Capítulo 45

6 0 0
                                    

—¡¿Qué carajos está pasando?! — Nunca antes había sentido tanto, tanto miedo hasta ahora, una "Cacería" que literalmente es eso, propuesta por mi esposo quien horas antes me había tranquilizado diciendo que nada raro pasaría, y justamente tuvo que ser él quien propuso este horror de "diversión" para recordar los "viejos días".
Le vi ahí, justo ahí, encima de nosotros con tanta confianza y seguridad en sí mismo que parecía ser otra persona completamente diferente,  por primera vez lo vi como realmente es, alguien inalcanzable, imposible de comprender.

No tuvo el coraje de verme a la cara luego de aquel espectáculo, quedé como una tonta porque al comienzo no lograba diferenciar si lo que decía era real o solo es parte de un juego,  como siempre, François es el único de mi lado, quien tuvo la amabilidad de explicarme lo que estaba sucediendo, y fue más terrorífico de lo que llegué a imaginar.
Estoy muy decepcionada, dolida, ¿ Cómo puede ser tan mala persona? Precisamente él, él la persona que más admiro, ¿Porque tiene que ser así?

— No lo haré, no voy a participar en esto... — Dije, horrorizada.

— Yo tampoco. — continuó François— vi al abuelo suicidarse cuando era niño, no voy a pasar por eso otra vez, la gente muerta me da pavor, además, no me creo capaz de matar a nadie.

— Ustedes son unos cobardes, de ella lo esperaba, pero de ti no François. — expresó el fanfarrón de Pierre.

— Vete al carajo — murmuró François— No lo haré, pagaré  por mi penitencia, y la de Salomé igual, esto... esto es cruel. Sé que no tengo la moral suficiente para decir esto pero, tenían razón, Alexandré es una amenaza para nosotros.

— ¡Bravo! Hasta que por fin te das cuenta — Dijo la señora Belmont aplaudiendo.
¡¿Qué diablos está sucediendo?!

— Debemos mantener la calma, ¿Qué tan malo puede ser? Digo, es solo la servidumbre, no es para tanto. — habló Irene despreocupada.

— Irene tiene razón, no es para tanto. Soy buena con el arco y la flecha, estaremos bien, el tiro al arco es mi punto fuerte ¿Podemos concentrarnos en hacer una buena estrategia para ganar? — Respondió Geraldine, al igual que Irene, le restó importancia. Le miré fijo por unos segundos aún sin creerlo, hablaban de arrebatar vidas humanas de la manera más despreocupada posible.
Esto es demasiado para mi, ¡están locos!

— ¿ Cómo.. como pueden ser tan malas personas? Están de acuerdo en asesinar personas inocentes que están aquí para atender sus necesidades, ¿como pueden ser tan crueles? Realmente... no puedo procesar esto. — estaba temblando. A mi alrededor ya se habían formado grupos, incluso adolescentes presentes hacían bromas sobre esto, todos a mi alrededor tomaron esto como un juego de mesa más, mientras yo reunía todas mis fuerzas para seguir en pie.

— ¡Tu de qué te quejas, si tu esposo fue quien organizó todo esto! te haces la inocente pero estoy segura de tú lo sabias con anterioridad. — Irene me atacó con sus palabras una vez más y pude ver como casi le daban la razón.

— Mira quién habla de malas personas, precisamente tú... — contraataca Geraldine— no tienes la moral suficiente, yo te di mi amistad y tu solo me mentiste a la cara por mucho tiempo para luego humillarme frente a todos, tú no eres mejor que nosotros.

— ¡Basta, basta! No llamen tanto la atención — Jules se interpuso entre ellas y yo. Estoy en una posición tan vulnerable y que Jules haya hecho eso realmente lo apreciaba — Salomé, será mucho mejor para ti que estés al lado de tu esposo en estos momentos... — Lo entendí perfectamente, estaría más segura al lado de mi loco esposo que al lado de su familia aun más loca. — François, no irás a ningún lado, te quedarás aquí apoyando a tu familia. Madre, no quiero que te expongas, así que ve arriba y ponte a salvo, yo voy a...

The million dollar manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora