Aviones de papel

By Crisbeylis

3.2K 1K 4K

Uno, dos, tres, cuatro, muchos aviones de papel caían en mi mesa, cada uno con palabras motivadoras, a los cu... More

✨Nota de la autora✨
✨Sinopsis✨
✨ Playlist ✨
✨Dedicatoria✨
✨Prólogo✨
Capitulo 1: No soy especial
Capitulo 2: ¡Hola!
Capitulo 3: Ian Luján
Capitulo 4: ¿Puedo sentarme?
Capitulo 5: Distracción
Capítulo 6: Dolor.
Capitulo 8: Cosas complicadas que no deberían serlo
Capitulo 9: Un futuro planeado
Capitulo 10: El misterio de los avioncitos
Capitulo 11: El misterio tiene nombre (pte 1)
Capitulo 12: El misterio tiene nombre (pte 2)
Capitulo 13: Una canción
Capitulo 14: Más que una etapa
Lo que era antes
Capitulo 15: Luz y sombra
Capitulo 16: El miedo a caer
Capitulo 17: ¿Hemos perdido?
Capitulo 18: La melodía en mi cabeza
Capitulo 19: Tu risa/ su beso
Capitulo 20: Un trébol de cuatro hojas
Capitulo 21: Mi promesa.
Lo que era antes
Capitulo 22: Unas flores de papel amarillo
Capitulo 23: ¿Buena o mala suerte?
Capitulo 24: Es mi vida
Capitulo 25: Siempre estamos cambiando
Capitulo 26: Arreglar las cosas
Capitulo 27: Te quiero
Capitulo 28: Emociones
Capitulo 29: Lucia
Capitulo 30: Cofre bajo llave
Capitulo 31: Afortunados
Capitulo 32: Querer avanzar
Capitulo 33: La música
Capitulo 34: Canta conmigo
Capitulo 35: Pequeños momentos
Capitulo 36: Blue Eyes
✨ Epílogo ✨
✨ Última notita ✨
Extra 1| Mick

Capítulo 7: Solo hay que sonreír

66 25 93
By Crisbeylis

Heather.

Camino por la acera saliendo del instituto, Elisa se ha ido hace un momento, pues vive en dirección contraria a la mía.

Mis pasos y los de los demás estudiantes que también caminan rumbo a sus casas, resuenan en la acera.

Me miro unos segundos mis uñas mordidas y luego me acomodo las mangas de la camisa del uniforme.

—Hola.

Miro a mi lado y una chica menuda de cabellos corto y rojizos de rasgos asiáticos me devuelve la mirada con una sonrisa. Es la misma chica de aquel día.

—Me llamo Jana —agarra mi mano y la estrecha con la suya enérgicamente y me fijo en que lleva muchas pulceras de colores en las manos y también anillos.

—Soy Heather...

—Oh, creeme sé cómo te llamas.

—Vaya.

—Un amigo siempre se la pasa hablando de tí.

Parpadeo prestando más atención, y Jana abre los ojos ligeramente como si acabará de cometer un error al decir eso.

Me mira y suelta una risita nerviosa mostrando un poco los dientes, enarco una ceja.

—Pero, no te puedo decir quién es porque lo tengo prohibido y muy probablemente mi amigo me dejaría de hablar. Aunque no lo creo.

—Ya veo, es mejor no arriesgarse.

—Exacto.

Se escucha el característico sonido de una patineta y alguien grita:

—¡Jana!

Ella me sonríe cuando Mick, el chico moreno m, se detiene frente a nosotras, y agarra la patineta en una mano.

—¡Hola Heather!

Se coloca aun lado mío comenzando a caminar con nosotras y me pasa un brazo por los hombros con toda la confianza del mundo.

—Hola —sonrió un poco, mirándolo de reojo.

—Y yo que pensé que me había escabullido bien de ustedes —le dice Jana a su amigo.

—Pues no, de hecho me he ido sin esperar a Ian.

—Estara esperándonos como un tonto.

—No, le he mandado un mensaje diciéndole que nos alcanzará, que nos íbamos a adelantar un poco.

Okey, esto esta siendo un poco raro para mí, alterno la vista entre ellos dos, carraspeo, apartando el brazo de Mick.

Mick centra la atención en mí con sus ojos oscuros.

—Heather, se que no nos conocemos mucho, pero eres amiga de Ian, y cualquier amiga de Ian es amiga nuestras...

—Sí, se puede decir que soy su amiga, sí.

—Y de hecho el viernes cumplo años —habla Jana sonriendo, cambiando categóricamente de tema —, y el sábado organizaré una pequeña fiesta y quería...

No completa la oración porque se vuelve a escuchar el sonido de una patineta por la acera y unos instantes después aparece Ian a un lado de nosotros.

Frunce un poco el ceño hacía sus amigos, y al mirarme a mí se endereza y me sonríe, y le devuelvo el gesto.

—¿De que hablaban?

—Estaba invitando a Heather a mi pequeña fiesta del sábado —habla Jana.

—Quiere decir que sera una gran fiesta —me dice Mick.

—No le creas, las fiestas de Jana son muy tranquilas en realidad —aclara Ian.

—Ya pues, dejemos que ella decida —los corta Jana y se gira hacía mí—. ¿Que dices? ¿Quieres venir? Si me dices que no, me vas a romper el corazón.

Lo pienso un momento, la perspectiva de quedarme en mi casa y ahogarme en musica o cualquier libro y escapar de mi realidad suena tentadora, pero Jana me a invitado a su fiesta de cumpleaños de buena fé y no puedo decir que no y simplemente rechazarla cuando se muestra entusiasmada.

Y me apetece ir, sí, me apetece un poco salir y por una vez ser un poco sociable.

Los tres me miran expectante a mi respuesta.

—Claro, sería genial por supuesto que iré.

Le sonrio y ella agranda su sonrisa y me da un sonoro beso en la mejilla.

—Te juro que no te arrepentirás y tampoco te aburrirás. Ya invite a Elisa y me dijo que irá, así que nos divertiremos mucho, te lo aseguro.

Me abraza de lado.

—De eso no hay dudas, pareces una chica muy divertida.

—Lo soy.

—Lo es creeme, en veces se pasa de cu-cu —Mick hace una seña con la mano indicando que Jana está un poco loca.

—Tu también tienes pinta de ser un poco loco —le digo medio divertida, defendiendo a Jana.

—No más un poco.

Estira la mano para chocar puños conmigo y yo al corresponder el gesto, me vuelve a sonreír.

Falta una calle para llegar a mi casa, cuando Mick y Jana tomas otra dirección, pero antes de alejarse por completo, Jana de voltea hacia mí de nuevo.

—Fue agradable hablar contigo Heather, gracias por aceptar mi invitación.

—Oh, lo mismos digo —sonrio.

—Nos vemos.

Mick alza las cejas y me sonríe, choca puños con Ian y se alejan él y Jana por otra calle.

Ian permanece en silencio mientras caminamos, ya no me cabe duda de que vive cerca de mi casa, porque estamos tomando el mismos camino y la otra vez pense que tal vez había hecho una desviación hacía su casa.

Le echo una mirada de reojo, un mechon de su cabello castaño le cae sobre la frente, la piel de su cara se ve brillante y tiene unas marcas de acné más algunos lunares en las mejillas y al patineta la lleva bajo su brazo.

—Oye —se gira hacia mí.

—¿Sí?

Se descuelga su mochila y saca de ella unas hojas y me las entrega, las desdobló y frunzo el ceño al ver que es el trabajo de matemáticas ya corregido.

—¿Esto no teníamos que entregarlo mañana? —pregunto, porque estoy segura de que era mañana.

—Sí, pero resulta que me encontré al profesor y yo llevaba en trabajo en la mochila, y pues me dejó entregárselo y lo corrigió de una vez y me lo entrego de vuelta.

Vuelvo a mirar la hoja y veo que el profesor nos puso la nota máxima. No lo puedo creer.

—Nota máxima.

—Síp —reafirma Ian.

Vuelvo a doblar las hojas y se las entrego sonríendo.

—Y todo gracias a tí y tu grandioso cerebro.

Él suelta una risa.

—Tu también ayudaste.

—Claro, derramando una bebida sobre el trabajo.

—Oh vamos, eso ya pasó.

Le doy una mirada de "ya, claro"

—Igual.

Llegamos a mí casa, hago una mueca con los labios y me vuelvo hacía Ian.

—Muy bien, nos vemos luego ¿No?

Digo y él se queda mirandome por un momento, para después alzar la mano y con el dedo índice intentar alzar las comisuras de mis labios.

Tomo su mano y la apartó, pero, sin embargo sonrió.

—Así está mejor. A veces hay que sonreírle a la vida.

—¿Y la vida te va a sonreír a tí?

—A veces si sonrie, Heather.

—Solo hay que esperar un poco.

—Sí.

Sonrió negando con la cabeza.

—Nos vemos luego, Ian.

—Nos vemos luego, Heather.

Me doy la vuelta adentrándome en mi patio y antes de llegar a la puerta, escucho a Ian perderse con su patineta calle abajo, como la última vez.

Cuando entro a mí casa, dejo mi mochila sobre uno de los sofás y voy a la cocina y me sorprende encontrar a mi padre sentados en uno de los taburetes, con una taza entre sus manos.

Cuando me ve, me sonríe y me hace una seña para que me siente junto con él, cosa que hago.

—¿Y mamá? —pregunto y él suspira.

—Esta arriba durmiendo.

Se levanta y va a buscar algo al microondas, cuando vuelve trae un plato de comida en las manos y lo deja frente a mí.

—Anda, come —me tiende un tenedor el cual tomo.

—¿Cómo estás? —le pregunto antes de comenzar a comer.

—Siempre puede haber días mejores.

Saca una garra de jugon de mora de el refrigerador y sirve un poco en un vaso para después también, dejarlo frente a mí.

Pienso en su respuesta y es verdad siempre puede haber días mejores, pero el mío no ha ido técnicamente tan mal.

Vuelve a sentarse frente a mí, y las bolsas bajo sus ojos delatan que no ha dormido bien.

Mastico, trago y formulo la pregunta de una vez por todas.

—¿Te volverás a ir?

Nuestras miradas se cruzan, y no se exactamente que ve él en la mía, pero relaja su ceño fruncido.

—No puedo volver, no creo que sea lo correcto por ahora, sabes que tu madre y yo nos vamos a divorciar y no creo que sea sano para ninguno de los dos estar viviendo bajo en mismo techo.

Apartó la mirada a mi plato, tiene razón.

—Lo entiendo.

Asiento, y continúo comiendo pasando todo con el jugó.

Entiendo lo que a dicho mi padre, si el matrimonio está roto, ¿Para que seguir? Creo que ya es tiempo de aceptarlo, aunque sea un poco difícil porque mi hermana y yo crecimos viéndolo tan unidos.

Termino de comer y me levanto para dejar el plato en el fregadero.

Paso a un lado de mi padre y él me atrae hacia él para abrazarme de medio lado, me quedo estática por un momento, antes de pasar mis brazos a su alrededor y hacer un esfuerzo para que no se me corte la respiración y ponerme a llorar delante de él.

—Mi niña —me da un beso en la frente.

Dejo ir una respiración temblorosa

—¿La quieres? —pregunto refiriéndome a mi mamá.

—La amo —suspira

—¿Entonces por qué...?

—A veces la vida es así.

No digo nada, pero me quedo abrazándolo por otro rato, me separó y le digo:

—Papá, mañana iré a una pijamada en la casa de Elisa.

—De acuerdo.

—¿Podrías quedarte mañana aquí? No quiero dejar a mamá sola.

—No lo sé...

—Por favor, ella no creo que salga mucho de su habitación, así que no se cruzarán o eso creo.

—Esta bien —suspira apretando los labios.

—Gracias.

—Yo creo que ya es hora de irme —dice y yo asiento.

—Yo subiré a mi habitación.

Asiente y en doy la vuelta para salir de la cocina, pero su voz me detiene cuando ya voy a cruzar el marco.

—Una pregunta más.

—¿Sí?

—¿Quien era el chico de afuera?

Sonríe con los ojos entrecerrados y yo ladeo la cabeza, entendiendo que habla de Ian y sonrió.

—Ian, un amigo.

✯✯✯

Nota: Holaa :) ¿Cómo están?

¿Que tal les está pareciendo el libro hasta ahora?

¿Los personajes que le parecen?

Se que he tardado un poco en actualizar, pero es que estado un poco ocupada, así que perdón por eso.

Bueno, espero que les haya gustado el capítulo

Muchísimas gracias por leer ❤️ (perdón si hay algún error)

Hasta la próxima actualización, que espero sea prontito ;)

Con cariño Cris <3

Continue Reading

You'll Also Like

342 59 35
Annika Martínez ha sido obligada a unirse a un club para mejorar sus notas y al mismo tiempo alguien del pasado se ha mudado en la casa de su vecina...
452K 54.4K 71
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
1.2K 59 13
Ella es una chica tranquila, con amigas y todo pero a la llegada de un nuevo estudiante, su vida tranquila no va hacer lo mismo. Taner, el chico nue...
2.7K 159 15
Mariana, Yolo, Nado y Panda son hijos de los tres grandes multimillonarios del país... Yolo es un chico mujeriego que le tiene miedo al amor... Nand...