𝐑𝐄𝐃

XIII. Eliminados

Estaba con Sira hablando en el área de banquillos del estadio mientras los chicos estaban en la cancha.

Luego de unos minutos, fueron a cambiarse para empezar a calentar, así que bajamos al túnel ya que el estadio se empezaba a llenar.

Los chicos bajaron para prepararse para el partido y antes de que salieran les desee suerte.

-Os quiero- dije a todos, mientras les daba un abrazo y besaba la mejilla de cada uno, menos la de Pablo, ya que me besó en la comisura de los labios.

-Te amo Ferri, a por ellos- abracé a mi hermano antes de ir a nuestro lugar en las gradas.

Estaba demasiado tensa, el partido estaba por terminar y ningún equipo había anotado, solo quedaba una opción... penales.

Ni siquiera sé en qué momento pasó; estamos fuera del mundial, hemos sido eliminados. Mi cerebro no procesa la información, simplemente veo a los chicos en el campo, fuera de sí, llorando; veo a Pedri y a Pablo con la mirada perdida, a Morata y Laporte llorando, es ahí donde captó todo, hemos perdido, se acabó, se terminó, España ha sido eliminado.

Sira y yo cogimos nuestras cosas y bajamos a la cancha.

Me acerqué a abrazar a mis amigos, los cuales se aferraba a mí para después bajar por el tunel e ir a los vestidores, ahí se derrumbaron.

Me sentía como maestra de guarderia, yo estaba en la puerta del vestidor y antes de entrar uno a uno me abrzaban y se desahogaban en mi hombro, mi ropa cada vez estaba más sucia, pero eso no me interesa la verdad; todos nos sentimos fatal, pero, lo peor no ha llegado aún; lo peor será en cuestión de horas, cuando las redes sociales no solo se llenen con títulos llamados "España, fuera del mundial" "España eliminado" sino, cuando estén saruradas de "culpa de Luis Enrique" "No han jugado bien" "No merecían llegar a octavos" y todas esas mierdas.

España lo ha dado todo en el partido, mis amigos y mi hermano lo han dado todo; han dejado sangre, lágrimas y sudor por esta bandera, por éste país y soy testigo de ello.

El último en bajar por el túnel ha sido mi hermano, se le ve bastante tranquilo, pero en cuanto me abrazó, se derrumbó, me dolió tanto verlos así, no merecíamos esto... lo habíamos dado todo... lo habían dado todo...

Mientras los chicos se vestían, Sira y yo nos adelantamos al hotel con nuestras familias.

Al llegar, todos se dispersaron, algunos fueron a sus habitaciones con sus familias, otros a la piscina, aunque la mayoría fue al bar del hotel.

Por mi parte, conocía a mi hermano, sabía que necesitaba estar solo para asimilar las cosas, pasado un tiempo, iría a verlo.

Pedri fue al bar con Laporte, Eric, Balde y Ansu, pero no había rastro de Pablo. Sira por su parte, estaba con su padre.

Llamé a Pablo y no me cogió el teléfono, le dejé un par de mensajes, pero me dejó en visto.

Incluso en el estadio, ni se me acercó, lo vi con su familia un momento y después ya no.

Solo quedaba una opción. Buscarlo.
Busqué en cada rincón del hotel donde pensé estaría; busqué en el bar, en la piscina, en la playa, en el lobby, en el comedor, en la terraza, en todos lados.

Serás tonta, Lilian; me dije a mí misma, al darme cuenta.

Me dirigí al elevador y seleccioné su piso, cuando estuve frente a su puerta, dudé si debía tocar o no, tal vez quería estar solo, pero ya estaba aquí y está claro que no está pasando por un buen momento, así que toqué.

-¡Joder Pedri, siempre es lo mismo! Siempre dejas la puta llave- se escuchó del otro lado -Juró que para la otra no te voy a abrir la puta puer- dijo abriendo la puerta y quedándose callado en cuanto me vio.