- Hace tiempo que no nos reuníamos para tomar algo – sonrió ampliamente Wakasa
- Que raro verte tan contento – dijo Shinichiro y Benkei rió por lo bajo
- Es que él no vino a verlos, él vino a beber gratis – comentó, siendo callado por un codazo en las costillas
- No digas eso! Van a pensar que soy un borracho que busca cualquier excusa para tomar!! – se quejó el de cabello bicolor, recibiendo una mirada de "Pero si eso es lo que eres" por parte de su novio; intentando desviar la atención de sí mismo, el de ojos púrpura se giró hacía Takeomi, quien no parecía feliz de estar ahí – Y a ti que te pasa?
- ...soy un alcohólico rehabilitado... Yo no debería estar aquí – parecía ansioso, él lo único que quería era largarse de allí
- Oh, vamos! No seas aguafiestas!! – exclamó el más bajo tomando sus manos – Puedes divertirte sin beber
- No lo sé...
- Tranquilo, Takeomi, vas a estar bien – sonrió el de ojos negros poniendo su mano sobre su hombro de manera confianzuda; el de la cicatriz se le quedó mirando y luego suspiró
- Vale, me quedaré, pero sólo un rato. Mañana debo trabajar temprano
...
Wakasa estaba tan borracho que no podía ni estar de pie, por lo que su novio tuvo que cargarlo sobre su espalda a la hora de volver a casa y Shinichiro no estaba en una situación muy diferente. Takeomi no entendía de qué se había perdido en su ida al baño, pero según el mismo Keizo, ambos empezaron a discutir y a beber más y más mientras más se acaloraba la conversación, resultando en que ambos terminaran desmayándose
- Este par no tiene autocontrol – soltó el de ojos aguamarina y el de cabello cano rió un poco
- Tú tampoco lo tenías
- Lo sé – respondió secamente el de cabello largo sintiendo vergüenza de su pasado
- ...perdona, no quise mencionarlo – se disculpó honestamente – En fin, ya es hora de ir a casa. Podrías llevar a Shinichiro a su casa?
- Claro, no hay problema. Que les vaya bien – se despidió y observó como el tatuado se llevaba a su pareja a cuestas sintiendo un poco de envidia – Yo también quisiera que alguien cuidara así de mí... – dijo en apenas un murmullo, agarrando a su amigo de la infancia como pudo para poder llevarlo a casa
...A medio trayecto ya no podía más. El más alto pesaba más que un costal de papas, se movía a cada rato y gritaba en su oreja un sinfín de incoherencias; estaba harto y viendo que faltaban sólo un par calles para llegar a su departamento, decidió que mejor lo haría pasar la noche allí, pues no pensaba aguantar sus estupideces ni un minuto más. Con mucha dificultad logró subirlo por las escaleras del edificio, maldiciéndose por no vivir en un lugar con ascensor, pero sonriendo aliviado de vivir en el segundo piso; caminó por el corto pasillo arrastrando al mayor y tras hacer unos equilibrios raros, finalmente logró sacar la llave de su bolsillo y abrir la puerta
- POR FIN! – gritó tirando con fuerza a Shinichiro sobre el sofá – De haber tenido dinero, te meto en un taxi y que sea su problema llevarte a tu casa! – refunfuñó empezando a quitarse la ropa
- ...gracias por el striptease – masculló el de cabello corto y el menor se cubrió abrazándose a sí mismo
- PONTE A DORMIR Y DÉJAME EN PAZ!!
- Vale, vale, perdón – bostezó acomodándose en el sofá, sacándose las zapatillas sin usar sus manos – ...gracias por cuidarme – murmuró antes de caer rendido, cosa que hizo sonreír a Takeomi
- De nada – respondió yendo al baño para darse una ducha y lavarse los dientes para ir a dormir
Empezó a sentir calor. Era sofocante, llegó a pensar que se ahogaría, pero al momento de intentar quitarse las sábanas de encima se dio cuenta de que lo estaban abrazando con excesiva fuerza, se giró como pudo y casi le dio un infarto al ver a Shinichiro a unos pocos centímetros de su cara, pero se tranquilizó al recordar todo lo ocurrido; moviéndose un poco logró zafarse de su agarre obteniendo un poco de libertad
- Shin – lo zarandeó – Oye!
- mmng déjame – refunfuñó este, permaneciendo con los ojos cerrados
- No, me vas a escuchar. Qué crees que haces aquí?
- Tenía frío en el sofá – hablaba con voz ronca, arrastrando un poco las palabras
- Pero pudiste decirme y te hubiera prestado unas mantas o algo
- Por qué tan nervioso?
- Eh? – y entonces el mayor abrió los ojos... Fríos, distantes, solitarios... Era la misma mirada que tenía cuando...
- Acaso no te gusta cuando estoy así contigo? Yo recuerdo que sí... – y Takeomi, en un momento de desesperación, lo empujó, pero todavía su cuerpo no despertaba del todo, por lo que no pudo moverlo en absoluto. Shinichiro tomó sus muñecas y se subió encima de él, el de cicatriz giró el rostro para no ser besado, pero al dejar su cuello expuesto, el más alto empezó a besarlo y morderlo
- Shin, n-no! – lloriqueó, pero el otro no se detuvo
Con sus rodillas logró separar las piernas del más bajo y ponerse entre éstas, iniciando un vaivén frotando su entrepierna contra la ajena, generándole gemidos involuntarios al que se hallaba sometido... Empezaba a sentir placer, pero no podía evitar sentirse miserable y usado, terminando por rendirse, quedando a merced de aquel al que tanto había amado...
- P-para! – gritó con abundantes lágrimas cayendo de sus ojos – Me duele!! – pero al oír aquella súplica, Shinichiro sonrió con malicia, tomó sus caderas y le penetró dolorosamente hasta el fondo, haciendo gritar al menor mientras este clavaba sus uñas en el colchón
- Podrías abrazarme y rasguñarme a mí, sabes? – sonrió de forma coqueta inclinándose para besarlo, pero Takeomi, una vez más, apartó el rostro; se había negado a besarlo toda la noche – Oh, vamos, no me dejes así, precioso~
- ...peleaste con Sayaka?
- ...
- Siempre que una chica t-te rechazaba o te hacía enojar, ibas a b-buscarme – sollozó sin poder verle a la cara – Supongo... que ahora es lo mismo, no? – y de la nada, el de cabello corto abrazó a su amigo de la infancia enterrando su rostro en su cuello – Shin...?
- ...nos vamos a divorciar
- No me sorprende, ustedes discuten todo el tiempo
- Cómo sabes eso?
- Sakumo me lo dijo. No por nada siempre se está escapando de casa o llamándome para que vaya a buscarlo – explicó abrazándolo, acariciando su espalda de forma afectuosa
- ...Omi, te estoy violando, no seas bueno conmigo – se enderezó intentando apartarse, pero no pudo huir, no porque lo tuviera aprisionado, sino por como lo miraba... Aquellos ojos llenos de amor le dolían más que un puñal en el pecho
- Eso no es cierto, yo dejé que lo hicieras... – sonrió llevando sus manos al rostro de Shinichiro, acariciando sus mejillas con ternura
- Cómo puedes hacer esto? Acaso no te he hecho demasiado daño?
- Sí, pero... te amo y, aunque me duela, yo siempre voy a estar ahí para ti...
- Eres un tonto
- Lo sé – sonrió enderezándose para poder besar sus labios – Pero no importa, de todos modos vas a olvidarlo... Nunca recuerdas nada de lo que haces estando borracho – rió sintiendo como las lágrimas brotaban nuevamente – Deberías irte. No querrás que la gente sospeche que tú y yo-
- No me importa, todos saben lo que sientes por mí
- Ya sé, pero no quiero darles la satisfacción de saber que tenían razón – apartó la mirada – Estoy harto de que todos crean que me preocupo por Sakumo sólo por ti
- Y no es así? – el de ojos aguamarina frunció el ceño con claro disgusto
- Por supuesto que no!! Ese niño salvó mi vida! Lo adoro con mi alma... – Shinichiro no pudo evitar sonreír, saber que su hijo era tan querido por Takeomi le hizo demasiado feliz, pero... Por qué?
- Puedo... quedarme contigo esta noche?
- Ya estás aquí, tonto – sonrió – Pero si te pones a gritar en la mañana, voy a golpearte
- Me lo merecería, así que no me quejo – se besaron una vez más y se acurrucaron para dormir juntos lo que quedaba de noche... Una pena que a la mañana siguiente, el de la cicatriz se encontrara a solas una vez más...
Sakumo no dejaba de llorar, la noticia del divorcio de sus padres le tenía desconsolado. No entendía por que ya no estarían juntos, no entendía por que decían que ya no se querían, era mucho que procesar para su mente tan pequeña; buscando desesperado una explicación, un amargo recuerdo llegó a su mente... Takeomi se acercó a él e intentó cargarlo, pero este, por primera vez en su corta vida, lo apartó con enojo
- Sakumo...?
- Déjame! Es tu culpa!! El tío Haru tenía razón!! Hiciste que mis papás se separaran!! – gritó sin dejar de llorar
- Y-yo no-
- Ya no te quiero!! Vete, no quiero verte más!! – el de ojos verde aguamarina observó a Shinichiro buscando una explicación para semejante reacción por parte del infante, pero este lo ignoró... Sosteniendo su pecho y soportando el dolor lo más que pudo, agachó la cabeza y se fue sintiendo como si le hubieran arrancado una parte de él...
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Perdón si quedó muy abrupto, no supe como plasmar bien las ideas que tenía para este capítulo 🥺💔 Aviso que en el próximo capítulo habrá un salto de tiempo importante, no sé si al inicio o a la mitad, pero he aquí una pequeña encuesta: Quieren que esto tenga final feliz o que vayamos de cabeza al dolor y la desesperación? El siguiente no es el final, pero si es el inicio del mismo. Ustedes eligen. Leo sus comentarios