Like a red, red rose thorn {M...

By StolenBlueMoon

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-Todo el mundo parece conocer a una Mina diferente -vaciló Chaeyoung. -¿Y? -Mina la sujetó con la mano en un... More

◆ Personajes ◆
Capítulo | 1 |
Capítulo | 2 |
Capítulo | 3 |
Capítulo | 4 |
Capítulo |5|
Capítulo | 6 |
Capítulo | 7 |
Capítulo | 8 |
Capítulo | 9 |
Capítulo | 10 |
Capítulo | 11 |
Capítulo | 12 |
Capítulo | 13 |
Capítulo | 14 |
Capítulo | 15 |
Capítulo | 16 |
Capítulo | 17 |
Capítulo | 18 |
Capítulo | 19 |
Capítulo | 20 |
Capítulo | 21 |
::::: Epílogo :::::

• Capítulo Final •

301 32 16
By StolenBlueMoon

Al día siguiente, Chaeyoung decidió dejar de lado su teléfono por períodos más largos. Incluso su mamá estaba empezando a notar lo pegada que estaba a su teléfono, y se quejó lo suficiente como para que lo arrojara en su habitación durante una hora y cerrara la puerta para no revisarlo.

Dahyun fingió no notar el pie de la menor golpeando con impaciencia todo el tiempo que estuvo abajo ayudándola a hornear un poco de pan de plátano. Y, sin embargo, cuando Chaeyoung voló arriba para revisar sus mensajes, solo había uno de su dentista, diciéndole que necesitaba un chequeo.

Mina era una persona cuidadosa, razonó Chaeyoung. Ella elegía sus palabras con cuidado y, además, era tímida. Sabía que devolver las llamadas telefónicas podía hacer que la gente se sintiera ansiosa, por lo que probablemente Mina no la llamaba porque quería decir lo correcto. Ese pensamiento la ayudó a dormir por la noche, aunque pasó una buena cantidad de tiempo dando vueltas junto a una serena Dahyun.

Cuando se despertó al día siguiente con la bandeja de mensajes vacía, algo parecido al pavor le envolvió el estómago. Ya habían pasado tres días, y Dahyun y Nayeon definitivamente se habían dado cuenta. Dado que ahora ambas sabían de su abrupta llamada a Mina, la trataron gentilmente todo el día, y sutilmente la persuadieron para que realizara pequeñas actividades que la alejaban del ciclo de verificación, constantemente.

Fue cuando la arrastraron para que hiciera un rompecabezas de 1000 piezas que hizo una pausa.

—Oigan —dijo Chaeyoung, haciendo que sus hermanas la miraran gentilmente y luego se miraran la una a la otra—. Sé lo que están tratando de hacer, y lo aprecio, pero... como que quiero estar sola ahora mismo. ¿Quizás podamos resolver el rompecabezas más tarde?

Dahyun y Nayeon compartieron otra mirada, y Chaeyoung no estaba segura de cuándo se habían vuelto tan buenas en eso.

—Claro, Chaeyoungie —comenzó Dahyun, luciendo preocupada.

—¡No te preocupes demasiado! —Nayeon soltó, extendiendo la mano para acariciar el cabello de Chaeyoung—. ¡No ha pasado tanto tiempo! ¡He dejado a la gente en visto por mucho más tiempo que esto! —Dahyun le lanzó una mirada a Nayeon, lo cual fue casi lo suficientemente cómico para que Chaeyoung se riera de ello.

—Está bien. Creo que voy a dar un paseo o algo así —dijo, estirándose dramáticamente.

—¿No quieres que vayamos contigo? —Preguntó Dahyun, frunciendo el ceño—. ¡Podemos caminar a cualquier lugar que desees!

—No, estoy bien —dijo Chaeyoung sonriendo con tanta amabilidad como podía—. Tal vez traiga mi cuaderno de bocetos —Eso hizo callar a sus hermanas, ya que sabían que su tiempo para dibujar era sagrado.

Chaeyoung agarró su cuaderno de bocetos, se puso una camisa de franela para protegerse del viento y cerró la puerta principal. Se apoyó contra ella, dejando que su cabeza golpeara contra la misma mientras cerraba los ojos. Caminar sería bueno para ella. Podía pensar en todo de manera racional, obtener nueva inspiración, mirar el vecindario con ojos nuevos. Podía permitirse demorarse en lo que podría haber sido compartir solo un momento más, podía permitirse aferrarse a Mina solo un poco más, antes de soltar esa esperanza, dejándola volar hacia las estrellas donde pertenecía.

En lugar de caminar, se deslizó por la puerta para sentarse en los escalones frente a su casa, probablemente ensuciándose la camisa en el proceso. Después de todo, no estaba segura de poder moverse ni un centímetro en este momento. Sus extremidades amenazaban con agarrotarse, y se preguntó vagamente si Dahyun y Nayeon saldrían y la encontrarían aquí en unas pocas horas, todavía paralizadas ante la idea de dejarla ir.

Con los ojos aún cerrados, escuchó los sonidos de su calle. De vez en cuando, un automóvil pasaba tranquilamente. Los pájaros cantaban con notas penetrantes, esperando ser respondidos por otros. El ruido de fondo ayudó a calmar su corazón acelerado, escuchando los sonidos de los autos, los animales y las personas que vivían sus vidas.

Ella también podía hacer eso. Vivir su vida. Seguir adelante. Mina no tenía ninguna obligación de devolverle la llamada, ni ninguna otra obligación con ella. Probablemente se había olvidado de Chaeyoung en el momento en que firmó el trato que la salvó, los salvó a todos. Sí, dolía, pero estaba acostumbrada a no conseguir todo lo que quería. Había sido una tonta al querer a Myoui Mina, incluso si por un segundo Mina también la había querido a ella.

El sonido de un automóvil que pasaba llegó de nuevo, pero fue mucho más suave y finalmente se detuvo. Eso era extraño, ya que por lo general el sonido del auto alejándose a la distancia se desvanecía. Chaeyoung suspiró y parpadeó para abrir los ojos. Luego, los cerró de nuevo para parpadear una vez más.

Dada la reciente visita de Sana y la llamada de Momo, últimamente Chaeyoung comenzó a bromear mentalmente con que Mina tendría que aparecer para completar el trío japonés. Era puramente una broma para evitar la decepción de la realidad.

Pero tal vez tendría que revisar el concepto de manifestación, ya que reconoció ese automóvil de inmediato y no tuvo tiempo de procesar este reconocimiento antes de que la puerta del asiento trasero se abriera y la causante de sus cavilaciones saliera a la calle.

Mina entrecerró los ojos a la luz cuando salió del auto, y casi se tropezó cuando vio a Chaeyoung ya sentada en los escalones de su casa. Chaeyoung sintió que su corazón se le salía del pecho al ver a Mina acercándose y se puso de pie rápidamente.

En realidad, nunca esperó que Mina apareciera, y se pellizcó para asegurarse de que no se había descarrilado por completo. Pero Mina estaba allí, subiendo los escalones en los que estaba sentada.

Se recuperó lo mejor que pudo, la esperanza y la confusión luchaban en su corazón.

—Hola —dijo Mina, con una voz tan suave como Chaeyoung había recordado.

—Hola —contestó ella. Mina tenía su cabello en suaves ondas alrededor de su rostro. Chaeyoung hizo su mayor esfuerzo para no estirar la mano y enrollar un mechón alrededor de su dedo.

Se miraron la una a la otra por un momento, Chaeyoung escudriñó el plácido rostro de Mina. Finalmente, Mina señaló los escalones.

—¿Quieres sentarte?

Sin decir palabra, Chaeyoung se hundió en el suelo, colocando su cuaderno de bocetos con cautela en el escalón junto a ella, y vio como la perfecta y bonita Mina se sentaba en sus probablemente sucios escalones de la entrada. Se veía tan fuera de lugar aquí, frente a la casa, en el mundo de Chaeyoung.

—Siento no haber venido antes —fue la línea de apertura de Mina. Chaeyoung se volvió bruscamente para mirarla.

—¿Por qué lo sientes?

—Quería venir tan pronto como recibí tu llamada, pero estaba involucrada en algunas cosas del trabajo que necesitaban ser manejadas, y luego...

—¡No! No, no tenías que venir hasta aquí, no esperaba... —Tartamudeó, realmente todavía estaba procesando la presencia de Mina aquí.

—Sí —dijo Mina, resueltamente—. Tenía que.

—Oh.

—También escuché de Momo —comenzó Mina, con una pequeña sonrisa.

Chaeyoung miró hacia abajo.

—Sí, se podría decir que también escuché de ella.

Mina la miró con seriedad.

—Lo siento mucho por eso, ella puede ser realmente protectora y territorial, cuando realmente no está ocupada. Debería haberla detenido, pero he estado un poco ocupada...

—¿Ocupada con una adquisición?

Mina la estudió con la sorpresa pintada en el rostro.

—¿Cómo lo descubriste?

Fue el turno de Chaeyoung de sonreír para sí misma.

—Bueno, Nayeon puede ser bastante detective, pero Momo también... mencionó tu papel en eso —Mina parecía angustiada y se apresuró a hacerla sentir mejor, haría cualquier cosa para suavizar la arruga de su frente—. Mira, no sé por qué hiciste lo que hiciste, pero... quería agradecerte por todo. Sospecho que tú... también animaste a Sana a venir. —La gratitud brotó de Chaeyoung tan pronto como comenzó a hablar—. Mi familia te debe tanto que no puedo agradecerte lo suficiente.

—No estabas destinada a averiguarlo, y tu familia no me debe nada —dijo Mina con un movimiento de cabeza. Tus hermanas son geniales y todo, pero bueno, yo no lo hice por ellas. Te lo dije, ¿no? Que no te preocuparas, que todo estaría arreglado.

La boca de Chaeyoung se abrió con sorpresa. Mina había dicho eso, esa noche en la piscina, cuando había creído que Mina se estaba cerrando. Ella pensó que esa determinación sombría en su rostro significaba que se estaba alejando, pero ... ¿podría haber sido lo contrario? ¿Que las ruedas de la mente de Mina estaban girando, planeando, tratando de ayudar en todo lo que pudiera? Parecía que Chaeyoung no había aprendido la lección sobre las suposiciones cuando se trataba de Mina, después de todo.

—Pensé que tú... —Las palabras se atascaron en la garganta de Chaeyoung. Pensé que dejaste de preocuparte por mí. Pensé que mi familia te repugnaba. Pensé que éramos demasiado diferentes para que tú todavía sintieras algo por mí... Esos pensamientos permanecieron tácitos. En cambio, dijo—: No me di cuenta de que eso significaba que comprarías una empresa.

—Fui vaga a propósito, lo admito —dijo Mina—. No quería tu gratitud. No la quiero. Compré a Jeongyeon porque podía, y sabía que de todos modos ella había jodido a mucha gente, así que se sintió catártico. Y... solo quería hacerte feliz.

Chaeyoung no se atrevió a mirar a Mina, por temor a que hubiera escuchado algo mal. Si Mina no había dejado de preocuparse esa noche en la piscina, ¿entonces...? Su corazón se aceleró y tragó saliva nerviosamente, pero Mina no había terminado de hablar.

—Momo tampoco está del todo equivocada —comenzó Mina—. Deberías estar esperando una llamada pronto del departamento de diseño de Pemberley. Y antes de que digas nada, no tuve nada que ver con el contrato que proponen. Hana habló muy bien, y yo solo di mi opinión cuando me preguntaron, nada más. Será para carteles, gráficos digitales, cualquier otra cosa con la que puedan necesitar ayuda externa.

—¡Oh, Dios mío! —Chaeyoung estaba segura de que ahora miraba a Mina con incredulidad—. No puedo creer que... ¿un contrato de diseño? Quiero decir, ¡muchas gracias! Por... venir a decírmelo —Las palabras de Mina resonaron en su mente, no la parte sobre el contrato, por asombroso que fuera. Pero... solo quería hacerte feliz. ¿Significaba lo que ella esperaba?

—Por supuesto. Tienes talento y tu trabajo es brillante. Si a mí me encanta, entonces no hay razón por la que a otros no les guste.

Chaeyoung se mordió el labio, miró una grieta en el cemento y luego volvió a mirar a Mina.

—¿Te encanta... mi trabajo?

La mirada de Mina se posó en la de ella.

—Por supuesto que sí.

Chaeyoung asintió, miró hacia abajo de nuevo.

—Gracias. —Era cierto que saber que a Mina le encantaba su trabajo no era precisamente lo que estaba esperando.

Mina entrecerró los ojos.

—¿Eso te desagrada?

—¡No claro que no! —era lo que tenía que decir. Mina la examinó y Chaeyoung se retorció bajo su atención. Se sentaron en silencio por un momento, y luego Mina pareció tomar una decisión.

—Hubo algo que dijiste. A Momo —aclaró, mirando a Chaeyoung por su reacción—. Ella me dijo que te negabas a mantenerte alejada de mí.

—Sí, eso es correcto —Chaeyoung se dio cuenta de que no podía mantenerse alejada de Mina, ni entonces, ni nunca, mientras Mina siguiera mirándola con esos ojos, atravesándole hasta el alma, no querría apartar la mirada.

Mina respiró hondo.

—Okey. Está bien, mira... yo no quiero hacerme ilusiones, así que, por el amor de Dios, detenme en cualquier momento si me estoy equivocando en algo —Habló rápidamente, mirando el suelo—. Si todavía estás en la misma postura en la que te sentías en el verano, dímelo, por favor.

Chaeyoung se quedó atónita, repitiendo las palabras una y otra vez en su cabeza. Seguramente, seguramente, esto iba a donde ella esperaba. Ella no dijo nada, solo miró a Mina, implorándole que continuara. Mina siguió hablando, toda apresurada.

—Yo todavía te quiero, Chaeyoung. Probablemente te quiero más que entonces. No me importa lo que piense mi familia, mis amigos o cualquier otra persona, y lamento todo lo que dije, ya sabes. Y tal vez me estoy haciendo ilusiones, pero lo que me dijo Momo me dio algunas esperanzas de no estar sola en este sentimiento y solo tengo que saber si estoy malinterpretando esto, oh Dios mío, por favor detenme en cualquier momento...

Chaeyoung obedeció, inclinándose hacia adelante con los ojos cerrados para presionar sus labios contra los de Mina, irreflexiva, impetuosa, solo dejándose llevar por lo que le parecía correcto . O, al menos, presionar sus labios contra lo que pensó que eran los de Mina, pero resultó ser la comisura de su boca. Solo duró un breve segundo antes de que se echara hacia atrás, sonrojada, echándole un vistazo a Mina que ahora estaba sentada estupefacta en el escalón, con una mano tocando el lugar donde Chaeyoung la había besado.

Mina parecía aturdida, sus ojos se movían rápidamente de los ojos de Chaeyoung a sus labios y viceversa.

—Solo quiero ser muy clara, usar mis palabras y todo eso, pero... ¿eso significa que te gust...

Y Chaeyoung se inclinó de nuevo, incapaz de detener la sonrisa vertiginosa en su rostro, y con mucho mejor objetivo esta vez encontró agarre en los suaves labios de Mina. Saboreó el jadeo que subió por su garganta e intentó calmar la parte de su labio inferior que había estado mordiendo por los nervios antes, con la lengua rozando suavemente el borde del suyo.

Con incredulidad, Mina se congeló por un breve segundo antes de devolver el beso, casi con demasiado entusiasmo al principio. Fue tan entrañable que Chaeyoung no pudo ocultar su sonrisa, y sintió que Mina le devolvía la sonrisa únicamente a través de la forma de sus labios, curvándose en los bordes. Lentamente extendió la mano para tomar la mandíbula de Chaeyoung, para acercar su rostro, incluso enroscó algo de su cabello alrededor de su dedo índice, como si quisiera tocar cada parte de ella, y luego hundió su mano en los mechones de su cabello.

Sentir el tirón en su cuero cabelludo hizo cosquillas en el interior de Chaeyoung, que se inclinó, queriendo más y más.

¿Seguían sentadas en los escalones de la entrada? Chaeyoung no estaba segura, pero pensó que podría haberse acercado tanto a Mina que prácticamente podría estar en su regazo, un pensamiento que amenazaba con enviarla volando por el borde. Mina y yo nos estamos besando. Estoy besando a Myoui Mina, ahora mismo. El concepto era tan salvaje que se rió a medio beso, justo cuando Mina se apartaba para mirar a Chaeyoung, esa mirada de ojos abiertos que Chaeyoung ahora sabía que era agradecida.

—¿Eso te aclara las cosas? —Preguntó Chaeyoung, con los ojos iluminados por la alegría.

—No del todo en realidad.

—¿En serio? —Chaeyoung comenzó a preguntarse qué tan en serio podía estar hablando Mina, cuando lo notó. La alegría reflejada en sus ojos, la forma en que parecía que apenas podía contenerse, apenas podía evitar inclinarse para capturar los labios de Chaeyoung nuevamente—. Quiero decir, ¿me complace aclarártelo más si es necesario?

—Respuesta correcta —dijo Mina con una sonrisa, Dios, esa sonrisa la iba a matar, y ese fue el último pensamiento coherente que tuvo antes de que Mina se acercará, chocando sus labios ligeramente contra los de ella y había que admitirlo, eso iba a ser su muerte.

¿Cuánto tiempo había pasado? Chaeyoung escuchó débilmente los sonidos de un automóvil que pasaba, pero no prestó atención mientras se alejaba en la distancia. Nada más importaba en este momento, nada más que la suavidad de las mejillas de Mina y la presión de su cuerpo contra el de ella.

Mina de repente se separó de su boca, y Chaeyoung se inclinó, decepcionada hasta que se dio cuenta de que estaba besando la piel justo al lado de sus labios, y oh Dios, ella estaba besando mi lunar, dijo mentalmente, queriendo derretirse.

—No puedo decirte cuánto tiempo he querido hacer esto —susurró Mina, comenzando a dejar un rastro de besos por su barbilla, a un lado de su garganta.

Chaeyoung, aunque estaba absolutamente disfrutando de sus besos en el cuello cada vez más indecentes, no pudo resistir su impulso de bromear.

—Probablemente no se remonta a cuando dijiste que yo era un cinco, en la boda.

La mirada de horror en el rostro de Mina casi valió el final de los besos. Ella se echó a reír mientras Mina farfullaba.

—¡Oh Dios mío , ni siquiera te estaba mirando entonces, lo juro! ¡Estaba de mal humor con Sana! —balbuceó mientras Chaeyoung casi se derrumba de la risa. Se contuvo justo antes, agarrando el interior del muslo de Mina para estabilizarse, luego se sonrojó de inmediato ante la colocación de su mano.

Trató de apartar la mano de un tirón, pero Mina colocó la suya encima, entrelazando suavemente sus dedos en el proceso. Chaeyoung sintió como si estuviera ascendiendo a través de las estrellas con el simple toque.

—Lo sé —dijo Chaeyoung, tratando de calmar su corazón acelerado acariciando la mano de Mina con su pulgar. Esto, para que conste, tuvo el efecto contrario—. Dios sabe que puedes cambiar de opinión acerca de mí, como yo cambié de opinión acerca de ti.

—Dilo de nuevo —pidió Mina, mirándola con asombro—. Sé que lo has dejado claro, pero ... aún me gustaría oírte decirlo.

—¿Qué? —Preguntó Chaeyoung, bromeando—. ¿Qué cambié de opinión? ¿Que yo también lo siento, por todas esas cosas que dije y pensé de ti? ¿Que eres, de hecho, la candidata más probable para que me enamore dentro de un radio de 100 km?

—Sí —susurró Mina, buscando en el rostro de Chaeyoung con una felicidad apenas contenida—. Todo, cualquier cosa.

—¿Que me di cuenta de muchas cosas cuando leí tu carta? —Chaeyoung continuó, queriendo mantener esa sonrisa en el rostro de Mina el mayor tiempo posible, sin importar cuántos detalles vergonzosos tuviera que revelar—. ¿Que prácticamente tengo esa carta memorizada ya que la leí tantas veces?

—¿De verdad? ¿Lo hiciste?

—Culpable de los cargos —dijo Chaeyoung con una pequeña inclinación de cabeza—. La leí mucho cuando estaba cambiando de opinión acerca de ti. Estaba tan avergonzada de juzgarte con tanta dureza que no podía ver quién eras en realidad.

—De todos modos, no me estaba comportando exactamente bien —dijo Mina—. Tenías razón sobre mi actitud hacia ti y todos aquí cuando te conocí. Nadie había tenido el valor de decírmelo a la cara, excepto tú. —La palabra fue dicha con tanta emoción que Chaeyoung se preguntó cómo pudo haber pensado alguna vez en Mina como fría e insensible.

—Pensé que me odiarías, después de todo lo que dije —admitió Chaeyoung.

Mina le apretó la mano en respuesta.

—Yo nunca podría odiarte. Me diste mucho en qué pensar, pero todavía quería ser digna de ti — Chaeyoung casi se derrite ante eso. Mina continuó—: Quiero decir, no me malinterpretes, estaba loca como el infierno, pero te amaba demasiado. Te amo mucho.

—Yo... —Chaeyoung no había estado mintiendo cuando le dijo a Nayeon que no era del todo amor lo que sentía. Pero estaba cerca y solo necesitaba un pequeño empujón—. Me gustas tanto. No sé qué hacer con todo eso. Y tú eres digna de mí, si yo soy digna de ti.

—De acuerdo. —Mina sonrió y pareció entender, levantando su mano para besar sus nudillos, uno por uno, lo que estaba poniendo a prueba seriamente la determinación de Chaeyoung de no desmayarse—. Puedo pensar en una cosa que podrías hacer...

Chaeyoung estaba confundida al principio, luego casi se rió de la manera en que Mina estaba mirando sus labios y luego la japonesa deslizó una mano detrás de su nuca, atrayéndola hacia otro suave beso, solo un leve roce de labios al principio, luego algo más profundo y hambriento. Ella se apartó brevemente, lo suficiente para ver la demanda en los ojos de Mina que susurró: de nuevo antes de volver a caer en sus labios.

Su mano se había deslizado por el cabello de Mina, y finalmente se permitió enredar sus dedos en esas suaves ondas como había pensado hacer cuando llegó. Esto provocó el gemido más indecente de Mina hasta el momento, y ahora esto era algo que Chaeyoung deseaba poder grabar y reproducir una y otra vez.

—No tienes que hacer eso —dijo Mina, riendo—. No es necesario que me grabes.

Oh, mierda, ¿había dicho eso en voz alta? Chaeyoung escondió su rostro en el cuello de Mina mientras sentía el temblor de sus hombros.

—Necesito aprender cuándo callarme —gimió Chaeyoung.

—¡Nunca! Además, ahora sé un poco de información clave... íntima sobre ti —dijo Mina, con una sonrisa jugando en sus labios—. Te proporcionaré todos los sonidos que quieras, todos los días si crees que puedes manejarlo.

—Aprenderé a hacerlo —murmuró Chaeyoung, yendo por otro beso corto, saboreando la simple presión de labios sobre labios, de los labios de Mina.

Mina respondió alzándola para depositarla entre sus piernas. Chaeyoung podía sentir el pulso de Mina desde aquí, podía sentir la subida y bajada de su pecho. No había previsto que esta fuera una posición en la que disfrutaría mucho hace unos meses y, sin embargo, aquí estaba, casi ronroneando ante el toque de Mina.

Hubo una breve conmoción, un sonido que Chaeyoung apenas registró ya que estaba tan envuelta en Mina, y una ráfaga de viento que con la que reconoció tardíamente que se abría la puerta.

—Mierda.

Chaeyoung se separó de Mina y parpadeó para ver a Nayeon y Dahyun mirándolas, Nayeon había pronunciado el improperio que resumía bastante bien sus sentimientos. Dahyun golpeó rápidamente a su hermana, pero aún compartió la misma expresión de sorpresa.

Chaeyoung pensó que era justo. No veías a una Myoui Mina en la puerta de su casa todos los días, y definitivamente no a una con Chaeyoung cómodamente sentada en su regazo.

—¡Solo queríamos ver si ya habías vuelto de tu caminata! —Dijo Dahyun alegremente después de un prolongado silencio—. Uh, claramente lo hiciste, hola Mina, así que sí, te vemos ahora, ¡vamos Nayeon! —Tiró de la camisa de Nayeon, mientras su portadora seguía parpadeando a la pareja en los escalones. Sin embargo, se recuperó rápidamente y Chaeyoung gimió de antemano por lo que fuera que venía de su hermana mayor.

—Bueno, felicidades —dijo Nayeon, mirando a Mina con un brillo en los ojos—. Me alegro de que estés aquí para que podamos dejar de intentar evitar que Chaeyoungie se deprima todo el tiempo.

—Oh, Dios mío —dijo Chaeyoung a nadie en particular.

—¿Quieres quedarte a cenar? —Nayeon prosiguió, hablando exclusivamente con Mina, que escuchaba con cautela—. Dahyun cocina muy bien, pero el verdadero atractivo son todas las fotos de bebé de Chaeyoung que podemos exhibir después de la cena.

Mina, que había estado mirando con cautela a Nayeon, de repente se animó.

—Me encantaría, ¿cómo lo supiste?

—Oh, Dios mío.

—¡No te avergüences, tu cabello de bebé era caótico pero lindo! Y deberías haber visto los trajes de vestir que hizo cuando era niña, invaluables.

Mina parecía cautivada.

—Increíble.

—¿No se supone que debes estar de mi lado? —Chaeyoung se quejó.

—¡Lo estoy! —Mina exclamó mientras alisaba el cabello de Chaeyoung. Mientras tanto, Dahyun secretamente quería chillar por lo lindas que eran su hermana y Mina—. ¿Qué tiene de malo apoyar la expresión artística de tu infancia? Quiero saber todo sobre ti, desde el primer año.

—¡Awww! —Dahyun finalmente dejó escapar el chillido—. Esto es tan lindo que voy a llorar.

—Dios, Dahyun, démosles un poco de privacidad —dijo Nayeon, volviéndose hacia la casa con Dahyun balbuceando.

—¡Oye! Pero tú... has estado...

—Sin embargo, una última cosa, Chaeyoungie —la interrumpió Nayeon—. No estoy tratando de arruinar su diversión, pero entre tú y Dahyun ocasionaran que recibamos una carta de queja de nuestros vecinos si ustedes dos continúan besándose con chicas frente a la puerta. ¡Eso es todo, disfruta!

Chaeyoung miró, avergonzada a su puerta principal ahora cerrada.

—Lo siento, sé que mi familia puede ser un poco... entusiasta.

—¿La mía no lo es? —Mina dijo suavemente, continuando con sus caricias en el cabello de Chaeyoung—. Tzuyu se estaba volviendo loca para unirnos hace unas semanas.

—Me alegro de que te haya dicho que regreses —dijo Chaeyoung, igualmente suave—. Siento que tengo que enviarle una canasta de regalo o algo.

—Oh, sí, nosotras definitivamente tenemos que invitar a Tzuyu a una buena cena —dijo Mina, y Chaeyoung se rió de su expresión lejana, como si estuviera escribiendo en un planificador mental. La palabra —nosotras— la hizo sentir como si ella también estuviera radiante, y tal vez había tenían un pequeño problema en cuanto a comunicar lo que sentían, así que quería asegurarse de que lo que había sucedido significaba lo que pensaba.

—Mi respuesta es sí —dijo Chaeyoung. Mina inclinó la cabeza hacia un lado, confundida—. Seré tu novia, si todavía quieres que lo sea.

—¡Por supuesto que quiero! —Mina dijo apresuradamente, asintiendo con entusiasmo—. Lo quiero demasiado, sí. Te voy a mostrar que te amo todos los días, si me dejas —Esa sonrisa gomosa había vuelto, y Chaeyoung quería tomarle una foto. Sin embargo, pensó que tendría muchas otras oportunidades, mientras se apoyaba en el hombro de Mina.

—Bien, porque a mí también me gustaría mucho, y aprenderé a amarte como tú lo haces, ya estoy enamorándome de ti —Eso las dejó a ambas sonriendo la una a la otra, demasiado felices para hablar. A Chaeyoung no le importaba si parecía una idiota, sonriendo tan ampliamente que sus mejillas podrían doler. El hecho de que no tuviera que soltarse todavía le daba vueltas la cabeza, y casi no podía creer que esto fuera real.

—Bueno, ¿novia? —Mina miró a Chaeyoung con adoración—. ¿Nos dirigimos adentro? Ya que me quedaré, también enviaré a Hyeok a relajarse en Netherfield —Si bien Chaeyoung sintió una oleada de felicidad con la palabra novia, tenía poca idea de quién era Hyeok y se lo preguntó a Mina.

—¡Oh, la conoces! ¿Mi conductora? —Chaeyoung se giró para mirar el auto que aún estaba estacionado frente a su casa, y del que se había olvidado por completo. Como si fuera una señal, la ventana se bajó para revelar a la mujer seria que la había llevado de regreso a casa tantas semanas atrás. Hyeok les dedicó lo que pareció ser una rara sonrisa y luego se fue.

—¿Ha estado mirando todo este tiempo? —Preguntó Chaeyoung, más divertida que nada.

—Ella es muy profesional —dijo Mina—. Pero sí, probablemente. ¿Te molesta?

—No —dijo Chaeyoung de inmediato—. Por supuesto que no. ¡No me importa si todo el mundo sabe de ti y de mí ahora mismo!

—Bien —dijo Mina, entrelazando sus dedos mientras se levantaban—. Porque no creo que pueda evitar gritar desde los tejados que ahora eres mía.

—Soy tuya. —Abrieron la puerta.

Como de costumbre, la casa estaba sumida en un caos. Nayeon inmediatamente se acercó a ellas, agarrando a Mina por el brazo.

—Oh bien, ustedes han terminado de besuquearse. Ven aquí, Mina, ¡encontré algunos videos viejos que le ganan a esas fotos de bebés!

Mientras tanto, la madre de Chaeyoung había escuchado las noticias del contrato de diseño y de Mina, y estaba en estado de shock, después de haber estado bastante ajena a todo en los últimos meses.

—¡Chaeyoung, mi bebé! ¿Por qué no me dijiste que estabas interesada en Myoui Mina? ¡Esa es una gran conexión para hacer, y la has estado haciendo justo delante de mis narices! Primero Dahyun, ahora tú. ¡Qué astuto de tu parte! ¡Qué buena sorpresa para tu mamá! —Le dio unas palmaditas en la cabeza a Chaeyoung, que soportó el entusiasmo de su madre, resistiendo el impulso de poner los ojos en blanco.

—¡Dios mío! ¡qué rica es, incluso más rica que Sana, seguro! ¡Cómo va a ayudar esto al negocio! ¡Oh Chaeyoung, mi querida hija! ¡Sabía qué harías lo mejor para ti, para todos nosotros! Dios mío, pero ¿se quedará a cenar? ¡Haré su comida favorita! ¿Cuál es su favorita? Tu padre puede ir a la tienda ahora mismo a comprar los ingredientes. ¡Ay Dios mío! —Afortunadamente, su madre estaba tan atrapada en la idea de Mina que Chaeyoung no tuvo que hablar mucho, aunque instó a su madre a mantener su lengua alrededor de Mina.

Aun así, cuando captó la atención de Mina desde el otro lado de la sala de estar, donde Nayeon estaba manipulando su antiguo VCR para mostrar lo que seguramente serían videos caseros de la infancia humillantes, mientras su madre seguía hablando y alabandola, empujando a su padre para ir a la tienda, Chaeyoung no pudo evitar pensar que soportaría todo el caos por esa chica y sus hermosos ojos oscuros.

Mina, al tener su atención, articuló: Te amo, el primer día, levantando su dedo índice como el número. Y de hecho lo fue, el primer día del resto de sus vidas.

____________________

Muchas gracias por leer y esperar las actualizaciones de esta historia <3

Planeaba dividir este capítulo en dos, pero mientras lo traducía decidí subirlo completo. Lamento mucho la demora, finalmente llegamos al capítulo final de esta bonita historia. Aun nos queda el epílogo que espero subir antes de que termine el mes. 

Muchas gracias por apoyar este proyecto, inicialmente dije que traduciría otras historias, pero debido al poco tiempo que tengo para hacerlo, no lo haré mas, pues no es justo que les deje tanto tiempo esperando. 

Sin embargo sigo leyendo, así que siéntanse libres de recomendar historias, o de pedir recomendaciones también.  

Si twice viene a México este año, y algunos de ustedes son de aquí, me encantaría conocerles, así que seguiremos por aquí, pueden escribirme cuando quieran :)

Tengan un buen Día/tarde/noche, pequeños seres <3

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