Se celebraba el cumpleaños número setenta y dos del señor Belmont, es el primer cumpleaños de la familia al que soy invitada; este año el señor Belmont había tenido algunas complicaciones en su salud, así que solicitó que este cumpleaños lo quería celebrar solo con su familia.
A pesar de que ya ha pasado algo de tiempo de ser la esposa de su segundo hijo, aún no me siento parte de la familia, aún soy una extraña para ellos, como si para ellos yo no existiera, es algo que no me quita el sueño, que no me importaba en lo absoluto, pero sí que me incomoda un poco cuando tengo que convivir con ellos en eventos, en cenas, y cada vez que coincidamos.
El señor Belmont, es como una pasa arrugada mezclada con un elfo, su nariz es muy grande, sus ojos pequeños, sus labios son pequeños y arrugados, su cabello ya es gris casi blanco, y es un señor alto y delgado, sus ojos son azules pero de vez en cuando parecen cambiar de color, de azul grisáceo a verde, sus orejas son grandes, es un señor muy feo en pocas palabras, Alexandré se parece mucho a su padre fisicamente, es como su versión más joven.
El señor Belmont es de pocas palabras, aunque es muy bueno para dar discursos en los eventos de caridad, no tenía ni idea de lo que él piensa de mí, es difícil de leer, las veces que hemos convivido no se ha acercado a hablarme ni una sola vez, tampoco me miraba a los ojos, y siempre tiene una postura intocable, como si fuese inalcanzable, su esposa es muy similar a él en ese aspecto, a pesar de que la tenía cerca era como si estuviéramos a kilómetros de distancia, aún estando una al lado de la otra.
Para mí es absolutamente incómodo convivir con mis suegros, para esta ocasión vamos a pasar todo el fin de semana con ellos para hacer feliz al señor Belmont por su cumpleaños, qué fastidio, al menos esta François, con quien había hecho una bonita amistad, y luego Pierre, este último poseía un carácter serio, pero es una persona inmiscuida, lo que me agrada de Pierre es su novia rubia Geraldine, ella sí es alegre, tiene la mente abierta y es muy simpática, me agradaba bastante, y deseaba ser más cercana a ella.
- Te vez guapo esposo. - le di un pequeño beso. Sí se veía muy guapo en su uniforme para jugar polo.
Los cuatro hijos del señor Belmont iban a participar en un juego amistoso de polo junto con otros hombres, todo para entretener al señor Belmont, ya que el es dueño de sus propios caballos y es muy fan de este deporte.
- La última vez que jugué polo me caí del caballo, pero esta vez, voy a ganar por ti. - le sonreí a mi querido esposo, y le di un pequeño beso para la buena suerte, en unos minutos va a comenzar el juego así que se tuvo que ir, yo me reuní con Geraldine, y me senté justo a su lado, a unos pocos asientos de distancia estaban mis suegros, riendo y conversando con sus amistades, cabe destacar que las señoras usaban unos atuendos de alta costura, al igual que Geraldine que siempre vestía elegante y sofisticada, no importaba el evento que fuera, ella siempre vestía bien, por suerte Alexandré me sugirió el vestido que estaba usando, un vestido azul celeste, muy bonito, pero incluso con este vestido tan hermoso me veía muy simple al lado de mi suegra y Geraldine, ambas llevaban sombrero y guantes, muy elegantes para un simple juego.
Geraldine y yo nos saludamos cordialmente como siempre solíamos hacer, ella es tan hermosa, se poco sobre ella, algunas cosas las sé gracias a la propia Geraldine, y otras cosas gracias a François, como que los padres de Geraldine son duque y duquesa, y que sus ancestros provenían de la realeza parisina, incluso habían calles en París con su apellido, ella había abierto su propia casa de alta costura sólo cuando tenía veinte años, y le va muy bien, tan buen gusto al vestir, y la mayoría de las cosas que ella usaba eran creadas por ella misma, incluso la señora Belmont en algunas ocasiones ha usado alguna prenda de la casa de modas de Geraldine.
Geraldine apenas tiene veintiséis años y ya tiene su propia empresa, contrario a Pierre que apenas tiene veintiún años y aun seguía estudiando, pero eso no es inconveniente puesto que es muy seguro de que Pierre estará a cargo de una de las empresas de su padre apenas termine la universidad, hasta hace poco ha comenzado a trabajar junto a Jules para adquirir experiencia, y como había dicho Alexandré, Pierre es el favorito de su madre, es el menor, y con quién es más afectuosa.
- Ahgg! Tengo una terrible migraña, espero que el tiempo pase rápido. - confesó Geraldine justo a mi lado.
- ¿Quieres que te traiga algo, una pastilla para el dolor o agua? - Le ofrecí mientras ella se tocaba la cien, luego ella negó.
- No, no me gusta tomar pastillas, me dan náuseas, para poder tomar alguna pastilla, siempre le digo a Pierre que las convierta en polvo y lo eche en un vaso de jugo, para poder tomarlo. Soy un poco complicada para tomar medicamentos. - esta se ríe.
El juego había empezado, Geraldine me había explicado un poco, aunque al comienzo el equipo de Alexandré estaba perdiendo, luego se pudieron recuperar y dar batalla, el señor Belmont parecía muy enfocado en el juego, y todos los que estaban ahí presentes disfrutaban de aquel juego, incluso Geraldine, pero yo no entendía nada del juego, solo veía a hombres en unos bonitos uniformes montando un caballo mientras golpeaban una pequeña pelota de color blanco.
A pesar de que Geraldine me ha explicado un poco del juego, había entendido muy poco, mientras avanzaba el juego, solo enfocaba mis ojos en Alexandré, se notaba cómo se estaba esforzando para impresionar a su padre, aunque quisiera negarlo, sabía que a quien quería impresionar es a su padre, no a mí porque a mí no me importaban esas cosas.
El juego había terminado, el equipo de Alexandré habían perdido solo por un punto de diferencia, y aunque se suponía que era un juego amistoso había escuchado de que los señores habían decidio apostar entre ellos por quién ganaría, el señor Belmont no estaba muy contento, él y su esposa fueron los primeros en retirarse del club, mientras que Geraldine y yo estábamos a espera de nuestras parejas.
Geraldine decidió ir en busca de Pierre, mientras que yo esperé a que Alexandré viniera hasta mí, luego lo visualice a lo lejos, se veía agotado. Cuando estábamos los suficientemente cerca le di un beso, y le sonreí en consuelo, estaba notoriamente decepcionado.
- Lo hiciste muy bien Alexandré, estoy orgullosa de ti, fue muy emocionante de ver. - Lo único emocionante fue ver a esos hombres montando a caballo con esos uniformes, no dejaba de pensar en lo sexys que se veían al jugar.
- Gracias amor, ojalá mi padre opinara igual que tú, él no estará feliz de que perdiéramos estando tan cerca.
Él tiene razón, su padre ni si quiera se esforzaba en disimular lo enfadado que estaba de que sus hijos perdieran, tanto su enojo que fue el primero en retirarse, y más tarde había una cena en su honor por su cumpleaños, yo solo quería volver a casa.
- Tú estuviste increíble amor, te viste super sexy montando ese caballo. - al menos con ese comentario pude sacarle una sonrisa a mi esposo.
Horas más tarde, habíamos terminado de cenar en "familia" habían varias invitados más, amigos de la familia acompañándonos, Alexandré ha estado fuera platicando con otros hombres, mientras que yo estaba sola sentada en un sillón, no veía a François por ningún lado, y a Geraldine no la he vuelto a ver luego de cenar.
Había ido a la cocina por algo de agua, pero justo antes de entrar por completo me detuve porque ahí estaba Jules; cada vez que estábamos solos él no dudaba en molestarme, así que decidí irme de ahí lo más rápido posible, subí al segundo piso para entrar a la biblioteca de la casa, preferiría estar sola en la biblioteca a estar en el piso de abajo estando rodeada de personas pero sin tener ninguna conversación con alguno de ellos.
Justo antes de entrar a la biblioteca, he echado un vistazo al final del pasillo, vi a Pierre besando a otra chica que no es Geraldine, desee volver el tiempo y no presenciar ese momento, a la chica la he visto antes, es una de las invitadas de esta noche, ellos entraron a un cuarto, no me interesa lo que hagan ahí dentro, solo hubiese deseado no ser testigo de aquello.
¿Cómo podía serle infiel a su novia justo en la cena de cumpleaños de su padre? Aún no lo puedo creer, me sentí miserable en ese momento, asqueada.
Entré a la biblioteca cerrando la puerta detrás de mí, le envié un mensaje a Alexandré diciéndole que estaba en la biblioteca y que viniera por mí, ya no quiero estar en esta cena, quiero irme a mi casa lo más pronto posible y borrar aquella escena de mi mente.
Sentía lástima por Geraldine, ella es tan hermosa, tan amable, las pocas veces que he convivido con la pareja parecían amarse mucho, él siempre actuaba muy romántico y cariñoso con su novia, solo tenia ojos para ella, lo que vi esta noche me decepcionó mucho, lo peor de todo es que no puedo decirle a Geraldine lo que he visto, no debo meterme en una relación que no es la mía, aunque quisiera decirle la verdad, solo haría que todo fuese peor, Dios, hubiese preferido que Jules fuera grosero conmigo a presenciar aquella infidelidad.
Unos minutos después Alexandré entró a la biblioteca, al ver su cara me estaba echando para atrás, le iba a decir lo que vi, pero al mismo tiempo tengo vergüenza, Pierre es su hermano, además no sé si me va a creer.
- Hey, ¿Qué haces aquí tu sola? - Mi mente quedó en blanco, no se qué decir, me sentía muy avergonzada.
Alexandré se acercó más a mí, puso ambas manos en mis mejillas, al mirarlo a los ojos, en ese momento le iba a decir todo lo que vi, pero antes de decir una palabra él me besó, le seguí el beso, pero luego él metió una de sus manos por debajo de mi vestido, y en ese instante lo detuve, no estaba aquí para hacer eso, no es el momento.
- ¿Qué pasa mon amour?
- Es que vi algo que no debí ver y ahora me siento muy mal, ¿podríamos irnos por favor?
- ¿Qué viste? No podemos irnos esta noche a casa, es tarde, dime qué fue lo que viste. - Alexandré se preocupó, yo me sentí peor, avergonzada.
- Vi a tu hermano con otra chica. - confesé.
- ¿Quién, Jules? - a este se le sale una pequeña risilla- Jules no tiene nada de vergüenza que no te sorprenda amor.
-No, no Jules, es Pierre, una chica, una de las invitadas. Los vi besandose y luego entraron al cuarto del fondo, no debí ver eso, me siento muy incómoda ahora, quiero irme.
- ¿Cuál chica? ¿Estás segura de que no es Geraldine? A lo mejor es ella amor, y estás confundida. - Dijo él.
Sé lo que vi, no era Geraldine, era otra chica.
- No es Geraldine amor, la chica de la que te hablo estuvo con nosotros en la cena, es castaña, joven, bonita, estaba sentada al lado de tu madre, ¿la conoces? - traté de recordar más detalles respecto a la chica, pero no recuerdo nada más, no le presté mucha atención, pero aquella descripción parece ser suficiente para Alexandré, ya que salió de la biblioteca, dirigiéndose a la puerta al final del pasillo en donde vi entrar a Pierre junto a la chica.
Detuve a Alexandré, no puede armar un escándalo, solo debe sacarme de aquí, es todo lo que pido.
- ¿Qué haces Alexandré? No vayas a armar un escándalo, no quiero quedar como una chismosa - Dije, tirando de su brazo.
- La chica que describes, creo que la conozco, es la hija de una de las amigas de mi madre, apenas va en la escuela, ¿Sabes lo que quiero decir? Espero que no sea ella, espero que Pierre no sea un imbécil.
Alexandré tocó la puerta, nadie le respondió, así que tocó con más fuerza.
- ¿Estás segura de que entraron aquí? - yo asentí en respuesta.
Luego Pierre abrió la puerta, yo me escondí detrás de mi esposo porque sentí mucha vergüenza de verme envuelta en esta situación, ambos intercambiaron algunas palabras en francés, y luego Alexandré lo hizo a un lado, yo seguí después de él.
Al entrar, la chica se acomodaba la ropa y el cabello, nos miró a ambos con cara de asombro, y Alexandré le pidió que se fuera y que cerrará la puerta.
Lo siguiente que vi fue a Alexandré abofetar a Pierre, lo hizo tan fuerte que me asusté, el propio Pierre lucía asustado y molesto, sus ojos se clavaron en los míos y yo bajé la mirada.
- ¿Engañas a tu novia con esa niña, estás demente?
Pierre colocó su mano en su mejilla justo en donde Alexandré momentos atrás le había pegado.
- ¿Geraldine lo sabe? - Pierre se dirigió a mí, yo negué rápidamente.
- No te di permiso para hablarle a mi esposa, es a mí a quien debes dirigirte ¿de acuerdo? Ya eres un adulto, pero aún te comportas como un niño, cómo se te ocurre meterte con esa chica, tu novia está abajo seguro buscándote, y tú la estás engañando con una niña.
- Ya no es una niña, tiene diecisiete años, sabe lo que hace, además, ella me estuvo coqueteando hermano, te juro que yo no he hecho nada - Dijo Pierre en respuesta.
- Salomé, sal, tengo que resolver este asunto con mi hermano.
Hice lo que me pidió, salí prácticamente corriendo, bajé al primer nivel, y fui al jardín donde todos se encontraban, vi a la chica con una copa de vino en la mano, al lado de ella estaba una señora y también la señora Belmont, nuestras miradas chocaron, pero la ignoré; encontré a Geraldine, ella estaba junto a François y otras personas conversando, al verla mi corazón se detuvo, ella al verme caminó hacia mí y me tomó del brazo, tuve una sensación extraña en ese momento.
- ¿Has visto a Pierre? Llevo rato buscándolo - susurro en mi oído.
- Está con Alexandré en el segundo piso - Dije, algo nerviosa, creí que ella iría a buscarlo pero no lo hizo.
Ella sugirió dar un paseo por el jardín, decía que aún le dolía la cabeza pero que estaba mejor, yo accedí a acompañarla.
Que noche tan desastrosa.