DAYLIGHT | julián álvarez

Oleh lvndrhaze

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"Lo único que se me ocurre es amarte porque llenas mi vida de luz. No puedo, ni quiero dejar de quererte, no... Lebih Banyak

DAYLIGHT
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─ chapter four
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─ chapter eight
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─ chapter twenty five
─ extra one
─ extra two
─ extra three
─ extra four (final)
DELICATE & ENCHANTED
no da che

─ chapter twenty six

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Oleh lvndrhaze

EN INGLATERRA HACÍA UN FRÍO DE CAGARSE, pero Sol prefería mil veces eso antes que el calor sofocante que hacía en Argentina en esa época del año. La chica tenía puesto un gorro de lana, un cuellito con corderito por dentro y una campera súper abrigada para tratar de combatir el frío mientras Rafael y Agustín se cagaban de risa de ella porque parecía un bebé de esos videos donde los emponchan a más no poder y después no pueden ni moverse.

— Se supone que en unos minutos sale, así que ya podés ir bajando del auto si querés. —Rafael la observó por el retrovisor, soltando una carcajada al ver como Sol luchaba con la manija del auto gracias a los guantes que tenía puestos.

— ¡No te rías! ¡Ayúdenme! —se quejó Sol, mientras Rafael se bajaba para poder abrirle desde afuera— Es hasta que me acostumbre al frío otra vez, vengo de estar a cuarenta grados bajo la sombra, ya me desacostumbré al clima de acá.

Era siete de enero, hacia tan solo unas horas que Sol había llegado a Inglaterra y que los hermanos de Julián habían ido a buscarla al aeropuerto para llevarla hasta el predio donde los jugadores del City entrenaban para darle una sorpresa al cordobés.

Con cuidado de no resbalar con la capa de nieve que había en el suelo, Sol rodeó la camioneta apoyándose en el costado del acompañante, guardando sus manos en los bolsillos de su campera, mientras Agustín y Rafael permanecían en el interior disfrutando de la calefacción. Cuando vio que comenzaba a salir gente del complejo, la chica aguardó a ver la figura de Julián hasta que finalmente pudo divisar a su novio que salía mientras reía con Phil Foden y Erling Haaland. Como los hermano sabían que Julián no iba a atinar a mirar hacia donde estaban, decidieron tocar la bocina de la camioneta llamando su atención. Confundido, los jugadores que salían alzaron la mirada hacia donde ellos estaban, y los ojos de Julián se abrieron con sorpresa cuando finalmente pudo ver quienes eran.

El chico soltó su bolso a un lado, sin preocuparse demasiado por donde caía, para correr hacia donde estaba la chica de pie junto a la camioneta, atrapándola en un fuerte abrazo que Sol agradeció porque ayudaba a mitigar el frío. Los demás jugadores observaban la escena con curiosidad, mientras que Erling había levantado el bolso que Julián había dejado tirado.

— ¿¡Qué haces acá, amor!?

— Un poco de turismo, me dijeron que este era un buen lugar para conocer, que por ahí tenía la suerte de conocer a alguno de los jugadores del City así que quise darme una vuelta por acá. —dijo Sol riendo cuando Julián la levantó a unos centímetros del piso.

— Pensé que tenias la fecha del vuelo para fin de mes por mi cumpleaños.

Sol sonrió cuando finalmente Julián rompió el abrazo, notando el brillo de emoción en sus ojos que contrastaba con su nariz roja por el frío— Quería darte una sorpresita, me dieron vacaciones y aproveché para venir a pasar tiempo con mi cordobés favorito.

— Pensé que tus cordobeses favoritos éramos nosotros cuña. —los dos observaron a Agustín y Rafael, que habían bajado el vidrio y los observaban con una ceja alzada.

— Te encantaría culiado. —Julián sonrió con suficiencia para volver a abrazar a Sol, sin creer que su novia estaba ahí con él en Inglaterra— Me das mucha ternura así de emponchada, ¿te podés mover Sol? —las palabras de Julián provocaron la risa de sus hermanos.

La chica lo golpeó en el pecho, aunque no le hizo nada porque él también tenía una campera abrigada— No te rías Juli, basta, es hasta que me vuelva a acostumbrar al frío. —Julián sonrió, acercándose para dejar un beso en su nariz, que estaba helada.

— Vení, acompañame a buscar el bolso y de paso saludas a los chicos. —el cordobés entrelazó su mano con la de ella, y con cuidado caminaron hasta donde estaban los demás jugadores observándolos con curiosidad. Sol tenía una sonrisa dulce en sus labios, agitando su mano a modo de saludo hacia los jugadores— Ella es la chica de la que les hablé, algunos ya la conocían, pero para los que no ella es Sol, mi novia. —la presentó con un inglés bastante decente, Sol sonrió orgullosa porque las clases con él estaban funcionando.

¡Hola! Es un placer conocerlos o volverlos a ver en algunos casos. —la chica paseó su mirada por los jugadores, sonriendo al ver las miradas sorprendidas de aquellos que ya la conocían.

— ¡Sol! Por Dios, hace mucho que no nos vemos. —el primero en reaccionar fue Phil, que gracias a toda la ropa que traía encima no había llegado a reconocerla, acercándose para darle un abrazo

— ¡Pero si es la mini Agüero! —Rodri se acercó a ella dándole un abrazo también, hablando en español— ¿Cómo va todo, Sol?

— Bien, re mil cagada de frío, pero bien, feliz de volver. —respondió la chica, abrazándose al costado de Julián.

— ¿Has sido tu quien le ha estado enseñando inglés a Julián? —cuestionó el portador de la camiseta dieciséis en el City— ¿No que Julián empezó a hablar mejor en inglés? —cuestionó ahora en inglés para que los demás pudieran entender, lo que provocó la risa de los demás mientras asentían.

¿Es obra tuya? —cuestionó otro jugador— Jack Grealish, un placer conocerte finalmente después de todas las fotos que vimos con Julián.

Erling Haaland, un placer conocerte Sol, tenés que saber que Julián no dejaba de hablar de vos. —ante las palabras de Erling, Sol soltó una risita mientras Julián se ponía todo rojo.

Los demás jugadores que aún no conocía fueron presentándose con ella mientras que los que la conocían por su hermano la saludaban afectuosamente, diciendo que extrañaban al Kun en el equipo. Pero todos aprovechaban la oportunidad para joder a Julián que según ellos estaban en su Lover era.

— Bueno, creo que ya me quemaron los suficiente. —Julián tomó su bolso, colgándolo sobre su hombro, provocando las risas de los que entendían español.

— ¿Venís al partido de mañana, Sol? —preguntó Erling sonriendo, la chica le había caído demasiado bien, era un amor y le daba ternura lo bajita que era a su lado.

Obvio, ya tengo mi entrada hace días, los hermanos de Juli se encargaron de conseguirla por mí, lo voy a estar mirando con su familia.

Nos vemos mañana entonces.

Los jugadores se despidieron de la pareja viendo como se encaminaban juntos a la camioneta donde aguardaban los hermanos de Julián.

— ¿Hasta cuándo te quedas? —cuestionó Julián tomando la mano de Sol con suavidad para entrelazarla con la suya, los dos iban en el asiento trasero mientras Rafael manejaba y Agustín estaba en el del acompañante.

— El dos de febrero tengo la fecha del vuelo para volverme, tenemos bastante tiempo para aprovechar.

— ¿Te estás quedando en un hotel?

Sol negó con su cabeza— Sergio todavía tiene el departamento acá de cuando jugaba en el City, voy a quedarme ahí mientras tanto. Por lo que me dijeron tus hermanos está bastante cerca del tuyo, no vamos a tener problema para vernos.

Julián sonrió, volviendo a atraparla en un abrazo que la tomó por sorpresa, pero que la derritió por completo— Gracias por la sorpresa, te extrañé muchísimo.

— Yo también, Juli. No sé como mierda hice para no callármelo y no decirte que venía, te juro que cada vez que hacíamos videollamada me daban ganas de contarte, pero valió la pena porque la carita que pusiste. —la chica dejó un beso en su mejilla— Y contame, ¿estás preparado para el partido de mañana?

— Ahora más que nunca. —respondió guiñándole un ojo.




EL ESTADIO ESTABA REPLETO, faltaban minutos para que comenzara el partido contra el Chelsea y la gente estaba meta cantar, aunque claramente la energía que tenían no igualaba ni ahí la energía que había en los partidos de Argentina o que involucraban a la Selección Argentina.

Sol estaba en las gradas acompañada de la familia de Julián en uno de los palcos, y Sol estaba eternamente agradecida de que pudiera ver el partido desde ahí ya que había calefacción y no estaba expuesta a la llovizna de ese día. La menor de los Agüero llevaba la camiseta del City con el diecinueve y el apellido de Julián, la que le había regalado la familia Álvarez, acompañada en esta ocasión por un gorrito con los colores y el logo del equipo.

— ¿Nerviosa, Solcito? —la pregunta de Mariana llamó su atención, al mujer se había acercado a ella con un dos vasos de café, tendiéndole uno mientras Gustavo y Agustín aparecían con otros para ellos mismos, Rafael y su mujer.

— Gracias Mari. —la chica tomó el vaso con una sonrisa viendo como la mujer se sentaba junto a su marido, y ella quedaba junto a Agustín— No tanto, estoy más emocionada que otra cosa. Sé que el Chelsea no viene demasiado bien, pero eso no asegura nada, ¿no? Igual elijo creer que el City va a llevarse el partido. Y hace mucho que no veo un partido del City en la cancha, me hace acordar a cuando mi hermano jugaba.

Los ojos chocolate de Sol brillaron con entusiasmo cuando vio que Julián ingresaba de la mano de un nene al campo de juego junto a los demás jugadores, siempre que veía a Julián con nenes no podía evitar morir de ternura.

— Ya vas a tener los tuyos con él. —la voz de Agustín la sobresaltó, sintiendo como se ponía toda roja.

— Basta, Agus. —se quejó tocando sus cachetes, sintiendo que estaban calientes por la vergüenza.

— Lo mínimo que espero es ser el padrino. —dijo el chico con una sonrisa divertida.

— Anda haciendo fila pa, tengo privilegio de ser el mayor, tengo prioridad. —intervino Rafael que había escuchado lo que hablaban.

Sol soltó una risita— Creo que tienen competencia, porque Enzo también lo pidió. —los dos hermanos la observaron con indignación.

El partido había comenzado relativamente tranquilo, el City tenía el dominio de la pelota y por el momento estaban jugando bastante tranquilos.

— ¡PERO LARGALA HERMANO!

— ¡PALMER LA CONCHA DE TU MADRE! ERA PARA JULI ESA. —exclamó Sol tapando su rostro con frustración, a su lado Rafael y Agustín estaban igual de calientes mientras puteaban al jugador que a los dieciocho minutos del primer tiempo tenía la posibilidad de hacerle un pase a Julián que sin problemas podía haber terminado en gol, pero había preferido quedarse la pelota y tirarla al arco, siendo atajada por el arquero del Chelsea, Kepa.

Sol casi se infarta cuando en el minuto veinte Kai Havertz se había acercado demasiado al arco del City, siendo una amenaza para el arquero, un suspiro de alivio dejando sus labios cuando el arquero de los ciudadanos fue capaz de atrapar la pelota.

— ¡GOL! ¡GOLAZO POR FAVOR! —gritó Sol cuando en el minuto veintitrés Mahrez hizo un gol directamente con el tiro libre que se les había otorgado luego de una falta— ¡VAMOS VIEJA!

— ¡VAMOS LA CONCHA DE SU MADRE! —los dos hermanos y Sol se abrazaban mientras saltaban y festejaban, bajo las risas de Mariana y Gustavo, y la mujer de Rafael que los grababa con su teléfono completamente divertida.

— ¡ES PENAL ESO! —gritó Gustavo, al ver la jugada en la que Havertz tocaba la pelota con su mano.

Sol abrió sus ojos con sorpresa al ver lo que ocurría en la cancha— ¿Juli está pidiendo para patear el penal?

Toda la familia Álvarez estaba sorprendida de ver al chico agarrando la pelota para patear el penal del City, creyendo que lo harían otro jugador.

— ¿Qué mierda hace el arquero del Chelsea? —preguntó Agustín al ver como se acercaba a Julián y se agachaba un poco frente a él para hablarle.

— Le quiere está queriendo hacer la cabeza para que se desconcentre. —respondió Gustavo chasqueando la lengua.

— ¿Justo a Julián le quiere hacer la cabeza? Estuvo más de un mes encerrado con el arquero más desquiciado, ya no hay nada que lo perturbe a estas alturas. —Sol observó como Julián se reía de forma despreocupada por lo que Kepa le estaba diciendo— Se le está cagando de risa, dios mío lo amo, ya entró en la demencia.

— Se le pegó la del Dibu, espero que esté orgulloso de su pollo. —dijo Rafael con diversión.

— Cuando vea esto se va a cagar de risa.

Finalmente, el árbitro le indicó a Kepa que regresara a su posición, y cuando pitó el silbato Julián se acercó a la pelota pateando con determinación. El grito de los hinchas del City resonó por todo el lugar en el momento en que la pelota infló la red del Chelsea mientras Julián salía corriendo para festejar con sus compañeros de equipo.

— ¡GOL! ¡GOL DE JULI! —gritó Sol saltando mientras todos en el palco festejaban a los gritos— ¡VAMOS MI AMOR! AAAAAA COMO LO AMO, TE RE CABE KEPA, PA TU CASA.

La chica observó cómo los demás jugadores abrazaban a Julián con entusiasmo, mientras el chico hacia el gesto de Spiderman con sus manos hacia la multitud. Un grito de emoción escapó de los labios de Sol cuando Julián se giró hacia donde estaba el palco, señalando y haciendo el mismo gesto de la "S" que había hecho en los goles del mundial.

— ¡La araña que pica! —gritó Agustín abrazando a la chica mientras los demás reían.

— No deja pasar una este hijo de mil, que mal que nos hace quedar a los demás. —dijo Rafael riendo.

Durante unos cuantos minutos más el partido se mantuvo de la misma forma, el City teniendo acercamientos peligrosos al área que no llegaban desgraciadamente a convertirse en el tercer gol mientras el Chelsea trataba de resistirse a los ataques.

En el minuto treinta y siete, Rodri hizo un pase largo para Mahrez, que esperó a Walker que se acercaba corriendo por atrás, y en el momento que pasó por su lado se la pasó y este se la envió a Foden que terminó apuntando al arco.

— ¡GOL VIEJA! VAMOS PHIL TODAVÍA AAAA ESTÁN RE EN UNA HOY, ME ENCANTA.

— Fue un golazo, que capo que es Foden. —ante el comentario de Agustín, Sol asintió sonriendo con orgullo, recordando los inicios de Phil en el city cuando todavía estaba su hermano.

— El baile que le están pegando al Chelsea por favor. —dijo Gustavo mientras aplaudía con el resto de los hinchas.

Y si, el City le terminó pegando tremendo baile al Chelsea. Para cuando el partido había terminado, el City había terminado con cuatro goles, después de que cometieran una falta contra Phil en el área consiguiendo otro penal a favor que Mahrez había logrado meter, mientras que el Chelsea no había logrado meter ni un gol en los noventa minutos.

Mientras todos los hinchas se iban, los Álvarez y Sol se habían quedado aguardando afuera de los vestidores la salida de los jugadores para poder felicitar a Julián antes de que se marchara con sus compañeros. La primera en felicitarlo había sido su madre, seguida por su padre, sus hermanos y cuñada, dejando a Sol para el final. El cordobés abrió sus brazos con una sonrisa y Sol no tardó demasiado en arrojarse a su pecho, abrazándolo con fuerza.

— ¡Felicidades mi vida! —Julián murmuró un gracias, disfrutando la calidez que Sol entre sus brazos le brindaba— El partido que te mandaste por favor, y lo de Kepa, dios Juli te le cagaste de risa en la cara, estás desquiciado ya. La timidez la dejaste en Qatar nomás. —ante ese comentario los demás rieron porque posta parecía que Qatar había sido un antes y un después en el chico.

— Aprendí del mejor. —respondió encogiéndose de hombros, haciendo alusión al Dibu Martínez— Nos vemos más tarde, ¿no? ¿Vos te vas con ellos, Sol?

Mariana asintió— Tenemos que salir a festejar el resultado, tu padre ya reservó para ir a comer algo todos juntos.

— Sí, vine con ellos porque pasaron a buscarme por el departamento, dijeron que después me alcanzan. ¿Vos después te quedas conmigo?

Sin dudarlo el cordobés asintió. La noche anterior, después de que salieran a merendar algo juntos, Julián se había quedado a dormir en el departamento de Sol, aprovechando que en su auto tenía una muda de ropa para ir después directamente al predio donde estaban los demás jugadores para viajar juntos al estadio.

— Entonces nos vemos en un rato. —dejando un beso fugaz en los labios de Sol, Julián se despidió de todos para seguir a sus compañeros en dirección al micro que los había traído al juego.




DURANTE LA ESTADÍA DE SOL EN INGLATERRA, Julián y ella habían aprovechado cada momento libre que él tenía entre los partidos y los entrenamientos para pasar tiempo juntos, recorriendo las calles de Manchester, visitando lugares turísticos, almorzando con la familia Álvarez, merendando con Sol en distintas cafeterías porque era algo que a los dos le gustaba o simplemente quedándose mirando una película o cocinando junto a Sol en el departamento de la chica. Porque Julián en todos esos días casi no había pisado el suyo, después de cada entrenamiento se iba directamente para el de Sol, donde ya tenía ropa suya y otras pertenencias, pasaba las noches ahí y al otro día se iba desde ahí mismo a los entrenamientos, desayunando junto a su novia gracias a que Sol se levantaba temprano. Básicamente estaban exprimiendo por completo todo el tiempo que tenían mientras Sol estaba aun en Inglaterra.

La chica había asistido a todos los partidos del City, alentando por él y el equipo, independientemente de si ganaban o perdían, puteando a Pep Guardiola cuando no lo metía a jugar como había ocurrido en el partido del clásico contra el United. Sin importar qué, Sol siempre estaba en el estadio para brindarle su apoyo, y Julián no daba más del amor que sentía por la chica.

El día de su cumpleaños, aprovechando que no tenía ningún partido y que solo tenía entrenamiento, Julián había organizado para salir a comer con toda su familia y Sol por la noche a un restaurante que los chicos del City le habían recomendado, y había pasado la tarde junto a Sol, disfrutando de una maratón de películas Disney mientras comían pochoclos y permanecían toda la tarde acostados juntos.

Pero todo lo bueno llegaba a su fin, y que llegara su cumpleaños indicaba que enero estaba terminando, lo que indicaba que arrancaba febrero y que Sol debía marcharse.

Era primero de febrero, Julián estaba recostado entre las piernas de Sol mientras la chica le hacia mimos en el pelo, en la tele reproduciéndose una nueva rom-com de Netflix, cuando el teléfono de la chica sonó indicando que tenía una nueva notificación.

— ¿Te fijas Juli? Está en la mesa creo. —el jugador asintió, levantándose con cuidado y caminando hasta la mesa del comedor donde estaba el teléfono de Sol— ¿Quién es?

Una mueca apareció en los labios de Julián— Es el recordatorio para el vuelo de mañana. —murmuró acercándose otra vez al sillón, tomando asiento junto a la chica mientras le tendía el teléfono.

— Tendría que estar armando la valija. —dijo la chica mirando a su alrededor, todo estaba bastante ordenando a excepción de la pieza donde aún no había acomodado nada y la valija estaba completamente vacía en el piso.

— No quiero que te vayas. —murmuró Julián, observándola con sus ojos chocolate cargados de tristeza— No quiero dejarte ir otra vez, quiero que te quede conmigo.

Sol le dedicó una pequeña sonrisa, tomando sus manos con suavidad mientras trazaba caricias en ellas— Son unas semanas nomás, para cuando te des cuenta ya vamos a estar juntos otra vez Juli.

— Si, pero no me gusta saber que va a ser una visita corta para después volver a separarnos por mínimo un mes. —se quejó el cordobés.

Sol mordió su labio inferior— ¿Me estás proponiendo que me venga a vivir a Manchester?

Julián la observó con una sonrisa— Te estoy proponiendo que te vengas a vivir conmigo, no solo a Manchester, sino que bajo el mismo techo. —la chica no pudo evitar al oír sus palabras— Ya sé que tenés tu trabajo y no puedo ni quiero obligarte a dejarlo, pero me encantaría que podamos vivir juntos, ya me acostumbré a tenerte cerca todos los días. Después del mundial me acostumbré a pasar tiempo juntos constantemente Sol, sobre todo después de este viaje, a desayunar juntos, tomar mates a la tarde, salir a recorrer, ir a comer con mi familia, dios hasta las cosas más boludas como ordenar juntos o ir a comprar las cosas al supermercado me parecen completamente especiales cuando las hago con vos.

Sol estaba muriendo de amor por completo al oír todo lo que Julián estaba diciendo, la determinación en sus ojos y el tono firme en su voz. Fue entonces que ella se colocó de pie— Dame un segundo. —bajo la mirada confundida de Julián, la chica fue hasta su mochila donde guardaba las cosas del trabajo con la computadora y otras cosas, sacando una carpeta negra— Estaba esperando a que ya tuviera todos los trámites hechos para contártelo, pero me estas matando con todo lo que decis y con verte así. —Sol le entregó el sobre, y Julián entreabrió sus labios con sorpresa al ver que en el frente estaba el logo del Manchester City— Abrilo, dale, a ver que pensas.

Con curiosidad, el cordobés lo abrió comenzando a leer lo que tenía en su contenido bajo la atenta mirada de Sol que sonrió cuando finalmente Julián llegó a la parte principal y sus ojos se abrieron con sorpresa.

— ¿Vas a trabajar en el City? —Sol simplemente asintió, soltando una risa cuando Julián dejó la carpeta a un lado y se tiró sobre ella abrazándola y llenándola de besos— ¿Cuándo lo conseguiste? Para, ¿cómo vas a hacer con la AFA? ¿Renunciaste? —cuestionó el chico preocupado, sabiendo lo mucho que a Sol le gustaba ese trabajo, y lo mucho que él y los demás de la Scaloneta disfrutaban de tenerla en el plantel.

— No renuncié, tranqui. —le aseguró la chica— El veintiocho a la mañana, el mismo día que vos te viniste para acá, me llegó un mail de parte del equipo de medios y comunicación del City, básicamente me dijeron que se comunicaban conmigo porque les había gustado todo lo que habían visto en la cuenta de la Selección, la forma en la que la manejé, los juegos y todo eso, y que les gustaría tener una entrevista conmigo para hablar de la oportunidad de trabajar con ellos. Después de que te fuiste y que yo quedé como el orto porque tampoco quería que te fueras, decidí aceptar la entrevista y me dieron una fecha para mediados de enero.

— Entonces ¿no eran vacaciones?

— Sí, las vacaciones me las dieron, y cuando las fui a pedir aproveché para hablar con Nicolás y comentarle de esta posibilidad que me había surgido. Me dijo que ellos estaban muy conformes con mi trabajo y que no querían que abandone el puesto, que escuchara la oferta del City y viera si había una forma de llegar a un acuerdo, que ellos estaban dispuestos a ser flexibles con lo de la Selección.

— Dios, decime por favor que funcionó, donde dejas lo de la AFA los pibes me fusilan. —rogó Julián, provocando la risa de Sol.

Sol asintió con una sonrisa— Estas viendo a la Community Manager de la AFA y del Manchester City. —Julián sonrió abrazándola con fuerza mientras la felicitaba, diciendo lo orgulloso que estaba de ella y de lo que había conseguido— Voy a estar haciendo más o menos lo mismo que venía haciendo con la Selección, pero con lo que es el City, además de que quieren que haga algo extra de subir historias a Instagram comentando un poco de los partidos, el resultado y esas cosas. Y los de la AFA me dieron la posibilidad de trabajar desde acá, haciendo las reuniones por zoom o meet, pero viajando para eventos importantes donde la Selección se concentra como los Mundiales, la Copa América y amistosos, y ahí el City me permitió tener esos días como hacen con los jugadores que forman parte de las Selecciones.

— No ves que sos una genia. —el cordobés atrapó sus labios en un beso, sonriendo en medio del mismo— ¿Eso significa que aceptas mi propuesta?

— ¿Qué propuesta? —dijo Sol tratando de hacerse la desentendida— No me acuerdo, ¿me habías preguntado algo?

Julián colocó sus ojos en blanco, tomando el rostro de Sol entre sus manos, sonriendo a más no poder de la felicidad que estaba sintiendo en ese momento— ¿Querés vivir conmigo en Manchester, Sol?

La chica soltó una risita, robándole un beso— Me encantaría, Juli. —Sol no había terminado de responder que Julián ya la estaba besando otra vez, disfrutando de la sensación de sus labios y el sabor dulce a chocolate gracias a que hacia unos minutos atrás acababan de tomar unos calientes.

— ¿Cuándo se supone que tendrías todo listo para venirte? —cuestionó el cordobés.

— Se supone que para finales de febrero ya tendría todos los papeles en condiciones para viajar, igual sos el único que lo sabe aparte de mi hermano.

— ¿El Kun lo sabe? ¿Qué te dijo?

— Necesitaba hablarlo bien con alguien, y él siempre fue mi confidente para esas cosas. —hizo una pausa, sonriendo al recordar la charla con su hermano— Me dijo que hiciera lo que sentía y que él me iba a apoyar en todo, que estaba orgulloso y como que casi se larga a llorar diciendo que estaba creciendo muy rápido y que no podía creer que una araña le estaba robando a la hermana, entre otras cosas. —Julián soltó una carcajada ante esto último— Se ofreció a darnos el departamento, pero le dije que no sabía, que todavía no había nada confirmado, que vos no lo sabías y que no quería apurarme.

Julián asintió— El departamento está lindo, no te lo voy a negar, y es mucho más grande que el mío, pero me gustaría que elijamos algo nuevo entre los dos. —Sol le dedicó una sonrisa dulce— Cuando vuelvas podés quedarte conmigo en el que tengo ahora hasta que encontremos otra cosa, un departamento, una casa, lo que vos quieras.

— Me encanta esa idea. El único requisito que voy a pedir es que tenga una buena estufa porque el frío que hace acá dios mío, no sé si es porque estoy más vieja o qué, pero cuando vivía con el Kun no hacía tanto frio. —el cordobés carcajeó, tomando la frazada y colocándola sobre ambos, mientras él se acostaba entre las piernas de la chica— Está bien que cuando dormidos vos sos bastante calentito, pero no puedo andar pegada a vos todo el día.

— No me jodería. —se encogió de hombros provocando la risa de su novia— Dios, no tenés idea de lo feliz que me haces Sol. —hizo una pausa, alzando su cabeza para poder ver a la chica con una sonrisa dulce en sus labios— Estoy más que convencido de que llegaste a mi vida para darle luz, para darme todo eso que me faltaba y más.

Sol lo observó con una sonrisa, sus ojos cargados de amor— Te amo, Araña.

— Yo también, Sol, no tenes una idea de cuánto. 




FIN











nota de la autora: 

y como todo en la vida llega a su fin en algún momento, este fanfic también lo hizo. espero que lo hayan disfrutado tanto como yo, que hayan caído por sol y julián, y lo que fue su relación, que les haya sacado al menos una sonrisa. 

muchísimas gracias por todo el apoyo, los votos, los comentarios, todo. significó mucho para mí cada vez que veía que alguien votaba o que dejaba algún comentario :)) 

y no se olviden que todavía quedan unos extras de la historia, de algunas cositas en la vida de julián y sol, y espero que les terminen gustando tanto como a mí! 

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La hermana de Phil Foden va a ver a su hermano jugar el mundial de Qatar, pero ella no sabe que su vida va a cambiar radicalmente.