❝¡LYANNA SE VA A MORIR!❞
Se levantó al sentir un delicioso aroma que venía de afuera de la habitación. Miró la cama aún lado suyo, notando de inmediato que ella no estaba allí.
Últimamente se andaba levantándo mucho más temprano de lo normal.
Salio de la habitación siguiendo el rico aroma que lo llevo hasta la cocina. Lyanna estaba ahí, como todas las mañanas.
Estaba de espaldas preparando lo que sería el desayuno para ambos.
Tomo asiento en una se las sillas de madera y observó a la peliblanca, atento a los movimientos que ella hacia. Parecía estar muy concentrada en lo que estaba haciendo, porque ni siquiera había notado su presencia.
—Buenos Días Lyanna—saludo como todas las mañanas.
Ella se volteo a mirarlo, y una gran sonrisa se instalo en su rostro.
—Buenos Días Roan.
Se había vuelto rutina oír los "Buenos Días" al despertar, era algo esencial en sus mañanas. Ahora, porque antes no le parecía tan importantes esas palabras.
Pero ahora, parecía que no podía tener un buen día sin oírlas.
—Aquí tienes—dejo un plato de enfrente suyo, sonrió al ver que era huevo y tostadas.
—Gracias.
Ambos comenzaron a desayunar entre charlas y sin olvidar los comentarios chistosos e irónicos por parte de Roan.
Todo iba bien, hasta que el sonido de alguien golpeando la puerta los asustó.
—¿Quien..
—¡Oí, Roan abre la puerta, quiero ver a Lya!
—No puede ser—murmuró el moreno.
—Voy abrirle—la ojiazul se levantó para abrir la puerta, pero fue detenida por Roan.
—No traes tu peluca—le recordó.
—¡Cierto!
—¡Roan, abre la puerta!—se podía escuchar los fuertes golpes a la puerta.
—¡Ya, ya voy, deja de golpear, bastardo!—se quejo, mientras le hacía una señal a Lyanna para que fuera por su peluca.
Ella rápidamente fue hacia la habitación y la tomó, volvió hacia la cocina y le hizo una señal a Roan para que la ayudara.
—Debes aprender a ponerte esto—murmuró con una sonrisa mientras la ayudaba.
—Es que...no puedo—río.
—¡Oe, ¿Por que tardas tanto?!—los golpes a la puerta seguían.
Roan frunció el ceño, no había pasado ni un día de que conoció a Lyanna y ya lo venía a molestar.
—Listo—dijo una vez que terminó de ocultar los mechones blancos.
—Gracias.
Camino hacia la puerta y la abrió dejando ver al pelinegro con una gran sonrisa.
—¡Lya!—chillo el menor al verla.
—¡Luffy!—dijo de la misma forma.
—Ay, que emoción—murmuró con ironía, mientras se cruzaba de brazos—¿Qué haces aquí?
—Vine a visitar a Lya—contestó simple.
—Pero si ayer la viste.
—¿Y?
—Y que eres un..
—Oye...—hablo rápidamente Lyanna evitando que Roan insultara al menor—Aún estamos desayunando—comentó mientras lo miraba—Dime ¿te gustaría desayunar con nosotros?
—¡¿Qué?!—dijo incrédulo.
—¡Por supuesto que si!—sonrió el menor mientras se adentraba a la casa.
Roan miró a Lyanna esperando una especie de explicación. Se suponía que la hora del desayuno era tranquila.
—No seas asi, ¿que le podíamos decir?—cuestióno.
—Pues, que se largara—respondió obvio.
—Hay que ser buenas personas, no podemos decirle que se vaya.
—Hoy no me levante con ganas de ser buena persona.
—Roan—lo miro con los ojos entrecerrados.
—Ay, esta bien—cerro la puerta y a regañadientes fue a sentarse nuevamente.
—Luffy ¿Te gustan los huevos con tostadas? ¿O prefieres otra cosa?—pregunto la ojiazul.
—Quiero eso—señaló el plato de Roan.
—Ya quisieras—alejo el plato—Esto es mio, mocoso.
—No te preocupes, aquí hay más—dijo mientras servia un plato con unos huevos y tostadas.
—Huele delicioso—admitió él menor.
—Espero que te guste—dejo el plato frente a él—Por cierto, me olvide decirte pero, Buenos Días Luffy.
—¡Buenos Días Lya!—dicho eso comenzó a llevarse todo lo del plato a la boca.
Roan frunció el ceño, ¿Ahora también le decía Buenos días a él? Ya estaba empezando a odiar esto.
—¿Quieres jugo de naranja?—ofreció ella.
—Huh—el asintió reiteradas veces.
—Podrías tratar de comer más despacio ¿no crees, bastardo?—inquirió el moreno con los ojos entrecerrados.
—No le digas asi—lo regaño la ojiazul.
—Huh, ¿Qué estás de malhumor?—alzó una ceja mirando a Roan.
—Tú me pones de malhumor.
—¿Yo?—dijo confuso.
—Bueno..—intervino la ojiazul con una sonrisa nerviosa—Luffy lo que quiere decir Roan es que..trates de comer más despacio porque puedes ahogarte.
—Yo no...—se calló al ver la mirada que le dio Lyanna.
—Lo shiento Shishishi, esh que esta delishioso—hablo con algo de comida en la boca.
Roan suspiro volviendo la vista a su plato y Lyanna solo solto una risita. Le parecía tierno el pelinegro.
Parecía centrado de lleno en la comida, sabía super delicioso. Mientras que Lyanna se preguntaba ¿cuánto más le cabía en su estómago? Le parecía un pozo sin fondo.
—¡Deja mi plato, idiota!—grito Roan al ver que Luffy quería robarle una de sus tostadas.
—¡Es que esta muy rico, Quiero más!
—¿De que hablas? ¡Te has comido como tres platos! Yo apenas voy dos.
—No peleen—intervino la única figura femenina de esa casa—Ten Luffy—le dio su plato que aun tenia huevos y una tostada—puedes comerlo si quieres.
—¡Pero debes desayunar!—habló Roan.
—Estoy llena y no quiero que se desperdicie la comida—sonrió—Ademas Luffy tiene hambre aun ¿No es así?
—¡Si! Ah, Eres genial—dijo antes de devorar el plato de Lyanna.
—Se dice Gracias, idiota—murmuró el moreno.
—Grashias—agradecio con la boca llena y migajas en sus mejillas.
—¡Pero primero termina de tragar!
Lyanna solto una risita, al parecer a Luffy le hacia falta aprender unos cuantos modales.
Apenas terminaron, ya con el estómago lleno, Roan se dispuso a lavar los platos, mientras que Lyanna limpiaba la mesa y Luffy, Bueno él...
—¡Vamos, Roan!—decía el pelinegro intentando convencer al mayor.
—¿Qué quieres?—pregunto mientras secaba uno de los platos.
—Quiero salir a jugar.
—Pues ve, nadie te está deteniendo—señaló la puerta.
—No, pero quiero que Lya venga conmigo.
Él moreno apreto su mandíbula al oír eso, y miro a la ojiazul que seguía limpiando la mesa.
Para ser sincero no quería. No quería que Lyanna se fuera, no quería que ella saliera de aquí. Sentia que si estaba dentro de la casa podia ser mas fácil protegerla y cuidarla. Pero..
Eso era egoísta y lo sabía.
Estaba impidiendo que ella conociera el exterior por si sola, le estaría prohibiendo algo que por derecho es suyo.
—Tú...¿Le has preguntado si quiere?—titubeo.
—¿Hah?—miró la cara de confusión del menor.
—¿Le has preguntado a Lyanna si quiere ir contigo?—aclaró.
—Hmm No.
—Pregúntale a ella primero.
Luffy asintió y se dirigió hacia donde estaba la ojiazul, esta al notar que él se acercaba dejo de hacer lo que estaba haciendo.
—¿Pasa algo?—pregunto con una sonrisa.
—¡Vamos a Jugar!—eso más que una pregunta sono como a que no tenía opción más que aceptar.
—Claro, ¿A que quieres jugar?
—No, pero no aquí, vamos afuera—señaló la puerta.
—¿Hah?
—Estar aquí es aburrido.
Lyanna hizo una mueca al oír eso, para ella no era aburrido estar en casa. Aunque aveces si deseaba salir pero, creía que sería más de utilidad y no causaría ningún problema estando aquí adentro. Además estaba Roan, no quería dejarlo solo.
Sus ojos se dirigieron a la persona acargo de ella, buscando una respuesta o algo que le dijera lo que debia hacer.
—¿Por qué me miras? El idiota te acaba de preguntar algo—señaló al pelinegro el cual frunció el ceño al oír que lo llamo "idiota"
—Es que...
—Dime ¿Quieres ir a Jugar con él?—la miró a los ojos, queriendo saber lo que ella realmente deseaba hacer.
Porque sabía que no podía tenerla toda la vida retenida en su casa, eso sería horrible y muy egoísta de su parte.
—Yo..—titubeo—Si, si quiero ir a jugar con Luffy ¿Puedo ir?
—Claro que si—sonrió.
—¡Bien, entonces vamos!—exclamó con entusiasmo.
—Espera, primero debo ir al baño—dijo mientras dejaba el trapo en la mesa.
Luffy estaba apunto de seguirla pero fue detenido por una mano en su cabeza.
—Oye idiota, dijo que iba al baño—le repitió.
—¡Ay, ya la escuche! ¡Suéltame!—se quejo ante la presión que ejercía el moreno, aunque no entendia porque le dolía si era de goma.
—Escúchame bien, te diré algo importante
—¿Importante?—repitió confundido.
—Así es, debes escuchar con atención.
Luffy asintió algo confuso, Roan jamás le decía cosas importantes a él.
—Lyanna irá a jugar contigo..
—¡Lo se, será genial!—interrumpió.
—Pero debes prometerme algo—el pequeño vio la seriedad en la cara del moreno, así que decidió poner atención a lo que diría—Cuida a Lyanna, porque te juro que si algo malo le pasa, te mataré a ti.
—¡¿Por qué a mí?!
—Porque tú la estás llevando a jugar.
—Pero...
—¡Ya estoy!—anunció la ojiazul entrando a la cocina.
Roan soltó a Luffy.
—Bien—se acercó a la ojiazul—Solo ten cuidado ¿Quieres?
—Qué tengamos cuidado querrás decir—corrigió, incluyendo a Luffy.
—No, no quise decir eso.
—¡Roan!
—¡Bien, los dos tengas cuidado y ojo con lo que hacen!
—¡Vamos Lya!—tomo la mano de ella y comenzó arrastrarla hacia afuera de la casa.
—¡Luffy no olvides lo que te dije!—grito antes de que cruzaran el marco de la puerta.
—¡Bien Shishishi!
Vio como Luffy arrastraba a Lyanna mientras que esta solo se reía por el entusiasmo del menor.
Solo esperaba que no hicieran nada peligroso o algo que llegara a matarlos a los dos.
Las pisadas de ambos niños era lo único que se oía por el momento. La ojiazul iba mirando todo con curiosidad y memorizando las cosas a su alrededor así sabía por donde debían volver si es que se perdían. Por otro lado la mirada del pelinegro estaba dirigida hacia la copa de los árboles más altos, pensando en cual de esos podía subirse el día de hoy.
—¡Luffy ten cuidado!—habló tomándolo por uno de sus brazos para que no diera otro paso más.
—¿Qué? ¿Qué pasa?—pregunto mirándola.
—Mira—señaló una planta con varios pinches sobresalientes—Es una planta peligrosa, sus pinches tienen un líquido tóxicos para las personas. Se llama...¡No la toques! Te acabo de decir que es peligrosa—chillo al ver como el quería arrancar uno de sus pinches.
—¿Y que pasa si la toco?—pregunto divertido.
—¡No lo hagas! Te puede agarrar fiebre o peor.. te puedes morir—exagero con eso último pero, quizás si le decía eso él no la tocaría.
—¿Morir?
—Si, aja—jugo con sus manos nerviosa.
Solto un suspiro al ver como él rodeaba aquella planta y se dirigía hacia el árbol detrás de esta, pero su corazón volvió a latir con fuerza al ver como el menor comenzaba a trepar dicho árbol.
—Dios—suspiro poniendo una de sus manos sobre su cabeza.
Rodeo dicha planta y luego subió su vista hasta donde estaba él pelinegro.
—¡Vamos Lya, no tengas miedo!—grito él.
—No tengo miedo, solo digo que esto puede ser muy peligroso.
Se agarro de una de las ramas más cercana a ella y se impulso hacia arriba, para llegar a donde estaba el pelinegro. Con cuidado fue trepando de rama en rama hasta por fin llegar a donde estaba Luffy.
—¡Mira Lya!—señaló hacia adelante con una gran sonrisa.
La ojiazul dirigido su vista hacia donde él señalaba y sus ojos se abrieron ante tal vista. Se podía apreciar el frondoso bosque de árboles bastante grandes, las hojas de estos mismos amortiguan los rayos del sol que estaba en su máximo esplendor, solo pequeños rayos lograban filtrarse atraves de las hojas y la brisa traía consigo el aroma del mar.
—Qué lindo—murmuró—¿Como descubriste este lugar?
—No lo se, no me acuerdo—se encogió de hombros restandole importancia.
—¿Tus padres no te dicen nada por venir aquí solo?—pregunto tratando de sacar tema de conversación.
—¿Padres?—repitió confuso.
—Si, ya sabes, las personas que te criaron, que estan acargo tuyo—trato de explicar.
—Oh, te refieres a Makino, el abuelo y el Alcalde. Ellos son los que me cuidan.
Lyanna sintió una sensación amarga en su boca, Roan nunca le había dicho nada sobre si Luffy tenía padres o no.
—Ya veo, así que ellos son como tu familia ¿no?—pregunto mirándolo.
—¡Si!—respondió—Y la persona que te cuida a ti es Roan ¿verdad?
—Ah, si. Mis padres murieron y me dejaron a su cuidado—contestó, aunque era mentira, sabía que eso era lo que habían planeado con Roan de lo que dirían sobre su pasado.
—Entonces ¡Ningúno de los dos tiene Padres!—soltó una risa.
—Supongo que así es—ella río.
—¿Y eso es bueno o malo?—quiso saber.
—La verdad no lo sé, pero no importa, después de todo tenemos personas que nos cuidan y nos quieren ¿no crees?
—¡Claro y también nos dan comida!
Miró con una pequeña sonrisa al pelinegro frente a ella, noto que se había puesto su sombrero de paja y le entró la curiosidad de saber en dónde lo había conseguido, porque era igualito al de su Tío Shanks.
—Luffy—él susodicho la miró—¿Quien te dio ese som...
Calló al sentir una fuerte brisa golpear su rostro provocando que su cabello se pusieran en su cara. Y con eso llevándose el sombrero de paja que portaba el menor.
—¡Ay, mi sombrero!—oyó gritar a Luffy mientras se tocaba la cabeza en busca de dicha cosa—¡Se cayó!—grito alarmado al ver como su sombrero caía y sin dudarlo dos veces salto.
—¡Luffy!—esta vez grito la ojiazul quien tomó una de las piernas de pelinegro para que no se golpeara.
Pero sorpresa fue la que se llevó al ver como la pierna que sostenia se iba estirando. Oyó el crujir de la rama en la cual se estaba sosteniendo y antes de darse cuenta estaba cayendo junto a Luffy.
Sin pensarlo dos veces la ojiazul atrapo al menor entre sus brazos mientras iban cayendo.
—¡Lya!—grito al sentir unos brazos al rededor de su cuerpo.
El sonido de los arbustos y algunas ramas quebrarse fue lo que se escucho antes de que su cuerpo impactará con el suelo. Ella gruñó ante el dolor, pero aún así no solto a la persona en sus brazos.
—¡Lya! ¡Lya!—hablo rápidamente separándose de ella—¡Lya! ¡Contéstame!
Ella abrió sus ojos con dificultad, sentía un pequeño dolor en una de sus piernas.
—Luffy ¿estas bien?—fue lo primero que pregunto.
—¡Yo estoy bien pero..tu!—vio como su labio inferior comenzaba a temblar.
Frunció el ceño ante el comportamiento del menor, quiso levantarse pero sintió una pequeña molestia en su pierna, puso la vista en ellas y sus ojos se abrieron al ver que tenía la mayoría de los pinches de aquella planta, que habian visto, clavados profundamente en la pierna que incluso salían pequeños hilos de sangre.
—¡Te vas a morir!—grito Luffy mientras comenzaba a llorar—¡Te vas a morir por mi culpa! ¡Y Roan me matará!
—Luffy, cálmate, cálmate—intento tranquilizarlo, pero el no paraba de gritar "te vas a morir" y seguía llorando.
—¡Te vas a morir! ¡No quiero que te mueras!—sollozaba.
—¡Luffy!—grito haciendo que el menor parara el llanto—No me voy a morir. Cálmate.
—Pero...
—Escúchame bien, llama a Roan y dile que venga, pero no le digas lo que me paso, solo dile que venga ¿De acuerdo?
Él pelinegro asintió, y agarro su sombrero que estaba en el suelo, lo sacudio un poco y lo coloco en la cabeza de la ojiazul.
—¡Lo haré! ¡Tú cuida de mi sombrero y trata de no morirte!—dijo limpiándose las lágrimas y luego correr en busca de Roan, dejando a Lyanna algo confundida.
Toco su cabeza en donde tenía el sombrero de paja y recordó cuando su Tío Shanks la dejaba usar su sombrero, inevitablemente sonrió.
Miró su pierna, viendo como aún seguía saliendo algo de sangre.
Debía hacer algo hasta que Luffy volviera con Roan.
Se coloco bien el sombrero, tomo aire y de un movimiento rápido quito aquella planta de su pierna, cerró los ojos un momento pensando que comenzaría a doler o arder.
Pero no ocurrió nada de eso.
No sentía nada de dolor.
Volvió a mirar su pierna y sus ojos se abrieron al ver que la herida que había dejado la planta, estaba desapareciendo por completo. Solo había un rastro de sangre que comenzaba a secarse.
Su pierna estaba bien, no sentía ningún dolor ni nada parecido.
—¿Pero que..?—murmuró confundida de lo que acababa de ver.
Por otra parte, en la taberna de Makino se encontraba un moreno bebiendo un tarro de Sake junto a uno de sus amigos.
—Me sorprendes, nunca te creí capaz de tener una hija—comentó con una sonrisa burlona.
—Bastardo, ya te dije que no es mi hija—dijo dándo otro trago.
—Pero la ves como a una.
No pudo decir nada ante esas palabras, se mantuvo callado. No había sangre que lo relacionara con Lyanna, pero le tenía un cariño especial, un cariño único que solo le podía ser dedicado a ella.
Quería darle todo lo que su Hermano le había dado a él y mucho más.
—Sabes, no es por ser aguafiestas pero pronto deberás volver a hacer misiones ¿lo sabes verdad?
—Lo se, ¿por que me lo recuerdas?—lo miro alzando una de sus cejas.
—No lo se, creí que quizás se te había olvidado con todo esto de ser..padre soltero—solto una risa.
—Vete al diablo.
—Lo haré, algún día. Pero tu vendrás conmigo—le guiño el ojo.
—No te pongas coqueto, no eres mi tipo.
—Me ofendes—puso una mano en su pecho—¿Cual es tu tipo?
—Tú Mamá.
Solto una carcajada al ver la cara de su amigo. Era lo mejor.
—Tú. Maldito desgra...
Sus palabras se vieron interrumpidas por un fuerte golpe, volteo su cabeza en dirección a la puerta y vio a Luffy algo agitado y con lagrimas en sus ojos.
—¿Luffy?—pregunto confusa Makino al verlo de esa forma.
—¡Roan!—grito llamando la atención del moreno.
—Oe, estoy aquí por que carajos gri...
—¡Lyanna se va a morir!—levantó su cabeza dejando ver las lágrimas que que caían por sus mejillas.
El silencio inundó la taberna, Makino se tapo la boca con sus manos, Y por un momento el corazón de Roan dejó de latir.
Sus manos comenzaron a temblar y cualquier rastro de alcohol desapareció de su sistema.
El crujir de la madera bajo sus pies fue lo único que se escucho.
Lyanna se encotraba caminando de regreso a casa con el sombrero de paja sobre su cabeza. Se felicito mentalmente por haber memorizado el camino de regreso, porque sino aún seguiría esperando a que Luffy regresara por ella.
Siguio caminando, pero de pronto oyó unas pisadas y ruidos en los arbustos que se dirigían a ella, se mantuvo quieta por unos segundos hasta que un alguien salió de los arbustos chocando con ella.
—¡Ay, mi cara!—se quejo la persona en el suelo.
—¿Luffy?—murmuró confundida.
—¡Lya no estas muerta!—dijo levantándose, e iba a abrazarla pero fue empujado por otra persona haciéndolo caer al suelo nuevamente.
—Ro..—sus palabras fueron interrumpidas por el abrazo del moreno. Sentia su cuerpo algo tenso.
—¡Lyanna! ¿Estas bien? ¿Como es eso te que vas a morir? ¿Tu...—calló al ver la pierna de la menor, aun tenia la sangre seca que había quedado—¿Quien te hizo eso?
—Ah, pues ¿me caí?—titubeo ante su propia respuesta.
—¡Fue mi culpa!—grito Luffy.
—¿De que hablas? No fue tu culpa Luffy—la ojiazul miró a Roan, y vio aquella mirada de preocupación que había visto en la taberna de Makino aquella vez.
No. No le gusta ver a Roan así, y mucho menos por su culpa.
—Me lastime con una planta, tenia pinches entonces por eso me salio sangre—señaló su pierna—pero ya me la quite y estoy bien.
—¡La planta te puede matar!—volvió a gritar Luffy.
Lyanna apreto sus dientes. No estaba ayudando en nada el pelinegro, ella quería ayudarlo a zafar del enojo de Roan pero, era inútil si el seguía gritando esas cosas.
—Roan..
—Vamos a Casa.
Él la tomó entre sus brazos, y sin recibir protesta alguna comenzó a caminar junto a Luffy quien parecía algo decaído. Lyanna estaba igual porque Roan estaba serio y nisiquiera la miraba solo miraba al frente.
Era la primera vez que veía a Roan enojado de verdad.
Al llegar a su casa la dejo en una de las silla, mientras iba por algo en la habitación. Luffy quien seguía allí se mantuvo al lado de Lyanna todo el tiempo.
—Perdón—hablo cabizbajo—Todo esto fue mi culpa y ahora tú...
—Luffy, nada de esto es tu culpa, yo quise hacerlo tu no me obligaste—sonrió—Yo estoy bien, tú estas bien y eso es lo importante.
—Lo se, pero Roan me pidió que te cuidara y yo...
—¿Él te pidió que cuidarás de mi?—pregunto.
—Así es, pero no lo hice—un puchero se formó en sus labios.
—No te preocupes, estoy bien, cambia esa cara—toco su mejilla—Me gusta más cuando sonríes.
Luffy al oír eso, inmediatamente puso una sonrisa en su rostro, si a Lya le gustaba cuando sonreia, entonces el sonreirá para ella.
Los pasos de Roan entrando a la cocina los hizo callar a los dos. En sus manos traía una pequeña caja, al verla más de cerca pudo notar que tenía varias cosas de medicina.
Con cuidado levantó la pierna de la ojiazul y comenzó a limpiar los restos de sangre que quedaban. Luffy sonrió al ver que ella no tenía ni un solo rasguño. Pero Roan frunció el ceño.
—¿No te habías lastimado?—la miró a los ojos.
—Pues, si. Pero las heridas desaparecieron y solo quedó la sangre.
—¿Y no te duele nada?—esta vez pregunto Luffy.
—No. No me duele nada—dijo moviendo sus piernas de arriba abajo.
El silencio invadió la casa. Roan estaba confundido, preguntándose si eso era una habilidad que poseían los de su Clan, porque la verdad no tenia una explicación para esto.
¿Será que ellos poseía regeneración rápida?
—¿Sigues enojado?—esa pregunta lo hizo olvidar eso por un momento.
Miró a ambos niños y quiso reírse en sus caras para después golpearlos, pero debía mantenerse serio.
—No estoy enojado—respondió guardando las cosas.
—Si lo estas, no mientas.
—¿Y como sabes si estoy enojado?—pregunto con una ceja arriba.
—Porque pones esa cara fea—contestó Luffy.
—No digas eso, lo harás enojar aun más—le susurro la ojiazul.
Roan suspiro y se acercó a ambos, los cuales pasaron saliva al verlo con esa cara sería. Y sin esperarselo el moreno golpeó la cabeza de Luffy haciéndolo chocar con la cabeza de Lyanna.
—¡Ay, Mi cabeza! ¿Por qué hiciste eso?—se quejaron los dos.
—Se lo merecen, Tú—señaló a la ojiazul—Por tratar de cubrir a Luffy, y Tú—señaló al pelinegro—Por casi provocarme un paro cardíaco. ¿Como se te ocurre venir llorando y gritar "Lyanna se va a morir"?
—¿Por qué dijiste eso?—frunció él ceño.
—¡Porque pensé que te morías!
—¡No iba a morir!
—¡Pero pensé que si!
Ambos recibieron otro golpe por parte de Roan.
—¡Ya deja de hacer eso!
—Se lo merecen.
—Bueno, tiene razón—admitió la ojiazul—Pero igualmente no debes golpearnos.
Roan soltó una risita.
—¿Vamos a preparar la cena juntos?—pregunto luego de unos segundos.
—¡Si!—dijeron ambos con una sonrisa.
A todo esto Lyanna aun no se sacaba el sombrero de paja que le había dado Luffy para que cuidara.
Luego de preparar la cena y que Luffy casi incendiara dos veces la casa, por fin estaban sentado los tres en la mesa.
—¡Es muy rico!—chillo el pelinegro al dar el primer bocado.
—Por supuesto, Lyanna es muy buena en la cocina—halago.
—Gracias—sonrió.
Mientras comían, la pequeña recordó lo que había sucedido esta tarde, el momento exacto en cual tomó una de las piernas de Luffy y esta se estiro. Lo miro de reojo, él parecía estar tranquilo mientras devora la comida.
No aguanto más con la curiosidad y decidió preguntar.
—Luffy—llamo su atención y la de Roan—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Clasho—dijo con comida en la boca.
—¿Por qué tu pierna se estiro más de lo normal cuando te atrape?—pregunto.
Él terminó de tragar la comida y solto una risita.
—Oh, porque soy de Goma—estiro sus mejillas.
—¿Eh?
—¿No lo sabias?—pregunto Roan.
—Claro que no ¿Tu lo sabias?
—Claro que si. Luffy es un niño de goma.
—Pero.. ¿por que? ¿Como es eso posible?—lo miro boquiabierta.
—Él idiota se comió una Fruta del diablo.
—¿Fruta del diablo?—murmuró confusa.
Su Tío Mihawk le había dicho que no se podía comer.
—Si, son frutos místicos o algo así. La verdad no estoy muy seguro—comentó mientras se limpiaba la boca con una servilleta—Solo se que si comes una obtendrás una habilidad, pero serás incapaz de volver a nadar. Al parecer a Luffy le dio la habilidad de ¿la goma?—aún seguía sorprendido y sin creer que el niño tenía esa estúpida habilidad.
Lyanna abrió su boca algo sorprendida, esto era algo nuevo. Pero debía saber otra cosa.
—¿Y son ricas?—miró a Luffy.
—No. Saben mal—contestó al recordar el horrible sabor.
—Lyanna, tu no te atravas a comer una de esas cosas jamas—advirtió el moreno.
—Lo se, mi Tío Mihawk me dijo que no se podían comer.
Roan suspiro, había olvidado que ese sujeto tenía un vínculo con ella, se preguntaba que es lo que estaría haciendo ahora.
¿La estaría buscando? ¿Sabría algo respecto al pasado de ella? ¿Sabría que ella estaba aquí? ¿Sabría algo sobre sus padres?
Paso saliva ¿Seria buena idea ir a buscarlo y preguntarle? Esa idea se borro al instante.
Era una estupidez.
—Roan ¿Se puede quedar Luffy a dormir?
—Claro que...—una sonrisa se asomo en el rostro de lo niños—No.
—¡Roan!—se quejaron.
Tenía cosas más importantes que hacer, que ir a buscar a Dracule Mihawk.
Perdón por el título, por hay los asuste, pero es que no sabía que ponerle y le mande eso, pido perdón si se asustaron jakssjsj.
Bueno, en este capítulo pasaron varias cosas.
Como por ejemplo;
Que a Roan le cuesta dejar ir a Lyanna.
Que Lyanna estuvo dos segundos con Luffy y casi muere, de no ser porque es una Bersērker.
Que Luffy es un exagerado.
Lyanna ya sabe sobre la Fruta del diablo que tiene Luffy.
Ahora vamos con las preguntas;
¿Creen que sea buena idea ir a buscarlo a Mihawk y decirle "Che, loco tu sobrina esta viva y la tengo en mi casa"?
¿Cren que Mihawk la busque o diga "Bueno, se murio, cosas que pasan"?
¿Cual creen que de los Piratas Akagami la esta pasando mal por la supuesta muerte de Lya?
¿Qué creen que pase cuando todos se enteren de que ella está viva? Y Cundo digo todos, Me refiero a TODOS
No se hermanas, pero más adelante se va armar alto quilombo por nuestra princesa.
El que la toca se muere directamente.