"El sicomoro le hace sombra al Sol ardiente. Nada más que una palabra, una palabra irrefutable. Qué rompecabezas es eso de estar enamorado, eso de plantar tus raíces y luego sacarlas"
—Sycamore
(Ed Sheeran)
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Yoongi no pudo evitar sentirse completamente solo en esa sala de estar en la que Hoseok había tomado asiento después de aceptar una camiseta de Namjoon para cubrirse un poco. Ahora no solo se encontraba con el guardián, sino que la pareja de alfas que parecía haber regresado a su manada después de un tiempo empezaba a ser rodeaba por sus familiares y amigos. Y desde su posición el podía ver y escuchar todo, como una pared o una maldita lámpara que se encontraba en la estancia pero nunca tenía el derecho a voto o debate.
Se sentía tan fuera de lugar que fácilmente podría haberse escabullido por una de las ventanas sin que ninguno de los presentes pusiera la más mínima atención sobre sus actos. De hecho, casi se sentía tentado a intentarlo.
—Maldita sea, de veras pensaba que no volveriais. ¿Sabes lo solo que me he sentido? Estoy seguro de que Taemin ha llegado a su límite con lo que respecta a tener que escuchar mis protestas día y noche.
—Estaba casi en el borde, sí. —confirmó el mestizo de sombras.
Yoongi observó el modo en el que Taemin estiraba una de sus manos con naturalidad para revolver el cabello del omega y ver la reacción de Jimin le hizo recordar los primeros momentos de amor que él había sentido. Parecía que había pasado una eternidad desde aquello. Desde que había amado y sido correspondido por la persona con la que soñaba todas las noches.
—Pero creo que mi sacrificio ha valido la pena. He recibido ciertos premios por soportar las protestas de las que habla. No es tan costoso y he terminado por convertirme en un agricultor experto después de ayudar durante meses en el proceso de fertilización de las tierras del norte. Todo ha sido ganar.
El omega que había acompañado a Yoongi con anterioridad en la casa de Hoseok, ahora se encontraba sentado a un lado de Taehyung y mantenía uno de sus brazos extendido alrededor de los hombros de este en un gesto cariñoso. Lo estaba abrazando de la misma forma en la que Yoongi hubiese abrazado a un viejo amigo.
—Necesitábamos desconectar de todo esto —Jungkook se acomodó más cerca de Taehyung, evitando de alguna forma la mirada de aquella que Yoongi había escuchado que era su madre—. Pasaron muchas cosas antes de que nos fuésemos y estoy seguro de que siguen ocurriendo. No hemos vuelto por la razón más feliz pero me alegra saber que hay planes para recuperar tierras de cultivo. El enfrentamiento entre Lunas dejó el territorio especialmente lastimado.
—Ni por la razón más adecuada tampoco. —estuvo de acuerdo el otro alfa.
—Esta casa está completamente abierta para recibiros en caso de que lo necesitéis —la líder Jeon extendió una mano para apoyarla sobre la rodilla de Jungkook—. Hay habitaciones vacías que necesitan un poco de vida y después de lo ocurrido con el campamento de guardianes, entendería que no queráis quedaros en las nuevas cabañas. Tenéis el gimnasio, las cocinas, la biblioteca y literalmente cada sala de esta casa a vuestro servicio. ¿Querrás incorporarte de nuevo a la guardia, Kook?
—Quiero hacerlo pero definitivamente necesitaré entrenar un poco antes de incorporarme al trabajo de nuevo.
—Yo he estado quedándome aquí —la madre de Jungkook intentó establecer contacto con su hijo a través de la mirada pero este se negó a mirarla de vuelta por un par de largos instantes, estrechándose más contra su pareja—. Me gustaría poder tenerte cerca, Jungkook. Un año esperando es demasiado tiempo para una madre. Sé que lo hice mal pero pediré perdón cuántas veces sea necesario, danos a mí y a las Lunas Azules una oportunidad de redimirnos.
Taehyung revisó con la mirada las reacciones de su pareja antes de alzar los ojos hacia la madre de este.
—Tal vez… Podríamos permanecer aquí unos días. Solo hasta que la situación se tranquilice, puede que no sea seguro quedarse en las cabañas después de que hayan prendido fuego a varias casas. No podemos olvidar el motivo por el que hemos descendido desde lo alto de la montaña, Kook.
Al alfa sureño pareció costarle una vida completa dirigir la mirada hacia su progenitora, pero finalmente lo hizo.
—Está bien mamá, necesitamos tener una conversación que no puedo atrasar más. Mejor ahora que nunca.
Yoongi decidió mirar más allá de esa escena, donde el viento removía los manzanos que conformaban el jardín de la casa de líderes. Sentir a sus cachorros cerca de su pecho, sosteniendo su mano entre pequeños dedos, era un consuelo cuando se sentía tan apartado del lugar que lo rodeaba.
Las palabras y conversaciones se perdieron en la sala mientras él mantenía su mente alejada de todo aquello. Desearía poder tener a familiares y amigos que lo recibiesen en su tribu, incluso después de un año. Incluso si hubiese pasado una década. Deseaba eso que los dos alfas estaban teniendo ahí mismo.
—Hei.
La voz de Hoseok atrajó a Yoongi de vuelta a la realidad después de lo que le pareció una pequeña eternidad.
—Deberíamos ir a descansar un poco, creo que tus cachorros necesitan dormir en un lugar confortable después de haber pasado la noche en una cueva.
Yoongi no se negó a salir de aquella sala, aunque no pudo evitar pensar en el hecho de que para sus cachorros la vieja cueva familiar debería haber resultado muchísimo más confortable que cualquier lugar que aquel guardián pudiera encontrar para ellos.
—Sí, de..deberíamos hacerlo.
Yoongi pudo tomar una agradable ducha en el baño de la casa de Hoseok e incluso se atrevió a lavar a sus cachorros en el lavado, habiendo tapado previamente el sitio con el tapón negro correspondiente. Por primera vez sin la ayuda de la señora Jung como consejera experta, quién lo había estado guiando e instruyendo de la manera en la que solo sabría hacerlo una madre. Recordó cada uno de sus consejos y los apreció especialmente cuando llegó el momento de envolver y secar perfectamente a Winter y Drako antes de vestirlos.
El vapor del baño, el agua caliente y la ropa limpia de alguna manera hicieron que su cuerpo se sintiese completamente descansado y casi adormilado después de la complicada noche que había pasado junto a Hoseok. Incluso si al lobo se le había curado finalmente la quemadura, él estaba seguro de que quedaría una cicatriz sobre la tinta de los tatuajes que portaba el guardián. Los ungüentos ayudaban mucho pero no hacían milagros.
Mientras se miraba al espejo, Yoongi vió a una persona completamente diferente de aquella que recordaba ser. Su cabello había crecido durante el último año hasta descender bajo sus orejas, sus ojos parecían siempre un poco hinchados y cansados… Por simplemente no hablar de su físico. Ya no podía moverse de la manera en la que solía hacerlo, algo que sin duda lo asustaba. Sus brazos, en el pasado fuertes, ahora dolían cada vez que sostenía a los lobeznos por demasiado tiempo entre ellos.
—¿Qué tal ha estado vuestro baño? —Yoongi envolvió a Winter y Drako en diferentes toallas de manera que estas les cubrieran el cuerpo completo sin llegar a apretarlos demasiado—. Los tres olemos bien ahora. ¿Verdad? A nosotros y… a lavanda fresca. A vuestros abuelos le gustaría mucho ese aroma, usaban lavanda para prácticamente cualquier cosa. Es una planta que abunda en esta montaña, incluso logra crecer entre algunas de las grietas que se forman en las grandes rocas de la cima.
Cuando los pequeños sonrieron abiertamente como si hubieran entendido cada una de sus palabras, el corazón de Yoongi pareció pararse. Ellos dos se parecían a sus padres y el recuerdo de estos no había dejado de hacer que su pecho doliera. No desde aquel día. Y ahora que estaba usando un jabón que le recordaba a las flores que siempre amontonaban en el moledor de piedra de la cueva… Tuvo que obligarse a olvidar. A lanzar lejos de su mente todos esos recuerdos que de vez en cuando continuaban llegando hasta su cabeza. El problema era que la cara de sus padres había comenzado a escabullirse de sus memorias y ahora las imágenes de la vida que una vez pudo disfrutar, eran borrosas y difusas.
Atrás habían quedado ya los sueños de ser feliz con la familia que deseaba formar y de liderar con justicia a su manada como heredero de la casa del viento. Atrás habían quedado también las largas carreras a través de la montaña con todos los lobos que conocía, cada tribu dejando escapar el poder del que hacían gala cuando se reunían para orar a la Diosa Luna y los aullidos conseguían que hasta las copas de los árboles más altos se estremecieran. Atrás había quedado su amor, su poder y su razón de ser. Atrás había quedado absolutamente su lobo.
—Os parecéis demasiado a él, desde las pecas de vuestra cara hasta el color de vuestro cabello. Sois su único legado y sois lo único que me permite seguir respirando después de todo lo que pasó. Vuestro padre habría estado orgulloso de veros sobrevivir, sin importar el lugar en el que hubieseis decidido hacerlo. Sea aquí o en nuestra tribu, él habría amado cada parte vuestra.
Yoongi apoyó un beso sobre la frente de los pequeños antes de salir del baño rodeado del olor a jabón natural. Ese que Hoseok le había dado tan pronto como llegaron a la casa junto con algunos coloridos juegos de toallas para sus cachorros y para él mismo.
Tenía tantísimas cosas ahora, sin embargo él se sentía como si no tuviese nada en absoluto. Nunca había necesitado tanto. De hecho, aquellos muebles y la ropa que llenaba el armario de su nueva habitación no simbolizaban para él absolutamente nada pero estaba agradecido. Sabía que no todos los prisioneros tendrían los privilegios que a él le habían concedido.
—Empezaba a pensar que te habrías escabullido por la ventana del baño con los pequeños. Iba a salir en breve a comprobar que todo fuese bien. Espero que haya sido una ducha tranquilizadora.
El guardián se encontraba en pleno proceso de modificación de la habitación de invitados. Portaba una camiseta de manga corta a pesar de que en el exterior el viento frío de invierno hacía silbar las hojas de los árboles y en sus manos sostenía un martillo junto con algunos clavos de acero inoxidable.
Yoongi sabía que el chico era un norteño, por lo que él frío formaba parte de su rutina y sangre. Seguía sin parecerse a lo ligados que los lobos de las tribus se sentían hacia el invierno pero de alguna forma el hecho de que este mantuviese las ventanas abiertas a pesar del clima frío, era confortable.
—Es una i..idea que te..tendré en cuenta en el f..futuro.
—¿La de escapar por la ventana? —a Hoseok le pareció ver un ápice de broma en las palabras de Yoongi—. Me gustaría ver cómo lo intentas con dos cachorros en tus brazos.
—P..podría sorprenderte lo f..fácil que antes habría r.. resultado para mí.
El lobo de viento caminó hacia la cama, arrastrando los pies como tantas veces lo había hecho de pequeño cuando usaba su forma humana. Casi podía escuchar en el soplido del viento los avisos de su madre, diciéndole que si se acostumbraba a caminar de ese modo terminaría por volverse una manía para él. Y lo había hecho.
Hoseok lo inspeccionó sin disimulo alguno y en su aroma Yoongi pudo apreciar una tranquilidad que pocas veces había llegado a oler antes en el guardián. Los ojos de este casi parecieron quemar a través de su piel, obligándolo a fingir demasiado interés en las toallas que envolvían a los lobeznos para no tener que encontrarse directamente con aquella mirada.
—¿Q.. qué construyes?
—Estoy construyendo… —Hoseok dejó escapar una sonrisa ante la palabra que el chico había usado para definir lo que él estaba haciendo y quizás también ante la extraña actitud tímida que este había adquirido repentinamente—. Bueno, en realidad, estoy montando una cuna y una mesa para tus bebés y para tí. Quizás si me da tiempo pueda hacer un par de sillas pequeñas con posaderos para sus platos de comida. Mi madre está insistiendo mucho en que necesitan un par. Por cierto, ella quiere haceros una visita mañana. ¿Te gustaría verla o prefieres que me inventé alguna excusa? No te juzgaré si decides que quieres estar tranquilo.
Yoongi se tomó unos instantes para analizar toda la información que el guardián le había dado.
—¿P..puedes trabajar la ma..madera con el brazo lastimado?
Hoseok levantó la manga de su camiseta hasta el hombro. Como el lobo de viento había predicho, había una cicatriz que rompía el dibujo de tinta negra que recorría el brazo de este pero por lo demás la herida parecía completamente curada.
—Ya no me duele. Hiciste un buen trabajo con ese ungüento —Hoseok sonrió antes de regresar al trabajo—. Los líderes me han obligado a tomar dos días de descanso de todas formas, incluso si no quería tomarlos, solo en caso de que mi brazo se resienta de alguna manera. Así que tengo tiempo para usar toda la maldita madera que hay acumulada en mi trastero, también tengo tiempo para recibir a mi madre. Todavía no me has dicho si quieres permitir que ella os visite.
Yoongi abrió la boca y la cerró un par de veces antes de finalmente atreverse a realizar una petición.
—Me g..gustaría empezar a entrenar mañana, después de ver a tu m..madre si viene, ella es buena —el lobo de viento hizo una pausa para observar el modo en el que el guardián montaba con total maestría cada parte de la cuna para los pequeños—. ¿Te..tendrás tiempo? Qui..quiero recuperar la f..fuerza necesaria para dejar salir a mi l..lobo de nuevo —dudó antes de usar una palabra que sabía que para muchos humanos marcaba diferencia y resultaba necesaria—. Por favor.
Hoseok se quedó quieto por un instante antes de apoyar la madera contra el alféizar de la ventana, entonces sacudió sus manos y se giró para observar con ojos curiosos al chico. El guardián miró con concentración a Yoongi, como si quisiera averiguar si tras su petición había alguna intención secreta. Finalmente decidió que prefería no pensar en eso, ahora el lobo de viento sería parte de su equipo y eso significaba que necesitaba estar entrenado por un motivo u otro.
—Se supone que Jimin vendrá mañana temprano para ayudar, así que creo que podría pensar en algún tipo de entrenamiento con el que él pueda echarte una mano inicialmente cuando yo no esté. Podréis usar el jardín de la casa si es necesario hasta que obtengas una rutina de ejercicio —Hoseok dudó por un instante—. Y yo revisaré cómo va ese entrenamiento tuyo cada noche para apuntar los progresos. Si así lo deseas, te trataré como a uno de mis guardianes. Más adelante podrás acceder a las instalaciones de la guardia norteña para aumentar la intensidad de tu entrenamiento si lo haces bien.
Yoongi abrió los ojos y asintió con ansia.
—Pero debo advertirte de que no soy fácil de conquistar. Si resulta que eres malo en algo, lo diré y si resulta que creo que estás vagueando también lo haré. Si lo haces bien tendrás mi reconocimiento pero no habrá más para tí que el deber de hacer el trabajo como se espera que lo hagas. No obtendrás preferencia alguna en ningún ámbito posible.
Yoongi asintió con la cabeza.
—Me g..gusta de ese modo, Hoseok.
—Entonces, ¿trato hecho? —el guardián dió un enorme paso hacia Yoongi y estiró su mano hacia este.
El lobo de viento lo miró confundido por unos instantes antes de dar un pequeño golpe contra la palma de su mano. La manera en que alzó los ojos buscando respuesta acerca de si lo había hecho bien le dejó saber a Hoseok que sellar pactos con un agarre de manos no debía ser lo frecuente en las tribus.
Así que estiró todavía más el brazo por sí mismo hasta alcanzar la mano del chico y la estrechó.
—Si estás de acuerdo, este gesto implica que aceptas.
Yoongi asintió.
—T..trato hecho. —susurró mirando su mano y la de Hoseok envueltas la una en la otra.
—Sin duda va a ser interesante entrenarte.
—Lo m..mismo digo.
—¿Ummm? —Hoseok dió un paso atrás para regresar a su tarea de terminar el montaje de la cuna.
—El que me entrenes. S..será interesante.
El guardián altiorem sonrió.
—Bueno, espero que de veras lo sea. No serías un digno prisionero si no peleases con fuerza.
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Hiii!!!
Perdoooon!! Ayer me olvidé de que era miércoles porque tengo la cabeza en mil sitios últimamente. Así que he actualizado en cuanto he podido baes. Perdón de veras.
Espero que os haya gustado. Los capítulos están siendo más cortos que en Alpha War debido también a mi horario de trabajo pero pronto comenzarán a suceder cosas que podrían definirse como interesantes.
Un beso,
os amo
Mel
😘