PABLO:
-Oigan, ¿con quién me voy a ir a la cena?- pregunté a los chicos.
-Yo debo esperar a Anna y se tarda años esa mujer, entonces posiblemente lleguemos un poco tarde- dijo Lewandowski y todos reímos.
-Yo me voy con Ansu- habló Balde.
-Puedes venirte con nosotros- intervino el mencionado.
-Pasó por ti- dijo el canario -Pero por favor, por favor, no me hagas esperarte 40 minutos como la vez anterior- suplicó.
-¿A las 7:00?- pregunté y Pedri asintió.
Al terminar el entrenamiento, Ferran me llevó a mi casa, ya que debía ir a recoger su traje y le quedaba cerca el dejarme.
-Gracias Ferran, te veo en unas horas- dije saliendo del auto.
-Adiós Gavi- se despidió y arrancó de ahí.
Era algo temprano aún, así que decidí meterme a la piscina un rato para relajar mis músculos, hoy había vuelto a entrenar luego de unos días ya que, volviendo del mundial regresé con pequeñas molestias en la espalda y Xavi me mandó a fisio y rehabilitación, y ayer por fin me dieron luz verde para reincorporarme hoy.
Luego de un rato, salí de la piscina para comer algo, entré a Instagram mientras comía y lo primero que me aparece es una foto de la pelinegra.
Al parecer había estado en Ciutat Esportiva, supongo que fue a un entrenamiento con Ferran alguno de los días que yo no fui.
No había hablado con ella desde antes de subir al avión para volver de Qatar, aunque el hecho que no le hablara no significa que no pensara en ella. Lili ya debería pagar renta por vivir en mi cabeza.
Estaba por enviarle un mensaje, cuando veo la hora en mi móvil. ¡Mierda, se me estaba haciendo tarde! rápidamente subí las escaleras para tomar una ducha y empezar a arreglarme; Pedri no tardaría en llegar y si no estoy listo, es capaz de dejarme.
Una vez que salí de la ducha, saqué mi traje y me coloqué los pantalones junto con la camisa y los zapatos, me lavé los dientes y peine el cabello, estaba terminando de ponerme loción cuando tocaron el timbre.
Era Pedri; llevaba un traje negro con una pajarita a juego y una camisa blanca, algo clásico.
-Voy por mi móvil y nos vamos- dije en cuanto abrí la puerta y Pedri asintió.
Cogí mi móvil y saco y bajé nuevamente las escaleras, cerré mi casa y nos montamos en el auto.
Pedri condujo hasta llegar al lugar, una vez ahí bajamos y luego de entrar, estuvimos hablando con nuestros compañeros que ya habían llegado.
LILI:
Como hoy es la cena del club, decidí no ir con Ferran a su entrenamiento, preferí quedarme en casa y arreglarme puesto que si iba al entreno no me iba a dar tiempo.
Terminé de comer y le dejé una nota a Ferran en el refrigerador diciendo que su comida estaba en el horno.
Subí a ducharme y cuando salí empecé por el maquillaje, luego el cabello y al final la ropa, que conociendo como soy de testaruda, iba a terminar manchando el vestido antes de salir.
A diferencia mía, Ferran se duchó y arregló 40 minutos antes de irnos.
Llevo puesto un vestido color vino de manga larga, ceñido a mi cuerpo con una abertura en la pierna, lo combine con tacones a juego, una cartera color plata y un collar y aretes del mismo color. El cabello lo he recogido en un moño bajo.
Me puse perfume y agarré mi abrigo, al bajar, Ferran estaba esperándome, por lo que nos montamos en el auto y condujo al lugar del evento.
Al llegar a la cena, mi hermano bajó del auto y abrió mi puerta, extendiéndome su mano, la tomé y empezamos a caminar, yo iba sujetandome de su brazo, estaba bastante nerviosa, ni si quiera sé porqué, quiero decir, ya he convivido con los chicos, pero no en algo tan formal.
-Lili- me llamo Ferran y yo lo miré -Tranquila, estarás bien, todo saldrá bien- dijo en un tono calmado.
-Estoy bien- mentí.
-¿Segura?- señaló su brazo, el cual estaba agarrando muy fuerte, tanto que parecía que le iba a arrancar la manga del saco.
Me ayudó a hacer ejercicios de respiración unos minutos para controlarme, cuando estuve más tranquila, volvimos a caminar hasta llegar al gran salón; al llegar, la mayoría ya estaban ahí con sus esposas o novias.
Al aparecer por la puerta, todas las miradas se posaron en nosotros.
-Tranquila- me susurró en el oído Ferran.
-No me dejes caer- pedí de igual forma.
-Eso nunca.
Despues de saludar a todos, avanzamos hacia donde estaban los amigos chicos.
PABLO:
Estaba hablando con los chicos, cuando los hermanos Torres entraron al salón y mi vista se posó automáticamente en Lili, se veía más preciosa de lo normal.
-Limpiate, que se te cae la baba tío- se burló Pedri a lo cual le di un leve golpe.
Mientras Lili y Ferran saludaban a los demás, mi vista solo se podía enfocar en aquella pelinegra, era como si todos los demás desaparecían a mi alrededor y solo estuviera ella.
-Hola- saludaron ambos al llegar con nosotros y les devolvimos el saludo.
Estuvimos conversando entre nosotros hasta que tuve que alejarme y salir al jardín a atender una llamada.
-¿Qué haces aquí?- pregunté sorprendido al ver a Lili en el jardín cuando terminé de hablar por teléfono.
-Necesitaba un poco de aire, es solo algo...
-Agobiante, ¿no?- ella asintió algo apenada- entiendo el sentimiento, tranquila.
Nos quedamos unos instantes en un silencio algo incómodo, por no decir demasiado.
-Escucha Lili, lo siento- solté de golpe haciendo que me mirara sorprendida.
-¿Por qué te disculpas, Gavi?
-No hemos hablado desde que volvimos de Qatar, y no se si he hecho algo mal para que me llames Gavi nuevamente, pero ese no es el punto. El caso aquí, es que no me gusta estar así contigo, quiero arreglar las cosas entre nosotros y quiero volver a cómo estábamos antes, te extraño Lili- dije.
-No haz hecho nada mal Ga- Pablo- se corrigió -todo está bien entre nosotros, sevillano- dijo sonriendo.
-¿Entonces?
-Entonces nada, son cosas mías, no tienes de que preocuparte- aseguró.
-¿Segura?
-Segura- dijo firme.
-¿Haz venido con alguien?- habló luego de unos segundos para cortar el silencio.
-No... ¿a quién traería?- pregunté irónico.
-No sé... tal vez a la morena de Qatar- dijo lo último en susurro pero la alcance a oír.
-¡Vaya! ¿Lilian Torres está celosa?- dije picandola.
-¿Celosa yo? ¡Ja! sigue soñando Sevillano.
-Lo acabas de admitir hace tres segundos- jale con autosuficiencia.
-No es verdad- dijo mirando a otro lado.
-¡Mientes!- acuse.
-¡No es verdad!- habló.
-¡Mientes otra vez! ¡Por Dios, Lili! Solo admite que te pusiste celosa... ¡Oh, espera! Ya lo hiciste- dije acercándome a ella lentamente. No dijo nada, simplemente vi como tragaba saliva.
Estábamos cerca el uno del otro, estaba por juntar nuestros labios cuando Ansu interrumpió. ¡Joder!, ¿por qué todos interrumpen en el momento menos oportuno?
-Lo siento chicos, me han pedido que os llame, la cena ya está servida.
-Ahora vamos Ansu, gracias- contesté un poco molesto y vi como Lili trataba de no descojonarse ahí mismo.
-¿En que estábamos?- dije volviendo a colocar mis manos en su cintura atrayendola a mí cuando Ansu se fue -¡Oh si, ya recordé!- junté nuestros labios y ella me lo siguió sin pensarlo; al separarnos limpió la comisura de mis labios, retirando su labial rojo de mi piel. Sonreímos y nos dirigimos al salón.
LILI:
Claramente todo lo que le había dicho a Pablo era mentira ya que dentro de muy pocos días yo me iría de aquí.
La cena transcurrió muy bien; luego de terminar la comida, algunos se levantaron a bailar mientras que otros charlabamos.
Luego de un rato, nos despedimos de los chicos, ya que nosotros debíamos de coger un avión en la mañana.
-Adiós chicos, feliz Navidad- dije mientras me despedía.
-Feliz navidad- me respondieron de vuelta.
-Feliz navidad pelinegra, te quiero- dijo Pablo en mi oído cuando me acerqué a despedirme -Cuando vuelvas hay algo que te quiero decir- Yo solamente asentí y me separé del abrazo.
Mi hermano terminó de despedirse y subimos al auto para ir a casa a descansar un poco.
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Aquí el capítulo, lamento la demora, no me sentí muy bien hoy, pero tampoco quería dejarlos sin actualizar.
Gracias por el apoyo.
Lxs quiero.
-Lu.