Mi Modelo Privado | Aomine x...

By NoizuUsagi

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Aomine quien siempre había sido un tipo arrogante en el baloncesto, ha conocido el significado de la "derrota... More

Cap. 01 "¿Cuándo me enamore de ti?..."
Cap. 02 "Me olvidare de todo"
Cap. 03 "Solo eres mío"
Cap. 04 "Tensión"
Cap. 05 "Debí haber sido yo"
Cap. 06 "Esfuerzo"
Cap. 07 "Deseo"
Cap. 08 "No caeré"
Cap. 09 "Lo que quiero"
Cap. 10 "Desesperación"
Cap. 12 "No me dejes solo" | FIN
"Extra"

Cap. 11 "Regresa"

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By NoizuUsagi

PoV. Kise

Caminé hasta llegar a casa de Shogo-kun, a decir verdad estoy un poco asustado, la última vez que estuve ahí salí corriendo cuando tuve oportunidad, tal vez estará molesto por eso, sin embargo ya me decidí, no quiero estar con Shogo-kun, la única persona a la que amo es Aominecchi y nada podrá cambiarlo, fui un idiota al dejarme engañar, pero eso se acabó.

Mi mano se dirigió al timbre.

*Ding* *Dong*

Ese pequeño ruido me provocó un pequeño escalofrío.

La puerta se abrió mostrando al otro lado a Shogo-kun.

-Por fin llegas Ryouta, pasa-. Su voz tiene un tono gentil, no parece estar molesto. 

-Sí, con permiso-. Hice una pequeña reverencia antes de entrar, por alguna razón el ambiente era diferente y hacia que me sintiera tranquilo.

-Siéntate en el sofá, ya vuelvo-. Caminó hasta una habitación la cual parece ser la cocina. 

La vez anterior que estuve aquí me encontraba nervioso por lo que no me dio tiempo de mirar su casa. Mientras esperaba a Shogo-kun observaba alrededor, era muy grande y bonita, a pesar de su apariencia puedo decir que su casa es todo un desastre, pero no es así, todo está ordenado y limpio.

-Toma-. Cuando menos lo espere Shogo-kun se encontraba a mi lado, estaba de pie con una taza de té.

-Gracias-. Sin pensarlo la tomé.

Al tomar la taza Shogo-kun se sentó en el sofá que estaba frente a mí, dejó caer su cuerpo mientras su espalda chocaba contra el respaldo.

-No va a ser fácil-. Susurró.

-¿Eh?-.

-Sabes Ryouta, todo este tiempo te he hecho daño, yo solo quería pasar más tiempo contigo y que tú fueras la persona que estuviera a mi lado, lo deseaba, pero al verte con Daiki me hizo enfurecer al punto en que te obligué a hacer cosas que no querías... lo siento-.

En su mirada se reflejaba tristeza, me sorprendió demasiado tanto que podría dejar de respirar, su disculpa es verdaderamente sincera, este es el Shogo-kun que no conocía, una persona amable ¿Por qué desde un principio no fue así?, me lastimó pero al final lo lamenta, yo soy quien no quiero complicar las cosas es por eso que creo debería perdonarle.

Antes de hablar di un trago al té.

-Shogo-kun, está bien, no tienes que preocuparte, pero en verdad me lastimaste, estaba asustado de que hicieras daño a Aominecchi, aunque en verdad lo hiciste-. Al momento de reclamarle se sobresaltó.

-Lo siento Ryouta, no era mi intención hacerle daño, solo que estaba celoso de que Daiki fuera la persona a la que realmente amas-. Dijo cabizbajo apretando la taza que tenía entre sus manos.

-De acuerdo, te perdonaré Shogo-kun, pero no vuelvas a hacer algo como eso, ahora yo quiero estar con Aominecchi, lo siento por no poder corresponderte, pero... ya encontrarás a alguien de quien te enamores-. Sonreí tratando de animarlo ya que su mirada se perdía en lo más profundo de aquella taza.

-Si-. Elevó su cabeza y me ofreció una sonrisa.

Después de que todo se arregló ambos platicábamos de varias cosas, recordábamos nuestros días en Teiko, los entrenamientos e incluso los partidos, en ocasiones ambos reíamos por las situaciones que solíamos pasar. Hasta ahora, lo único que Shogo-kun hacía conmigo era tocarme y amenazarme de herir a Aominecchi, pero el que ambos estemos de esta manera es mucho mejor para mí, el peso de mis hombros desapareció... al fin, todo terminó.

Traté de levantarme para dejar la taza de té la cual había terminado cerca de la mesa, pero al momento de moverme me maree y mi cuerpo se sintió pesado obligándome a sentarme de nuevo.

¿Qué es esto? Tengo mucho sueño, es imposible mantener mis ojos abiertos. Con lo poco que lograba ver miraba como Shogo-kun se levantaba del sofá donde se encontraba dirigiéndose hacia mí. Dejó su taza en una pequeña mesita que se encontraba al lado.

Al acercarse tomó mi hombro recostándome en el respaldo del sofá, estaba mareado por lo que no sabía si realmente estaba pasando o solo era un simple sueño. Juntó sus labios con los míos, su lengua se abría paso dentro de mi boca... no es un sueño.

Se separó, alejó de mis manos la taza que todavía tenía dejándola en la mesa que estaba al lado. Me miró de nuevo lamiéndose uno de sus dedos.

-Por fin te tengo, Ryouta-. Sonrió.

-S-Shogo-kun... ¿Q-que haces?...-. Todo alrededor daba vueltas apenas y podía hablar, sentía que en cualquier momento mis ojos podrían cerrarse. Estaba encima de mí con su rodilla en mi entrepierna.

-Eres tan fácil de engañar, ¿Crees que te dejaría ir? Mira como estas ahora, puedo hacerte mío en cualquier momento y no puedes oponerte, estas débil-. Bajó a mi cuello, lo lamió seguido de dar varias mordidas en el.

-¿Todo... era... mentira?-. Dije, mis manos no eran capaces de responder.

-Claro, yo nunca dejaría que alguien más tenga lo que yo quiero, tuve que comportarme de una manera linda para tenerte aquí, ahora que lo logré no tengo intención de dejarte, he esperado mucho para esto-. Su mano recorrió delicadamente mi pecho al momento en que abrió mi camisa.

-Hahahaha... no puedes hacer nada, no puedes moverte, nadie vendrá por ti, ni siquiera Daiki podrá salvarte-. Con fuerza mordió mi pezón, dolió demasiado al punto en que una lágrima cayó por mi mejilla.

-Qué lindo~-. Se alegró, parece que disfruta el ver sufrir a las personas.  

-Ya vuelvo-. Se levantó alejando su rodilla de mi entrepierna y su mano de mi pecho. –Tengo algo con lo que podremos pasarla bien-. Antes de irse dio un beso en mis labios.

Subió por unas escaleras, yo no puedo seguir aquí, estoy desesperado...

Aominecchi por favor, ven por mí. Sollozaba, mi cuerpo temblaba del miedo, Shogo-kun me mintió y yo le creí con facilidad, ¿Cómo puede hacerlo? Esa persona es de lo peor, pero yo soy un idiota por dejar que me mintiera.

Todo esto terminará mal si no hago algo. Mareado logré levantarme del sofá, mis piernas no respondían, si al menos puedo caminar unos pasos eso podrá darme ventaja.

De alguna manera llegué hasta la puerta, sin más tiempo que esperar la abrí, al salir de la casa tropecé cayendo al suelo, aun estaba mareado, mis brazos no tenías mucha fuerza, necesitaba ayuda, pero en este momento tengo que hacerlo todo por mi cuenta, al apoyar mis brazos sobre el suelo me lastimé pero aun así el esfuerzo valió la pena.

Arrastraba mis pies por la calle, me tambaleaba por lo que tomaba cualquier cosa para dar un respiro, mis ojos estaban a punto de cerrarse...

................................

PoV. Aomine     

Llamé a Kise varias veces pero no contesta, mi pecho en este momento está siendo aplastado por la desesperación, una vez más marqué a su teléfono pero fue inútil.

En el camino llamé a Tetsu, agitado pedí que me diera la dirección de Haizaki, no sé porque pero tenía el presentimiento de que Tetsu sabía donde vivía. En cuanto me lo dijo colgué sin pensar, corrí lo más rápido que pude al lugar.

El sentimiento de querer proteger a Kise y estar junto a él hace que mis sentidos desaparezcan, solo quiero tenerlo a mi lado, ser yo quien lo cuide y lo proteja, no tengo la intención de dejar que alguien más se quede con él, pasé por mucho como para que ahora ese idiota de Haizaki venga y me lo arrebate. Kise es solo mío.

Deje de correr... mi corazón comenzó a latir más fuerte de lo normal. Ahí estaba... Kise, del otro lado de la calle, no se miraba nada bien, se tambaleaba como si estuviera a punto de caer. El semáforo estaba en verde por lo que era imposible cruzar. Reuní toda fuerza para llamarlo.

-¡¡Kise!!-. Su cabeza se encontraba cabizbaja pero al momento de escuchar su nombre no dudó en voltear.

..............................................

PoV. Kise

-¡¡Kise!!-. ¿Aominecchi? Esa es su voz... ¿Cierto? El vino por mí, está del otro lado de la calle pero no puedo cruzar, al menos ya estoy a salvo, o eso creía... 

-¡¡Ryouta!!-. Detrás de mi venía Shogo-kun, su rostro enojado hizo que temblara del miedo, pero para mi suerte el semáforo marcó luz roja. No dudé en avanzar...

-¡¡Kise!! ¡¡Cuidado!!-. La voz de Aominecchi me alarmó, ¿Qué sucede?

*Pii* *Pii*

Después de escuchar el sonido de un claxon perdí la conciencia, desde ese instante no fui capaz de escuchar lo que había sucedido...  

............................................

Estoy acostado, mi cuerpo duele, no puedo moverme ni abrir mis ojos... solo puedo ver oscuridad.

-Ryouta-. ¿La voz de Akashicchi? 

-Kise-chin~-. ¿Murasakibaracchi también?

-Ki-chan-. ¿Momocchi?

-Kise-. ¿Incluso Midorimacchi?

-Kise-kun-. ¿Kurokocchi?

-Kise-. ¿Tú también Kagamicchi?

El sonido se sus voces, no es el mismo con el que me llaman normalmente, ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué se comportan de esa manera? Ninguno de ellos es así, están hablándome de una forma muy extraña, a pesar de haber podido oír a todos falta alguien a quien no escuche... Aominecchi.

 Escuché el ruido de una puerta abrirse y unos pasos aproximarse.

-¡Ah! Doctor-. Habló Akashicchi.

-¿Qué sucede con Kise?-. Preguntó Kagamicchi sobresaltado.

-Lo sentimos pero ha caído en un estado grave debido al golpe que ha sufrido, no sabemos cuándo podrá dejar el hospital...-. Dijo seriamente.  

-¿Cómo que no sabe cuando dejará el hospital?-. Gritó Momocchi.

-El... está en estado de coma-.

El sonido de la esperanza desapareció, pude escucharlo claramente, aunque no pueda moverme aun sigo aquí, todo lo que necesito es que no se alejen, ¿Podrían ayudarme?

-Bien, debo de retirarme, lo sentimos mucho-. Dicho eso escuche como la puerta se cerró y el silencio invadía el lugar.

.................................

PoV. Aomine

Estaba sobre la cama, mi brazo cubría mis ojos, una pequeña lágrima logró escabullirse...

*Brr* *Brr*

Contesté la llamada....

-¿Dai-chan?-.

-Satsuki, ¿Qué sucede?-.

-Puede ser un poco difícil lo que vaya a decirte pero...-.

-Vamos Satsuki, dilo de una vez-. Dije algo irritado.

-Este... pues... verás... Ki-chan esta ———- -.

No fui capaz de pensar, mis ojos se perdieron en el vacío, mi mente su puso color blanco, mis manos y piernas perdieron toda fuerza y mi cuerpo por si solo cayó de rodillas.

-Satsuki, ¿Es una broma, cierto?-. Aun tenía cierta esperanza.

-Lo siento Dai-chan, no es una bro-.

Sin dejarle oportunidad cerré el celular arrojándolo con fuerza contra la pared, se desarmó pero en ese momento yo estaba en el mismo estado, estaba totalmente destrozado al enterarme en el estado en que esta Kise.

Todo esto es culpa mía, por no protegerlo y tenerlo a mi lado cuando más lo necesitaba, ahora ya no puedo estar con él, es debido a que fui un cobarde y no haberme apresurado, sabía lo que sucedía y aun así lo deje solo no fui capaz de salvarlo.

.....................................

PoV. Narradora

Momoi cerró el celular cabizbaja, sabía por lo que Aomine estaba pasando en ese momento, pero conociéndolo no hay nada que pueda hacer o algo que pueda animarlo, siendo ella su mejor amiga sabía que era mejor dejarlo solo.

Al entrar de nuevo en la habitación todos estaban alrededor de la cama observando a Kise, quien tenía una máscara para poder respirar además de varias vendas en sus brazos y piernas.

Nadie sabía cuánto tiempo se tardaría en despertar, era verdaderamente difícil, el chico más alegre la de Generación de los Milagros, en el que en un momento hizo sonreír a todos también puede causar que las lágrimas llenas de dolor se muestren en cada uno de ellos.  

-Es hora de irnos-. Dijo Akashi tocando levemente la mano de Kise.

Todos se despidieron del rubio de la misma manera, sus rostros mostrando tristeza al dejar a su compañero atrás.

Pasaron unos cuantos días...

..........................................

PoV. Kise

He perdido la cuenta desde que estoy en esta cama, puedo escuchar todo, pero aun sigo sin poder abrir mis ojos o mover alguna parte de mi cuerpo...

Escuche como la puerta se abría y unos pasos se acercaban a mí. Aominecchi...

-Ki-chan...-. Me equivoqué.

-He venido a visitarte, sabes, todo el mundo te extraña, es por eso que debes despertar pronto-.

¿Y Aominecchi? ¿Dónde está Aominecchi?! Quería abrir mis labios y preguntarle pero sé que no puedo hacerlo.

Cada día es lo mismo, estoy preguntándome en donde se encuentra, yo estoy aquí esperando a que venga a verme pero nunca puedo oír su voz, me siento solo.

-Ki-chan... lo siento por decirte esto, probablemente no me escuchas pero Dai-chan no es el mismo desde que se enteró que estabas en coma-. Es como si hubiera podido escuchar mi pregunta, pero aun así yo tengo ganas de verlo, se que no puedo pero al menos oír su voz es suficiente para mí.

¿Aun tengo que esperar? Me preocupa él como esta y que es lo que hace, Aominecchi eres un idiota, por favor no me preocupes...  

...............................................

PoV. Aomine

Han pasado dos semanas desde entonces, todo lo que hago sale mal, en la escuela no puedo concentrarme, en los partidos no puedo anotar, al llegar a casa todo lo que hago es ir a mi habitación y encerrarme en ella, recuerdo todos los momentos que estuve con Kise...

Su voz, su sonrisa, su cuerpo, todo... lo necesito, no quiero vivir sin él, no es mucho pedir que despierte y tenerlo a mi lado ¿Verdad?

...............................

Salí de casa, caminé la mayor parte del tiempo solo para tratar de relajarme, pero antes de darme cuenta me encontraba frente al hospital. Entré.

En la recepción pregunte por la habitación de Kise Ryouta, la señora que se encontraba ahí me miró dudosa, pero después de hacerme un par de preguntas sonrió dándome el número del piso y la puerta donde se encontraba Kise.

Subí al elevador, impaciente espere a que llegara lo más pronto posible, eso es... todo este tiempo solo espere y no hice nada.

El elevador se detuvo, mi corazón comenzó a golpear mi pecho, mis ojos se cerraron, ya estoy aquí, no puedo dar la vuelta y marcharme...

Salí y caminé hasta la puerta de la habitación, antes de entrar me detuve frente a esta, estoy nervioso, mi cabeza duele y no sé si puedo ser capaz de soportar ver a Kise en esa cama sin poder moverse.

Quiero entrar solo para encontrarme a Kise sonriendo y al momento de mirarme diga "Aominecchi" con esa voz alegre con la que siempre me habla, el destello felicidad de sus ojos dorados al verme y esperar a que lo abrace como solía hacerlo.

Tomé la manija de la puerta, mi mano no paraba de temblar...

.....................

PoV. Kise

La ventana de la habitación se encontraba abierta, alegremente me concentraba en escuchar el sonido de los autos, pero algo irrumpió, el sonido de la puerta abriéndose...

Unos pasos se acercaban, pero no podía oír la voz de quien estaba cerca de mí.

Sentí como mi flequillo era peinado hacia atrás y algo suave posándose en mi frente. ¿Un beso?

-Kise...-.

¿Aominecchi? ¿En serio eres tú? De verdad que eres un idiota, te tardaste ¿Sabes? Todo este tiempo me hiciste sentir solo, ahora que estas aquí al menos quiero mover mis manos y abrazarte para poder decirte "Te extraño tanto, por favor llévame a casa"

-Kise... lo siento-. Unas gotas comenzaron a caer mojando mi pecho. –Lo siento por no haber venido a verte lo antes posible, tenía miedo, todo esto es mi culpa, si tan solo no te hubiera dejado solo no estarías aquí, si no en casa, ahora mismo no me importa nada, no quiero saber lo que sucede alrededor, todo en lo que pienso es en algún día tenerte en mis brazos de nuevo-.

Aominecchi comenzó a llorar, esta vez su rostro estaba contra mi pecho, y aquí sigo yo sin poder hacer algo para detenerlo, quiero poner mi mano sobre la suya y decirle: "¿estarás conmigo para siempre, verdad?"

Aominecchi nunca me abandonaría, quiero pensar en que mañana despertaré y ambos iremos a casa tomados de la mano es una costumbre que los dos tenemos y no podemos evitarla por mas vergonzosa que sea.

.....................................................

PoV. Aomine

Han pasado alrededor de 6 años, esta vez antes de ir al hospital llegué a una tienda, al entrar observé todo el lugar pero lo que me llamó la atención fueron unos globos de varios colores que estaban cerca a la ventana, sin pensarlo me acerqué a estos, deslicé lentamente mi mano por el globo que tenía el color favorito de Kise, sin tiempo que perder compré los globos al igual que unas flores.

Al salir del lugar me dirigí al hospital.

Una vez entré saludé a la señora que estaba en recepción para luego ir al elevador, presioné el botón que da al piso de la habitación de Kise.

Una vez salí no caminé mucho hasta la puerta. Al entrar di pasos lentos hasta donde estaba Kise con los globos y las flores en mano, sin dejar de mirar su rostro tomé delicadamente su mano y la llevé a las flores para que pudiera tocarlas, al igual deslicé solo las yemas de sus dedos para que rozara los globos.

Al dejarlo un tiempo en ese modo separé las flores y los globos dejándolos sobre la pequeña mesa que estaba al lado de la cama, incliné mi cabeza para dar un beso en su frente...

-Feliz Cumpleaños Kise...-.

.........................................

Hasta aquí el capítulo 。・゚゚・(>д<)・゚゚・。

Lo sé, fue muy triste, incluso estaba llorando mientras lo escribía, pero así es la historia, el próximo capítulo será el último ( ≧Д≦)

Nos vemos~~

Bye-Bye~~ *se va a llorar a una esquina* 

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