DAYLIGHT | julián álvarez

By lvndrhaze

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"Lo único que se me ocurre es amarte porque llenas mi vida de luz. No puedo, ni quiero dejar de quererte, no... More

DAYLIGHT
─ chapter one
─ chapter two
─ chapter three
─ chapter four
─ chapter five
─ chapter six
─ chapter seven
─ chapter eight
─ chapter nine
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─ chapter eleven
─ chapter twelve
─ chapter thirteen
─ chapter fourteen
─ chapter fifteen
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─ chapter eighteen
─ chapter nineteen
─ chapter twenty
─ chapter twenty one
─ chapter twenty two
─ chapter twenty three
─ chapter twenty four
─ chapter twenty six
─ extra one
─ extra two
─ extra three
─ extra four (final)
DELICATE & ENCHANTED
no da che

─ chapter twenty five

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LA HORA EN LA TELEVISIÓN ACABABA DE MARCAR LAS DOCE, voces diciendo "¡Feliz navidad!" mientras alzaban sus copas resonaron por toda la casa de la familia Messi para realizar el brindis. La chica de ojos chocolate se abrazó con fuerza a su hermano y su sobrino mientras les deseaba una feliz navidad y les decía lo mucho que los quería, para luego comenzar a felicitar y abrazar a los demás con una expresión radiante.

Para cuando la chica había terminado, lo primero que hizo fue agarrar su teléfono e irse hacia un rincón, mientras los demás sacaban a los nenes a afuera para ver los fuegos artificiales que los demás en el barrio estaban tirando (no tiren fuegos artificiales que hagan ruido la concha bien de su madre) para poder poner los regalos abajo del árbol sin que se dieran cuenta.

— ¡Hola mi amor! ¡Feliz navidad! —una sonrisa dulce se formó en los labios de Sol y sus ojos chispearon vivaces cuando Julián apareció en la pantalla por medio de una videollamada, portando una camisa blanca, con el primer botón desprendido, sus ojos chocolate brillando con cariño y una sonrisa en sus labios. Las ganas que tenía Sol de estar ahí y poder besarlo en ese momento eran tremendas.

— ¡Feliz navidad mi vida! —respondió la chica, notando como atrás de Julián podía verse a sus primos más chicos corriendo por todo el patio con lo que parecían ser estrellitas y bengalas— ¿Cómo estás? ¿Cómo lo están pasando?

— Bien, muy bien, aunque te extraño bastante. —Sol le dedicó una sonrisa, también lo extrañaba bastante, demasiado. Y es que con el Mundial y estar un mes en el mismo predio se habían acostumbrado a estar bastante tiempo juntos tomando mates o simplemente hablando, sí, pasaban tiempo con todos y la ausencia de todos era notable, pero con quién más pasaba tiempo Sol era con Julián y la ausencia se hacía cada vez más notoria.

— Yo también te extraño una banda, pero ya en unos días nos volvemos a ver otra vez.

Julián asintió con una sonrisa— ¿Ya tenés el vestido? Yo ya tengo todo el traje.

— Sí, hoy a la mañana Anto y Sofi me acompañaron a comprar los zapatos, así que ya tengo todo.

— ¿Es Sol? —de fondo podía oírse la voz de Agustín— ¡Hola Sol! ¡Feliz navidad!

— ¡Vieja, está Sol en llamada! ¡Feliz navidad cuña! —saludó Rafael apareciendo en la llamada junto a Agustín, corriendo ligeramente a Julián para que los tres pudieran entrar en la pantalla. Una risa brotó de los labios de Sol al ver la mirada que Julián les dedicaba a sus hermanos.

— ¡Feliz navidad chicos! —saludó agitando su mano frente a la cámara— ¡Hola Mari! ¡Feliz navidad para vos y Gustavo! ¡También para los demás! —dijo en el momento en el que Mariana se acercó con una sonrisa.

— ¡Feliz navidad Solcito! De parte de toda la familia.

— Bueno, ya saludaron, ya la vieron, ya se pueden ir yendo. —dijo Julián empujando a sus hermanos ligeramente para que salieran del enfoque de la cámara— Movete culiado.

— Daaah que egoísta que sos. —se quejó Rafael.

— Es mi novia, toca de acá, anda a buscar a tu mujer si queres romperle las bolas a alguien. —respondió Julián sacándole la lengua y provocando que Sol riera.

Durante algunos minutos más la pareja estuvo hablando por llamada, del lado de Sol se habían aparecido el Kun, Benjamín, Lionel y Ángel para saludar a Julián y desearle feliz navidad, y el Kun que había tomado unas copitas de champagne estaba bastante descansero diciendo que Sol se había desilusionado cuando no había visto a Julián debajo del árbol de navidad con un moño en su cabeza.

Para el veintisiete de diciembre Julián ya estaba en Buenos Aires, había llegado el día anterior a la mañana y se estaba quedando en el departamento de Sol. Su familia ya se encontraba en Manchester, mientras él tenía el vuelo programado para el veintiocho a la tarde. Faltaban unos minutos para que tuvieran que irse al casamiento de Nicolás y Carolina, y mientras Sol terminaba de arreglarse, Julián estaba cambiando la canción que estaba sonando en el Spotify, pasando de "Anti-hero" a "Cardigan".

Fue en ese momento que una notificación llegó en el teléfono del Cordobés— La aerolínea me acaba de recordar del vuelo de mañana.

— ¿Tenes todo para volver? —cuestionó Sol, acercándose a él, ya lista para poder salir.

— Todo menos las ganas. —dijo haciendo una mueca con sus labios— Quiero volver para jugar, pero me hubiese gustado estar unos días más acá con vos. Todavía no hablamos sobre como vamos a hacer...

Sol suspiró, tomando asiento junto a él— Podemos hacer que funcione a la distancia, a menos que quieras terminar con todo.

— No, ni en pedo. —dijo Julián rápidamente, con una expresión horrorizada.

— Te estoy jodiendo Juli. —Sol estaba tentada con la cara de Julián, tomando sus manos, mientras el cordobés entreabría sus labios indignado— Ya te dije que no pensaba soltarte. —poniéndose un poco más seria, Sol continuó hablando— Podemos organizarnos, armar algo para tratar de vernos el mayor tiempo posible, puedo viajar para allá cuando tenga libre acá o no tenga que hacer cosas para el trabajo.

— La cagada es que con el tema de los entrenamientos y los partidos yo no voy a tener mucho tiempo para venir, mucho menos cuando arranque la Champions.

— No importa, yo voy a tratar de viajar para allá cuando pueda o puedo hablar para trabajar a la distancia cuando no haya cosas importantes, pero vamos a hacer que funcione, ¿Sí? A finales de enero creo que puedo ir para allá unos días, justo para tu cumpleaños.

Julián asintió, acercándose a ella para dejar un beso en su frente. No le gustaba la idea de estar tanto tiempo alejado de Sol, pero estaba a dispuesto a aceptar todo el tiempo que pudieran llegar a tener juntos, quería aprovecharlos al máximo.

— ¿Vos ya estás lista, amor? —cuestionó el cordobés observando a su novia, sonriendo al ver lo hermosa que se veía con ese vestido negro y su pelo recogido que dejaba a la vista la espalda descubierta. Mientras él por su parte llevaba un traje negro, con camisa blanca y moño negro también.

— Todo listo, ¿vamos?

Así, los dos salieron del departamento de Sol en dirección a la estancia "Haras El Dok" donde Nicolás y Carolina celebrarían su casamiento.

En el lugar se encontraron con varios de sus amigos, como Valentina y Enzo, Licha y Muri o Lautaro y Agustina, además del Kun y Sofia. Después de la hermosa ceremonia donde la pareja finalmente dio el sí, pasaron a la fiesta donde Sol y Julián quedaron sentados en la misma mesa que sus amigos, disfrutando de una noche llena de risas, disfrutando de los platos que traían, de la música y de los diferentes discursos que la familia y amigos de los novios pasaban a dar al frente.

Para cuando el momento de tirar el ramo llegó, las chicas se habían levantado de sus asientos arrastrando a Sol con ellas, todo mientras los jugadores las observaban con una sonrisa. Julián no podía evitar pensar en lo preciosa que lucía Sol de esa forma, lo bien que ese vestido le quedaba, a juego con su sonrisa y su encanto. Guiñándole un ojo cuando Sol lo encontró con la mirada, lo que provocó que la chica sonriera.

— A que lo agarra Sol. —dijo el Kun, codeando a su cuñado, mientras veía a su pareja junto a Sol y Valentina que estaban de pie delante de ellos, ya que la mesa donde estaban sentados estaba precisamente detrás de todo el grupo de mujeres.

— A este ganas no le faltan. —comentó Enzo señalando a Julián con su cabeza, y provocando la risa de los chicos. Y Julián no iba a negarlo, ver todo eso lo hacían pensar en un futuro junto a Sol donde los dos pasaran por todo eso, donde terminaran en el altar dando el sí, y la idea le encantaba.

— ¡A la cuenta de tres! —gritó Carolina, colocándose de espaldas, con el ramo entre sus manos— Uno... Dos... ¡Tres! —los gritos de emoción de las chicas inundaron el lugar y cuando finalmente el ramo cayó, la risa del Kun fue lo primero que se escuchó.

— ¡No puede ser! —Enzo estaba completamente tentado, mientras los demás invitados reían, aplaudían y silbaban, eufóricos y divertidos por lo que acababa de ocurrir— ¡Es una banda!

El ramo había terminado de caer directamente en los pies de Julián, quien lo tomó sintiendo como se ponía todo rojo, más cuando empezó a escuchar como los demás gritaban.

"OOOAAAAAAAA" "¡VAMOS JULIÁN QUE SOS EL QUE SIGUE!" "ANDA PREPARANDO EL ANILLO PARA SOL"

Sol tapó su boca con sus manos, riendo por la expresión avergonzada en el rostro de Julián, pero abriendo sus ojos con sorpresa cuando el chico se puso se pie con el ramo en su mano para acercarse a ella y entregárselo, aumentando los gritos y los aplausos.

— Todavía es muy temprano para eso. —comenzó el cordobés hablando cerca de su oído— Pero creo que tenés que tenerlo vos porque en algún momento va a pasar, y si pasa, quiero que sea con vos. —un calidez la invadió de pies a cabeza ante esas palabras, sintiendo como su corazón se aceleraba, sus ojos observando al cordobés desbordantes de amor, mirándolo de la misma forma en la que él la miraba a ella.

— ¡Eh, eh! ¡Ojito con mi hermana! —dijo el Kun riendo mientras los señalaba, cuando Sol se acercó a Julián dejando un beso en su cachete— Pica, pero no tanto hijo de puta.

El resto de la noche se la pasaron bailando, disfrutando de la celebración, del momento del carnaval carioca y el momento en donde empezó a sonar "Muchachos" y todo se tiñó de los colores celeste y blanco, mientras saltaban en un trencito con los demás invitados. Sin dudas había sido una noche increíble, que había dejado recuerdos hermosos.




SOL OBSERVÓ LA PANTALLA DEL AEROPUERTO donde aparecía el vuelo en el que Julián partiría en unos minutos. El cordobés ya había realizado el check-in por lo que ya no tenía sus valijas con él, solo su mochila, y solo le quedaba pasar por el control, pero una vez que hiciera eso ya no podía volver por lo que eran sus últimos minutos con Sol.

Los dos estaban en un costadito apartado de la vista de los demás y llevaban varios minutos abrazados, dejando en claro que ninguno de los dos quería separarse del otro.

— Vamos a hacer muchas videollamadas ¿no? —cuestionó Sol, mordiendo su labio inferior para evitar largarse a llorar.

— Obvio, siempre que tenga un tiempito libre voy a llamarte para hablar por lo menos un ratito Sol. —le aseguró el chico.

— En año nuevo espero que tengas señal donde lo vayan a pasar, porque te voy a llamar.

— Voy a estar esperando con el teléfono en la mano para brindar juntos. —finalmente rompieron el abrazo, Julián tomando el rostro de Sol entre sus manos con suavidad, notando sus ojos brillosos por las lágrimas que se acumulaban— Me hubiese gustado poder aceptar la invitación de tu hermano, pero ese día hay partido a la mañana y Pep quiere que vaya, aunque ni siquiera sabe si voy a jugar.

— Lo mínimo que espero es que el pelado te meta en la cancha unos minutos. —dijo la chica, robándole una risa al jugador.

— Elijamos creer. —le dijo el cordobés, repitiendo esa frase que ella tanto había utilizado durante el mundial— Se supone que ya me tengo que ir, amor.

Sol asintió soltando un suspiro— Te voy a extrañar mucho.

— Yo también, una banda. —Julián acercó su rostro al de la chica, besándola y disfrutando del que sería su ultimo beso al menos por un tiempito, hasta que pudieran verse de nuevo. Y cuando el beso terminó, el cordobés fue dejando pequeños besos hasta que finalmente se separaron— ¿Nos vemos en unas semanas?

— Ya arranco a tachar los días. —respondió la chica de ojos chocolate.

Robándole un último beso, Julián le dedicó una sonrisa para finalmente encaminarse hacia la zona del control, girándose una ultima vez para ver a Sol de pie que lo saludaba con su mano y una sonrisa en sus labios, aunque por dentro la chica estaba que quería morirse, a punto de romper en llanto en cualquier segundo.

— Te quiero, Juli. —susurró la chica, y Julián sonrió siendo capaz de entender.

— Te quiero, Sol.

Y así, Sol vio como el cordobés se alejaba para viajar a Manchester, para dejar Argentina por tiempo indefinido, y para dejarla a ella por tiempo indefinido también. Mordiendo su labio inferior con fuerza para evitar romper en llanto, Sol salió del aeropuerto para tomar un taxi que la llevara hasta su departamento, completamente decidida a responder ese mail que le había llegado esa misma mañana.




ERA TREINTA Y UNO DE DICIEMBRE, fin de año había llegado y Sol no había dormido nada. El día anterior se había quedado hasta tarde organizando todo para subir un contenido especial de fin de año a las redes de la Selección, en relación a la victoria del mundial, y para cuando se había dado cuenta ya eran las cinco de la mañana y el partido del Manchester City contra el Everton estaba arrancando.

A pesar del sueño que tenía, Sol estaba completamente emocionada mientras gritaba y aplaudía en su departamento cuando Julián ingresó a la cancha con su medalla colgada en el cuello mientras todo el público lo aplaudía con entusiasmo al igual que sus compañeros del City, que le habían dado una bienvenida cálida que ya estaba dando vueltas por todo el internet.

— ¡Ay mi vida! Le da vergüenza. —murmuró Sol mientras se acercaba a la tele para sacar una foto y subirla en sus historias de Instagram, donde justo aparecía Julián saludando, poniendo lo orgullosa que estaba— No, no, no, me da muchísima ternura.

Sol sabía que era muy poco probable que Julián entrara a jugar en el partido cuando recién acababa de llegar a Inglaterra y solo había tenido dos días de entrenamiento junto a sus compañeros de equipo. Por eso pegó un grito sorprendida cuando vio que Julián comenzaba a calentar para finalmente entrar a jugar en los últimos minutos.

Dios mío, lo bien que le queda la camiseta del City. Todísima mi varón.

Para cuando el partido había finalizado el empate se había mantenido, pero al menos había tenido la oportunidad de ver a Julián en la cancha además del reconocimiento que le habían hecho. Aprovechando que durante el resto del día hasta la tarde no tenía nada que hacer, Sol se acostó a dormir para tratar de recuperar algunas horas de sueño o se iba a quedar dormida en el medio de la comida, antes de que dieran las doce.

— Me parece que andamos con sueño, ¿no? —Sol que acababa de bostezar, dejó de mirar la cuenta en Twitter donde acababa de subir uno de los videos especiales, para mirar a su hermano— ¿No era que habías dormido toda la tarde?

— Sí, pero sigo cagada de sueño, encima el fernet que me dio Lio para probar no estaría ayudando a mantenerme despierta. —se quejó— Creo que después de las doce voy y me tiro a dormir en las reposeras de tu patio.

— Falta poquito para las doce, más te vale que no te duermas pendeja, sino te vas a perder la sorpresa. —su hermano la tomó por los hombros, sacudiéndola un poco hacia los lados.

— Antonella ya me dijo que compraron postre borracho para después, ya dejó de ser sorpresa boludo. Aparte me comí todo el pionono y le di lindo a la carne, no me entra nada más.

— Por más llena que estes a la sorpresa le entras seguro. —dijo el Kun en un susurro, por lo que Sol no fue capaz de escucharlo— ¿Ya hablaste con mi cuña?

— Hablé después del partido, antes de que me quedara dormida. Y dijimos que íbamos a hacer llamada antes del brindis para poder brindar juntos a las doce de acá, porque allá ya van a ser como las tres de la mañana.

Sol volvió a observar la hora en su teléfono "23:52", revisando el chat con Julián y viendo que el chico le había clavado el visto en el último mensaje que suyo donde había puesto "vos avísame cuando, que yo te llamo".

Por ahí se quedó dormido, debe estar re cansado por los entrenamiento y el partido. Pensó Sol, mordiendo su labio inferior. Si es así no lo culpo, prefiero que aproveche a descansar.

La chica de ojos chocolate se levantó de su asiento yendo a la cocina para ayudar a llevar las copas y las bebidas para el brindis a la mesa mientras los nenes corrían con estrellitas en las manos, esperando el momento que dieran las doce. Poco a poco todos se fueron acercando a la gran mesa, los distintos amigos y familiares, Lio con Antonella y los nenes, Ángel con Jorgelina y las nenas, sus hermanos, su sobrino, todos estaban ahí.

Si bueno, no todos.

23:56 tocaron el timbre de la casa, pero nadie parecía escucharlo por la música y los gritos de los nenes, y lo mucho que todos estaban hablando.

— Che, Kuni, acaban de tocar el timbre. —Sol se acercó a su hermano que hablaba con Lío y Ángel.

— Ah, anda a fijarte, por ahí a los nenes de al lado se les fue la pelota de nuevo, a la tarde vinieron a romper las bolas como cinco veces, es tu casa también boluda. —la chica soltó una risita, encaminándose hacia la puerta principal, justo cuando su teléfono comenzó a sonar indicándole que tenía la videollamada con Julián.

La chica atendió sin prestar demasiada atención a la imagen— Para Juli, dame un minuto que los nenes de al lado se ve que quieren la pelota y mi hermano me mandó a mí.

Un grito de sorpresa escapó de sus labios cuando abrió la puerta. Julián estaba de pie al otro lado de la puerta, portando un pantalón negro y una camisa verde oscura, con su teléfono en mano mostrándole la pantalla con la videollamada aún en curso, y una sonrisa dulce en sus labios al ver a Sol y lo preciosa que estaba con ese enterizo de color blanco.

— ¡No puede ser! ¡Estás acá! —Sol saltó a los brazos de Julián que la atrapó sin problemas, riendo por la emoción de la chica. De fondo podían escuchar los gritos de los demás, mientras Antonella grababa todo con su teléfono, y es que todos sabían de la llegada sorpresa de Julián para Sol— ¿Qué haces acá desquiciado? Se suponía que estabas en Manchester. —dijo la chica liberando el agarre con ayuda del cordobés, mientras los demás se iban ubicando en la mesa para el momento del brindis.

Julián entrelazó su mano con la de Sol para seguirla hacia la mesa— Bien dijiste, estaba. —los dos miraron la hora en la tele "23:58" — Ni bien terminó el partido me subí a un avión para venirme, tu hermano me ayudó a encontrar uno privado, así que vine un poco más rápido sino no llegaba ni en pedo. —Sol desvió su mirada hacia el Kun, que los observaba con una sonrisa y al ver que lo miraban levantó el pulgar diciendo "De nada" — No quería que nuestro primer año nuevo fuera separados, quería arrancarlo con vos, los dos juntos.

Sol tapó su rostro— Dios, sos lo mejor que me pasó Julián. —murmuró provocando la risa del chico que se acercó para dejar un beso en su cabello.

— Estamos a mano entonces, porque vos sos lo mejor que me pasó a mí. —respondió guiñándole un ojo con diversión.

— ¿Estamos todos ya? —preguntó el Kun agarrando un copa— ¡Vamos! ¡Vamos que arranca!

¡DIEZ!

¡NUEVE!

¡OCHO!

Sol agarró una de las copas que había en la mesa, tendiéndole otra a Julián.

¡SIETE!

¡SEIS!

¡CINCO!

Julián pasó con suavidad su brazo por la cintura de Sol, atrayéndola un poco hacia él.

¡CUATRO!

¡TRES!

¡DOS!

Sol observó a Julián que ya tenía la mirada puesta en ella, sus ojos cargados de amor. Amor, eso era todo lo que sentían el uno por el otro.

¡UNO!

¡FELIZ AÑO NUEVO FAMILIA!

Julián acercó su rostro al de Sol, atrapando sus labios en un dulce beso justo en el momento en que dieron las doce y el nuevo año arrancaba. De fondo podían oír a todos festejando y felicitándose, pero ellos estaban demasiado ocupados metidos en su burbuja.

— ¡Feliz año nuevo, mi vida! —exclamó Sol, alzando su copa para que Julián pudiera brindar con ella.

— ¡Feliz año nuevo, mi amor! —hizo una pausa, observándola con ojos sinceros y una sonrisa dulce— Te amo, Sol.

— Yo también te amo, Juli. —la chica se acercó para besar los labios del cordobés una vez más de manera fugaz— Por un año lleno de cosas buenas para los dos.

— Por un año junto a vos. 







nota de la autora: 

buenas! oficialmente estamos llegando a la vuelta final, el próximo capítulo es el capítulo final de la historia, y a eso le sumamos unos 3 o 4 extras iiii que emoción, ya tengo todo lo que quiero poner ahí, solo falta escribirlo. 

aprovecho para darles las gracias porque la historia llegó a los 80k de vistas y a los 10k de votos, mil gracias, posta! estoy muy feliz por eso!!! 

en fin, espero que disfruten el capítulo :)

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