Skawng // Neteyam

By WhiteVenus_writer

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❪ Neteyam ❫ -Toda la energía es un préstamo... que algún día hay que devolver ❪ 𝘓𝘪𝘦 𝘴𝘪 𝘰𝘦 𝘕𝘦𝘵𝘦𝘺𝘢... More

Regalitos Gráficos 💙
¡Cuenta de Edits! 🎥 🎶
1. Cambios
2. Nuevos lazos
3. Sucesos extraños
4. Estabilidad
5. Te veo
6. Inicio del aprendizaje
¡Feliz Navidad! 💙
7. El comienzo de algo
8. Acercamiento
9. Presentación al pueblo
10. La llegada de los Tulkun
11. Payakan
12. Futuras tsahík
13. Distanciamiento necesario
14. Puedo renunciar pero no olvidar
15. El retorno del recuerdo
16. Un regalo diferente
17. Oel ngati kameie
18. Una vida a tu lado
19. Regreso a la realidad
20. Cambios de aptitud
21. Sobre protector
22. Defensiva
23. Caos y miedo
24. Patrullas
25. Una presentación formal
27. Te veo
28. Unión de fuerzas

26. Una pérdida esencial

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By WhiteVenus_writer

Maratón 2/3

Me removí incómoda por la luz que entraba de fuera y agité mi cola con algo de frustración. Estaba muy cómoda como para tener que levantarme tan pronto.

Los recuerdos de la noche anterior vinieron a mi mente y sonreí por inercia a la es que empezaba a abrir los ojos. La fiesta había sido increíble, después de bailar la canción todos habíamos tenido que ponerla varias veces más para seguir bailando; a los Metkayina parecían haberles gustado lo de bailar. Incluso estuvimos tratando de aprender pasos de baile para hacer todos. Fue un bonito momento de unión del pueblo, al menos así lo había sentido, y aunque muchos lo recordarían como «la gran fiesta de unión de Ae'itan y Ngayä», realmente había sido increíble gracias a Neteyam; había sido nuestro momento, aunque nadie lo hubiera apreciado del todo de esa forma, ni siquiera le habían dado verdadera importancia al hecho de lo cerca que nos encontrábamos Neteyam y yo la mayor parte del tiempo, o a las miradas que nos dedicábamos cada segundo.

Unos gritos de espanto se oyeron fuera y me incorporé asustada al oír el alboroto que parecía haber junto a la orilla. Rápidamente me desperecé y salí corriendo en dirección a la orilla para ver que era lo que había pasado que tanto horrorizaba a todos. Me quedé completamente en shock al ver a mi madre llorando en el suelo y a mi padre tratando de calmarla a la vez que buscaba la calma del resto de los Metkayina. Al ver que no podía con todo, me abrí paso entre la multitud y traté de llegar a mi madre, pero alguien me agarró del brazo.

Me giré en dirección a quien me había agarrado y mi mirada se endureció al ver a Ae'itan.

—Ngayä, lamentó mucho tu pérdida, si hay algo que pueda hacer-

Le interrumpí apartando su mano de mi brazo y le miré extrañada.

—¿Mi pérdida? ¿De qué estás hablando?

Él me miró algo confundido y dudó por un momento.

—La gente del cielo ha matado a la hermana espiritual de tu madre y a su bebé.

Me tensé de inmediato al oír sus palabras y retrocedí un paso tratando de asimilar lo que acababa de escuchar.

¿Desde cuando la gente del cielo caza a los Tulkun tan cerca de las islas?

Interrumpí mis pensamientos cuando vi como Ae'itan hacía el amago de rodearme con sus brazos y retrocedí bufando en su dirección.

—¿Qué crees que haces?

—Solo quiero ayudarte, Ngayä, sé que debe de ser un duro golpe para ti y tu madre.

Entrecerré los ojos en su dirección y le miré como retándole a acercarse a mí de nuevo. No le quería cerca, y mucho menos cuando era algo tan personal y familiar como lo que acababa de pasar. No le dejaría entreabren mi familia bajo ningún concepto, ni le dejaría usar la muerte de la hermana espiritual de mi madre como excusa para hacerlo.

—Si quieres ayudarme entonces mantente alejado de mí. No te quiero cerca de mi familia.

Y sin más me giré para Intihuatanas abriéndome paso entre los Metkayina hasta que llegué a mi madre. Mi padre me miró con algo de pánico pero se relajó al ver que me acercaba a mi madre para rodearla con mis brazos. Ella me devolvió el abrazo enseguida y continuó llorando a la vez que expresaba lo injusto que había sido que les arrebataran la vida a una madre y a su hijo Tulkun.

—Quiero que paguen —murmuró mi madre con enfado. Me separé un poco de ella para mirarla a los ojos y descubrí que sus ojos estaban cargados de ira y fiereza.

—Pagarán por lo que han hecho, te lo prometo.

Me volvió a abrazar y aproveché para observar a mi alrededor, tratando de enterarme de qué estaba pasando.

—Escuchad ¡Escuchadle!

Oí la voz de Neteyam y vi como intentaba que escucharan a su padre entre la multitud. Su padre estaba frenético intentando que le escucharan así que rápidamente presté atención a la conversación, notando como mi madre hacía lo mismo.

—Decidles a los Tulkun que se vayan.

—¿Que se vayan? —Mi madre se separó de mí y le miró horrorizada y llena de ira—. Vives entre nosotros, ¡y no has aprendido nada!

Los Metkayina volvieron a ponerse frenéticos a la vez que gritaban que debíamos lucha contra la gente del cielo. Mi madre se separó para colocarse junto a mi padre, enfrentando a Jake, y yo me encogí rodeando mi cuerpo con los brazos, temerosa de lo que estaba a punto de pasar.

Neteyam me vio de cuclillas en el suelo y se acercó rápido en mi dirección, agachándose a mi lado y rodeándome con sus brazos de forma protectora. Me dejé caer al suelo con él y Neteyam me atrajo a su pecho rodeándome con su cola en modo de defensa. Nadie se fijaba en nosotros, excepto una persona que conectó su mirada con la mía; Ae'itan. Sin embargo, estaba demasiado nerviosa con la situación como para alejarme de los brazos protectores de Neteyam. 

—No, no, no. Escuchad. Si atacáis, si lucháis, ¡os destruirán! Van a destruir todo lo que amáis.

Vi como mi madre llevo su mano instintivamente a donde descansaba su bebé y yo llevé la mía a Neteyam, entrelazando nuestros dedos con fuerza.

A pesar de sus palabras, los Metkayina no parecían querer oírlo, estaban más que dispuestos a luchar por nuestros hermanos.

—¡Escuchad lo que os digo! —imploró Jake, frustrado—. Hacedme caso, maldita sea.

Neteyam dejó un beso sobre mi cabeza y se acercó para ayudar a su padre.

—Calmaos, ¡calmaos! Escuchad a mi padre, dice la verdad.

Jake se acercó a su hijo y cogió de sus manos el objeto con el que habían matado a él Tulkun. Al verlo, todos se callaron, mirando en objeto con horror y miedo.

Neteyam regresó a mi lado y me aferré a él rápidamente, temblando por los nervios y el miedo por nuestros hermanos Tulkun.

—Neteyam... —Le miré desesperada sabiendo que a mi hermana Tulkun podrían hacerle lo mismo y él me abrazó más fuerte tratando de calmarme con palabras suaves.

—Tranquila, no le pasará nada. La avisaremos.

Observé de nuevo el objeto y solté el aire de mis pulmones con nerviosismo.

—Decidles a los Tulkun que si les alcanza uno de estos les espera la muerte —miró a mis padres y respiró con fuerza para tranquilizarse—. Y avisadme, yo lo silenciaré.

Hizo una pausa y miró a su alrededor antes de continuar:

—Salvarles la vida es lo único que importa, ¿no? Salvar a la familia —su mirada se dirigió a mi madre quien pareció por fin entender a Jake.

Vi como dudaba cuando mi padre la miró y luego me miró a mí, aún temblaba en los brazos de Neteyam por el miedo. Su mirada se serenó y volvió a mirar a mi padre para cerrar los ojos unos segundos, aceptando la propuesta de Jake.

Mi padre subió a un punto más alto y suspiró con desgana.

—Decídselo...

Respiré agitada y me separé levemente de Neteyam.

—Correr, ¡vamos! —dijo mi madre apurada.

Me levanté automáticamente y Neteyam imitó mi acción. Iba a decirle que viniera conmigo pero seguí su mirada viendo cómo Lo'ak se alejaba entre la multitud a la vez que la respiración de Neteyam se hacía más agitada, como si supiera que su hermano fuera a hacer una estupidez.

Salvar a la familia.

Recordé las palabras de Jake y agarré el brazo de Neteyam, atrayendo su atención.

—Ve con él. No dejes que haga nada estúpido.

Neteyam me agradeció con la mirada al darse cuenta de que sabía exactamente en lo que estaba pensando. Se acercó a mí y juntó nuestras frentes suspirando.

—Ten cuidado.

—Tú también. 

Y sin más, tomamos caminos separados.

Tenia una constante punzada en el pecho que parecía gritarme «peligro». Pero no podía prestarle atención a eso ahora, debía buscar a mi hermana Tulkun y avisarla; antes de que fuera demasiado tarde...

Silbé con fuerza, tal y como Neteyam me había enseñado un día, y vi como mi Ikran descendía desde lo alto para llegar hasta mí.

—Hay que darse prisa. Tengo un mal presentimiento.

Subí a mi Ikran y sobrevolamos las aguas en busca de la Tulkun que tanto quería. Hice sonidos para llamarla hasta que por fin vi un gran chorro de agua saliendo en dirección al cielo y entonces la vi; esperándome.

Bajé del Ikran a un distancia prudente del agua y caí junto a mi hermana, para acercarme a ella.

—Hermana, hay algo que tienes que saber.

«Por fin te animas a contarme que estás prometida, ¿cómo se te ocurre escoger a ese patoso en lugar del Na'vi guapo del bosque? ¿Y cómo se te ocurre no contármelo?»

En cualquier otra ocasión me habría reído por lo dramática que era mi hermana, pero esa vez es diferente; su vida corría peligro, y no podía permitirme perderla bajo ningún concepto.

—No es eso. Tienes que irte, todos tenéis que iros.

Su mirada cambió a una confusa y no hizo falta que emitiera la pregunta.

—La gente del cielo está cazando Tulkun cerca de las islas, han matado a la hermana espiritual de mi madre y a su bebé. Si os alcanza uno de sus aparatos os espera la muerte, tenéis que iros y en el caso de que os alcance alguno venir aquí para que lo desactivemos, pero debéis alejaros.

Su mirada cambió a una de pánico y me miró preocupada.

—Tranquila, yo estaré bien. Asegúrate de estar a salvo por favor.

A abracé pero antes de irme vi que miraba algo detrás de mi sorprendida antes de mirarme de vuelta.

«¿Ese no es el hermano del Na'vi guapo?»

Fruncí el ceño y luego miré detrás de mí, quedándome sorprendida al ver a Lo'ak tratando de escapara del arrecife. Detrás de él iban todos los Sully y mis hermanos.

Me tensé al ver a Neteyam tras su hermano y entonces lo entendí.

—El presentimiento... —Busqué en mi cabeza y todo hizo click cuando volví a ver la escena frente a mí—. Neteyam.

Sin esperar un segundo me lancé a nadar tratando de ir lo más rápido que podía. No hizo falta mucho tiempo cuando sentí que algo me impulsaba desde atrás. Miré detrás de mi con una sonrisa y me apoyé sobre su cabeza, sintiendo un escalofrío por los recuerdos.

—Gracias, hermana —acaricié con suavidad su cabeza y sonreí.

«No hay de qué. Pero compénsamelo y únete al Na'vi guapo, ¿quieres?»

Esa vez si me permití reír antes de prepararme y sentir como ambas nos hundíamos para comenzar a ir en dirección a Lo'ak a gran velocidad.

Justo cuando Lo'ak se acercaba a la salida del arrecife, mi hermana Tulkun saltó fuera del agua, frente a él, y le obligó a detenerse el tiempo suficiente para que los demás lo alcanzaran.

—¡Lo'ak! ¿Cómo se te ocurre?

Su hermano lo agarró del brazo, para asegurarse de que no escapara, y lo fulminó con la mirada.

—No lo entendéis, tengo que avisar a Payakan, ¡lo matarán si nadie le avisa!

Me tensé ante la mención del Tulkun y mi hermana me acercó más a ellos para que pudiera intervenir.

—Entiendo tu preocupación, Lo'ak, yo también quiero proteger a Payakan, pero hacer esto ahora es una estupidez. No sabemos dónde está y podríamos morir todos, incluido él; tenemos que pensarlo mejor, no podemos contra toda una flota. 

Lo'ak me miraba suplicante pero tuve que negarme a mí misma su petición.

No puedo ponerlos a todos en peligro de esta forma.

—Aonung —llamé a mi hermano y él se acercó a mí en su montura, esperando alguna orden. Desde el anuncio de mi compromiso mis hermanos mantenían mucho respeto hacia mí—. Llévalo de vuelta, por favor.

El Sully menor trató de resistirse, pero Aonung asintió y obligó a Lo'ak a subirse con él en el Ilu para llevárselo de vuelta. Tsireya les siguió automáticamente tras lanzarme una mirada agradecida y acabamos quedándonos Neteyam y yo junto a mi hermana Tulkun.

Neteyam me miró con suavidad y luego miró a mi hermana Tulkun.

—Me alegro de que estés bien.

Mi hermana Tulkun hizo un sonido de agradecimiento y esa vez Neteyam pareció entenderla, sonriéndole de vuelta. 

Observé a ambos comunicarse sin prestar atención a la conversación, estaba hipnotizada con la escena de los dos seres a los que más quería, junto con mi familia, hablando tranquilamente entre ellos. Quería que nuestra vida fuera así para siempre, quería que mi vida junto a Neteyam fuera exactamente como nos la merecíamos, así de pacífica y normal; pero tan especial al mismo tiempo.

Al ver que habían terminado la conversación, extendí mi mano hacia Neteyam.

—¿Listo para volver?

Él me sonrió y aceptó mi mano, asintiendo. Se subió a la Tulkun, a mi lado, y le advertí de que se agarrase antes de sumergirnos.

Íbamos a gran velocidad y en pocos segundos ya estábamos otra vez en la orilla. Me despedí de mi hermana Tulkun, pidiéndole que tuviera cuidado y dejé mi cabeza apoyada sobre la suya unos segundos.

«No le pierdas, Ngayä. Ese Na'vi lo vale todo, y se nota que él lo daría todo por ti.»

La miré agradecida y asentí, dejándola marchar. 

Neteyam me ayudó a salir del agua y una vez fuera me encontré conque todos estaban reunidos de nuevo. Solté la mano de Neteyam y fruncí el ceño cuando todas las miradas se dirigieron hacia mí; logré captar una mirada de pánico de mi madre y entonces le vi.

Ahí estaba él, de pie en el centro del círculo mientras me observaba de brazos cruzados con una sonrisa victoriosa y el ego saliendo de cada uno de sus poros. Volví a sentir la sensación de peligro y entonces me di cuenta de que la persona frente a mí era alguien peligroso; alguien que por conseguir sus deseos arrasaría a cualquiera frente a él...

Ae'itan.


¡Aquí vamos con el segundo de la maratón! 

Llevo desde hace un tiempo diciendo que había un capítulo que era mi favorito por cómo se desarrollaba y todo lo que pasaba, pues bien... ¡es el siguiente!

Creo que va a ser el favorito de más de uno ;)

¡Os leo, nos vemos en el siguiente capítulo!

Atte. Venus.

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