𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬: 𝐏𝐨𝐬𝐭-𝐑𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭 𝐄𝐯𝐢𝐥 𝟒, 𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐚.
Extiendes un brazo a tu lado y te decepcionas cuando encuentras frío su lado de la cama.
No esperabas que se quedara contigo toda la noche, casi nunca lo hace, pero tal vez, solo tal vez, no fue demasiado descabellado decir que esperabas algo un poco... ¿más? ¿Tal vez un poco de caricias, un par de besos somnolientos, o incluso su brazo te rodeé protectoramente durante la noche? Pero, por desgracia, conocías a Luis Serra mejor que eso. No era del tipo que dejaba que un pensamiento ocioso fuera solo eso: ocioso.
Gradualmente, abres los ojos y recuperas lentamente tu sentido del espacio que te rodea. La mayor parte de la habitación sigue estando a oscuras. Un farol solitario envía rayos naranjas a través de las cortinas, y tiras más de las sábanas para proteger tu sección media expuesta del aire fresco de la noche que se filtra a través del vidrio.
"Lo siento mucho. Te he despertado?"
Frotándote los ojos, te das la vuelta para ver a Luis encorvado a los pies de la cama, con los hombros y la cara bañados por la fría luz azul de la pantalla de su PC. Un rápido vistazo al despertador en tu mesita de noche te dice que son las 4 AM. Mirando hacia atrás al español, parece sorprendido y un poco arrepentido por haberte despertado a una hora tan intempestiva.
"¿Qué estás haciendo?"
Él responde con una sonrisa tímida y un encogimiento de hombros desnudos. "Yo... eh, ¿no podía dormir?"
Estás completamente sentada en la cama ahora, acercándote a tu pareja y arrastrando las sábanas contigo. "¿En que estas trabajando?"
Luis se inclina hacia adelante e inclina la tapa de la computadora portátil hacia abajo como si hubiera algo allí que no quiere que veas, lo que te hace sospechar un poco. "Oh, solo algunas cosas para la BSAA. Conoces a esa gente y cómo son. Siempre tienen cosas que quieren que haga después del incidente".
"Mmh..." Asientes y tarareas atontada, y Luis se fortalece por el hecho de que todavía no estás completamente despierto.
"Ya sabes", deja la computadora portátil a un lado y gatea sobre ti. "Apenas es de mañana todavía. Puedes volver a dormir si quieres..."
Toma tus manos entre las suyas y te empuja hacia la almohada hasta que tu cabeza descansa sobre el suave material. "Eso suena como una buena idea".
Él sonríe mientras se cierne sobre ti, apoyándose con un brazo a cada lado. " Sí, ¿no? Solo estoy lleno de buenas ideas..."
Lo tomas por sorpresa cuando lo estiras y lo empujas hacia abajo para que aterrice con un rebote a tu lado. Te das vuelta, pasas una mano sobre su ancho y peludo pecho, y trazas tu dedo a lo largo de su cicatriz sensible. Luis se estremece.
"Hey, conejita..."
"Si, papi?"
Sus labios se curvan cuando te escucha ronronear. Está absolutamente destrozado por los nombres que le pones. Parece que no puede tener suficiente, y la forma en que tu piel suave se frota contra la suya. Le afecta tanto que le es imposible pronunciar las palabras.
"Eso se siente... Eso se siente realmente—"
"¿Se siente bien?"
"Sí..." Su pecho retumba con un profundo gruñido. "Se siente muy bien."
"Entonces..." La palabra se te escapa en un tono apenas tímido de súplica, y Luis se clava en sus talones, enganchado en cada sílaba. "¿Me dirás lo que estabas viendo en tu computadora?"
Casi tan repentinamente como comenzó, todo se detiene. Luis se congela en su lugar, y miras hacia arriba para ver que su expresión te recuerda a un ciervo atrapado por las luces delanteras de un auto.
Te suelta para rascarse la barbilla con una mano. Mientras tanto, prácticamente puedes ver los engranajes en su cabeza mientras giran con laborioso pensamiento. "Si te dijera que es porno, ¿me creerías?".
"No, porque si fuera porno, probablemente no actuarías tan en secreto".
Luis se aparta y se recuesta, apoyándose contra la cabecera. "Sí, mierda . Ahí me has pillado"
"¿Qué era lo que estabas mirando, Luis?"
Esperas pacientemente en silencio, un poco preocupada por haber presionado demasiado, pero no pasa mucho tiempo antes de que Luis suspire derrotado. "Ah bien. Estaba... estaba buscando un anillo de compromiso, ¿de acuerdo?"
La sinceridad en su voz te hace dudar. "¿Un-un anillo de compromiso?"
"Sí , pero, todavía no había encontrado el indicado. Todavía estaba buscando, y estaba esperando que el joyero me enviara los tamaños de muestra, y..."
"Espera. ¿Tamaños de muestra?"
"Sí, tamaños de muestra. Yo tampoco sabía que existieran, pero cuando me enteré de ellos, pensé que lo haría de la manera correcta y obtener el ajuste perfecto.".
"Oh, Luis..."
Se pasa una mano por el pelo y niega con la cabeza derrotado. "Lo sé, lo sé... Fue una tontería de mi parte pensar..."
"¡Eso es tan dulce!"
Nunca has visto el comportamiento de un hombre cambiar tan rápidamente, pero los ojos de Luis se disparan a los tuyos en el instante en que las palabras salen de tu boca. "¿De verdad?"
"¡Sí, claro! Vaya, eso es la cosa más romántica..."
"Bueno", se ríe entre dientes, recuperando algo de su confianza característica frente a la situación vergonzosa. "Dicen que tengo un don con las damas."
Te ríes y lo golpeas juguetonamente. "¡Tonto!"
Levanta una mano a su pecho en una ofensa fingida, luego trata de inmovilizarte y hacerte cosquillas en represalia. "¡Hey, pensé que era tu valiente caballero!"
En un ataque de risa, los dos colapsan de nuevo en el edredón. Estás debajo de él, atrapada por su estructura musculosa, pero notas lo cuidadoso que es para no aplastarte con su peso.
"¡Lo eres, lo eres! ¡Me rindo!"
Apartas su cabello largo y oscuro de su hermoso rostro, y él sonríe con orgullo de su victoria. "Ah, ya veo. La princesa ha hecho una sabia elección y se ha rendido".
"Sí, pero la próxima vez, podrías preguntarme cuál es mi talla de anillo... idiota ".
Yo también quiero un anillo de este hombre 😤😤
Sr_Macaroni