludaba a antiguos compañeros de la guardia sureña. Personas que en el pasado quizás se hubiese atrevido a considerar amigos pero de los que sabía poco más que el nombre y el primer apellido. El concepto de amistad que un sureño se permitía tener cuando todo aquello que les dejaban conocer era la lucha, la guerra y las armas ahora le parecía francamente escaso pero al menos la hermandad permanecía intacta. Cuándo luchaban sabían cómo permanecer fieles a sus camaradas y por eso él no había logrado ignorar ni una sola de todas esas caras conocidas, incluso si algunos continuaban juzgándolo por haber elegido pasar su vida al lado de un alfa.
A la salida de la casa de líderes y cerca del lugar en el que los manzanos con frutos verdes todavía seguían creciendo, algunos de sus compañeros se habían amontonado para charlar sobre lo hablado en la reunión. Los nervios, el miedo y la excitación se percibían y olisqueaban en el ambiente. Muchos otros decidieron irse a casa, demasiado nerviosos como para mantenerse alejados de sus familias y seres queridos por demasiado tiempo. Sabían que si las cosas salían mal todo podría venirse abajo. Una nueva guerra amenazaba sus vidas.
—Ha aceptado la tregua como lo han hecho muchos otros. Soy su pareja Jungkook, no su senex. Nuestra forma de pensar es diferente y tratamos de mantener la política alejada de casa. Ella sabe bien que voté a favor de la integración de los omegas en la guardia y otros ámbitos de la vida en la montaña y no ha supuesto un problema para nosotros. No es mi papel el de decirle cómo debe pensar. Espero que puedas entender y respetar mi decisión, amigo.
Jungkook tragó aire y asintió. En realidad lo entendía, Taehyung había sido desquiciantemente insistente con él pero hasta que la realidad lo golpeó no llegó a entender las cosas que ahora veía con claridad. Lae Vianea, al igual que Lae Vanity, había sobrevivido en el seno de una familia especialmente tradicional. Ellas solo sabían, conocían y entendían aquello que su madre les había enseñado y tras haberla perdido se infectaron con esos dogmas más que nunca. El miedo, el dolor y el ansia de venganza hablaban mucho más que el corazón de esas dos lobas. Una combinación peligrosa que llevaba un tiempo teniendo preocupados a los líderes de la Unión. Las hermanas Lae revolucionaron al consejo territorial desde el inicio y continuaban sumando apoyos entre los sureños más radicales a cada día que pasaba. Eran el legado del pasado que un día fue el sur que muchos consideraban grandioso.
—Eso es en realidad una bonita bandera verde, Yugyeom —fue Tae quién respondió primero—. Pero creo que lo que quiere decir Jungkook es que a veces es bueno que las parejas hablen y se aconsejen mutuamente, lo cual nunca implica que intentes imponer tus ideas. Ahora mismo los omegas podrían ayudarnos mucho y si ella viese desde primera línea lo bien que saben hacer su trabajo…
—Quizás su idea sobre ellos formando parte de la guardia empezase a cambiar. ¿Qué tal si la traes al campo de entrenamiento dentro de unas semanas? Hay una omega sureña en la que Joy confía especialmente, Hoseok se encargará de entrenarla y creo que podría ser bueno que la vea trabajando.
Yugyeom dudó por un instante pero tras dejar escapar un chasquido de su boca terminó por asentir.
—Puedo proponérselo pero si ella se niega no seré yo quién la obligué a ello, lo ha pasado mal y sigue recuperándose después de lo que pasó aquella noche.
—Todos seguimos recuperándonos después de la batalla entre las Lunas, Yug. A veces sobreproteger a las personas no es la mejor manera de conseguir que superen sus traumas —Jungkook no quiso enfrentarse a la respuesta de Yugyeom, porque pudo ver la expresión de enfado comenzando a surgir en los ojos de este—. Siento si los palabras han sido demasiado directas, solo… Piensa en ello. Nos vemos, amigo.
Golpeó de forma amigable el brazo de su amigo antes de caminar con Taehyung hacia Hoseok. El guardián altiorem esperaba más allá de la valla de metal que rodeaba el jardín de la casa de líderes, probablemente preparado para regresar al trabajo.
—¿No puedes quedarte quieto por cinco minutos seguidos, cierto? —Taehyung sonrió—. ¿Dónde has dejado a tu lobo blanco?
Hoseok movió sus labios en una pequeña mueca que casi formó una sonrisa.
—Supongo que amamantando a sus cachorros, a esta hora y con la Luna brillando no debe faltar mucho para que se queden dormidos. En cuanto a vosotros dos, ¿por casualidad no os apetecería acompañarnos a revisar un oscuro y húmedo túnel?
—¡Ui, no sabes lo mucho que me gustan las cosas oscuras y húmedas!
—Jung, estás de suerte porque a mí de hecho también han empezado a gustarme ese tipo de cosas. Dime, ¿qué necesitas que hagamos exactamente?
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Hiii!!
Nuevo miércoles y nuevo capítulo que de veras espero que os guste baes. A veces me asusta la posibilidad de que la fic esté tornándose aburrida, así que me gustaría saber un poco lo que opináis al respecto
Un beso,
os amo
Mel
💜