Capítulo 22

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Él es mi auto de huida, nunca pensé que me llevaría tan bien con François, disfruté de su compañía, nunca imaginé que esto pasaría, hasta que un día te despiertas en un cuarto del hotel más lujoso de Monte Carlo, siendo el día de tu cumpleaños número 21 mientras que el hermano menor de tu esposo está tirado en la alfombra profundamente dormido.

Y sí, aunque anoche se me pasó la lengua y dije cosas que no debí decir, no me arrepiento, se sintió bien decir lo que siento en voz alta y que alguien que entiende mi situación me escuche, se siente liberador.

Justo por ser el día de mi cumpleaños decidí encender mi celular ya que llevaba días apagado porque no quería responder ninguna de las llamadas de mi esposo, me encerré en el baño y me miré al espejo, me veía del asco, miré la hora en mi celular y eran las dos de la tarde, ¡qué horror! Prácticamente he perdido el día de mi cumpleaños por estar durmiendo.

Revisando mi celular, tenía cientos de llamadas antiguas de Alexandré, pero ninguna de este día, tenía llamadas perdidas de Marí, de mi madre, y de mi tía, seguro para felicitarme por mi cumpleaños.

Me di una ducha antes de empezar a contestar las llamadas perdidas, mi apariencia estaba horrible, luego de bañarme y cambiarme de ropa, salí del baño y ahí seguía François tirado en el piso, con algunas latas de cerveza haciéndole compañía, comencé despertarlo, hablándole, hasta que después de un pellizco él despertó, diciendo algunas palabras en francés que no entendía y quejándose.

-ahgg!! Tu vas pas fermer ta putain de gueule? - Dijo éste con claro fastidio.

Ay, con qué mal genio se levanta el princeso.

- Levántate del piso, hemos perdido todo el día! - éste traía cara de pocos amigos, se levanta y se restriega los ojos por unos segundos, para luego ponerse los zapatos.

- Es mi cumpleaños!! - Dije para tratar de hacer algo de conversación entre nosotros.

- Me siento fatal, no volveré a tomar cerveza, qué asco!- Dijo este. - Feliz cumpleaños, deberías llamar a Alexandré, él debe estar preocupado por ti.

Él tenía razón, Alexandré es mi esposo, ha hecho tantas cosas buenas por mí, yo tengo mis razones para estar molesta con él pero no deseo que se preocupe de más por mí.

- Me iré a mi cuarto, luego vendré por ti para ir juntos a comer algo, vale? - Se despidió, yo aproveché para hacer la primera llamada importante, a mi madre, ella respondió de inmediato.

- ¡Feliz cumpleaños hija! - la escuché del otro lado, se escuchaba muy feliz.- que Dios te guíe por el buen camino, que haga tus sueños realidad, te mantenga saludable y hermosa como hasta ahora.- Dijo.

- Gracias mamá, antes no te pude contestar porque traía el celular apagado, ¿Cómo estás? Disculpa si ya es tarde para llamarte.

- No te preocupes, justo me acabo de acostar, estaba viendo una novela en la tele. ¿Y tú, como estás? ¿cómo te la estás pasando? El otro día estaba hablando con tu esposo, intenté llamarte para contarte pero no respondiste el teléfono, que hombre tan educado, tan amable.

Espera, espera, ¿Alexandré había estado hablando con mi madre? ¿ de qué tanto me he perdido por tener el celular apagado?

- ¿y qué te dijo mamá? - Tenía miedo de lo que mi mamá podría pensar de mí,o de él, por un momento tuve miedo de que él le dijera a mi madre que teníamos problemas.

- No hablamos mucho, la primera vez que hablamos fue después de tu boda, él me envió fotos y videos de tu boda, estabas tan hermosa mi niña! Y él es todo un caballero, me envió flores, y me dijo que cualquier cosa que necesite que solo tendría que llamarlo, es tan servicial, sin dudas te casaste con un buen hombre hija.

The million dollar manOnde as histórias ganham vida. Descobre agora