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3 meses después...
👑 Young Saeng 👑
Había pasado tantas rapido las semanas que ya ni recordaba que día estaba. Su tiempo se iba entre los estudios privados desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la tarde, luego venían las clases de ingles y japones que lo tenían más que estresado de lunes a sábado, y los domingos las dichosas clases de piano.
Saeng no estaba realmente seguro cuando fue la última vez que salió a divertirse con sus amigos, o tan solo a caminar por los alrededores para distraer un poco su mente de tantos estudios.
Su padre estaba decidido a volverlo loco aqui encerrado.
Y por si no fuera poco, ahora su tutor había dejado de prestarle atención desde aquel día en su habitación, donde había salido apresurado por el beso que se habían dado. Lo único que hacia ahora era darle órdenes y más órdenes, mientras pasaba el mayor tiempo en el despacho de su padre de la casa, con trabajos que según tenía pendientes.
Saeng no había podido acercarse, sin que Hyun terminará escapando de él. Como si él fuera una enfermedad contagiosa que deseaba evitar.
Todo se habia vuelto un caos.
Ya hace 3 meses había terminado con Yunho, tal como lo había decidido, para ver si tendría alguna oportunidad con su tutor, pero cada vez veia muy lejos ese futuro.
Ahora se encontraba hablando por llamada con Jae Joong, quien era el único que podría ayudarlo como la última vez. Ya que Min y Jun estaban muy metidos en su relación y ni caso le hacían.
—Te digo la verdad, me esta evitando a toda consta. No desea intentar nada conmigo. Incluso le dije que había terminado con Yunho, pero de igual manera no me hizo caso... Ya no se que hacer —suspiraba totalmente derrotado.
—Vaya belleza, si que la tienes complicada, ese hombre parece muy difícil de corrumpir —contestaba Jae.
—Tienes toda la razón, y ya me estoy dando por vencido. De seguro él esta buscando a alguien de su misma edad que le llene de aburrimiento la vida —dijo un más frustado Saeng.
—Juega tus ultimas cartas belleza, si persiguiéndolo no te tomó en cuenta, pues entonces ignóralo... ya no le insistas, ponte mucho mas sexy de lo que mayormente lo haces, e incluso invita a Yunho... ¡no!, al él mejor no, no vaya a pensar que quieres regresar y bla, bla bla. Mejor a otros amigos, cariño.
Esa podría ser una buena idea, y estaba completamente seguro que en su lista de invitados, Yunho estaba tachado de por vida. El chico no paraba de insistirle que le de una segunda oportunidad. Pero Saeng no podia mentirle, por que sabía que no llegaria a amarlo.
—Hablaré con mi padre, porque durante estos tres meses estudié muchisimo. Y merezco por lo menos que mis amistades me visiten, y por supuesto que tú estas invitado —habló Saeng con una nueva esperanza brillando en sus ojos.
—Con gusto cariño, además quiero conocer a ese tutor tuyo en persona.
—Quedarás maravillado, se ve mucho mejor que en las fotos que te mande —aseguraba el menor—, entonces, no se diga mas, ahora mismo llamaré a mi padre, y empezará el plan B.
Apenas término la llamada con su amigo, e inmediatamente llamo a su padre. La conversación no duró mucho, pero si lo suficiente para que el menor terminará de convencer a su padre, de invitar a algunas amistades a dormir, por lo menos los dias sábados que sabía que al día siguiente no sería tan ajetreado.
*****
Al dia siguiente, había hecho todo lo posible por no buscar a su tutor, y cuando se daba alguna conversación estrictamente por el estudio, le respondía tan cortante como lo habia hecho el hombre esos tres meses con él. Acto que obviamente había dejado confundido al señor Kim, y lo confirmaban las miradas que le lanzaba cuando pasaba por su lado sin detenerse a hablar con él, como antes lo hacia.
Saeng estab seguro que estaba llendo por un buen camino.
Ya llegada la noche del dia sabado, mientras terminaba de acomodar su habitación, el timbre de la casa sonó, avisando la llegada de sus invitados.
Y empezando así, su nueva estrategia.
—Jovencito Heo lo buscan en la sala —le avisaba desde su puerta entreabierta de su habitación, una de las chicas que trabaja para él.
—En un momento bajo.
Ya estaba casi listo, y preparado. Esta vez llevaba una pijama de color negro mucho más provocativa que todas las anteriores que se estuvo poniendo. Eran de dos piezas, la parte de arriba era manga cero con un encaje que mostraba la mitad del pecho, justo donde estaban sus sensibles pezones y para la parte de abajo tenía puesto un short mucho más corto de lo normal y hasta se podría confundirse con un boxer. Y para acabar, la tela era fresca suelta y muy suave, algo que le agradaba en totalidad.
Saliendo de su habitación caminaba por el pasillo hacia las escaleras, cuando el sonido de una puerta ocualta abriéndose atrajo su atención.
Era su tutor saliendo del despacho de su padre.
«En muy buen momento», pensó Saeng ya victorioso.
—Que... ¿Que hace vestido así?... Y a donde piensa que irá, usted debería ya estar descansando —ordenaba Hyun, quien lo miraba con verdadera sorpresa por el atuendo que tenía puesto.
Pero nunca faltaría esa desviación de la mirada de su tutor, que se dirigía a la parte baja de su espalda, aunque solo duraba unos segundos en permanecer en ese lugar.
—Primeramente, lo que tengo puesto es mi pijama... que hay de malo —dijo Saeng, bajando su mirada hacia su pijama, manteniendo una inocencia angelical, y pasando sus dedos por la tela de su short, como si estubiera sacudiendola de polvo—, y segundo —levantó su mirada—, estoy llendo a recibir a mis invitados.
—¿invitados? Usted sabe perfectamente que...
—Si lose señor Kim —corto a Hyun—, y no se preocupe, ya hable con mi padre el día de ayer y me dio el permiso correspondiente, si gusta puede llamarlo y comprobarlo por usted mismo —manifestó, dándose media vuelta para dirigirse al primer piso, pero sin dejar de balancear suavemente sus caderas al caminar.
«Veremos si sigues resistiendote ante mis encantos Kim»
Llegando a la sala, se encontró con uno de sus invitados, quien llevaba ya su pijama puesta de un hermoso color verde agua.
—¡Jae, llegaste! —corrió Saeng para alcanzar los brasos abiertos de su amigo, para uno de sus fuertes abrazos.
—Belleza —dijo Jae sosteniéndolo.
—Los demás aun no vienen, pero vamos subiendo a la habitación —dijo separándose de Jae.
Y justo cuando se disponían a subir, el timbre nuevamente sonó, sorprendiendole a ambos.
Saeng esperaba que sean los demás invitado, cuando una de las empleadas abría la puerta.
—¡Saengie Llegamos! —hablaban en coro Jun y Min, quienes se reunirán junto a ellos, listos también con sus pijamas de emparejados correspondientes.
—Como siempre ustedes tarde —bromeó Jae.
—Lo bueno se hace esperar cariño. Además, trajimos a alguien más —informó Jun muy sonriente—. Siwon pasa.
Young Saeng quedó sorprendido por el nombre que escuchaba, y no lo pudo creer hasta que lo vio entrar. Aquel chico alto con ese look roquero, era Siwon, su más fiel amigo a quien hace un año no veia.
—!Young Saeng! —esa voz gritaba su nombre, y ese apuesto chico corría hacia él.
Y en tan solo unos segundos, ya estaban girando y girando en un efucivo y cariñoso abrazo que no compartían hace mucho.
—Pero... ¿como? ¿Siwon cuando fue que volviste? —preguntaba Saeng aun siendo suspendido en el aire por los brazos de su amigo.
—Hace una semana llegué y est...
—Buenas noches jóvenes —la voz del señor Kim se escuchó en la sala, interrumpiendo así el momento del reencuentro.
Saeng quedó helado, apartó sus manos de cuello de Siwon y poniendo sus pies sobre el suelo, quiso apartarse de los brazos de su amigo, pero, «¿por que debería hacerlo?», pensó Saeng, y tramando una mejor idea, abrazo por la cintura a Siwon poniendo así su cabeza en ese pecho y dirigiendole una mirada de inocencia al señor Kim.
—Chicos, les presentó al señor Kim, él es la persona que esta a cargo de mi mientras mi padre está de viaje, en pocas palabras mi tutor —presentó Saeng, sin despegarse del cuerpo de su amigo, recibiendo al fin una mirada penetrante de Hyun.
—Buenas Noches.
—Que tal, buenas noches.
Se escuchaban los saludos de sus amigos, e incluso el de Siwon, quien lo apretó más fuerte entre sus brazos.
—Joven Heo, ¿puedo hablar con usted un momento a solas? —preguntaba el señor Kim, mientras se dirigia hacia el espacio de la cocina, sin esperar su respuesta.
El menor solo asintió, sin siquiera ser visto por Hyun, pero de igual manera le siguió los pasos. Esta vez no mostraría interés en él, debía seguir todo de acuerdo al plan.
—Dígame señor Kim —Saeng fue el primero en hablar, apoyando la cadera en una de las dos Islas que ocupaba el centro de la cocina, sin ningún tipo de expresión en el rostro, miró a Hyun directamente.
—Hable con su padre y efectivamente le dio el permiso.
—Tal y como se lo informe.
—¿Donde dormirán sus amistades? —preguntaba el señor Kim.
—En mi habitación claro, ahí hay muchísimo espacio, es una pijamada así que no los mandaré en habitaciones de visita, en vez de eso utilizaremos los futones japoneses.
Había respondió a toda las preguntas que le hacia Hyun, con una seriedad que hasta a él mismo le sorprendió tener. Pues lo que en verdad deseaba, era el ácurrucarse en esos brazos como un gatito necesitado de atención.
Hyun Joong se veia serio sin ninguna expresión también, pero Saeng sabía que su tutor había notado su cambio, sobre todo el que no lo haya vuelto a llamar "Hyun Joong".
—Si eso es todo, me retiro señor Kim, que descanse usted —se despidió, dándole la espalda a su tutor y retirandose elegantemente.
Hyun no lo había detenido, se había quedado simplemente parado en el umbral de la cocina, con el semblante serio y con los brazos hacia atrás, viéndolo irse junto a sus amigos a la habitación.
*****
Eran ya las tres de la mañana y en la habitación se escuchaban aún muchas de las risas. Habían cantado, bailando, jugado y escuchado las según historias de terror que se ánimo a contar Jun, quien era el menor del grupo.
Jae quedó sorprendido por lo guapo que le pareció Hyun en persona. "Es totalmente de esos tipos serios que esconden lo apasionados que son en la cama”, fue lo que le dijo su amigo, cuando en un momento pudieron estar a solas.
—Iré por más bebidas, ya vuelvo —aviso Saeng, levantando de la cama y dirigiéndose a la puerta.
—Te acompañó —se ofreció Siwon de inmediato.
Ambos bajaron hacia la cocina que mantenía aun sus luces prendidas. Saeng en el recorrido había mirado de reojo que el despacho de su padre, el cual aun estaba encendida las luces. Lo que respondia su duda. El señor Kim aun estaba despierto.
«Porque sera?» sonrió Saeng por su pensamiento.
—¿Por que no me avisaste antes sobre tu llegada? —preguntó, concentrándose en sacar algunas bebidas de soju y agua de la refrigeradora, y dejándolas en la encimera de la cocina.
—Apenas llegue tuve que ir a mi madre, y sabes como es ella, no te deja salir y te prohíbe los móviles —le respondió Siwon, mientras Saeng cerrab a refrigeradora—. Me alegra verte... te extrañe mucho —Siwon lo abrazo por la espalda. Un gesto que hacían mucho en sus días de escuela—, supe que terminaste con Yunho, ¿te hizo algo el cabron?
—Para nada —respondió, alejándose de su amigo para servirse un vaso de agua ahí mismo. Estaba muerto de sed—, sólo que... ¡Ah señor Kim! —tremendo susto se pegó, al voltear y ver a su tutor parado a unos pasos detrás de Siwon.
«¿Desde cuanto habrá estado ahí?», se preguntó Saeng, calmando su respiración que se aceleró por el susto.
—Eh, te espero arriba —Siwon habló, antes de coger las botellas y retirarse.
—Vine por un poco de café —fue lo único que dijo Hyun dirigiéndose a la cafetera que quedaba en una de las islas del centro, donde descansaba también su vaso.
La mirada que Hyun le ofreció lo dejó helado, parecía estar molestó, pero realmente muy molestó.
«Sera mejor ignorarte» pensó, creyendo que no era el mejor momento de intercambiar más que esas palabras.
Terminó de un sólo trago el agua, y volvió a servirse uno más, y con el vaso ya lleno, estaba listo para irse.
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👽 Hyun Joong 👽
El sonido de esas risas con aquel muchacho, estaba sacándole de quicio. Los habia visto bajar por las escaleras, solos, y no quería pensar en cosas que lo tendrían mucho más jodido la cabeza.
Desde que vio al menor abrazado a su amigo en la sala, como un par de enamorados, no habia logrado dormirse. El solo pensar en que Saeng y ese tipo dormirían en la misma habitacion, fue la suficiente razón para quitarle el sueño, cambiarse una vez más, y meterse de lleno al trabajo, aunque lo revisará una y otra vez. No se iría a dormir hoy.
Una parte de él sabía que no tendría por que molestarse, no eran nada, eso estaba claro, pero le era inevitable.
Solo una día, un ascensor, y mucha adrenalina. Y ya lo tenían así de perdido.
Había estado evitando a Saeng desde él dia que no pudo resistir besarlo en la habitación.
El era un hombre de 38 años, no debía ilusionar al jovencito que solo se había dedicado a perseguirlo e intentado hablar con él.
Saeng estaba recién empezando a vivir, no podía sentir algun tipo de amor por un hombre mayor como lo era él, tan solo podría ser un tipo de capricho de un jovencito queriendo experencias. Era lo que debía pensar Hyun, para no seguirle el juego, por más que Saeng estuviera dispuesto a intentar alguna relación con él, por más que habia una cierta conexion entre ellos y un sinfín de sensaciones cuando se acercaban. Simplemente no podría.
Pero aunque intentó evitarlo por completo y no pensar en el menor, toda su voluntad se había ido a la basura cuando lo vio salir con aquella pijama negra, diminuta, que resaltaba el bello color de su piel tan blanca como la nieve, y sin duda el tentador cuerpo de Saeng.
Pero al verlo tan cariñoso con aquel tipo que llegó a casa, y con quien justo ahora, lo volvía a ver en la cocina. Fue todo lo que pudo resistir.
Estaba celoso, realemente enojado y solo queria apartar muy lejos a aquel tipo que se atrevió a abrazar al menor.
—Me parece que no debería dejarse tocar tan afectuosamente —dijo Hyun logrando con sus palabras, que el menor detenga de su huida.
—Y a mi me parece que eso no tendría que ser su problema. Hasta mañana señor Kim —respondió el menor de manera indiferente, dispuesto continuar su huida.
«No esta funcionando»
—¿Que es lo que le pasa? —preguntó Hyun un tanto desesperado, planteándose frente al menor e interrumpiendo su camino.
—¿Que me pasa?... lo que pasa es que usted esta aquí, para dedicarse a controlar si estudio o no, pero mi vida privada es solo mía —manifestó el menor quien sostenía en la mano un vaso de agua.
—Que busca con dejarse tocar tanto joven Heo, acaso esta intentando buscar otro novio, porque es lo que me parece —atacó Hyun, reteniendo la ira que empezaba a dominarlo.
—Y si asi fuera ¿que?, y si quiero darme otra oportunidad, acaso es de su incumbencia. ¿Que esperaba?, que este detrás de usted toda la vida... seré apenas un joven, pero no soy idiota para forzar algo que según usted —lo apuntó con el dedo índice, dándose más énfasis a lo que decía—, no tiene futuro. Quédese tranquilo que no lo molestaré mas señor Kim, insistiéndole que el amor prohibido no siempre es así —sus palabras lo sorprendieron, al punto de dejarlo sin habla.
¿Acaso había aceptado ya no continuar?
Hyun se quedo viendolo ahí parado, desafiando su mirada, como lo habia hecho desde un principio. Porque si se debía sentir sumamente aliviado al saber que no tendría de que preocuparse. En vez de eso, se sentía afligido, como si le doliera saber que el joven delante suyo, le daría la oportunidad a alguien más.
Vio a Saeng dispuesto a seguir su camino, y queriendo esquivarlo en el proceso.
«Estoy realmente loco»
Pero no lo dejó ir, le corto el paso con su cuerpo una vez más, sus manos sostuvieron la cintura del menor alzandolo sin ningún tipo de esfuerzo, hasta depositarlo encima de la moderna Isla de la cocina.
—¡Hyun Joong! —exclamó sorprendido el menor.
—Justo así es como me deberías llamar —respondió y sin previo aviso beso a Saeng.
Como había extraño la boca del menor, eso finos y suaves labios, que no habían dejado de aparecer en sus sueños torturandolos una y otra vez. Ese labio inferiori eran tan tierno y a la vez tan llenitos que daban ganas de morderlos hasta quedar satisfecho, porque este no era un sueño. Lo estaba en verdad volviendo a besar. Todo eso era real.
Y claro que lo era, porque su cuerpo estaba reaccionando por si solo y a gran velocidad, su miembro comenzaba a ponerse tan duro que era capaz de correrse ahí mismo, con tan solo el estímulo de ese beso, con el roce de sus bocas era suficiente.
Saeng no se había apartado de él, e incluso le seguía el mismo ritmo haciendo que sus lenguas se encontrarán una vez más y ganándose un jadeo ahogado de parte del menor. Esa reacción hizo que comenzará a sentir el calor de su propio cuerpo desbordar.
Temía perder el control, y no era momento ni el lugar.
Forzosamente se separó solo un corta distancia de él, soltando esos labios ya algo rojizos por el beso. Ambos se miraron, con las respiraciones aceleradas que intentaban regularizar.
El menor aun sostenía el vaso de agua, Hyun con una de sus manos le sostuvo la muñeca, dirigiéndose así el vaso que sujetaba, hasta su propio pecho y derramando lentamente en su entrepierna, aquel contenido que estaba aun helado. Ese líquido frio apenas choco la tela de sus vaqueros, estremeció su cuerpo enteró, pero no llegó a calmar su erección que tenía bajo esa misma.
Dejo el vaso a un lado.
—Piensas que así lograrás poder calmarlo —indago Saeng con su mirando fija en el lugar donde el agua había mojado—, humm... tengo una mejor idea —le susurro al odio.
El menor no espero respuesta, y empezó a depositar sutiles besos en su cuello, la respiración del menor y el roze de esos labios en su piel, hizo que su pene pulsara y se endureciera mucho más.
—Eso... no... no me esta ayudando —jadeo Hyun, inclinando su cabeza hacia el lado contrario del menor, dejándole un mejor acceso a que siguiera deslizando esos labios.
—Si que lo hará —respondió Saeng, dándole una mordida suave al lóbulo de su oreja.
Dos manos intentaban desabrocharle el pantalón y bajarle el cierre. Lograndolo con total éxito.
En estos momentos Hyun ya estaba perdido en la lujuria del momento. Que no pensaba en nada más que en sucumbir al deseo de volver a tener al menor.
La mano de Saeng fue tan rápida que ahora acariciaba el bulto de su entrepierna por encima de su boxer. Hyun jadeaba cada vez más, sosteniéndose de los bordes de la isla, mientras su pene palpitaba por el tacto del menor. Pero fue mucho mejor cuando el menor introdujo su mano, pero esta vez por dentro de su bóxer negro, y asi tomando por completo su erección ya húmeda.
—Ngh~ Saeng~... —se le escapo un ronco gemido al sentir el pulgar del menor rozando la ranura de su pene, haciendo vínculos en ella y jugando así con lo viscoso del presemen que expulsaba.
Sintió una mordida en su cuello, mientras la mano del menor empezaba a masturbarlo, desde la base hasta la punta a una velocidad que aumentaba en cada momento, así como el sonido de sus propios gemidos.
Hyun busco esos labios y lo atrajo a un beso, sus manos dejaron la isla para sostener de la cintura al menor pero por dentro de la pijama,n acariciándo esa aparte con fuerte presión, mientras era masturbado por el menor.
Mordió esos labios rojizos e introdujo otra vez su lengua en la cavidad de la deliciosa boca del menor, sintiendo como la saliva recorría la comisura de sus labios. El beso callaba sus gemidos y los del menor. Lo estaba disfrutando demasiado, no podía creer de como un jovencito lo hacia enloquecer de tal manera.
Había perdido, y ganado al mismo tiempo.
—¡Ohh mierda! —Hyun soltó, cuando dejaron de besarse. Apoyo su frente algo sudurosa con la del menor. Estaba al borde de la liberación, y la mano de Saeng no habia dejado de apretar y se movese cadaa vez más rápido alrededor de su pene.
—Vamos Hyun... correte —pedía Saeng sin dejar de mirarle, con esos ojitos oscurecidos, esas mejillas sonrojadas, y los labios hinchados de sus intensos besos.
—¡Oh Saeng!.. Joder...
Sus gemidos llegaban sin poder controlarlos, enterró su rostro en el cuello del menor anspirando el aroma de esa loción cara, mientras de su pene brotaban gotas de semen, manchando su boxer y cubriendo la mano de Saeng que permanecia aun frotándolo hasta sacar la última gota de su esencia al parecer.
Saeng deslizó la mano fuera su bóxer, le subió el pantalón que habian quedado a la altura de sus muslos y le subió el cierre de su pantalón. Hyun no dejo de mirar todo ese proceso y notando las mejillas aun sonrojadas del menor.
«Tan sexy y tímido a la vez», pensó Hyun en su trance de relajación.
—Lo ve, le dije que era buena mi idea —dijo Saeng dandole una coqueta sonrisa, y llevándose la misma mano que lo había masturbado hace unos momentos, hacia los labios, lamiendose los dedos, uno por uno del cremoso semen que aun tenía. Como si fuera el más delicioso postre para el menor.
Fue una escena tan excitante y caliente del menor, mucho más que esas películas porno que su hermano le mandaba. Hyun se juraba así mismo que no dejaría a nadie más disfrutar de la imagen que le mostraba Saeng.
«¡Joder! Me atrapaste jovencito»,se dijo, mientras respiraba algo agitado.
Le tomó mucho esfuerzo tranquilizar las ganas que tenía de poner al menor en cuatro, sobre el piso manchado de agua y semen, para terminar follandolo sin descanso.
—No quiero que nadie más te vuelva a tocar, no de esa forma en la que vi —sentenció Hyun, tomando una gran bocada de aire, recuperando el ritmo normal de sus latidos.
—Solo te haré caso, si acept...
—Eres mio Young Saeng —interrumpió tomando con sus manos el rostro del menor, para luego depositar un costo beso en los labios—. No quiero más acercamientos de esa manera con nadie. Mientras que tu y yo descubramos lo que en verdad sentimos —exigió.
—Eso es todo lo que quería escuchar de ti Hyun —respondió Saeng rodeando su cuello con los brazos y juntándo sus labios nuevamente. En un beso mas intimidó, más suave.
Hyun disfrutó del cálido beso que se estaban dando, abrazando por la cintura al menor. Era un mágico momento, estaba actuando de acuerdo a lo que le indicaba su corazón, dejando a un lado los pensamientos negativos, de todo lo que se le vendría cuando se enterarán que había enamorado a un chico menor que él.
El sonido de una puerta cerrándose, los hizo volver al presente, acomodándose la desaliñeada ropa y compartiendo miradas de complicidad. Pero no fueron tan rapido como para escapar, cuando de pronto vieron entrar a una señora Suzy adormilada. Quien caminaba ignorandolos por completo, sacando al parecer una fruta del refrigerador, y sin emitir palabras, ni lanzarles alguna mirada de sorpresa, salió de la misma forma en la que entró. Ignorándolos.
—No notó acaso nuestra presencia la señora Suzy —indagó confundido Hyun.
—Parece como si estuviera sonámbula —contestó el menor, encogiéndose de hombros—, me bajas —le pidió con un tierno puchero en los labios y las manos extendidas.
Hyun lo tomó por la cintura para sostenerlo en el aire, pero no pudo bajarlo, por que fue sorprendido por las piernas del menor que rodearon su cadera, y las manos en sus hombros. Una acción que lo hizo sonreir, y por solo gusto propio, bajo sus propias manos hasta el firme trasero del menor, sintiendo la delgada y suave tela de ese short.
—Bueno señor Kim me tengo que ir a mi habitación —habló dulcemente—, mis amigos deben estar preguntándose donde demonios estoy.
—De acuerdo pequeño, te veo mañana —dijo, dandole un último beso de despedida.
Su corazón estaba latiendo de una forma desesperada, y esta vez no era por que le acababan de masturbar en medio de la cocina, sino fue por hecho de verlo sonreir para él, dejando que una sensación de felicidad y bienestar se alojaba en su interior.
«¿Podría ser cierto y lograría volver a enamorarme?», se preguntaba Hyun. Perdiéndose en los soñadores ojos del menor.
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🤭 Y que creen, pos ya se dieron cuenta de que su atracción es mas fuerte 😍 funcionó el plan del traviesillo Young Saeng 😏👌🔥🔥... Ahora como podrán vivir sin meterse mano a cada rato 🤭 jajajaja 😂
Les dejo este capítulo 🤗 espero actualizar prontito 🤗
😘🌹Gracias por leer🌹😘
🔥Viva el HyunSaeng🔥