— No, no, no me vas a convencer François...
— Esta bien, esta bien, pero solo piénsalo por un segundo, un solo segundo Salomé, tú, mis amigos y yo en Mallorca, pasándolo increíble, yendo de fiesta y..— François asomaba una tierna sonrisa mientras trataba de convencerme, me toma ambas manos e insiste.
Aunque su propuesta es tentadora, no es el momento correcto, puesto que Alexandré y él no están en buenos términos últimamente.
— No, François, no puedo... — Él rodó los ojos y luego hizo una mueca super infantil que me sacó una sonrisa— Además, Alexandré no esta, no puedo irme de fiesta sin decirle nada, no es correcto.
— Cierto! Se me olvidaba que Alexandré, aparte de ser tu esposo también es tu papá ¿no? — no me causó nada de gracia aquel comentario. François y Alexandré tienen algo en común aparte de ser hermanos, ambos son bastante insistentes hasta tener la respuesta que ellos desean escuchar, aveces es tedioso lidiar con una persona así—
Simplemente no puedo aceptar un "No" como respuesta, irás a celebrar conmigo mi nuevo puesto, ¿si caes en cuenta que ahora soy Director de Marketing?, ¡Yo! Y no tengo ni puta idea de qué trata mi puesto, pero sea lo que sea, hay que celebrar.
— Bueno, esta bien, iremos a Mallorca — murmure. François entusiasmado me dió un fuerte abrazo, él estaba muy feliz y me contagia su entusiasmo.
—Por cierto, ¿Dónde fue mi hermano? – pregunta, para luego tomar su celular—
— Fue a un viaje de negocios, dijo que estaría en Singapur unos días... — Dije, tratando de sonar desinteresada, pero en realidad estoy enojada con él por no permitirme acompañarlo en su supuesto viaje de negocios.
François me miró unos segundos, sentí que él y yo estábamos pensando en lo mismo.
— ¿Crees... crees que me pueda engañar? — Solté, un poco insegura. Confío en François, él y yo somos buenos amigos, nos entendemos muy bien. Ya no que tengo más amigos que conozcan a Alexandré tan bien como yo, tuve que hacerle esa pregunta; el comportamiento de Alexandré era muy sospechoso últimamente, entiendo que esta pasando una situación difícil con su familia, pero él ha cambiado por completo conmigo, se ha vuelto frío, ya no habla de sus cosas conmigo, y solo se la pasaba trabajando día y noche, ni si quiera pasa las noches conmigo.
François se rió a carcajadas luego de que le hiciera aquella pregunta, lo cual me desconcertó.
— ¡Ya, olvídalo! — Dije, un poco molesta.
— Qué pregunta tan tonta haces, ¿Alexandré? ¿engañarte a ti? Si fuera tú, no me preocuparía por la fidelidad de Alexandré en absoluto, si fuera tu, me preocuparía por otras cosas, por ejemplo, que no me mantuviera encerrado y alejado de todos como lo está haciendo contigo. Te lo digo enserio Salomé, apenas tienes 23 años, eres una niña que se casó con un hombre de 33 años, ¿De verdad no te estás dando cuenta de todas las etapas que te estás perdiendo por querer jugar a "la esposa"? Es por eso que quiero que te diviertas lo más que puedas, todo lo que se queda contigo son los recuerdos y las experiencias, no te pierdas de vivir tu juventud solo por complacerlo.
Aveces pienso en eso, en las decisiones que había tomado siendo tan joven, pero tres años después no me arrepiento de nada, si tengo que sacrificar mi juventud para tener la vida que quiero, lo haré una y mil veces.
— Ya, ya, cerremos este tema François, mejor dime, ¿Quienes serán nuestros acompañantes en este viaje, tus amigos, los que conocí en Mónaco? Ellos son tan divertidos y amables, sin dudas estaré muy feliz de compartir con ellos otra vez — aparte de que eran guapísimos.
— Sí, ellos, y Jules por supuesto, invité a Pierre, pero al parecer tiene problemas de pareja y no quiere hacer enojar a Geraldine. Si ves? Mi pequeño hermano, atado de manos y pies por una mujer, simplemente prefiero morir a estar en sus zapatos. — Desde que nombró a su hermano, mis ganas de ir de viaje se han extinguido. Jules era tan detestable, no podría tenerlo cerca por unos días sin querer cortar su lengua envenenada.
— Sabes, ahora que mencionas a Jules, creo que...
— No, no, ya dijiste que sí, no te puedes retractar. Pensándolo bien, es una buena ocasión para que dejen todo atrás y empezar de nuevo, Jules podrá ver lo maravillosa que eres, y tu podrás darte cuenta de... bueno, Jules es Jules, es aburrido, no tiene sentido del humor, además es mi jefe, no lo invité, él se auto invitó, así que no me quedo de otra.
— Esta bien, haré lo posible por hacer las pases con Jules, estoy segura que me querrá tanto como tú a mí. — Dije, en tono de burla.
Llegar a Mallorca me tenía entusiasmada, ni bien aterrizar, y ya tenía planeado en mi mente todas las actividades que haré, lo primero en mi lista es ir de fiesta sí o sí.
Los chicos y yo planeamos ir a un club bastante reconocido, uno de los favoritos de Jules, según él, es tener el cielo en el infierno, porque van chicas hermosas, pero desde que notan que es francés se alejaban de él, ya que los franceses no tienen buena reputación.
Me estaba arreglando lo más hermosa posible, con un lindo vestido corto lleno de cristales de color dorado y con escote en V, mis labios rojos velvet como siempre, y unas ondas en mi cabello. Al verme en el espejo, el recuerdo de Alexandré no deja de rondar en mi cabeza, lo extrañaba tanto, y no entiendo porqué, se me hace tan extraño tener este sentimiento por él.
Me pregunto qué estará haciendo en este momento, si esta durmiendo bien, ya que desde la muerte de su padre no dejaba de tener pesadillas, y me pregunto si también piensa en mí.
Alguien tocó mi puerta, y me apuré en ponerme los tacones, pensé en François esperando por mí.
— Oh, hola.— me sorprendí un poco al abrir la puerta y ver a Jules en vez de a François. El me miró detenidamente y luego me sonrió cinicamente. — ¿Es hora de irnos? Tomaré mi bolso, espera aquí un segundo. — Fui corriendo a tomar mi bolso, pero a mis espaldas escuché como la puerta se cerraba, lo cual me asustó un poco.
— ¿ Dónde está Alexandré?
Oh, Dios, aquí vamos de nuevo.
— Esta en un viaje de negocios en Singapur, ¿François no te lo había dicho? — Dije, tratando de sonar calmada.
— ¿Estás segura de eso? Tengo una fuente confiable que me ha dicho que lo han visto en América. ¿Qué busca en América?
¿De qué diablos está hablando? Alexandré no tiene ninguna razón para mentirme, Jules debe estar en un error.
— Tss.. ¿Porqué me preguntas a mí, acaso soy su secretaria?
— Eres su esposa...
— ¡Sí, soy su maldita esposa, eso ya lo sé! Lárgate, si solo vienes a fastidiarme. Te lo he dicho mil veces, si quieres saber algo respecto a mi esposo, pregúntale a él, a mi déjame en paz.
— ¡¿Cómo te atreves a gritarme?! ¿Quién te crees que eres, ah?
En este momento, no me importa lo que haya dicho François horas antes, este tipo es imposible, insufrible, e insoportable.
— Mira, te lo diré por última vez, no me importa lo que haya pasado entre Alexandré y tú, no tengo nada que ver, y no me importa, entonces, ¿Porqué aún me sigues fastidiando? Vienes a mí cuarto, a decirme que Alexandré está en América, ¿porqué está en América si me dijo que estaría en Singapur? No lo sé, de verdad no lo sé, en todo caso, este es un asunto entre mi esposo y yo, ¿A ti qué te importa? — si las intenciones de este hombre era hacerme enojar, felicidades Jules, lo has logrado, y no te irás con las manos vacías.
— Esta bien, voy a pretender que te creo, que supuestamente eres inocente y no sabes absolutamente nada. Espero que Alexandré no esté cometiendo alguna tontería, porque eso nunca se lo perdonaría.
— ¿ De qué diablos estás hablando? ¡Estás loco, loco! Déjame en paz, te lo advierto por última vez, déjame en paz. — Dije esto último haciéndolo a un lado y saliendo de ahí. Este hombre me las va a pagar algún día, y ¿qué quiere decir con qué Alexandré está en América? Quizás sea cierto, o quizás solo lo dijo para molestarme, es imposible que Alexandré me oculte algo así, no tiene ninguna razón para hacerlo.
Fingí una sonrisa al ver a François y a sus amigos, no quiero que me vean molesta. Al llegar a ellos me bombardearon de halagos que me hicieron sentir mejor.
— Estamos completos, solo falta Jules ¿Dónde estará ese anciano?... oh, ahí viene. ¡Date prisa Jules!
Rodé los ojos de solo verlo. Él venía con toda la calma del mundo, como si no hubiera tratado de interrogarme de mala manera minutos antes. Qué insoportable.
A pesar de todo, y luego de unos tragos, podría decir que la estaba pasando bien, sobretodo escuchar las burlas hacia François de parte de todos, ya que todas las chicas del lugar lo ignoraban, y era muy gracioso de ver.
Sus amigos y yo no podíamos contener las carcajadas por cada intento de conquista fallido, François estaba molesto, fastidiado por la situación, y aun más luego de ver a sus amigos que sí lograron conquistar chicas guapísimas.
Por otro lado estaba Jules, se comportaba como un señor bipolar de ochenta años, no le gustaba el lugar, ni la música, ni nada a pesar de que fue su recomendación, ¿para qué a venido entonces? Trae una cara hastío terrible, me pregunto si de verdad odia el lugar o quizás mi presencia le hizo odiar el lugar.
Todo empezó a tomar más ritmo cuando colocaron la canción " This Girl" de Kungs VS cookin, por la cual François y yo intercambiamos miradas cómplices, sí, es nuestro momento de echar unos pazos de baile violentos, es nuestro momento, no hay que decir mucho, François se hincó en una rodilla y me ofreció su mano, el más dramático, con gusto le seguí el juego, tomé su mano y me guió a la pista de baile.
— ¡ Mírame! Así es que hace, aprende a bailar niño rico. — Doy lo mejor de mí, me gusta esta clase de ambiente, la música, el baile, todo, me encanta ir de fiesta con este hombre.
En medio de la canción, François me tomó de la cintura, no me tomó por sorpresa, solo estábamos bailando, lo que sí me tomó de sorpresa fue Jules, quien al parecer estuvo junto a nosotros todo este tiempo, pero yo no había notado su presencia hasta ahora.
— ¿Qué haces? Esto es de muy mal gusto. — Ay dios, qué irritable es este hombre. Menos mal no se dirige a mí, si no a su hermano. — Alexandré te rompería las piernas si te viera en este momento bailando con su esposa, siendo tan íntimos.
François le sacó el dedo medio y le restó importancia a su comentario.
— Shots! Necesitas unos shots urgentemente. — Jules me miraba como si fuera su peor enemiga, no me importa, yo solo quería disfrutar sin que su presencia arruinara mi noche. Hicimos una ronda de shots, gracias a François, Jules quedó persuadido, ya con unas copas encima cambió su actitud completamente.
Ni yo misma creía lo que mis ojos veían, Jules, el hombre más insufrible, egocéntrico y antipático que conozco, estaba empezando a soltarse un poco y dejar el protocolo de lado, para realmente divertirse y sacar al verdadero Jules que reprime dentro de sí.
Compartí miradas cómplices con François, definitivamente tenemos que disfrutar este momento, porque Jules jamás volvería a repetirlo.
Bailaba con ambos hermanos, intentaba enseñar algunos pasos de baile que estaban de moda, pero son realmente malos bailando!! En especial Jules que se mueve como un estante en un terremoto, es muy gracioso de ver y al mismo tiempo da pena ajena.
Sentí que se nos salió de las manos cuando Jules se convirtió en el intenso Jules y esta vez tomaba champaña sin parar. Sólo me di vuelta, y vi a Jules besando intensamente a un chico.
Estaba en shock. ¿Es una visión o realmente es Jules besándose con otro chico?
— ¡¿Jules es gay?! — Grité con euphoria.
— No puedo creer que encontrara a alguien en tan poco tiempo y yo aún nada, ¿Qué hay de malo en mí? No lo entiendo, soy guapo y rico, pero nadie aquí quiere estar conmigo. ¡Hasta Jules encontró a alguien, menos yo! — François se quejaba como un bebé mientras yo intentaba sacarle una buena foto a Jules dándose el beso más apasionado que he visto en mi vida.
Jules tomaba a aquel chico del cuello, mientras que este lo abrazaba y le acariciaba el cabello.
Yo tampoco entiendo lo que esta pasando pero estoy muy contenta.
— Jules encontró a alguien porque no luce desesperado, en cambio, tú sí, y las chicas le temen a los intensos acosadores como tú. Pero relájate, seguro encontrarás a alguien en este lugar .. — Dije solo para hacerlo sentir mejor, y también para que tome encuenta su comportamiento y le baje dos rayas a su intensidad.
François es un buen chico pero su manera de ligar es muy extraña, se le acerca a las chicas pero se vuelve timido y dice cosas fuera de lugar para encajar pero solo da una mala imagen.
— Esto apesta, toma tus cosas, nos iremos de aquí. — Dice François cuando termina de pagar la cuenta.
— ¿Qué? No! No me quiero ir, no seas un imbécil. — Lo tomé del brazo para que se detuviera, pero él esta muy decidido. — Por favor, quedémonos un rato más... — Noté que alguien me abrazaba por la espalda, al principio pegué un salto del susto, pero solo es Jules en estado de ebriedad.
— Sigues siendo una Perra cazafortunas, pero empiezas a caerme bien. ¿Cómo es que te llamas? No recuerdo tu nombre realmente. — Ahí está, el idiota de Jules que desde el principio me ha cayó mal, supongo que eso nunca cambiará, es parte de su ser.
— Tienes razón François, es mejor largarse de aquí. Jules necesita una ducha bien fría y un café, ¿qué opinas?
— Estoy de acuerdo con la ducha fría, lo del café.. No creo que lo merezca.
Los tres amigos de François si tuvieron suerte y lograron conquistar a alguna otra chica desprevenida, François por envidia abandonó a sus amigos en el lugar.
De camino a casa otro plan surgió de la nada, fue idea de Jules ir a la playa de madrugada y quedarnos a charlar un rato, decía que con la brisa fresca se le quitaría un poco el mareo.
Las olas, la brisa fresca, y la oscuridad de la noche nos acompañaba, y sí, Jules tuvo razón, aquella brisa golpeando mi rostro me dió algo de tranquilidad.
— Vaya mierda Jules...— Murmuró François sentándose en la arena, sacando una caja de cigarrillos de su bolsillo.
— Cuida como me hablas niñato de mierda. — François y yo compartimos miradas, él estaba un poco sorprendido por la respuesta agresiva de Jules, mientras tanto yo disfrutaba el momento. Me agrada mas este Jules.
— François, me das uno por favor? — dije, refiriéndome a los cigarrillos. Él estuvo de acuerdo y me pasó uno, junto al encendedor. Nunca antes había fumado, y ni si quiera sé porqué estaba pidiendo un cigarrillo, simplemente quise disfrutar este momento, mantenerlo en mis recuerdos.
— No deberías fumar, fumar no es cool Salomé. — Decía Jules tratando de quitarme el cigarrillo, pero no se lo permití.
— Te escuchas como papá. ¿Recuerdas lo que siempre decía cuando niños?
— Sí, lo recuerdo. "No drogas, no alcohol, y no pornografia" — Jules trató de imitar la voz profunda y rasposa que poseyó alguna vez su padre al decir aquella frase del pasado.
— Te sale casi igual, papá siempre estuvo orgulloso de ti Jules, eras su favorito. — François decía aquello con una sonrisa en su rostro, mientras que a Jules se le borró la suya.
— ¿Qué hay de ti Salomé, tú madre tenía alguna frase especial? — preguntó Jules cambiando el tema.
—Sí, si tenía. Cuando era niña decía "Tienes que estudiar mucho, ir a la universidad para que consigas un buen trabajo" es lo que siempre esperó de mi, que fuera a la universidad y que tuviera un buen empleo.
La relación entre mi madre y yo se volvió muy complicada luego de que abandoné la universidad, es lo que pasa cuando no cumples las expectativas de tus padres, yo ya estoy resignada a que nuestra relación sea distante, no me disgusta, teniéndola lejos puedo hacer lo que quiera con mi vida sin que ella este criticando y juzgando todo, como si fuera mi jefa en vez de mi madre.
— ¿ Y si cumpliste con su palabra, fuiste a la universidad? Porque ninguno de nosotros pudo cumplir la palabra de nuestro padre — Comentó François, dándole una calada a su cigarrillo, yo hice lo mismo imitando a François.
No tuve la oportunidad de responder aquello, puesto que Jules se echó a llorar siendo inconsolable.
— Extraño mucho a Papá, quisiera... devolver el tiempo para despedirme de él.. — Decía Jules sollozando mientras que François lo abrazaba. Fue bastante emotivo, incluso yo terminé echando unas lágrimas.— ¿Porqué tuvo que dejarme? Aún no estoy listo para llenar sus expectativas.
— Hey, tranquilo hermano, no arruines el momento ¿si?
François me pareció muy insensible en ese momento, entiendo a Jules, Alexandré pasa por lo mismo, si tan solo tuvieran una buena comunicación podrían ayudarse mutuamente.
— Jules, es una nueva etapa en tu vida, la cual debes enfrentar con la frente en alto, confía en ti mismo y harás sentir orgulloso a tu padre donde quiera que esté, es difícil al principio pero luego te acostumbras a la ausencia de tu padre... — Lo digo por experiencia, mi padre no está muerto pero nunca estuvo en mi vida, de niña tuve muchos complejos gracias a su ausencia, estuve triste la mayoría del tiempo pero al entrar a la adolescencia acepté mi realidad y todo se volvió más fácil. — Saldrás adelante mariposa homosexual... — François y yo nos reímos a carcajadas, incluso Jules sonrió, mi comentario funcionó para aliviar el ambiente.
La ausencia de un padre es difícil de asimilar al principio, pero con el paso del tiempo terminas acostumbrado, si fue un buen padre lo recordarás con amor y nostalgia, pero si fue un mal padre solo habrá ese vacío, impotencia y en algunos casos odio o una simple indiferencia, la vida es así, solo queda adaptarse y seguir adelante con la frente en alto.