Capítulo 2

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- Sakumo, ven! Tenemos que irnos! – llamó Takeomi a su ahijado. El pequeño niño, que era idéntico a su padre en todos los sentidos, se levantó de la caja de arena, sacudió su ropa con sus manitas y corrió hasta donde su padrino le estaba esperando, abrazando su pierna con fuerza – Qué pasa, peque?

- Puedes llevarme de caballito, tío Omi? – preguntó el pequeño de 4 añitos con ojos llenos de ilusión y el de cicatriz no pudo ante tanta ternura

- Sólo si prometes agarrarte fuerte

- Lo prometo!! – sonrió ampliamente y el de ojos verde aguamarina lo sentó sobre sus hombros, sintiendo como el pequeño apretaba su cabeza con sus bracitos para no caer

- No crees que estás siendo hipócrita? – preguntó Haruchiyo a su lado; rápidamente Senju le dio un codazo para que se callara – AUCH! Qué haces, estúpida?!

- En serio quieres hacer una escena frente al niño?! No ves que aprenden todo lo que escuchan?!

- Me da igual! El que se metería en problemas sería el imbécil este y sabes que eso no me afecta – argumentó señalando a su hermano mayor, quien ignoró voluntariamente toda la situación para no amargarse el buen día que había tenido

Ya con 32 años, Takeomi finalmente podía ser llamado un adulto responsable, no bebía, tenía un buen trabajo, ya no iba a casinos ni perdía su dinero a lo estúpido y, por sobre todas las cosas, al fin había aprendido a cuidar no sólo de sí mismo, sino también de los demás, todo gracias a aquel niño que era la luz de su vida... Apenas llegaron a casa de los Sano, el de cicatriz bajó a Sakumo de sus hombros y se sentó en el recibidor para descansar

- Hola, campeón! – lo saludó Manjiro, con quien el pequeño chocó los cinco

- Hola, tío Mikey! Están mis papás?

- Justo fueron a comprar, pero vuelven dentro de nada – explicó revolviéndole el cabello – Gracias por cuidarlo, Takeomi

- Siempre es un placer – sonrió – Bueno, debería irme – dijo poniéndose de pie

- No quieres ver a mi hermano?

- Nah, no es necesario, además nosotros tenemos cosas que hacer – aclaró señalando a sus hermanos

- Oh, entiendo, pues que les vaya bien y Haru, la próxima vez que te invite a beber con los chicos, vente! Ya no me creo tus excusas de mierda

- A diferencia tuya, yo tengo que trabajar todos los días, Mikey – rodó los el pelirrosa

- Ay, vamos! Editar videos para internet no debe ser tan complicado! – se quejó, a lo que tanto Sanzu como su hermana suspiraron agotados; su trabajo no era respetado por nadie

- Bueno, ya! Vengan aquí – dijo Takeomi tomando a ambos en brazos, uno sobre cada hombro, aunque con bastante dificultad

- OYE, SUÉLTAME, ANIMAL!! – se quejó el hermano de en medio

- Omi-nii, se me están viendo los calzones!! – aquella escena hizo reír tanto a Manjiro con a Sakumo, quien tapaba su boquita para no ser regañado

- Shhh ya dejen de lloriquear! Nos vemos otro día! – y salió por la puerta principal sin soltar a sus hermanos hasta que estuvieron en la calle

- Qué te pasa, imbécil?! Te dije que me soltaras!! – lo empujó con fuerza el de larga cabellera rosada; el mayor se tambaleó, pero lo ignoró y empezó a caminar unos cuantos metros más adelante

- Haru-nii, tampoco exageres – dijo la menor acomodándose la ropa

- Yo exagero todo lo que yo quiera!! Este maricón actúa como si fuera una buena persona cuando no lo es!! Fue una mierda con nosotros y ahora sólo se porta bien con el crío ese porque quiere impresionar a un hombre casado que JAMÁS le va a dar bola! No te da vergüenza arrastrarte tanto, "hermanito"?! – Takeomi detuvo su andar y suspiró

Padrino (Shinomi)Where stories live. Discover now