Una rueda gigante llegó, siendo sostenida por Koopas en sus Koopa-Movil, de ahí colgaban las jaulas con todos los prisioneros.
— ¡Este es el fin! —Gritó Luigi con miedo.
— ¡Por fin, piedad! —Dijo Lumalee, feliz de la situación.
. . .
Peach estaba en una habitación frente al altar, llevaba puesto un vestido de bodas color blanco, las puertas se abrieron y la hicieron caminar.
La música nupcial comenzó a sonar, un Koopa tocaba el piano.
Ella caminó al altar y se paró frente a Bowser, quien vestía un traje blanco para la ocasión.
— ¿Te gusta mi regalo? —Miró a todos los prisioneros.— Los sacrificaré en tu honor.
— ¿Enserio? —Preguntó Peach.
— Es mi muestra de amor hacia ti, querida.
Kamek pasó al centro, llevando un libro en sus manos.
— ¡Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para unir a estos 2 enamorados en matrimonio! —Dijo.— Bowser, aceptas a Peach cómo tú legítima esposa?
Bowser sonrió.— Claro que sí.
— ¿Y usted, princesa, acepta a Bowser como su legítimo esposo?
Peach miró con nervios, no sabía que responder, vió a todos los invitados, una Bomba gigante, un fantasma y un cocodrilo, pero uno llamó su atención, Cranky estaba oculto ahí.
— Si, acepto. —Respondió.
— Si alguien se opone ahora, que hable ahora o-
Funky cayó sobre él, aplastandolo y dejándolo inconsciente.
— ¡El equipo de rescate llegó! —Gritó Donkey.
Uno se los invitados de levantó rápidamente.
— ¡Donkey Kong! —Gritó un cocodrilo con una gran armadura en la panza.
— ¡K. Rool! —Gritó el simio.
— ¡Tu padre podrá haber acabado con él mío, pero ahora será al revés! —Volvió a gritar, lanzabdose contra Donkey.
Saltaste entrando al altar, tirando el pastel que estaba cerca.— ¡Yo me opongo! —Gritaste.— ¿Si lo dije bien, Daisy?
— ¡Así es! —Te felicitó.
— ¡(T/N)! —Dijo Peach con emoción.
La miraste muy feliz, te encantaba ese vestido que llevaba puesto, corriste hacia ella pero Bowser te interrumpió.
— ¡Bajen a los prisioneros! —Exclamó.
Las jaulas comenzaron a bajar directo a la lava, haciendo que los prisioneros gritaran.
— ¿No sabes cuándo rendirte, eh (T/N)? —Te preguntó Bowser.
— Ya me lo han preguntado. —Buscaste en tu sudadera.— No, no lo sé.
Sacaste una flor de hielo y comenzaste a lanzar bolas de hielo a todos los presentes.
Congelaste los pies de Bowser, seguido de sus manos y boca, para luego congelarlo todo.
Ayudaste a Donkey congelando a su enemigo, rápidamente corrió junto a Funky para detener el mecanismo que llevaba a los enemigos a su cruel destino.
La jaula de Luigi casi se hundía en la lava, tomaste el Jetpack de Diddy y comenzaste a volar por tu cuenta.
Al ser levantado, Luigi quedó colgando, sus dedos se resbalaban, se soltó y cayó.
Volaste rápidamente para sostenerlo, lo cargaste y lo llevaste junto a Mario, todos estaban reunidos otra vez.
— ¡Les dije que estaríamos bien! —Se abrazaron juntos.
— ¡(T/N), Mario, están bien! —Gritó Luigi.
— Luigi, ¿Estás bien? —Preguntaste.
Se separaron del abrazo y miraste a Peach, corriste hacia ella y se abrazaron.
— Quizá no me vea muy presentable, pero... Te protegí, mi princesa. —Le dijiste, mirándola a los ojos.
— No me importa, lo bueno es que estás bien. —
Se miraeon unos segundos y comenzaron a besarse, Peach lloraba de felicidad, pero esto estaba lejos de terminar.
El hielo dónde estaba Bowser comenzó a temblar, haciendo que se descongelara.
— ¡Lancen los Bill-Balazos a muerte, destruyan todo! —Gritó, se descongeló totalmente.
Dió un silbido al aire y un Koopa-Movil llegó a él, subió y volvió a tomar a Peach a la fuerza.
— ¡Lo siento, (T/N), ella no será tuya! —Gritó riendo, se alejó en el aire.
— ¡Peach! —Gritaste.
Ya todos los prisioneros habían sido liberados, Lumalee permaneció junto a Luigi, parecía interesarle lo que ocurría.
— ¡Ya se que hacer!