"El primer ataque"
Más tarde en la fiesta...
Narra Katrien
Mi mirada se dirige nuevamente en Balderick quien ahora está hablando con la reina Esmeralda, suspiro frustrada al sentirme tan insegura en acercarme a él. Tomó el último poco de fresco que me quedaba de la cena que fue hace una hora, dirijo la vista a la pista de baile donde está mamá bailando con el tío Aiden, mientras mi tía Vanya baila con el rey Axel II. La reina Cristal baila con su hijo Adair mientras Meira ya baila con su novio.
- Triste soltería – dice Koa sentándose viendo al tío Grabhán y a la tía Rhosyn bailando al igual que el tío Eramus y la tía Aislinn
- No es necesario tener novio para salir a bailar – comento
- Créeme que si pudiera ya le hubiera pedido un baile a un caballero atractivo de aquí, pero los cazadores me inquietan mucho y no quiero que molesten a nadie, sé que la reina pidió paz entre los reinos pero seamos sinceros, los cazadores no tienen relación pacífica con nadie que sea diferente a ellos – cuenta
- Al menos se han comportado bien está noche – digo viéndolos
- A ver cuánto les dura eso – insiste el pelirrojo – Bueno, invitaré a la reina Esmeralda a bailar, tal vez así te ánimas a invitar al príncipe con ojos bonitos que no has dejado de ver en toda la noche
- Yo...no...amm...- digo sonrojándome
- Pensé que eras más atrevida, que decepción – dice levantándose
Lo miro acercarse a la reina para hacerle la invitación la cual ella acepta sin dudar, se levanta y se van justo cuando termina la canción. Dirijo mi vista a Balderick quien juega con su vaso de agua antes de levantar la mirada encontrándose con la mía. La desvió rápidamente tratando de tomar el valor para levantarme.
Respiro profundamente y me levanto con determinación, apenas doy un paso cuando termino chocando con alguien. Levanto la mirada encontrándome con ese par de ojos hermosos.
- Me preguntaba en qué momento de la noche me darían el baile que me prometieron por venir – comenta
- Yo esperándolo a usted estaba, por mí fuera, hace horas hubiéramos bailado – miento y él se ríe
- Debo admitir que vengo tomando el valor desde que vine, especialmente porque casi no se bailar, no he tenido la dicha de tener una pareja que me acompañe en estas celebraciones – cuenta
- Pues para mí será un gusto ser la mejor pareja de baile que pueda tener – digo
Extiendo mano derecha hacía él, parece pensarlo un momento pero al final acepta mi invitación. Nos dirigimos a la pista de baile y se es inevitable ignorar las miradas de la familia junto a la mirada de los cazadores que no parecen muy contentos con esto.
- Espero no meterla en problemas – dice con pena poniéndose enfrente mío
- Lo dudo, me preocupa más su gente – admito acercándome para ponernos en la posición correcta para bailar
- No sé preocupe por ellos, de por sí ya me juzgan, no cambiaría nada – cuenta – Por cierto, podríamos dejarnos de formalidades y tratarnos de tú – pide
- Me parece perfecto Balderick – digo haciéndolo sonreír
La canción comienza y noto la inseguridad de él al dar cada paso, incluso se ha puesto algo tenso, es notable que no ha bailado en pareja con nadie más.
- Tranquilo, solo déjate llevar – aconsejo
- No creí que bailar fuera tan difícil – bromea – Perdóname si te piso el pie, es más que obvio que en realidad jamás he bailado en pareja
- Entonces me veré en la necesidad de ser tú maestra porque tendremos muchos bailes como este, terminando las celebraciones de la alianza, serás todo un profesional – comento y él asiente aceptando
Por suerte terminamos el baile sin problemas, nos separamos para hacer la reverencia correspondiente y luego regreso mi mirada a sus hermosos ojos haciéndolo sonrojar por esto hasta que la voz de Michael nos distrae.
- Atención...El Capitán Darcío Stewart – anuncia
Me giró rápidamente encontrándome con mi padre quien ya tiene 48 años, viste un traje elegante color café y se quita su sombrero de capitán dejándome ver bien sus ojos color miel que nos buscan hasta que se encuentra con los míos haciéndolo sonreír.
- Lo siento...yo – digo a Balderick
- Ve, no hay problema – responde
Tomo mi vestido y salgo corriendo hacía papá para tirarme a él abrazándolo
- Mi niña hermosa – dice dándome besos en la cabeza
- Papi, creí que tardarías más – digo feliz de verlo luego de casi dos meses, no pasó las fiestas de fin de año con nosotros y lo extrañé mucho – No te atrevas a irte otra vez así – lo amenazó haciéndolo reír
- Cómo ordenes – responde
- Papá – habla Zander acercándose
Me separo de mi padre dándole permiso a mi hermano para que lo pueda saludar con un fuerte abrazo.
- Te extrañamos, nos hiciste mucha falta – comenta
- Y ustedes a mí, me gusta el mar pero amo más estar con mi familia – dice papá
- ¿Eso quiere decir no más viajes en fiestas cariño? – pregunta mamá
Mi hermano se aparta y mi mamá, quien tiene sus ojos llenos de lágrimas, no duda dos veces en abrazar al amor de su vida.
- Mi pequeña orquídea – le dice él secando sus lágrimas y remplazándolo por besos pequeños – Sabes que era por negocios, pero haré lo posible para que esto no se repita...te amo
- Y yo a ti, te extrañe tanto...Si te vuelves a ir así, tus cosas las encontrarás afuera del castillo – amenaza
- Jamás hacen falta las amenazas cuando regreso a casa – bromea papá
Mi mamá se separa un poco de él pero aun así no lo suelta demostrando su "Mal del panda". Mi papá mira alrededor cuando regresa la vista a Zander y a mí, hasta que se da cuenta de algo.
- ¿Quién te dio permiso de usar ese vestido jovencita? – pregunta
- Ammm...yo...ahora que recuerdo le debo un baile a Koa...adiós – digo huyendo
- Ven aquí jovencita – exige mi padre pero no me detengo
......
Al día siguiente...
Mientras el carruaje avanza mi pierna derecha sube y baja sin parar, demostrando mis nervios por el día de hoy. Miro al frente donde va mi hermano bien vestido con un traje negro con su corona en la mano derecha. Mamá quien hoy usa un vestido crema, va durmiendo en su hombro profundamente a pesar de que hace dos minutos salimos del castillo.
Siento una mano que detiene mi pierna y volteo a ver a mi lado izquierdo encontrándome con la mirada tierna de mi padre quien pasa su mano a mi cabeza para acariciarla con delicadeza.
- Tranquila mi niña, todo saldrá bien hoy – me motiva
- Eso espero, siempre me siento nerviosa por las exposiciones de arte, temo haber hecho algo mal – comento
- Tus obras son hermosas, ya sabes que no puedes complacer a todos pero mientras tú te sientas satisfecha con el trabajo que hiciste y tu talento, es más que suficiente para que entres con seguridad a ese salón – me motiva haciéndome sonreír
Suspiro recostándome en su hombro para tratar de relajarme un poco antes de llegar a nuestro destino. Cómo parte de las actividades de la alianza, el día de hoy habrá una exposición de arte con todas las obras de diferentes artistas de los cuatro reinos, incluyéndome. Está se realizará en un salón de eventos en el centro del pueblo, afuera habrá una pequeña feria con un par de juegos y mucha comida que pienso digerir para tratar de calmarme.
Ya he estado presentando varias de mis obras pero siempre es inevitable ponerme nerviosa, aunque hoy más porque les mostraremos a nuestros padres la sorpresa que conseguimos para ellos.
Al llegar Zander despierta a mamá quien se arregla y se asegura de que nosotros tres estemos listos. Papá es el primero en bajar para ayudar a su amada, luego sigue mi hermano quien me espera, sacudo bien mi vestido verde antes de salir del carruaje encontrándome con la feria.
La personas detienen sus labores para hacer una camino dónde nos dan paso hacía el salón que aún no ha sido abierto. Sonrío a las personas con amabilidad, algunas niñas me regalan dulces y un niño me hace una reverencia antes de darme un tulipán lila. Unos soldados nos dan paso para entrar al salón dónde ya está mis tíos junto a Asteria supervisando que todo esté bien.
Los demás reyes no deben tardar en llegar por lo cual debemos aprovechar el tiempo. Transporto los regalos que me dieron enviándolos a casa y miro a mi hermano quien me guiña un ojo antes de hablar.
- Bueno, aprovechando que estamos aquí, supongo que es buena oportunidad para mostrarles su sorpresa – comenta llamando la atención de los adultos
- ¿La sorpresa por la cual los castigaron? – pregunta papá y los tres asentimos
- Vengan – digo caminando al frente junto con mi prima y Zander
Avanzamos entre los diferentes cuadros divididos por reino hasta llegar al nuestro, pasó enfrente de algunas obras mías antes de llegar al gran cuadro que está al final cubierto con una tela para protegerlo.
Me coloco al lado derecho de la pintura con Asteria mientras mi hermano se coloca al lado izquierdo. Nuestros padres se paran enfrente bastante curiosos por la sorpresa, especialmente mamá y mi tía.
- Bueno, ahora si les diremos a donde fuimos – comento
- En el diario de la abuela Sloane, leímos sobre el lugar donde entrenaron los brujos de los elementos y no pudimos evitar sentir curiosidad de ir a ese lugar – dice Asteria
- Agregando el hecho de que mencionan cierta pintura que les hicieron, como era tradición, para plasmar el rostro de los brujos de esa generación y que quedará guardada para el resto de la historia – sigue Zander
- Fueron por el cuadro de los brujos de los elementos – dice mi padre más interesado
- Así es, lastimosamente el lugar estaba tan descuidado que la pintura estaba en mal estado pero decidí arreglarla para exponerla el día de hoy, dándole todos los créditos Anila Crane, esposa de Sebastián Keller, e invitando a sus hijos y nietos a apreciar dos de la obras de su mamá, la otra está por allá... – comento
- Fue un trabajo un poco difícil pero debo admitir que se logró y ahora podrán apreciar mejor los rostros de nuestros abuelos – finalizo
Miro a Zander quien usa su magia para quitar con delicadeza el manto dejándolo caer al piso y dejando ver la pintura que tiene aspecto de nueva. Miro el rostro de nuestros padres esperando su reacción la cual es al instante.
- Mamá...papá...- dice mi tía acercándose a la pintura mientras comienza a soltar un par de lágrimas – Puedo recordar el rostro de papá pero es...es hermoso verlo aquí...y mamá...ya la estaba olvidando...eran tan atractivos...con razón salimos así... – bromea haciéndonos reír
- Y mi nana...con razón volvía loco a los hombres, era hermosa – comenta haciendo reír a mi padre quien también se ha acercado
- Era tan preciosa y papá...con razón dicen que me parezco a él...siempre de negro ¿No tenía otra cosa en su armario? – dice sonriendo de lado
- ¿Cuñada? – pregunta mi tío haciendo que veamos a mamá quien no se había acercado
Ella mira hipnotizada el cuadro, mientras suelta varias lágrimas. Mi padre se acerca para abrazarla haciéndola reaccionar, ella sonríe ampliamente.
- A papá también lo recuerdo y puedo asegurar que no perdió su atractivo con el paso de los años...pero mamá....- su voz se quiebra – Yo no la conocí...siempre...me pregunté cómo sería su rostro y trataba de imaginármelo pero era imposible hacerme una idea, hasta hoy, por fin puedo ver a mi mamá...por fin pude conocerla
- Ves que si te pareces a ella – le dice mi tía – Bueno, cuando eras joven – la molesta haciéndola reír
- Y si tienes varios rasgos de papá – responde ella – también de joven – se venga
Las puertas se escuchan llamando nuestra atención y supongo que son los demás reyes. Mi tío le pasa un pañuelo a su esposa para que sece las lágrimas.
- Iremos a recibirlos – comenta él antes de que ambos se retiren
Mis padres siguen viendo el cuadro con atención sin poder quitarle la mirada y me siento satisfecha con el trabajo que hice recuperando esta hermosa obra que elaboró Anila, fue un honor salvar algo que ella pasó horas trabajando con dedicación y con un objetivo especial.
Avanzo alejándome de ahí para verificar que todos los cuadros estén bien colocados hasta que me detengo de golpe al ver uno a lo lejos, que no tendría que estar aquí.
- ¿Hiciste un cuadro con el rostro de Balderick? – pregunta mi hermano al lado mío
- Yo...no...bueno sí...- intento hablar pensando en que hacer
- No sabía que lo ibas a traer aquí, que valiente de tú parte – dice Asteria
- ¿Tú sabías de esto? – le pregunta mi hermano
- ¿Qué? No...yo...amm...Lo acabo de ver – miente
Mi hermano le empieza alegar con que le mintió y ella se defiende mientras yo trato de armar un plan para desaparecer lo más pronto posible ese cuadro de aquí, voy a parecer una loca obsesionada con un par de ojos.
"- Eso eres- "molesta mi conciencia
- ¡Cállense! – les alego deteniendo su discusión – Esto no debería estar aquí, lo debo ocultar ¿Qué hago? – pregunto
- Hermana de mi corazón, te recuerdo que heredaste el don de papá de transportarte y transportar cosas, no estamos tan lejos del castillo, lo puedes mandar a tú galería – responde él y lo veo – De nada – hace una sonrisa falsa que le correspondo
Regreso mi vista al cuadro, doy un paso hacía el pero me detengo al ver al rey Dúghall junto a Balderick parándose enfrente de la pintura, viéndola con curiosidad. El rey mira a su hijo quien parece asombrado con la pintura, noto como comienza a buscarme con la mirada por lo cual entro en pánico y me doy la vuelta para salir huyendo de ahí lo más pronto posible.
- Vámonos – digo caminando rápido a la puerta principal del salón
Ahí nos encontramos con nuestros padres y los demás reyes, me paro a un lado de mi hermano para tomarlo del brazo. Al ser él más grande me cubre lo suficiente como para que Balderick no me mire cuando llega con nosotros. Salimos todos juntos para encontrarnos con las demás personas invitadas que esperan.
Trato de calmar mis nervios mientras mis tíos dan las palabras de bienvenida correspondientes y procuro no ver al príncipe de ojos bonitos ya que siento su mirada sabiendo que ya me encontró. Reacciono al escuchar los aplausos de las personas quienes se comienzan a formar para entrar, nosotros pasamos primero pero nos vamos por unas escaleras alternas del lado derecho que nos llevan a un balcón en el segundo nivel que rodea todo el salón y nos permite ver todo el movimiento.
Sin soltar a mi hermano, nos acercamos a una orilla arriba de dónde están mis cuadros. Decido olvidar lo sucedido y me concentro en la reacción de las personas con mis obras.
- Al parecer les gustan – comenta mi hermano y sonrío tranquila por ello
- Me alegra saberlo, aunque también noto su curiosidad en el cuadro de él...- digo viendo a alguien que comenta algo que no logro escuchar – No tendría por qué estar aquí, lo dejé entre los cuadros que no muestro
- Solo a ti se te ocurre hacer una pintura de un príncipe – responde él
- No pude evitarlo, sus ojos son tan hermosos que tuve la necesidad de plasmarlos en un lienzo – me defiendo
- Interesante...- dice una voz masculina a mi lado derecho, miro a mi hermano con pánico antes de que ver al dueño de la voz – Eres la primera persona, a parte de mí, que se expresa de esa manera sobre los ojos de mi hijo – comenta el rey Dúghall
- Mil disculpas, voy por agua – dice mi hermano dejándome sola con el rey quien me ve con curiosidad
- Ammm...yo...si...es...no puedo negar que los ojos del príncipe me parecen atractivos y...y...no causan el miedo que la gente rumora – respondo nerviosa
- Me alegra que alguien más pueda verlo de esa manera – dice antes de dirigir su vista al cuadro – Balderick nunca me ha creído cuando le digo que sus ojos son bellos, dice que porque soy su padre y lo amo, lo miro de esa manera. Lo cual también es cierto, pero a pesar de esa maldición, no puedo negar que no fue del todo mala...- cuenta
- Como siempre, no puedo irme sin comprar una obra tuya... ¿Cuánto por ese? – pregunta
Lo miro un momento antes de dirigir la vista al cuadro del Balderick pensando la situación y considerando que es su padre, no me siento bien vendiéndole un cuadro de la persona que ama con todo su corazón. A pesar de la desconfianza que me causa el rey Dúghall, debo admitir que es un buen padre, cualquier otro hombre procedente de su reino con sus creencias, también hubiera despreciado a su hijo sin importar que no fuera su culpa tener la maldición.
- No es nada, se lo regalo – respondo haciendo que me vea confundido – Se lo merece, es un buen padre, considérelo como un regalo por amar de manera tan especial a su hijo, porque siendo sincera, sabe que si Balderick fuera hijo de otro hombre de su reino, no lo amaría como usted lo hace
- Tienes razón, me alegra ser su papá – asegura – Gracias – dice con amabilidad y sonrío levemente antes de hacer una reverencia para retirarme
Me doy la vuelta caminando hacía mis padres para avisarles que iré a la feria, necesito comer algo para ahogar ese nerviosismo que recorre mi cuerpo. Camino a las gradas que es custodiada por los comandantes de los diferentes reinos, mi tío Eramus asigna a un soldado para que vaya detrás de mí cuidándome.
Salgo del salón recibiendo saludos y halagos por mis obras hasta que logro llegar al área de comida. Al instante reconozco un olor y me dirijo a ese puesto en especial que tiene diferentes pasteles pero especialmente algo que me encanta, chocolate caliente.
- Su majestad – hacen reverencia la pareja
- ¿En qué le puedo servir? – pregunta el hombre
- Un...digo dos vasos de chocolate caliente por favor – pido y él asiente antes de servirme
- Su majestad – dice la mujer viendo al lado mío provocando que mi piel se erice - ¿En qué puedo servirle?
- Un pastel de piña por favor – pide Balderick y la mujer asiente dándose la vuelta para servirle
Respiro profundamente antes de dirigir la vista a Balderick quien me ve con curiosidad. Sonrío levemente y él me corresponde de la misma manera haciendo latir mi corazón con fuerza. De pronto siento algo raro moviéndose debajo del mantel de la mesa, veo hacía bajo encontrándome con una niña que se esconde rápidamente.
- Mami – escucho la voz de la niña que intenta hablar en voz baja pero la escuchamos perfectamente – Hay un príncipe aquí – dice emocionada
- Sí mi amor – responde la mamá riéndose y le entrega su pastel a Balderick – Mil disculpas su majestad – dice con pena
- No hay problema – responde él pagándole
El señor me entrega mis chocolates, se los pago y le pasó uno al soldado que me cuida, él agradece haciendo una reverencia antes de regresar a su puesto.
- Mami...el príncipe tiene ojos bonitos – escucho de nuevo la voz de la niña
Dirijo mi mirada a Balderick quien se sonroja levemente por esto y me río llamando su atención. Trato de ocultar mi sonrisa tomando un sorbo de chocolate hasta que escucho de nuevo la voz de la pequeña.
- Mami, papi...me quiero casar con alguien que tenga su color de ojos... ¿Me puedo casar con ese príncipe? – pregunta y siento cómo me ahogo con el chocolate riéndome mientras Balderick se sonroja completamente
- ¡Hija! – la regaña su padre – Lo siento tanto su majestad
- No se preocupe – responde él
- Ohh...ya entendí...se va a casar con la princesa Katrien por eso yo no puedo – vuelve hablar la pequeña haciendo que mi risa se borre y me sonroje
Balderick es el que se ríe ahora mientras yo trato de analizar lo que la pequeña dijo, miro a los padres quienes ya no saben cómo disculparse por las palabras de su hija y nos ven con pena. El príncipe se agacha para levantar el mantel dejando ver a la niña que se sonroja rápidamente.
- Gracias por tus palabras, y lo lamento pero no puedo casarme contigo, no porque ya esté comprometido, estoy soltero...por el momento – dice viéndome un segundo antes de regresar la vista a la niña – Estoy seguro de que encontrarás a tú príncipe con quien puedas casarte y tenga ojos bonitos – le asegura a pequeña
Él extiende su mano derecha y ella pone la suya encima nerviosa, Balderick le da un corto beso al dorso de su mano con delicadeza haciendo que la niña se sonroje completamente.
- Un gusto conocerte – le dice con amabilidad y ella solo asiente de lo nerviosa que está – Nos vemos – se despide antes de bajar el mantel para luego pararse
- ¡Mami un príncipe beso mi mano! – grita la niña haciéndonos reír a todos
Nos despedimos de la pareja mientras la niña no deja de gritar que un príncipe besó su mano. Caminamos sin dejar de reírnos por la curiosa situación que acabamos de vivir hasta que él me mira directamente y sé que va a decir.
- Sabes...hay muchas cosas que nunca imaginé que me pasarían, como por ejemplo, el hecho de que mi artista favorita hiciera una pintura de mi rostro haciendo que de alguna manera mis ojos se vean atractivos y no que den miedo – comenta
- Es que no dan miedo, son atractivos – digo de golpe y noto sus mejillas sonrojarse mientras yo me pegó mentalmente – Lo siento
- No hay problema – responde él nervioso – Gracias...por ese cuadro, no creí que me viera bien con mis ojos – comenta agachando la cabeza
- No fue nada, yo solo plasmé lo que vi – digo sonrojándome y él sonríe de lado antes de volver a verme
Ambos regresamos nuestra vista al camino, me termino mi chocolate y él su pastel, así que buscamos un lugar donde tirar las cosas. Nos acercamos del lado derecho del salón donde están los carruajes, tiramos la basura en el lugar indicado cuando miro un movimiento de reojo entre los caballos quienes se mueven inquietos.
- ¿Viste eso? – me pregunta Balderick quien también lo notó
- Sí – respondo caminando entre los carruajes buscando al culpable del movimiento – Busca por allá por favor, aquí hay algo raro – le pido al soldado quien asiente
Noto como el príncipe le hace señas a un cazador que lo cuidaba y que no había notado antes ya que ellos tienden a ser sigilosos. Este asiente comprendiendo la orden antes de ir al lado contrario de mi soldado. Avanzo junto a Balderick, se escuchan unos pasos corriendo detrás de nosotros y nos giramos buscando al culpable pero no hay nada.
- Esto no me agrada Katrien – comenta él
- Lo sé, a mí tampoco – respondo queriendo avanzar hasta que siento algo detrás de mí y giro rápidamente viendo a una sombra esconderse - ¿Quién anda ahí? – pregunto creando dos bolas de fuego en mis manos
Hay un largo silencio, doy un paso queriendo acercarme cuando escucho a Balderick quejarse. Me giro viendo cómo tiene su mano derecha en su hombro izquierdo dónde tiene una flecha atravesada, mientras su ropa se empieza a llenar de sangre. Me acerco ayudarlo cuando él parece ver algo detrás de mí
- ¡Cuidado! – me advierte
Me giro rápidamente queriendo atacar con magia al hombre enmascarado pero este me golpea rápidamente en mi mejilla izquierda haciéndome tambalear, siento la sangre salir de mi labio y eso me molesta. Levanto el rostro creando una bola de fuego que le lanzo a su brazo derecho por lo cual suelta la daga que tenía y comienza a gritar de ardor.
Escucho unos pasos acercándose pero no sé quién es por lo cual tomo a Balderick para jalarlo a un carruaje, reconozco el escudo de su reino y nos subimos rápidamente. Lo hago subir primero, luego lo sigo y justo cuando estiro mi brazo derecho para cerrar la puerta, una flecha me atraviesa la muñeca.
- ¡Katrien! – exclama él mientras me quejo del dolor
Entro al carruaje y uso magia para cerrarlo, rápidamente le hago un hechizo para bloquear la puerta. Miro como una flecha atraviesa una pared por lo cual jalo a Balderick para que nos sentemos en la parte baja.
- Ay no puede ser – me quejo al ver cuanta sangre sale de mi muñeca y noto que la flecha cortó una vena – Esto no es nada bueno – digo antes de que otra flecha atraviese otra parte del carruaje – Ni eso – señalo la flecha antes de verlo – Ni la cantidad de sangre de tú hombro – me acerco un poco pero por suerte para él, no le dio en ninguna vena
- ¿Hay alguna forma de protegernos? – pregunta él viendo otra flecha entrar
- Creo que sí – me acerco más a él pegándome a su cuerpo y siento como se tensa un poco por esto – Luego avisaré a nuestros padres – le informo y él asiente
Uso mi mano izquierda para empezar a crear paredes de raíces que nos cubran evitando que más flechas entren, aunque otra flecha me hace ver que no está funcionando.
- ¿Qué pasa? – pregunta él
- No logro crear los muros, algo no deja que mi magia funcione – respondo viéndolo y me sonrojo al notar lo cerca que estamos
- Creo saber porque – responde acercando su mano a su garganta para sacar un collar que reconozco rápidamente por la especie de atrapa sueños que tiene en el centro
- Un amuleto contra magia... – respondo entendiendo y al mismo tiempo molestándome un poco ya que Zander tenía razón.
El uso de amuletos lo aplican los cazadores cada vez que están cerca de nosotros por falta de confianza, esto demuestra que Balderick si usa todos los métodos como cazador y definitivamente no confía en los brujos
– Y como estoy en contacto contigo no me deja – comento notando que nuestros brazos están pegados
- ¿Y supongo que jamás te lo quitas? – pregunto un tanto molesta – Todos los cazadores son iguales, jamás se quitan sus armas, sus amuletos contra magia ni nada que le sirva en defensa contra nosotros, llevamos años conviviendo juntos ¿Acaso no se dan cuenta que no somos malos? – vuelvo a preguntar más enojada que antes mientras Balderick me mira sin decir nada - Olvídalo
Cierro los ojos antes de tratar comunicarme con mis padres o con mis tíos pero no logro nada por lo mismo, el tonto amuleto.
- No puedo comunicarme con nadie – digo, veo mi mano notando la gran cantidad de sangre que ha salido.
Me distraigo un momento al sentir bien la sangre y observando con atención el color asegurándome de que el rojo sigue siendo mi color favorito especialmente por esta razón.
"- Katrien reacciona- "habla mi mente recordando dónde estoy
Pienso en alguna forma de salir aquí con vida porque sé que aunque las flechas se detuvieron aún no estamos a salvo, puede que nos estén esperando afuera para matarnos porque definitivamente eso quieren.
- No, jamás me lo quito – habla Balderick quien sostiene su amuleto – Pero sé que eres buena y confío en ti
Noto cómo se arranca el amuleto para tirarlo arriba de los asientos, él me mira directamente y abro la boca queriendo decir algo pero no aún no puedo del asombro. Cierro los ojos tratando de comunicarme, hasta que alguien me responde.
"- ¿Prima?" – pregunta Asteria
"- No, la silla...- "alego y escucho su risa
"- Estamos en problemas con Balderick, nos están atacando, ambos estamos heridos y nos escondimos en su carruaje, unos hombres enmascarados están afuera tirando flechas mientras esperan a que salgamos –"le comento rápidamente
"- ¿Qué? –"pregunta aturdida por tanta información "- Solo entendí ataque y heridos pero con eso me basta, en un momento vamos con ustedes- "responde
Abro los ojos antes de ver a Balderick quien parece un poco pálido pero aun así está estable mientras que yo me empiezo a sentir mareada. Otra flecha entra pero está tiene fuego el cual apago lo más pronto que puedo, esta es mi señal para crear los muros de raíces que nos protegen. Me acerco a la ventana que hay en la puerta y levanto un poco la cortina que lo cubre, verifico que el muro se creó bien por lo cual sonrío satisfecha hasta que mi vista se nubla.
- Katrien – habla él acercándose a mi para sostenerme
- Estoy bien – miento – Bueno, no tanto
Balderick recuesta mi cabeza en su hombro sano mientras acerca su mano izquierda a mi muñeca para revisarla. Noto como intenta buscar algo para detener la sangre pero al no encontrar nada se pone nervioso.
- ¿No puedes curarte como tú padre? – pregunta con pena
- Sí puedo pero no soy buena con heridas tan graves – respondo y él bufa
- Seré sincero, no te ves nada bien – comenta
- Igual que tú, esa herida no se ve bien, creo que te rompieron el hueso – digo cerrando los ojos un momento
- Hey...espera, no, no, no, no cierres tus ojos por favor – pide moviéndome suavemente por lo cual los abro – No quiero que mi artista favorita muera en mis brazos
- Hierba mala nunca muera – digo sonriendo de lado
- No eres mala – dice él y suspiro
- Porque mi padre lleva años asegurándose de que no lo sea, si fuera por mí, el listado de muertos sería largo – respondo por lo cual él frunce el ceño confundido
- Creo que ya no sabes que estás diciendo – comenta
- Puede que no...oye... ¿Estoy herida de mi hombro izquierdo cómo tú? Es que me duele – digo
- No, estás bien – responde y cierro los ojos – Katrien...no...ábrelos por favor...pide
- Tengo sueño – respondo en voz baja ya que no me siento nada bien – Solo será un momento
- No...Katrien...No puede ser... ¿Para qué tengo cazadores siguiéndome como locos si no aparecen rápido cuando los necesito? – alega hasta que un ruido llama nuestra atención
Abro los ojos un poco justo cuando la puerta del carruaje se abre dejándome ver a mi padre quien se nota asustado al verme.
- Hija – dice mientras Balderick me acerca a él – Príncipe, venga con nosotros, los llevaremos al castillo, ambos necesitan pociones para recuperar la sangre pérdida
- Esta bien, me siento estable por el momento, Katrien es la que me preocupa más, es demasiada sangre – comenta él y mi padre asiente comprendiendo
Siento como me carga y escucho otras voces al fondo mientras cierro los ojos. Mi mamá preocupada, mis tíos ordenando que busquen a los culpables, el rey Dúghall gritándole a su cazador por descuidarnos y Zander hablando con Balderick para que le explique qué pasó.
- Estarás bien mi niña – dice papá abro los ojos viendo que ya estamos en un carruaje en el que también va mi mamá y Balderick quien sigue viéndome con preocupación – Estas a salvo – asegura
Asiento suavemente cerrando de nuevo los ojos confiando en que estoy a salvo y estando consciente que pronto despertaré estando mejor.
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Este fue el capítulo 4 de "Los Cuatro Reinos". Espero les haya gustado
Hoy vimos a los chicos darle la sorpresa a sus padres con un cuadro especial, también vimos como Katrien llamó la atención de muchas personas con el cuadro que hice de Balderick quien incluso parece asombrado del talento de ella. Tuvimos un momento gracioso con una pequeña y todo parecía bien hasta que cambió.
Un ataque que dañó su felicidad, sin embargo se desconoce la identidad de estos hombres ¿Quienes son? ¿Qué querrán? ¿Por qué atacaron así? Dejen sus teorías y esperemos que no vuelva a pasar...o tal vez sí.
Nos vemos la otra semana.
L@s quiero mucho. María Renee