"No creo que pertenezca a este planeta. Lunas crecientes rojas en todas mis manos, es demasiado para soportar, no puedo soportarlo."
—Lost
(Bring Me The Horizon)
☽
—Así que nada de nada, eh.
Hoseok colocó un par de libros en la estantería correspondiente. A sus espaldas Jungkook y Taehyung habían comenzado a hacer lo mismo tras seleccionar y ordenar los montones que poco a poco generaron a su alrededor a lo largo de la noche. El objetivo era no solo devolverlos a su sitio en función del autor o la temática de los mismos sino también descartarlos de la lista de posibilidades. Al menos ahora las opciones se habían reducido.
—Nada de momento, pero iré a hablar con mi madre en cuanto comamos y durmamos un poco. Mi abuela era una gran fan de la botánica e incluso después de los incendios que consumieron gran parte del sur, siguió escribiendo recetas y dibujando flores en sus libretas, lo hizo hasta prácticamente el día de su muerte. De alguna manera creo que eso la mantuvo estable por una incontable cantidad de años. Si mi madre ha tomado su legado con las Lunas Azules, es posible que también haya aprendido todo aquello que mi abuela nunca quiso mostrar abiertamente al mundo.
Taehyung le dedicó una sonrisa llena de amabilidad y cariño a su pareja.
—¿Crees que ella podría conocer una flor situada tan al norte? A pesar de todo, no estamos hablando de un lugar situado más allá de las fronteras marcadas por el río, se trata de una flor que nace en la propia cima de la montaña y de una que va en contra de todo aquello que se supone que un sureño debería ser en función de lo que os han enseñado antes de la Unión. Sé que tu abuela era diferente Kook pero no sé hasta qué punto ella pudo explorar más allá de sus tierras.
Los dos lobos compartieron una mirada. Había calma en sus ojos mientras debatían, algo que a Hoseok le hubiera gustado experimentar en el pasado al lado de ese muchacho que ahora tenía una pareja mil veces mejor de lo que probablemente lo fue él.
—Bueno, como sabrás a estas alturas, mi abuela fue responsable de la creación de las Lunas Azules y teniendo en cuenta todo el contacto que ha tenido con el norte el grupo de lobos que forman la facción… Supongo que ella sabe bastante más de la montaña al completo de lo que nunca muchos se imaginaron. Conocía el norte casi tan bien como el sur, a pesar de la guerra y de lo que nuestro clan hizo durante muchos años. No puedo asegurar de ninguna forma que haya escrito algo sobre la flor pero sé que si lo ha hecho estará en alguno de sus recetarios con casi total seguridad.
Hoseok dejó uno de los libros sobre la siguiente estantería y observó a Yoongi. El enorme lobo se había tumbado cerca del ventanal de la biblioteca y ahora suspiraba con expresión aburrida.
—Aunque esa charla vuestra es interesante tengo que confesar que puedo acabar de ordenar los libros que quedan, id a descansar un poco.
—¿Estás seguro de que no necesitas ayuda? —Taehyung depositó un montón con los títulos ordenados sobre la mesa más cercana—. No parece que Yoongi vaya a poder ayudarte demasiado hoy.
—Creo que podré con ello —el guardián forzó una sonrisa—. Incluso si el trabajo de oficina no es exactamente lo que más me gusta.
(***)
Yoongi finalmente se apartó de la ventana cuando el guardián comenzó a leer. El exterior parecía frío y de alguna manera su animal ansiaba con cierta ansiedad poder salir a correr por los bosques cercanos. Su cuerpo ardía en el interior de los edificios, los techos cerrados y las puertas a las que los humanos echaban llave con total tranquilidad parecían ponerlo más y más nervioso a cada día que pasaba.
Necesitaba su libertad y tendría que luchar para obtenerla de vuelta.
—Es una pena que todavía no sepas cómo leer la totalidad de palabras que existen. Ahora tendré que revisar cada índice por mí mismo —Hoseok estiró una mano para acariciar el pelaje blanco del lobo que comenzaba a caminar hacia su costado—. Tendrías que haber esperado un poco para decidir convertirte sin fecha de vuelta… Aunque supongo que es completamente mi culpa, yo te animé a hacerlo después de todo.
Yoongi no dijo nada, en lugar de eso se limitó a apoyar su hocico sobre una de las portadas de los libros que Hoseok había seleccionado y apoyado sobre la mesa. El aspecto del guardián era un poco diferente ahora que llevaba puestas esas viejas gafas metalizadas, con los cristales impecables reflejando las luces anaranjadas de la biblioteca y los ojos quizás un poco más grandes de lo que el lobo de viento recordaba haber percibido con anterioridad.
—Pero por supuesto, es más sencillo para tí ayudar de ese modo que del que los demás esperarían. ¿Te han dicho alguna vez que eres un espíritu de la contrariedad? Sea como sea te las arreglas para hacer las cosas al revés de como fueron planeadas en primer lugar.
Hoseok portaba un suéter de colores acaramelados que formaba una U mayúscula alrededor de su cuello y permitía que se notasen con cierta gracia los huesos de sus clavículas además de algunos tatuajes que encontraban su forma completa bajo la lana tejida. A Yoongi le gustaban esos colores bordados sobre la ropa que llevaba el guardián porque le recordaban al otoño y también le parecía que hacían un buen contratante con la tinta negra y la piel de este.
—"¿Un espíritu de la contrariedad?"
Hoseok sonrió.
—Me refiero a que tiendes a llevar la contraria con casi total habitualidad.
El lobo se tomó un segundo para observarlo.
—"¿Para qué sirve lo que te has puesto en la cara?"
—¿Lo que me he puesto en la cara? ¿Por qué estás preguntándome algo tan aleatorio de repente?
Hoseok tardó un poco en entender a lo que el chico se estaba refiriendo, pero por supuesto finalmente pudo analizarlo. Yoongi probablemente nunca había usado gafas, lo cuál explicaba el origen de su extraña pregunta y el aroma a curiosidad ácida que se esparcía por toda la estancia.
—A pesar de que como un lobo veo realmente bien, mi parte humana tiene algunos problemas en lo que respecta a los objetos alejados. De noche las farolas brillan para mí más de lo que lo hacen para quienes gozan de una vista plenamente sana, siento que la luz se dispersa en forma de estrellas alrededor de velas y bombillas. Y eso no es todo, ¿te gustaría saber un poco más?
El lobo movió sus orejas con interés.
—Cuando las personas, carteles u objetos están demasiado lejos siento que se vuelven malditamente borrosos. Todo eso se va cuando dejó salir a mi lobo y regresa con la forma humana. Gajes del oficio.
El lobo alzó la cabeza y la giró hacia un lado mientras escuchaba parlotear al guardián.
—"¿No deberían ser los defectos de tu humano los mismos que los de tu lobo? En las tribus he conocido a lobos sordos que seguían siéndolo como humanos. Y a lobos con aullido lleno de tartamudez, con patas torcidas, huesos dañados… la cosa es que humano y animal sufrían las mismas afecciones. "
Hoseok dejó el libro que se había mantenido observando para mirar directamente a Yoongi. La pregunta que este había hecho era la misma que en muchas ocasiones hizo su padre en el pasado.
—Los sanadores creen que la capacidad visual de mi lobo supera con creces la de mi humano porque gran parte de mi entrenamiento se ha sucedido en mi forma animal. Hasta el momento, esa es la respuesta que tengo.
—"¿Y tienes que llevar eso todo el rato para ver bien?"
Hoseok sonrió.
—No. En realidad lo llevo especialmente de noche o cuando tengo que realizar tareas que requieren especial atención con la vista. ¿Quieres probartelas?
El animal ante su mirada realmente se sentó con las patas estiradas y la postura recta, completamente interesado en ese objeto extraño que Hoseok mantenía apoyado sobre su nariz y orejas.
—Bien, entonces ven aquí chico.
Cuando las gafas tocaron el rostro del lobo de viento, los ojos de este se agrandaron en un bonito color violeta. Yoongi se tomó unos instantes para mirar a su alrededor antes de emitir un lloriqueo y sacudir la cabeza deshaciéndose de los anteojos.
—Calma. Esos cristales son especialmente difíciles de conseguir para quienes vivimos aislados en la montaña, sería un asco tener que conseguir unos nuevos si los rompes o quiebras.
Yoongi gruñó y después de dedicarle un ladrido a Hoseok decidió tumbarse cerca de la silla de este. Su interés por las gafas estaba más que vencido, esos dos cristales lo habían mareado en solo un par de segundos, así que decidió cerrar sus párpados mientras el guardián continuaba revisando entre las hojas de esos libros que olían a polvo, a interés y a ilusión.
(***)
Jungkook respiró profundamente antes de decidir dar un paso hacia la nueva casa de su madre. Atrás había quedado el sitio en el que solían vivir juntos cuando eran una familia completa a pesar de las mentiras. La edificación en la que él pasó toda su infancia era más grande que la que ahora había seleccionado su progenitora, solía disponer de dos amplios pisos y varias habitaciones a pesar de que sus padres tan solo habían tenido un hijo. Las Lunas Rojas se encargaron de reducir a escombros cada parte durante la batalla, antes de rendirse dinamitaron aquello que implicaba cualquier tipo de nexo con la Unión y eso incluyó su hogar. No sólo asesinaron a su padre sino que también intentaron deshacerse de todo lo que pudiera importarle lo más mínimo a este o a su madre.
—Es difícil todavía —susurró, sabiendo que Taehyung se mantenía cerca—. Saber que la casa en la que solía ser feliz ya no está en pie o lo está solo a medias.
—Puedo imaginarlo pero quizás ir a esa casa y percibir las estancias de esta vacías y cambiadas te causaría incluso más dolor, así que vamos a tratar de entender a tu madre de nuevo. Es posible que ella tan solo quiera escapar de los recuerdos al haber decidido no reconstruir vuestro anterior hogar.
—En realidad… En eso… Puedo entenderla bien. Hay muchas cosas que estoy empezando a aprender, me ha llevado tiempo pero al menos ahora sé y conozco con certeza que mi forma de pensar no es la única válida.
A Jungkook le había llevado un tiempo entender que no solo se trataba de su familia y de su dolor. Taehyung y la paz que envolvía a este habían ayudado en ese proceso. Incluso si la tarea de comprender que aunque doliese todavía necesitaba vivir como muchos otros lo hacían. Y ahí estaba, dispuesto a luchar contra todo con tal de mantener su montaña a salvo como una vez lo hicieron sus padres. Tenía motivos más que suficientes para intentarlo y para luchar.
—¿A qué esperas? Toca esa puerta y mueve el culo hacia tu madre, ya va siendo hora de que habléis de todo lo que ocurrió. Los dos necesitáis volver a ser una familia.
Jungkook dió un respingo, obligándose a salir de sus propios pensamientos.
—¿Y qué pasa si yo decido que ya he escogido a mi familia y no quiero que ella forme parte de esto que nosotros tenemos?
Taehyung apretó el toque de su mano sobre la baja espalda de Jungkook y le sonrió con sinceridad.
—Me encanta la idea de saber que me consideras parte de tu familia a estas alturas de nuestra relación. Hemos avanzado mucho desde el día en el que te conocí y decidí que mi objetivo principal sería patearte el culo —el alfa norteño se acercó para depositar un suave beso sobre los labios de su pareja—. Pero ella todavía es tu madre y sé que no podrías vivir sabiendo que no has hecho nada por solucionar vuestros problemas. Así que si vamos a formalizar esto que tenemos, entonces quiero una suegra con la que pelearme o bien con la que hacer infusiones los fines de semana. Sea como sea, quiero que nuestras familias se unan y mezclen como si fuesen un batido. Ahora, mueve tu delicioso culo y entra.
Jungkook no pudo evitar negar con la cabeza mientras una carcajada le escalaba hasta los labios. Taehyung realmente era algo que estaba fuera de su control y cada día que pasaba ese maldito sentimiento de estar ahí por y para él se hacía más fuerte en el interior de su pecho. Lo quería. Quizás demasiado, quizás más de lo que jamás habría esperado y más incluso de lo que probablemente sería correcto dadas las circunstancias que envolvían sus vidas.
Sabía que Tae continuaba soñando con viajar por el mundo humano mientras que él todo lo que lograba hacer últimamente era preocuparse y ponerle excusas acerca de lo peligroso que una cosa así sería. Porque sabía bien que no estaban en el mejor de los momentos para adentrarse en las fronteras humanas y probablemente el futuro que los esperaba fuese mucho peor ahora que alguien parecía planear usar la magia de una planta legendaria.
Sencillamente parecía una locura. Y era una locura que estaba dispuesto a correr si en realidad significaba tanto para Tae como parecía que lo hacía.
—Bien —Jungkook tragó aire—. Bien… Supongo que podremos entrar y hablar con ella ahora.
Taehyung deslizó su mano por la espalda de Jungkook hasta alcanzar una de las manos de este y entonces entrelazó sus dedos.
—Por supuesto que podemos entrar y hablar con tu madre si es lo que deseas hacer, bebé. Solo estaba tratando de hacerte entender que de alguna manera si no intentas arreglar del todo las cosas con ella ahora que puedes, tal vez en el futuro te arrepientas. No quiero verte sufrir ni un solo día más.
—Bien —tragar aire. Suspirar, caminar y volver a empezar—. Voy a hacerlo.
Una. Dos y hasta tres respiraciones después fue lo que le tomó a Jungkook tocar la puerta del nuevo hogar de su madre. Entonces sus pies comenzaron a golpetear sobre el suelo hasta que ella apareció, con su cabello azabache todavía largo, liso y peinado. Tenía algunas canas más, un par de arrugas habían comenzado a asomarse desde sus preciosos ojos y las manos le temblaban, pero por todo lo demás seguía siendo la mujer que Jungkook decidió dejar atrás hace un año con la promesa de regresar únicamente cuando estuviese listo para enfrentarse a una larga conversación acerca de quienes habían sido sus padres en realidad.
Taehyung se mantuvo un paso por detrás de los dos lobos Jeon y apreció en primera línea la forma en la que los musculosos brazos de Jungkook envolvieron el pequeño cuerpo de su madre en un fuerte abrazo. No hizo ni dijo nada hasta que su pareja se separó varios minutos después de la calidez que la omega le proporcionaba y extendió la mano para sumarlo al abrazo por unos instantes. Era plenamente consciente de que a pesar de que el alfa se mostraba frío, todavía ansiaba el contacto y el amor de madre que la omega suponía. Jungkook siempre había sido un lobo con grandes sentimientos de apego, especialmente hacia el vínculo familiar que envolvía la conexión con su madre. Y Taehyung se recordaba a sí mismo metiéndose con él en el pasado por ello, bromeando al respecto y diciéndole que para ser un guardián tan fuerte e independiente su madre le hacía muchísima falta a todas horas. Aunque por supuesto a todo el mundo le hace falta el cariño de alguien y eso no es malo. No importa que sean padres, hermanos, amigos o conocidos. Simplemente es algo necesario. Y en ese año los dos comenzaron a entender el hecho de apreciar el amor mejor que nunca antes.
—Me alegra veros aquí.
La madre de Jungkook los invitó a pasar y ambos caminaron con lentitud hacia la nueva entrada. Aunque no se trataba de la más grande de las cabañas, al menos estaba orientada hacia una zona donde el sol daba casi a cualquier hora del día y un pequeño huerto coexistía con los pocos manzanos antiguos que todavía permanecían alrededor de la casa de líderes. La señora Jeon sin duda decidió escoger el territorio de sus ancestros con un motivo pero la zona estaba situada más cerca de la frontera de lo que lo estaban las casas construidas años atrás en el sur. La suya formaba parte de esas pocas viviendas nuevas que habían empezado a surgir en apoyo a los líderes y a un nuevo estilo de vida. En apoyo a la paz.
—Necesito hablar contigo de algo importante, mamá. Después tendremos tiempo de organizar nuestras vidas personales pero primero quiero que me cuentes todo lo que sepas acerca de la posible existencia de una planta que en las tribus llaman por el nombre de Pétalos de Zafiro —Jungkook apoyó las palmas de sus manos sobre los brazos de su madre tras dejar ir el agarre de Taehyung y la observó con atención—. ¿Por casualidad sabes algo acerca de la planta de la que te hablo?
Duda. Taehyung pudo olisquear en el aire el aroma proveniente de la inseguridad que desprendía la señora Jeon. La madre de Jungkook no tardó en apurarse a cerrar la puerta para después conducirlos a través del pasillo hacia la pequeña y cómoda estancia que conformaba su sala de estar. La chimenea no estaba encendida pero las ascuas todavía resonaban con fuerza y la leña desprendía el calor de un fuego que probablemente había estado ardiendo minutos atrás.
—Tomad asiento. Puede que haya algunos viejos garabatos que mencionan la flor entre los cuadernos que la sede de las Lunas Azules guarda, ¿podría saber por qué es tan importante? —la estancia se encontraba iluminada por la luz de un par de lámparas de mesa y sobre el sofá individual situado cerca de la chimenea, un libro abierto reposaba con una página doblada por la esquina—. Si no me equivoco, creo que esa planta no es nada más que un rumor inventado por aquellos que quisieron conquistar territorios tan recónditos como las tribus, una especie de excusa para que líderes del pasado aceptasen financiar ciertas expediciones y pusieran capital en causas que nunca llegaron a ningún sitio. Cuando tu abuela fue líder al lado de mi padre, los dos desmintieron cualquier rumor acerca de su existencia tras tener que lidiar con el hecho de que muchos cruzasen las fronteras en su búsqueda creyendo que la flor les podría dar riquezas o un poder inimaginable.
La señora Jeon hizo una pausa para observar las ventanas de la sala de estar. Los árboles eran mecidos por el viento en el exterior.
—La gente estubo a punto de perder la cabeza en aquel entonces y todo porque algún loco creyó que los Pétalos podrían conceder deseos descabellados a cualquiera que encontrase una de las flores completa.
Jungkook y Taehyung compartieron una rápida mirada.
—Bueno, es posible que esos rumores hayan llegado más allá de esta montaña. Así que necesitamos toda la información posible acerca de la planta que genera la flor, antes de que alguien decida quemarnos vivos para llegar a un sitio en el que tal vez solo se encuentre con un rumor.
La señora Jeon tragó aire y se apartó el flequillo de los ojos.
—Llamaré a mí segundo y a mi tercero, ellos traerán cada ejemplar en el que posiblemente se hable de la planta pero todo el material que pertenece a las Lunas Azules debe regresar a la sede. Podréis leerlo pero no podréis llevarlo con vosotros y solo un Luna Azul o un heredero de uno puede acceder a dicha información clasificada —un suspiro—. Eso implica que tú, Jungkook, serás plenamente responsable a partir de ahora de todo lo que suceda con los datos adquiridos. ¿De acuerdo?
Jungkook asintió.
—De acuerdo. Ahora madre, por favor, llámalos.
---------------
Hiiii!!
Baes pido mil disculpas pero la semana pasada inesperadamente fui ingresada en el hospital por presión intracraneal y he estado allí hasta ayer así que no he tenido muchas ganas de escribir para ser sincera. Así que aunque corto, aquí os dejo el nuevo cap.
Mil perdones, de veras.
Un beso,
os amo
Mel
💜