Aviones de papel

By Crisbeylis

3.2K 1K 4K

Uno, dos, tres, cuatro, muchos aviones de papel caían en mi mesa, cada uno con palabras motivadoras, a los cu... More

✨Nota de la autora✨
✨Sinopsis✨
✨ Playlist ✨
✨Dedicatoria✨
✨Prólogo✨
Capitulo 1: No soy especial
Capitulo 2: ¡Hola!
Capitulo 3: Ian Luján
Capitulo 4: ¿Puedo sentarme?
Capitulo 5: Distracción
Capítulo 6: Dolor.
Capítulo 7: Solo hay que sonreír
Capitulo 8: Cosas complicadas que no deberían serlo
Capitulo 9: Un futuro planeado
Capitulo 10: El misterio de los avioncitos
Capitulo 11: El misterio tiene nombre (pte 1)
Capitulo 12: El misterio tiene nombre (pte 2)
Capitulo 13: Una canción
Capitulo 14: Más que una etapa
Lo que era antes
Capitulo 15: Luz y sombra
Capitulo 16: El miedo a caer
Capitulo 17: ¿Hemos perdido?
Capitulo 19: Tu risa/ su beso
Capitulo 20: Un trébol de cuatro hojas
Capitulo 21: Mi promesa.
Lo que era antes
Capitulo 22: Unas flores de papel amarillo
Capitulo 23: ¿Buena o mala suerte?
Capitulo 24: Es mi vida
Capitulo 25: Siempre estamos cambiando
Capitulo 26: Arreglar las cosas
Capitulo 27: Te quiero
Capitulo 28: Emociones
Capitulo 29: Lucia
Capitulo 30: Cofre bajo llave
Capitulo 31: Afortunados
Capitulo 32: Querer avanzar
Capitulo 33: La música
Capitulo 34: Canta conmigo
Capitulo 35: Pequeños momentos
Capitulo 36: Blue Eyes
✨ Epílogo ✨
✨ Última notita ✨
Extra 1| Mick

Capitulo 18: La melodía en mi cabeza

41 17 86
By Crisbeylis

Ian.

Me detengo y veo por tercera vez consecutiva la hora en mi reloj de muñeca, ya casi son las ocho de la mañana, tomo una respiración profunda antes de seguir trotando las siguientes dos cuadras para llegar de vuelta a mi casa y terminar la "pequeña rutina" de todas las mañanas.

Tal y como había dicho mi padre la última vez, él me estaba haciendo una rutina más cargada de la que tenía habitualmente, que se basa en trotar de ida y vuelta a la casa por las cuatro cuadras por veinte minutos, y aparte de eso media hora de ejercicio físico. La verdad es que pararse todos los días casi dos horas antes de lo que es habitual y hacer lo mismo una y otra vez es cansado, y más hoy que es sábado.

Al detenerme frente a mí casa, al cruzar el patio ahí está mi papá con un cronómetro en su mano.

—Tardaste cinco minutos más de lo que deberías —me dice guardándose en cronómetro en el bolsillo, y yo asiento a lo que dice.

—Tal vez me distraje un poco —argumeto y el suelta un suspiro.

—Ve a adentro, ya me tengo que ir.

Vuelvo a asentir y me voy al interior de la casa.

Me pasó las manos por la cara para quitarme el sudor de ella, y subo las escaleras hacía mi habitación.

En mi habitación me quito la ropa que utilicé para entrenar y la tiro a un lado, me meto en el cuarto de baño para darme la esperada ducha. Frunzo el ceño al sentir el agua fría caer sobre mi cuerpo. Al salir me coloco una ropa cómoda y me tiró sobre la cama.

Mi celular que está a un lado empieza a sonar con una llamada entrante y vuelvo a fruncir el ceño cuando veo que es de Mick, ¿Tan temprano en un sábado? Algo tiene que pasarle, así que contestó.

—¿Qué ha pasado? —es lo primero que le pregunto.

—¡Bravo Ian! ¡Bravo! Eres excelente, te haré un pastel con tu nombre y luego te lo estampare en la cara —exclama sin ninguna pisca de emoción o gracia.

—¿Qué dices? ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? —pregunto confuso.

—¿Yo? Yo estoy bien, o lo estaba hasta que entre sueño recordé que al ganar el partido de ayer tenemos que ir al otro instituto a jugar otro partido.

—¿Es en serio? Eso ya lo sabíamos de sobra —me río.

—Sí, pero lo había olvidado por la euforia del triunfo que nos otorgastes.

—Sí, vaya que estabas contento, no se cómo no te dió un paro de felicidad —bromeo.

—Pues esa felicidad se ha esfumado al recordar el otro partido —se lamenta.

—¿Estonces para que entraste al equipo? —pregunto.

—Es lógico, por no dejarte solo. Me refiero a que se que no te gusta taaanto, y obviamente si yo entraba todo sería más divertido. Da gracias a que tienes un amigo como yo —explica con un deje de diversión y yo asiento para mi mismo frunciendo los labios.

—¿Y qué? ¿llamaste solo para decirme eso?

—No, también quiero saber cómo vas con Heather, de amigo a amigo no me has contado nada.

—¿Heather? —murmuro.

—Sí, Heather. Para serte sincero yo veo como la miras y parece que en tu mente estuviera sonando, I wanna be you.

—Tiene que ser broma —suelto una carcajada.

—Te lo juro, esa mirada profunda que le das, habla por si sola —Mick se ríe un poco—, pero ya en serio la miras bonito, con brillitos en los ojos y todo ¿Y sabes que es lo mejor? Que ella de cierta manera te mira de la misma forma.

—Vale, andas muy analítico.

—Yo solo estoy diciendo la verdad de lo que pienso —expresa—. Ahora te voy a dejar, porque tengo que ir a seguir durmiendo, hablamos a eso del medio día. ¡Adiós!

—Disfruta de tu sueño, hablamos luego.

Después de eso cuelga la llamada, y yo me quedo mirando el techo.

Heather...

Es como una melodía sonando constantemente en mi cabeza, una y otra y otra vez sin detenerse.

Es preciosa no lo voy a negar, nunca lo he negado, después de todo este tiempo aún sorprendo de estar hablando con ella por fin, aparte de mis pequeñas notas las cuales le sigo dejando, siempre. Sigo teniendo ese nerviosismo dentro de mí siempre que la tengo cerca eso aún no se me a quitado, porque aún me parece tan increíble.

Sí, en mi mente si suena una canción siempre que pienso en ella o siempre que la miro, pero en definitiva no es I wanna be you, es...

—¡¡A despertar!!

Pego un brinco sobre la cama por al sorpresa, cuando veo a July entrar abriendo la puerta de golpe, la miro con los ojos abiertos de par en par y ella al verme me mira de la misma manera con sopresa.

—Oh, estás despierto —hace su observación.

—Sí, como puedes ver.

—Mi tía dijo que estabas aquí, y pensé que tal vez estarías dormido y despertarte sería una buena manera de molestarte —dice con el ceño fruncido— ¿Te importaría cerrar tus ojitos por un momento para yo poder despertarte?

—Genial —la miro raro—. ¿Qué haces aquí?

—Que cálido recibimiento.

—Me agrada verte, pero son casi las nueve de la mañana ¿No tienes trabajo en el café? —le pregunto dejando de nuevo la cabeza sobre las almohadas.

—Tengo día libre, o eso creo, es sábado —se encoje de hombros.

—Sí, es sábado.

—Y en un sábado se duerme hasta tarde, ¿que haces tú despierto un sábado a las nueve de la mañana?

—Estaba entrenado.

—¿Para que?

—Fútbol.

—Fútbol... —sopesa la palabra—, eso me hace recordar que me ha dicho un pajarito por ahí, que ganaste un partido ayer.

—Efectivamente.

—Y que tendrás otro esta semana o algo así.

—Eso también es verdad.

—Ahora se supone que tengo que felicitarte y lo haría si supiera que eso es lo que quieres, pero para no ser mala prima lo haré, Felicidades Iancito.

—Solo quieres molestarme ¿Verdad?

—Sí, molestarte con algunos comentarios de lo que ya hablamos una vez, Ian.

—Ya vienes con tus razonamiento.

—¿Sabes que es curioso? Que tú también lanzas razonamientos realmente buenos, y luego te cierra a ellos cuando te los dicen a tí.

—Filosofa.

No responde, sino que se dispone a pasear por la habitación, como lo haría un duende escurridizo, rebuscando por aquí y por allá sin ningún respeto.

Escucho como mueve algo en mi escritorio y abre y cierra los cajones de este, y yo me incorporo para mirarla.

—¿Te gustaría que yo fuera a tu casa, invadiera tu habitación y comenzará a revisar por aquí y por allá como si todo fuera mío? —inquiero viendo como observa un libro.

—No, pero yo solo estoy intentado acabar con tu aburrida rutina.

—Estoy bien con mi rutina, gracias.

—Claaarooo.

—¿Qué haces? Deja eso —le digo al ver cómo agarra más libros y los guarda en el cajón con gestos de inocencia.

—Filosofia, química, física, ¡Santa mierda matemáticas! —voltea a mirarme y sonríe al dejar caer los libros dentro del cajón y cerrarlo—, ups, se fueron.

—Eres muy molesta, sabes se suponía que ahora...

—Dejame adivinar —me interrumpe—. Te tocaba tu rutina matutina de "me voy a ir a quemar el cerebro un sábado por mero gusto" ¿Cierto?

—Bueno, mentira no es —murmuro.

—Pues ¿Adivina qué? Te he liberado de ella —alza los brazos con una gran sonrisa de oreja a oreja.

—¿Gracias?

Por una vez, creo que si estoy agradecido de verdad con que me hayan liberado de tener que dedicar el resto de la mañana con la cabeza metida entre libros de estudios.

July es esa prima que te saca de tu control, que quiere que te diviertas y vivas, es como la voz de la mala influencia en un buen sentido.

—Uh la la, Heather Harriet.

Miro de inmediato a mi prima que tiene un pequeño papel en su manos y tarde recuerdo que ahí deje el papelito en dónde Heather me regaló su número ayer.

Me incorporo y me apresuró para quitarle el papel de las manos, pero ella predice mis movimientos y se mueve a otro lado de la habitación agarrando en el proceso mi celular.

—Quieto —me apunta con mi celular en las manos—. Vamos a llamarla.

—Estas loca —digo ante su proposición—. Dame mis cosas.

—Heather —teclea viendo el papelito— Es la chica que fue el otro día a la cafetería contigo ¿Cierto?

—Sí, ahora deja de molestar.

—Oh, es muy linda. Sobre todo el azul de sus ojos tienen ese tono triste...

—¡Ya basta! —tanto July como yo nos quedamos quietos momentáneamente antes mi gritó.

—A ti solo hay que hacerte explotar —murmura—. ¿Que pasaría si presiono, justo aquí, y la llamo?

—No te atreverías.

Sonríe y lo hace en intento de tocar al pantalla, pero yo agarro una almohada rápidamente y se la tiro y le da junto en la cabeza, lo que hace que se tambalee y sostenga con más fuerza el celular sus manos.

—¡Caistes! No iba a presionar nada —se ríe apartandose en pelo de la cara, pero su sonrisa se ya apagando cuando escuchamos el pitido del celular que hace que mi recién alivió se convierta en pánico —. Oh no, atrápalo.

Me lanza el celular el cual atrapó en el aire y la miro con horror.

—¿Y ahora que hago?

—¡Pues cualga! —y eso voy a hacer a no ser por el pequeño detalle de que Heather contesta la llamada.

—¿Hola? —dice al otro lado de la línea.

Me quedo callado sin saber que decir, hasta que July me hace una seña para que me apresure a hablar.

—Eh, hola.

—Oh, Ian, eres tú.

—Sí, soy yo —suelto una risa nerviosa, mientras le reprochó a July con la mirada y ella solo sonríe.

La línea se queda en silencio por una rato, dónde ninguno de los dos sabemos que decir para alargar la conversación que principalmente July inicio.

—Invitarla a salir hoy —me susurra July.

—Cállate —le susurro yo de vuelta.

—¿Ian? —Heather vuelve a hablar.

—Sí, quería preguntarte si tal vez y si no estás ocupada o algo así ¿Te gustaría salir conmigo hoy por la tarde? —propongo eso último rápidamente siguiendo en concejo de mi prima.

—¿Salir hoy? —Heather lo piensa—. Claro que me gustaría.

—¿En serio?

—Por supuesto.

—Bien, paso por ti a eso de las cinco ¿Te parece bien?

—Sí, nos vemos entonces.

—Nos vemos —digo y cuelgo con una sonrisa toda bobalicona en la cara.

—Ay, que lindo como sonríen los enamorados —habla July y mi expresión cambia a una molesta.

—¿En qué pensabas? —inquiero.

—En dar el paso por ti, y conseguirte una cita.

—Pues agradezco tus buenas intenciones hacía mí, pero creo que Haether no quiere una relación justo ahora —me cruzo de brazos.

—No puedes hable por ella, no puedes saber lo que quiere o siente ella hacía ti, así como ella no puede saber lo que verdaderamente sientes tu hacía ella.

Oh, claro que lo sabe, de cierta manera lo sabe, el fin y al cabo soy yo el que le deja los avioncitos siempre en su mesa, sabe de mi interés y atención hacía ella, pero no sabes que soy yo.

—July...

—Te voy a dar un concejo, trata de ser un poco romántico.

—Ya te dije que...

—Ella probablemente no esté lista para tener una relación —me interumpe—, pero ¿te digo algo? Tampoco creo que tú lo estés, y tal vez por ese y otros detalles se puedan entender tan bien. Por ahora, que te vaya bien está tarde.

Niego con la cabeza, con una sonrisa en cara y la miro de nuevo.

—¿Te puedo pedir un favor? —le pregunto.

—¿Que quieres?

—¿Me prestas tu motocicleta? —July sonríe divertida y se saca las llames de uno de los bolsillos de su pantalón y me las tira.

—Toda tuya.

✯✯✯

Holaaa ¿Cómo están?

Están de acuerdo conmigo al decir que Ian es un amor ¿Verdad? Amo mi niño, pero dejan mucha presión sobre sus hombros ¿No creen? Igual más adelante, dentro de unos capítulos leeremos que piensa él en realidad de todo eso.

También quería preguntarles ¿Que les parecen los personajes en general? ¿Cuál es su favorito?

En el próximo capítulo tendremos la cita de Heather e Ian, estoy muy emocionada con ese capítulo ♡

Espero que les haya gustado mucho el capitulo y si es así no duden en comentarlo y votar ;)

Muchas gracias por todo el apoyo que le están dando a la historia y de paso a mi tambien. Lxs amo.

Con mucho cariño, Cris <33

Continue Reading

You'll Also Like

25.2K 3.1K 51
«A Lexi le gusta Ashton, el mejor amigo de su mejor amigo, a Luke le gusta Lexi, su mejor amiga. El verano después de la graduación llega: el ultimo...
2.7K 159 15
Mariana, Yolo, Nado y Panda son hijos de los tres grandes multimillonarios del país... Yolo es un chico mujeriego que le tiene miedo al amor... Nand...
51.4K 5.2K 12
─¿Qué es esto, Bright? ─Una carta de divorcio. Lo siento, Win, pero ya no te amo. [ derechos de autor capitanamomo ]
393K 19.2K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...