ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - T...

By MelanieGerpeLen

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☽ Min Yoongi ansiaba venganza. Como único y último heredero del legado de las tribus del norte y lobo de vien... More

THE HOWLING SAGA
PRÓLOGO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capitulo 60

Capítulo 21

228 51 30
By MelanieGerpeLen

"Y supongo que me estoy haciendo mayor porque estoy menos cabreado."
—Hold Me Like A Grudge
(Fall Out Boy)


A diferencia del túnel que habían revisado esa tarde, la cueva por la que ahora Hoseok seguía a Yoongi era amplia y parecía llena de aire fresco a medida que avanzaban en cuesta a través de ella.

La oscuridad lo llenaba todo, sin embargo el entorno de alguna manera parecía mucho más claro y amigable en esa zona.

"¿Quieres saber la historia de las tribus a través de la memoria de mis antepasados?"

Hoseok no necesitó contestar. Yoongi era observador, tenía que serlo cuando durante gran parte del tiempo que había pasado en territorio desconocido no había podido expresarse y hablar con claridad.

Observar y aprender era algo obligado para cualquier lobo que necesítase ordenar mentalmente la situación en la que se encontraba antes de comenzar a actuar en consecuencia, se lo habían enseñado toda su vida. Por eso quizás sabía que ese chico lo había hecho bien. Los conocía. Sin motivo pero con todo el sentido del mundo, lo hacía.

"Fue hace muchos años. Cuando la división de tu montaña no amenazaba la paz de la naturaleza, otros lo hacían. Hubo un momento en el tiempo en el que los lobos no se limitaban y encerraban en un solo territorio, un tiempo en el que la naturaleza era suya y allí donde hubiese tierra, hierba aire y luna ellos podían correr libremente sin pedirle permiso a nadie. Hasta que alguien decidió que su existencia era un peligro, porque la magia de la que hacían gala los lobos en honor a su Diosa Luna desafiaba los dogmas de las creencias que ellos tenían, iba en contra de su único Dios e incluso parecía clamar que los demonios a los que le tenían existían dentro de nuestras pieles. Así que los humanos decidieron que nuestra presencia no era bien recibida cerca de sus casas, al menos la gran mayoría."

"Conozco la historia de cómo los cazadores se formaron para perseguirnos y aniquilarnos. Prefirieron matar aquello que no entendían en lugar de esforzarse por escucharnos o crear una armonía entre especies claramente distintas."

"No lo entendían, no. Y además lo temían." —Yoongi frenó sus pasos cuando escuchó al lobo tras su espalda tropezar levemente—. "Además en esa época los lobos no tenían ley alguna acerca de aquello que podía considerarse comida y lo que no. Es cierto que a veces durante la Luna llena algunos decidían probar la carne humana, y puede que ese fuese el inicio de muchas mentiras que beneficiaron a quienes llevaban mucho tiempo deseando desterrarnos."

El lobo norteño gruñó.

"Ellos no se limitaron a desterrarnos y encerrarnos en esta montaña. Ellos hicieron mucho más. Y no solo aquí, su Iglesia persiguió clanes y manadas alrededor de todo el mundo. Algunos de los libros de la biblioteca del norte reúnen cientos de cartas y datos verídicos de lo sucedido en ese instante. Familias separadas, niños asesinados en nombre de Dios, lobos considerados como un tabú y un pecado para todo humano existente. Incluso aquellos que no nos veían con malos ojos estaban obligados por su sociedad a entregarnos ante los cazadores si se cruzaban en algún momento en nuestros caminos."

Yoongi pareció sentir un repentino interés, sus iluminados ojos de lobo se abrieron mientras esperaba hasta que Hoseok se colocaba a su izquierda.

Por supuesto que esas historias le interesaban. Hoseok podía percibirlo en el modo en el que el lobo de este se mostraba más abierto y receptivo, con las orejas alzadas y el hocico en línea hacia el lugar en que él se encontraba situado. Pero a veces la historia no era escrita de forma exacta y verídica, en ocasiones lo que las líneas escritas narraban variaba mucho en función del encargado de transcribirlas y con el paso de los años la información terminaba siendo modificada de una u otra manera.

"Ciertamente no lo hicieron. No sé lo que ocurrió en otras partes del mundo pero los sabios de mi hogar contaban que en la época de los padres de mis abuelos los acuerdos más inesperados fueron necesarios para alcanzar cierto equilibrio entre el animal y el humano dentro de nuestro territorio, acuerdos casi forzados por las circunstancias y acuerdos en los que una parte cedió mucho más que la otra. El problema llegó cuando los lobos se dividieron en grupos de opiniones muy diversas y complejas. Algunos ansiaban venganza, otros querían tomar el mundo humano y hacerlo suyo, muchos simplemente deseaban la paz y tranquilidad que habíamos tenido antaño. Y esos, los que ante todo querían vivir en contacto con la Diosa y la tierra que esta nos había regalado, fueron los primeros lobos de la montaña que decidieron explorar la cima en busca de un hogar."

Hoseok conocía aquella historia, porque muchos se la habían contado a lo largo de los años. Escucharla de alguien como Yoongi parecía correcto y especial sin embargo. Quizás aportase un nuevo enfoque a aquello que a lo largo de los años había pasado por el filtro ideológico de al menos una veintena de personas encargadas de transmitir la historia de la montaña a cada lobo nacido en su territorio.

"Mientras que los que deseaban continuar luchando se quedaron en la montaña" —prosiguió Hoseok—. "Los más radicales en el sur y los menos en el norte, todavía unidos tuvieron disputas para alcanzar un acuerdo tácito acerca de cómo enfrentar la ola de violencia que implicaban las facciones cazadoras dentro de los poblados humanos. Las disputas siempre estuvieron presentes sin importa que fuese un solo clan y una única manada, hasta que las interminables riñas y el modo de ver las clases o el amor hizo que nuestros antepasados finalmente se separasen por completo. Norte y Sur se dividieron mucho más después de que la caza terminase, llegando a crear una frontera entre los territorios existentes y manteniendo el río como zona de confrontación. Sucedió cuando los lobos olvidaron la amenaza humana, lo poco que los seguía uniendo se esfumó y…"

"Entonces comenzaron a matarse los unos a los otros por motivos absurdos y las tribus de la cima abrieron sus brazos para acoger a todos aquellos que ansiaban escapar del dolor y la destrucción. Cómo en el pasado lo hicieron nuestros antepasados. Esta montaña, estas cuevas y este lugar están repletos de paz y así debería haber permanecido por el resto de nuestros días."

"Pero siempre hay algo que amenaza la estabilidad. Os atacaron, mataron a cuántos pudieron de tu gente y tal vez el motivo esté oculto en una nueva necesidad de proclamar la guerra. Si quieren esa flor, quieren el dominio sobre algo concreto, desean jugar a ser dioses. Sea lo que sea aquello que los mueve, si la leyenda es cierta y la planta que tu tribu ha protegido durante siglos funciona… Lo que nos espera podría ser mucho más horrible que todo eso que esta montaña nuestra experimentó en el pasado."

Los pasos de Yoongi se frenaron y sus patas se hundieron sobre el suelo de tierra que formaba el interior de la cueva principal. La estancia a la que habían llegado se habría hacia el exterior de la parte más alta de la montaña. Como una ventana abierta en la mismísima roca, el enorme agujero les permitía ver la completa extensión que suponía el río que atravesaba la montaña y la masa de agua redondeada que formaba el lago Crystallo. Hoseok sintió su corazón latir con una fuerza estremecedora.

Las curvas del territorio, cuestas, prados, pendientes, cascadas. Los puentes de roca y madera de abedul construidos cuando la Unión fue implantada tras la guerra de Lunas. La masa de color que el otoño pasado había dejado sobre la tierra en forma de hojas secas de tonos amarillentos y rojizos, los pinos verdes que crecían en la parte más situada al sur, allí donde el fuego por suerte o milagro nunca logró llegar. El arenal. El mar salado a lo lejos. El horizonte. Otro mundo, uno que ellos siempre habían tenido prohibido ver demasiado de cerca incluso si ahora cada vez más lobos decidían arriesgar sus vidas para explorarlo.

Habían llegado a la cima. Allí donde antes del ataque residían los lobos más antiguos y los más fuertes de su territorio. Al lugar donde tan solo quedaba el eco de una civilización y el aroma a sangre, miedo y muerte todavía se levantaba sobre el olor de la lavanda, los manzanos y abedules que bañaban la tierra conocida. Y la vista se antojaba sencillamente preciosa ante sus ojos.

Las nubes parecían nacer y formarse justo ahí. A su mismísimo alrededor mientras asomaba el hocico. Sus patas tropezaron con la gravilla que ahora se dispersaba por el suelo allanado de la estancia y el modo en el que las pequeñas piedras se precipitaron hasta lo más profundo de la colina de pedrusco lo hizo retroceder. En esa época del año la nieve permanecía blanca e intacta allí donde sus ojos miraban.

"¿Conoces la historia del lobo de viento que logró separar a los cazadores de nuestra montaña?"

Yoongi, al igual que él, avanzó hacia el borde de la abertura. Sus ojos lo observaron todo con detenimiento, el olor a añoranza que estaba comenzando a desprender tenía un sabor agrio y triste.

"¿El fundador del primero de los clanes que han habitado la cima de la montaña? Algunos de nuestros libros de historia hablan sobre él. Los niños lo estudían durante sus primeros años de escolarización, sin embargo, debo confesar que no hay demasiados datos sobre quién y cómo era ese lobo. Con el paso del tiempo muchos lo han comenzado a ver como una especie de leyenda, un héroe intrépido con el que enseñar y entretener a la vez a los lobeznos. Puede que los humanos y sus manuscritos sobre cazadores puedan aportar incluso más que los nuestros a estas alturas. Cuando una historia se mueve de boca en boca siempre cambia y cuando es escrita uno necesita conocer la fuente original para imaginar si la historia relatada es subjetiva o quizás fruto de alguna opinión motivada por los sentimientos."

"Entonces deja que te hable de ello" —los ojos del lobo no abandonaron en ningún momento el horizonte donde la Diosa Luna comenzaría pronto a brillar entre las nubes oscuras—. "Antes de que yo o incluso mis padres aullaran a la Diosa por primera vez, mucho tiempo atrás, existió un alfa al que los antiguos llamaban Min. Min vivió durante la era donde los lobos dominaban sobre los hombres y en consecuencia experimentó en su propia carne lo que ser cazado implicaba en aquel momento. La leyenda que siempre me han contado, narra la forma en la que él tuvo que escapar de los humanos desde más allá de lo que el mar marca hasta esta montaña. En el transcurso de su carrera más de una flecha de plata alcanzó su gruesa piel y manchó de sangre violeta su pelaje blanco, sus rastros hicieron que los humanos se convenciesen todavía más de que era un animal demoníaco que se apartaba de lo normal. Uno de sus ojos fue rajado hasta la ceguera por culpa de una daga del mismo material del que hablan las flechas. La plata entró en su cuerpo, lo envenenó y lo dañó pero de alguna manera él logró seguir corriendo porque la Diosa Luna le ofreció el amparo del viento. Los árboles soplaron susurros y canciones para él, el bosque que nos rodea le ayudó a huir hacia un lugar seguro lleno de picos y pendientes, de fría nieve blanca que curó hasta la más profunda herida. Ese alfa le prometió lealtad a la montaña y se encargó de hablarle a otros acerca de lo importante que era respetar la naturaleza que nos rodea. También les dijo que la paz era necesaria para mantener nuestro territorio a salvo, incluso si de vez en cuando los sacrificios que implicase ceder ante los humanos, se necesitaban para mantenerla."

Hoseok apartó la mirada del horizonte que Yoongi todavía contemplaba. La manera en la que la voz del lobo de viento sonaba en su cabeza le demostraba una vez más que el interior de este continuaba herido a pesar del tiempo. ¿Y acaso era extraño aquello? Nadie podría recuperarse de un dolor tan grande como el que suponía perder toda una vida. Ni un año, ni cientos servirían de consuelo para un alma dañada.

El simple hecho de pensar en su familia siendo atacada y asesinada lo llenaba de dolor. Y el contemplar la idea de que el culpable siguiera suelto… Probablemente muchos lobos hubieran entrado en una fase de furia y necesidad de venganza, como Yoongi lo hizo.

"Creo que deberías contarle tu historia a los lobos de la Unión. Háblales de esto, de cómo crecieron las tribus y de lo que sentiste cuando las destrozaron. Hasta ahora el hecho de que fueron atacadas es un secreto a voces, nadie conoce la magnitud de lo que sucedió pero sí saben que tú nos atacaste en consecuencia y que ahora estás siendo tratado con menos rectitud de lo que sería tratado cualquier otro prisionero" —Hoseok se acercó a Yoongi y aunque dudó inicialmente, finalmente se atrevió a restregar su hocico contra el cuello del lobo blanco—. "Necesitan conocerlo todo antes de juzgar. Si solo tienen una parte de la información, tal vez jamás puedan llegar a comprender o tan siquiera a identificarse levemente con tus acciones."

"Nadie podría comprenderlas. Ni siquiera yo mismo" —aunque Yoongi no se apartó del toque de Hoseok, sí experimentó una extraña sensación de recelo. Era la primera vez que un lobo se acercaba tanto al suyo en mucho tiempo. Y aunque resultaba agradable no podía evitar sentir desconfianza—. "Mi clan y mi tribu hablaban de la necesidad de la paz pero cuando nos atacaron yo decidí responder con odio."

"Decidiste que no querías que un asesino saliera impune. Sé que muchos en mi clan dirían que mis pensamientos están equivocados o que me falta un tornillo, pero sinceramente confieso que yo habría hecho lo mismo. Habría perdido la maldita cabeza y habría perseguido al culpable hasta poder desangrar su yugular con mis propios dientes."

Yoongi se estremeció. Podía sentir el hocico de Hoseok moviéndose hacia sus orejas y cuando la lengua de este lo acicaló, como si en realidad se conocieran desde pequeños o como si formarán parte de una misma manada… Se tumbó en el extremo del precipicio. Con la patas delanteras colgando de la enorme ventana que formaba el hueco de la cueva en la montaña y la cola en alto. Simplemente se dejó a sí mismo disfrutar un poco de la compañía de otro lobo tras meses de soledad extrema. De la sensación del viento fresco y del hogar que lo rodeaba, incluso si se encontraba vacío de todo aquello que su memoria recordaba.

La actitud, el olor y la sensación de tener al guardián a su lado le calentaron el corazón. Incluso cuando las palabras de este estaban llenas de esa… ira extraña.

"No lo habrías hecho. Tu deber como guardián va más allá del ansia de venganza."

Hoseok ladró en desacuerdo.

"Y eso de perder un tornillo… ¿Cómo exactamente un lobo puede perder uno?"

El lobo norteño se quedó quieto un instante antes de decidir tumbarse a un lado del alfa de viento. En cierto modo sentía que Yoongi era mucho más inocente de lo que pretendía. Estaba acostumbrado a una vida que nada tenía que ver con la suya, y él esperaba de veras que en algún momento pudiese regresar a la rutina que amaba.

"Deja que te explique un par de cosas, chico."

(***)

—¿Qué se supone que…?

Hoseok dejó escapar una leve carcajada cuando los ojos de la líder Jeon se abrieron profundamente ante la perspectiva de lo que su vista le ofrecía. Maldita sea, Yoongi realmente se había negado como un niño encaprichado a regresar a su forma humana por el momento. Así que tras descender la montaña y plantarse por al menos veinte minutos en el jardín de la casa de líderes, Hoseok finalmente decidió ponerse unos pantalones y entrar en la biblioteca seguido de esa enorme masa de cabello blanco como la nieve.

Habían perdido demasiado tiempo como para malgastar minutos extra en una discusión prácticamente perdida desde el inicio. El guardián sabía que no podría convencer a Yoongi de regresar mientras su parte animal siguiese necesitada de libertad. Tendría que esperar hasta que los cachorros reclamasen a su padre, lo cual probablemente sucedería pronto.

—Supuse que regresaría a su forma humana tras visitar la cima y eso fue lo que le pedí a Jungkook que te comunicase. Me equivoqué, todavía no parece convencido ante la idea de tener que regresar. Lo de entrar en la casa de líderes así no ha sido más que un acto desesperado. Se está haciendo tarde y necesito contarte al menos un par de cosas.

—Sí, bueno, Jungkook me contó un poco de eso tras regresar con Taehyung. Pensamos que estarías aquí para ir hacia la biblioteca del norte con los demás y Sungjae formó grupos de trabajo en consecuencia pero entonces Kook dijo que Yoongi había tenido que transformarse durante el rastreo porque el movimiento por algunas cuevas es más sencillo en nuestra forma animal y yo me asusté ante la idea de que él… —Joy observó al enorme lobo blanco que se movía cerca de Hoseok con cierta impaciencia—. Aunque Namjoon defendió el hecho de que es una buena señal que Yoongi haya podido volver a transformarse sin perder la cabeza en el proceso. Aún con todo, ninguno de los dos mencionó que volvería a la casa de líderes todavía así. Convertido y siendo fácilmente visible para todo aquel que se cruce en su camino.

—Tendremos que lidiar con su parte animal hasta que los cachorros lo convenzan de lo contrario, lo cuál sucederá pronto y la mayoría de lobos de nuestra manada no Jan visto a Yoongi en su forma animal. No más allá de los guardianes que estuvieron presentes cuando lo capturamos hace ya mucho tiempo —Hoseok miró hacia el alfa de viento que ahora le envolvía la cintura con la cola y después volvió a poner los ojos sobre Joy con cierta resignación asomándose a sus pupilas—. De todos modos, no es el primer lobo que entra aquí en su forma animal ni será el último. ¿Qué es lo que te sorprende tanto al respecto?

Yoongi caminaba despacio, como si todo su cuerpo estuviera alerta. En su forma animal era más sencillo leerlo. Sus emociones resultaban claras, tal vez porque estaban ligadas a gestos físicos que todo lobo compartía. La cola entre las piernas, las orejas alzadas, el hocico agachado y multitud de aspectos. Para todo eso, era bueno en cierto modo el hecho de que decidiera continuar siendo un lobo

—La casa de líderes está hasta arriba de gente en estos días, por no mencionar que las hermanas Lae parecen dispuestas a poner una maldita tienda de campaña en mi sala de estar para continuar echándome cosas en cara durante el tiempo de descanso que Jae y yo nos marcamos una vez pasadas las once de la noche . Él ya ha tratado de calmar las aguas sin éxito alguno y aunque no lo creas ha tenido que levantar la voz un par de veces, algo extraño en mi pareja. Esas lobas podrían tener la tentación de decir algo al respecto si ven a un lobo que consideran un prisionero campando a sus anchas por la casa de líderes. O lo que es peor, ellas podrían…

—Sé que se supone que es un prisionero pero incluso aquellos que son encarcelados pueden sacar a su animal al menos un par de veces al día entre los barrotes. No hay nada malo en tenerlo por aquí de esta manera, sin importar lo muy retrógrados que algunos miembros del consejo se muestren al respecto —Hoseok ni siquiera sabía porqué estaba llevándole la contraria a la líder Jeon, ella había demostrado ser justa —. Si son como nosotros deberían saber que encarcelar a la persona debe separarse de privar al animal. Las leyes del norte recogen ese aspecto y así lo harán en el futuro las de la Unión hasta donde me habéis contado.

Yoongi no estaba hablando. De hecho, no había dicho mucho después de su excursión a la cima. Los dos dedicaron al menos un cuarto de hora a observar la montaña y entonces emprendieron el descenso. En el silencio de su mente, Hoseok no dejaba de preguntarse si volver a su hogar deshecho y destrozado habría sido bueno o malo para ese lobo.

—Lo sé Jung, pero esas leyes todavía tienen que redactarse con la unanimidad del consejo territorial y debes recordar que para hacerlo lo más justo posible los miembros que lo forman provienen de más de un solo ámbito. No podemos enfadarlos si queremos obtener una constitución justa para nuestro clan y te aseguro que si ellos desean verlo de forma retorcida, podrán considerar esto como una provocación. Incluso si él no les ha hecho daño alguno.

—Deja que me ocupe, ¿de acuerdo? —Hoseok estiró una mano y dejó que sus dedos se perdieran entre el blanco y suave cabello del lobo—. Volverá a su forma humana antes de que cualquier idiota se entere de nuestra pequeña excursión. Sabes que necesita estar en contacto con su lobo y nadie nos ha visto subir a la cima o entrar en la casa a la vuelta. Hemos sido tan discretos como el mejor de los guardianes.

Joy no pudo evitar mostrar una expresión frustrada.

—En realidad sé muy bien porqué estás diciéndome esto.

La líder enterró las manos en los bolsillos de sus pantalones de lana negra. De hecho ese lobo había sido motivo de su preocupación y de la de Sungjae durante el último año.

—El caso es que muchos otros no se preocupan en lo absoluto por la salud de ese chico. Sabes que prefieren usarlo como comodín, una parte más radical y asquerosa de nuestro clan estaría dispuesta a usarlo de cebo y ahora mismo luce como un cebo delicioso.

De hecho gran parte de los sureños tenía la tentación de obligar a Yoongi a hablar, de sacarle datos acerca de quién o quiénes fueron los responsables de los ataques que la Unión comenzó a recibir poco después de su llegada. Porque maldita sea, incluso si eran cuidadosos la gente podía sumar dos más dos y de algún modo la llegada de Yoongi sucedió en medio de un caos notable. Aquellos que conocían la investigación de forma superficial empezaban a pensar que las amenazas estaban ligadas a las tribus y a los mestizos de sangre. Aunque no se equivocaban, todavía era un error castigar con interrogatorios a quién había sido víctima de tales catástrofes en casi la misma medida que ellos.

Ni los niños de las tribus que fueron acogidos ni los mestizos de sangre que ahora eran parte de la Unión, serían tratados como criminales bajo su mandato. No importaba lo que los miembros más tradicionales del consejo pensasen. No cuando se trataba de derechos que todo lobo debía tener. Yoongi era culpable de herir a algunos guardianes y de haberse dejado llevar por la ira, mas no lo era de que un grupo de bandidos hubiese decidido entrar en su montaña para comenzar a dejar heridos y muertos. Las Lunas Rojas tan solo fueron el primer aviso, ahora un nuevo grupo amenazaba la paz. Una paz que por desgracia ni siquiera podía realmente llamarse de ese modo.

—Está bien. Ven a mi despacho y cuéntame lo que sea que hayáis descubierto en el túnel. Después podrás irte a descansar, has sobrepasado por mucho tu jornada laboral.

Hoseok se movió y con este también lo hizo el lobo blanco. Juntos atravesaron la biblioteca hasta más allá de la sección en la que Yoongi había encontrado el libro de botánica que Jimin le ayudó a leer y en el cual figuraba esa planta por la que Hoseok había comenzado a sentir especial curiosidad.

Allí, escondida entre libros y el aroma de la madera que formaba las amplias estanterías, una puerta de abedul pintada de azul llevaba hasta el interior de la oficina que Joy usaba como despacho.

A pesar de que las cortinas de tela traslúcida se encontraban plenamente abiertas, la noche lo llenaba todo y la luz anaranjada de la lámpara de cristal que descansaba sobre la mesa hacía que el ambiente pareciese casi acogedor cuando los dos lobos siguieron a la líder hacia el cobijo de un sofá colocado a tan solo unos pasos de distancia de la mesa. Hoseok tomó asiento y el lobo se tumbó con la cabeza apoyada sobre su regazo.

—Te preguntarás dónde está Sungjae —Joy no se sentó de inmediato, en realidad dió un par de vueltas nerviosas ante ellos para finalmente escoger su silla—. Él es tu líder mucho más de lo que yo lo seré nunca.

—En realidad —Hoseok no pudo evitar acariciar una vez más el pelaje suave de Yoongi. Sus dedos se enterraron entre el lomo y la pata delantera de este y sonrió al percibir cuán tranquilo el lobo parecía con ello. La separación de horas era escasa pero el lobo se mostraba más receptivo ahora de lo que lo había hecho en la cueva de la cima —. Hace tiempo que sé que hablar con Sungjae es igual que hablar contigo. Ahora los dos sois líderes de una misma manada, respondo ante ambos incluso si mi confianza plena la reservo para él. Sé que puedes comprenderlo porque lo mismo le sucede a los guardianes sureños con mi líder, lo respetan pero la confianza de ellos es plena para tí.

Joy se limitó a respirar profundamente. Sus manos, finos dedos de piel morena decorados con anillos de rodio y nácar, buscaron entre los papeles ordenados.

—Lo sé y lo comprendo. Todavía nos queda mucho que aprender y mucho que trabajar para que esta nueva era entre manadas pueda ser definida plenamente como la Unión que ansiamos. Pero mientras tanto, desde mi posición intentaré abrir mi mente y servir a la causa lo mejor que sé. Es por eso que me gustaría pedirte que añadas a tu grupo de rastreo a una omega sureña.

Hoseok alzó una ceja, su expresión repleta de diversión curiosa. Los omegas no podían ser guardianes en el sur hasta hace poco, porque de alguna manera los Jeon creyeron durante demasiado tiempo que su capacidad física era menor a la de otros.

—¿Una omega sureña? ¿Estáis entrenando a omegas de tu territorio y por alguna cuestión que se me escapa, yo no he sido informado?

Joy sonrió todavía rebuscando entre la torre de papeles.

—No lo estamos haciendo. Todavía.

—Todavía…

—Todavía. Si ella demuestra ser una buena rastreadora podremos incentivar a otros omegas a unirse a grupos de entrenamiento y de veras, de veras, de veras espero que salga bien Jung. Hay demasiados sureños que podrían empezar a ver algo más que un vientre y capacidad reproductiva en los omegas si ellos toman puestos que les permitan comenzar a crecer.

—¿Quién es la elegida? ¿Sabe algo sobre rastreo? Si depende de su actuación el que otros omegas puedan empezar a tener un papel relevante entonces debe ser buena, o al menos tener un entrenamiento previo con unas lecciones mínimas.

Yoongi hizo un sonido y levantó el hocico. La idea de poner a prueba a un omega lo enfadaba. En su clan todos los lobos podían ser aquello que deseaban siempre que validen para ello.

—Te lo diré justo después de escuchar qué es lo que has encontrado en el túnel, si es que acaso has encontrado algo que merezca saber —Joy finalmente pareció encontrar el papel pero lejos de utilizarlo todo lo que hizo fue darle la vuelta, entonces una expresión traviesa llenó su gesto de niñez—. ¿Y bien? ¿Tienes algo que contarme, Jung?

Hoseok observó al lobo blanco que parecía continuar gruñendo sobre su regazo.

—Okay. Deja que empiece por la parte más importante.

Y Hoseok le contó todo mientras Yoongi la miraba.

----------------
Hiii!!
Casi se me olvida subir el capítulo y sigo sin encontrar mis separadores 😭.

De todos modos, espero que os haya gustado. A partir de este capítulo se abre al fin la línea hacia el romance entre Yoon y Hoseok ✊🏻🤞🏻.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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