ERA VEINTITRÉS DE DICIEMBRE, lo que significaba que ese día a la tarde tenían que viajar a Rosario para poder asistir a la fiesta de disfraces que realizaría Lionel Messi para celebrar el triunfo de la Selección con sus amigos y personas más allegadas. Julián y Sol ya habían conseguido sus disfraces y ya tenían un bolso preparado con todo lo que necesitarían, y probablemente era bastante cliché, pero no aprovechar la idea que habían elegido habría sido un delito.
Aparte de eso, Sol también había preparado su valija porque su fugaz estadía en Córdoba llegaba a su fin. Ella pasaría Navidad con la familia Messi, al igual que el Kun, Benjamín y Sofía, mientras que Julián lo pasaría con toda su familia, y volverían a reencontrarse en Buenos Aires para el Casamiento de Nicolás y Carolina, para después volver a despedirse de forma indefinida porque Julián tenía que regresar a Inglaterra para reincorporarse a los entrenamiento del Manchester City para la Premier League.
Aún no habían hablado de como harían para continuar con su relación, porque Julián estaba instalado con su familia en Inglaterra por el City, mientras que Sol vivía en Buenos Aires y tenía su trabajo ahí. Eran conscientes de que tarde o temprano iban a tener que hablar de eso, pero por el momento preferían ignorar todo ese asunto y disfrutar del momento.
— ¿Sabes a qué hora vuelve el Juli?
Sol, que estaba con su computadora subiendo otro video de los que habían grabado durante el mundial a las cuentas y respondiendo algunos comentarios, observó a Agustín que acababa de entrar a la cocina— Me dijo que tiene para una hora más, más o menos.
Agustín asintió— Creo que ahora hay más nenes que cuando se fue hoy temprano. —su mirada posada en la ventana, viendo el grupo de alrededor de treinta nenes.
La chica de ojos chocolate cerró la computadora y se acercó a la ventana, observando a todos los nenes que estaban en la entrada de la casa de los Álvarez con pelotas, copias de la copa, camisetas de River, el City o la Selección, esperando por Julián para que pudiera firmales las cosas y sacarse fotos con ellos. Sol frunció el ceño al ver que estaban parados al rayo del sol, y que llevaban ahí bastante tiempo ya, alrededor de unas cuatro horas, demasiado teniendo en cuenta que se trataba de nenes. Y es que horas atrás Julián había tenido que salir para ir a dar unas entrevistas de diferentes medios que se habían quedado en el pueblo para hablar con él, y había estado toda la mañana ocupado con eso.
— Che Agus, ¿hay algún kiosco o supermercado por acá cerca? —la chica se acercó a su mochila, tomando su billetera y su teléfono.
Confundido, Agustín asintió— Sí, está a unas cuadras.
— ¿Me acompañas? Quiero ir a comprar unas cosas. —hizo una pausa, para mirar por la ventana, susurrando algo mientras movía sus dedos como si estuviera contando, y fue entonces que Agustín entendió cuál era la intención de Sol— Va a ser rápido.
— De una Sol, igual va a ser mejor que vayamos en el auto.
Así, los dos salieron de la casa, Sol preguntándole antes a Mariana si necesitaba algo del super, para subirse al auto y con cuidado saliendo por donde estaban todos los nenes esperando. La chica les dedicó una sonrisa al pasar mientras gritaban su nombre, el de Agus y el de Julián.
Para cuando los dos volvieron ya habían pasado alrededor de unos quince o veinte minutos, y cuando pasaron el portón de la vivienda, Mariana y Gustavo observaron con curiosidad las cajas y las bolsas que los dos chicos bajaban del auto y como después se acercaban al portón donde estaban todos los nenes esperando. Secándose las manos con un repasador, porque estaba terminando de cocinar el almuerzo, Mariana salió al patio delantero acercándose a la entrada intrigada por lo que estaban haciendo.
— ¡Gracias, Sol! —escuchó la voz de varios de los nenes, y para cuando finalmente llegó a donde estaban su hijo y su nuera, Mariana abrió sus ojos con sorpresa, sintiéndose totalmente enternecida.
Sol y Agustín se encontraban repartiéndole a los nenes cajitas de jugo Baggio y paquetes de galletitas individuales, cuando su hijo la vio le dedicó una sonrisa antes de acercarse a ella mientras Sol continuaba repartiéndole a los últimos nenes.
— ¿Por eso se habían ido al supermercado? —murmuró Mariana sin dejar de ver las sonrisas de los nenes y los padres que los acompañaban.
— Sí, Sol dijo que no le parecía que los nenes estuvieran tanto tiempo al Sol sin haber comido o tomado algo, si estaban acá hace como cuatro horas. —respondió Agustín— Y sabía que no se iban a ir hasta que Julián viniera, así que quiso ir a comprarles algo. Posta el Juli se sacó el Quini 6 más o menos con esta chica, vieja.
— Totalmente hijo, es todo lo que tu hermano necesitaba.
Justo en ese momento llegaba en otro auto Julián, que observó con curiosidad la escena frente a sus ojos, confundido al ver a Sol, Agustín y su madre parados junto al portón que estaba abierto. Al ver su auto todos los nenes comenzaron a gritar emocionados, y el chico ingresó dedicándoles una sonrisa, con mucho cuidado para no lastimar a nadie o que pudiera generarse un accidente.
— ¿Qué están haciendo? —cuestionó Julián luego de bajarse del auto, acercándose a ellos, su ojos clavados en Sol que parecía estar hablando con una nena de todos los que habían esperando por él. Una sonrisa en sus labios al ver lo duce que Sol era con ellos.
— Nosotros nada, esto es cosa de Sol. —le dijo Agustín— Me pidió que la acompañe a comprar algo para que comieran y tomaran mientras te esperaban si literalmente están acá desde que te fuiste hoy temprano. —la sonrisa de Julián creció al oír eso, los latidos de su corazón acelerándose y todo en él sorprendido y enternecido por lo que su hermano acababa de contarle. Dedicándole una mirada fugaz a su madre, que sonreía encantada, Julián se acercó a Sol, saludando a los nenes y chocando los cinco con todos ello en el camino.
— ¿Te dije ya que sos lo mejor que me pasó? —la chica se giró para observar a Julián que agarraba un fibrón que le tendían, sin dejar de mirarla con dulzura.
— ¿No estás exagerando un poco, Araña?
Julián negó— No, estoy completamente seguro de que lo sos Sol. —el cordobés se acercó a ella, dejando un beso en su mejilla— Gracias por esto, no todos se bancarían estas cosas.
Sol se encogió de hombros— Los entiendo, lo viví muchas veces con Sergio y Lio, y son nenes que solo quieren ver a sus héroes, a sus ídolos. —la chica entregó el último juguito para dedicarles una sonrisa a los nenes— Creo que todos pasamos por el lugar de estos nenes en algún momento, tampoco es como para crucificarlos. Voy a ayudar a tu vieja, a ver si necesita que le de una mano con la comida o para preparar la mesa, nos vemos en un rato.
Así, la menor de los hermanos Agüero le dedicó una última sonrisa dulce, agitando su mano para despedirse de todos y volver a ingresar, caminando hasta donde estaban Agustín y Mariana. Todo bajo la atenta mirada de Julián que no podía creer que lo afortunado que era de tener a alguien como Sol a su lado.
PARA CUANDO SOL Y JULIÁN llegaron a la casa de Lionel y su familia alrededor de las siete de la tarde, ya había varios de los jugadores de la Scaloneta con sus parejas que se encontraban tomando mate y jugando unas partidas de truco mientras en el gran patio los encargados de la organización terminaban de armar todo.
La pareja había sido recibida por Lionel, que había abrazado con efusividad a Sol diciendo que la había extrañado y que los nenes no habían dejado de preguntar por ella, para luego saludar a Julián y felicitarlo por los festejos y el reconocimiento que había recibido.
— ¡Kuni! —la chica dejó su valija a un lado, acercándose a paso rápido a su hermano que estaba jugando una partida de truco con Di María y Otamendi.
— ¡Solcito! ¿Cómo estás? ¿Cómo estuvo la estadía en Córdoba? —el ex jugador abrazó a su hermana con una sonrisa, para luego observar a Julián que se acercaba unos pasos más atrás, saludando a los demás.
— Si, todo bien, es hermoso Calchín, tiene gente re linda. —le dijo mientras saludaba a los demás.
— Hola Juli, ¿cómo andas pa? ¿Rompió mucho las bolas esta? —Julián soltó una risa ante la pregunta del Kun mientras lo abrazaba, negando con su cabeza.
— Mi familia la amó, ni habían prendido el fuego para el asado y ya andaba de compinche hasta con mi abuela.
— Hablando del asado, sos una hija de puta vos, ¿Cómo vas a mandar esa foto, forra? —la voz de Lisandro llegó a sus oídos, el jugador del Manchester United la observaba con su ceño fruncido— Y vos Araña, ¿dónde está nuestra invitación? Mucho los voy a invitar, los voy a invitar, y no pasó nada.
— Ella tiene privilegios. —dijo Julián encogiéndose de hombros, tomando asiento a un lado de Gonzalo que le pasaba un mate, Sol aprovechando el asiento vacío a su derecha.
— Illi tiini priviligiis. —al oír eso, los dos alzaron su mirada para ver a Enzo que se acercaba con Valentina, recién llegados.
— No te pongas celoso Enzo, ya te va a tocar. —Sol le sacó la lengua con diversión— ¿Estas mejor del pedo?
— Creo que si me hacen un análisis de sangre ahora todavía pueden encontrar el fernet de la caravana, lo que chupamos hermano, por favor.
— ¿Y de las quemaduras? —cuestionó Julián, recordando que a diferencia de él Enzo se había sacado la remera y había quedado completamente en cuero, con la medalla en su pecho.
— Podríamos hacer cosplay de Ironman y Spiderman, con eso te digo todo. —los demás rompieron en carcajadas al escuchar eso, que aumentaron cuando el Dibu se acercó dándole una palmada en la espalda y provocando que se alejara de golpe— ¡Para boludo! ¡Tengo la espalda que se me cae! —se levantó parte de la remera para que pudieran ver que estaba completamente rojo.
— Mira, ni necesidad de buscar disfraz tenes, la armadura de Ironman también es toda roja, ya tenes el disfraz de hoy negro. —Sol se carcajeó por las palabras de Leandro—
— Por lo menos no me quedó la marca de los anteojos como otros pelotudos. —se defendió Enzo señalando con su cabeza al Papu, De Paul y Molina.
— Beckham se reserva los comentarios. —dijo el Papu haciendo una mueca cuando trató de moverse y la ropa le rozó la espalda, desistiendo y pidiéndole a Linda si por favor le alcanzaba el mate que le tendían— Esto es culpa del pelotudo de Rodrigo que me dijo que había bloqueador en el micro.
— Para mí me habían dicho que había o puede que haya sido un delirio por el sueño, nunca lo vamos a saber. —Rodrigo le dedicó una sonrisa divertida, haciendo el amague de que iba a tocarle la espalda y cagándose de risa cuando el Papu trató de moverse con cara de pánico— ¡No te voy a hacer nada Beckham!
— No te hagas el boludo, mucho triple t esto, triple t aquello, triple t los tres tiros que te meto donde me toques la espalda.
— Me transmiten mucha tranquilidad, se extrañaba esta paz. —Sol soltó una carcajada al escuchar el comentario sarcástico de Julián mientras el cordobés agarraba el mate que le tendían.
Leandro lo observó con una ceja alzada— Me caías mejor cuando eras tímido y callado, ¿sabes?
— Una lástima. —Julián se encogió de hombros mientras los demás reían.
— Está a full la Araña desde que volvimos de Qatar, banco fuerte. —dijo el Cuti sonriendo— Ahora sí no es más tímido ni a palos.
— Momento teoría conspirativa. —comenzó Enzo— Vieron que en Gran Hermano decían que cuando la Tora y Juan habían chapado, Juan le había pasado la demencia y la mala energía, y por eso la Tora medio que piró. Bueno, algo así debe haber pasado con estos dos.
— ¿Me acaba de comparar con Juan? —preguntó Sol indignada, provocando la risa de Julián que la atrajo hacia él abrazándola y dejando un beso en su cabeza.
— No puede ser que esté usando Gran Hermano como ejemplo. —dijo Paulo Dybala completamente tentado.
— ¿Vos miras Gran Hermano, Enzo? —indagó Messi riendo.
— Obvio, Marquitos a la final. —Gonzalo que también apoyaba al primo, le chocó los cinco— Pero posta, desde que Julián se comió a Sol anda revolucionado, ta re atrevido últimamente, anda a saber las cosas que andan haciendo estos dos. ¿No vieron que ayer se puso a cantarle adelante de todos? El Julián pre-Qatar no hacía eso ni en pedo.
— Dios no quiero escuchar esas cosas, es mi hermana boludo. —se quejó al Kun tapándose la cara.
Rodrigo soltó una carcajada— Daaah, no seas trolo Kun. Literalmente le dijiste a Ferran Torres en stream que se estaba empomando a la hija de Luis Enrique, ¿y te da cosa que digamos que la Araña anda comiéndose a Sol?
Otamendi agarró el termo para preparar otro mate y pasárselo a Lisandro— Podría ser lo que dice Enzo, che.
— En mis pagos a eso le dicen macumba. —dijo el Licha tomando un sorbo del mate— Le debe haber hecho un amarre esta, si es mala, mala. —de fondo el Cuti a cantar "Eres mala, muy mala, eres mala mal parida" provocando la risa de los demás.
— Decis eso porque estás dolido de que mi novio me llevó a comer asado a la casa y a vos no. —Sol le guiño un ojo con una sonrisa burlona— Como te duele Licha.
— Ay ella, mi novio. —repitió Leandro haciéndole burla. Sol lo ignoró, apoyando su cabeza contra el hombro de Julián, mientras el cordobés trazaba figuras en la pierna de la chica— Encima se hace la otra.
— ¿Van al casorio de Taglia el veintisiete?
Ante la pregunta Lo Celso, Messi chasqueó la lengua— Nosotros no, tenemos la fiesta de quince de mi sobrina.
— Nosotros tampoco, para esa fecha se supone que ya estamos en Inglaterra de nuevo. —explicó Alexis, Camila a su lado hizo una mueca con sus labios.
— Estamos en la misma, para esa fecha ya tendríamos que estar en España. —dijo Rodrigo señalándose a sí mismo y a Nahuel y Ángel correa, ya que los tres estaban en el mismo equipo.
Varios estaban en esas condiciones, donde los clubes ya comenzaban a reclamar su regreso porque en Europa los partidos seguían desarrollándose. Lautaro y Lisandro eran unas de las pocas excepciones que podían asistir antes de tener que volver.
— ¿Vos Kuni?
El Kun asintió— Si, voy a estar en Argentina hasta el fin de año, vamos a celebrar acá con la familia y con Lio, Angelito y Lean. Después ya nos volvemos con Sofi y Benja para casa, hasta que tenga que viajar a Barcelona por la Kings League.
— ¿Ustedes? —cuestionó Licha hacia los ex jugadores de River que habían quedado sentados del mismo lado de la gran mesa.
Enzo asintió— Al otro día temprano se supone que tenemos que volver a Portugal, pero vamos a poder estar por lo menos un rato, ¿no Ota? —el nombrado asintió soltando un "Obvio wacho"
Gonzalo por su parte negó— El mismo veintisiete ya hay partido y nos quieren ahí, así que con el Huevo no vamos a poder estar.
— ¿Y la parejita? ¿Qué onda ustedes?
— Si, ya le confirmamos a Nico y Caro que íbamos, pero Juli va a venir directo de Córdoba porque pasa Navidad con la familia.
— ¿Cuándo se supone que volvés para Inglaterra, Araña?
— Tengo el viaje programado para el veintiocho a la tardecita, Pep ya quiere que vuelva porque el treinta y uno hay partido, aunque ni idea si voy a jugar o no, lo dudo mucho. —se encogió de hombros Julián.
— Un poco de fe no te va a venir mal Araña, pasas tanto tiempo con Sol que pensé que ya se te habría pegado el "elijo creer" con el que tanto jode. —lo animó el Kun— Pep es un capo, y no creo que te desaproveche después del mundial que te mandaste, por lo menos unos minutos te va a meter, tiene que ver como hacer para meterte con el androide. —Sol sonrió por el apodo de Haaland, tomándole la mano a Julián para entrelazarla con la suya.
— Ya le dije que es muy probable que este año juegue muchísimo más, después del mundial Pep seguramente va a querer encontrar una forma de que el tridente con Phil y Erling funcione. Este año la Champions es del City, guarden mis palabras.
Lisandro soltó una carcajada— Dale Sol, el United va a terminar llevándose la Champions.
— No hablo con pechos fríos, rey. —le dijo Sol sin siquiera mirarlo provocando la risa de los demás mientras soltaban un "UHHHH" colectivo— Ya lo dije, Manchester City o muerte, me niego ver a otro ganando.
— Dios me había olvidado lo intensa que era esta piba con el City. —dijo Otamendi riendo— ¿Y si es uno de nuestros equipos el que se la lleva? ¿Qué vas a hacer?
Sol lo observó con una sonrisa— Nada, no me voy a tener que preocupar por eso porque elijo creer que la victoria es del City.
— Como te quiero, amor —le dijo Julián dejando un beso en su cabeza, riendo al ver las caras indignadas de los demás, mientras el Kun se acercaba a chocar los cinco con ellos dos.
— Bueno, como que ya va siendo hora de que nos vayamos a cambiar ¿no? Se supone que en una hora llegan todos los demás. —dijo Lionel mirando el reloj de la pared, Antonella a su lado asintió colocándose de pie y llevándose el equipo de mate para dejarlo en la cocina.
Así todos se levantaron y se fueron distribuyendo por las habitaciones de la casa y los baños para comenzar a prepararse para la fiesta. Sol se estaba preparando con Valentina y Camila, pidiéndole ayuda a las chicas para que la ayudaran a colocarse correctamente la peluca. Para la fiesta los de la Selección, aprovechando que estaban todos en pareja, habían decidido vestirse con disfraces a juego con sus parejas. Sol sonrió viendo a Valentina disfrazada como Morticia Addams, lo que indicaba que Enzo se disfrazaría de Homero Addams, mientras que Camila se había disfrazado de Megara e iría a juego con Alexis disfrazado de Hércules.
— Creo... Creo que ahí quedó bien ajustada, a ver, mové un poco la cabeza porque ya veo que estás bailando y la peluca termina en cualquier lado. —Sol se colocó de pie, empezando a mover la cabeza de un lado a otro, observándose en el espejo con una sonrisa al ver que se mantenía en su lugar.
— Gracias Valu. —aprovechando que ellas ya estaban cambiadas y solo necesitaban maquillarse, Sol ingresó al baño para comenzar a ponerse el resto del disfraz que, ni bien se había enterado de la fiesta y se había puesto de acuerdo con Julián, lo había mandado a hacer— Creo que ya estoy lista. —murmuró mirándose en el espejo, para ver si no le faltaba nada y cuando estuvo segura salió para terminar de maquillarse.
Para cuando las tres ya estaban listas, ya podía oírse la música retumbando con fuerza, y también las voces elevadas de los invitados que iban llegando o de los demás que ya habían terminado de cambiarse. Sol tomó su teléfono y finalmente las tres chicas salieron de la habitación dirigiéndose al patio trasero de la casa de los Messi que era enorme, y que estaba repleto de luces y todo ambientado para la fiesta.
— Dios, que belleza. —dijo Camila mirando a su alrededor, viendo que habían colocado algunos sillones y mesitas para que la gente se pudiera sentar a charlar si querían, y sobre las mesas comida y bebidas.
Sol que se había quedado unos cuantos pasos más atrás, respondiendo un mensaje de su sobrino donde le preguntaba algo sobre un concierto, se sobresaltó cuando sintió que le tocaban el hombro y al girar, una sonrisa apareció en sus labios al ver a Julián con sus disfraz, pero sin colocarse la máscara— ¡No puede ser! ¡Ahora se la identidad secreta de Spiderman! —exclamó tapándose la boca con falsa emoción— ¡Me muero muerta!
— No se la podés contar a nadie, tiene que ser un secreto entre nosotros. —le dijo el chico acercándose a ella, mientras colocaba un dedo sobre sus labios indicando "Silencio" — ¿Qué te puedo dar a cambio de tu silencio?
La chica mordió su labio inferior mientras hacia que pensaba su respuesta— ¿Un beso?
— Me parece un trato justo. —y sin más, el cordobés la atrajo hacia él estampando sus labios sobre los de ella, besándola con suavidad.
— ¡AH BUENO! RECIEN EMPIEZA Y ESTOS YA ESTAN CHAPANDO, UN POCO DE RESPETO. —una risa brotó de ambos cuando escucharon la voz del Dibu, girándose para hallar al arquero de la Selección argentina vestido como Fred junto a Mandinha que estaba vestida como Daphne, los personajes de Scooby doo.
— Ay Emi, dejalos pobres. —lo reprendió su mujer con una sonrisa.
— ¡Amo que se vistieran como Spiderman y Gwen! —exclamó Muri, que estaba vestida como pirata, al igual que Licha.
— Che te quedaría re bien el rubio Sol, fuera de joda. —le dijo Gonzalo, vestido como James del equipo Rocket, mientras Karina estaba vestida como Jessie.
— Araña, ¿Con qué color de pelo te gustan más? ¿Rubias o morochas? —preguntó Enzo mirando a su mejor amigo que portaba el traje de Spiderman, el mismo de las películas de Andrew Garfield.
Julián sonrió, respondiendo sin dudar— Con el que sea que ande Sol en ese momento. —Sol se giró para dejar un beso en su hombro soltando un "Como te quiero, vida".
— Dios mío, deja de ser tan pollera Araña. —se quejó Leandro mientras los demás gritaban y aplaudían la respuesta de Julián.
"BIEN JULI LOCO" "ES POR AHÍ SOL" "IIIII COMO JUEGA LA ARAÑA"
— ¿Qué dijiste Leandro? —cuestionó Camila Galante observándolo con una ceja alzada.
— Nada, mi vida, que te amo. —una nueva oleada de risas se generó ante eso, viendo la expresión de Leandro y la sonrisa de Camila que chocaba los cinco con Antonella y Jorgelina.
Con el pasar de los minutos cada vez más y más gente iba llegando, muchos de ellos jugadores conocidos junto a sus parejas, algunos ex jugadores de la Selección Argentina, así como antiguos compañeros de Lionel de otros equipos afuera. Sol y Julián habían aprovechado para sacarse algunas fotos con los disfraces, tratando de recrear algunas escenas de la película, mientras se cagaban de risa por los comentarios de los demás mientras trataban de tomarlas.
Durante toda la noche Julián y Sol se la pasaron bailando con sus amigos, riendo por las boludeces que hacían algunos estando ya medio entonados como era el caso del Dibu, De Paul, el Papu y Enzo. Cantando y saltando al ritmo de "Muchachos" y al ritmo de toda la música de "Los Palmeras" que habían sido contratados por Lio para la fiesta, entre otros temas que iban pasando. Sol había bailado con su hermano, con sus amigos e incluso con otros jugadores que había tenido la oportunidad de conocer antes como Neymar, que estaba disfrazado de vaquero, y trataba de enseñarles a algunas de las chicas unos pasos de un tema brasilero.
— La baba Pito Parker. —el cordobés miró sobresaltado a Enzo y Gonzalo que se acercaban cagados de risa porque Julián había estado mirando completamente embobado como Sol se movía mientras trataba de seguir al jugador de la selección brasilera al ritmo de "Pra pra pra" durante el estribillo del tema.
— Hasta hace dos segundos vos estabas igual con tu mujer, ¿qué te venís a hacer el otro? —se quejó Julián provocando la risa de sus amigos.
— Pero por lo menos yo disimulo, por eso tenés el título de pollera en la Selección.
— Ya lo dijo Lio, son todos una manga de polleras, pero me joden a mi para sentirse mejor. —Julián se encogió de hombros, dejando a sus amigos atrás para acercarse a Sol que lo llamaba con su mano justo cuando empezaba a sonar "Universo paralelo", el mismo tema que había sonado cuando bailaron juntos por primera vez.
ERES EL CENTRO DEL COSMOS, MI UNIVERSO PARALELO, ME OBLIGO A NO GRITARTE QUE TE QUIERO, QUE TE QUIERO.
— Por lo menos ahora no me tengo que callar más y te lo puedo decir todo el tiempo. —le dijo Julián con una sonrisa, haciéndola girar en su lugar.
— ¿Así que me querés?
— Muchísimo, Sol, más de lo que te imaginas.
Sol le sonrió, guiñándole un ojo— No creo que tanto como yo a vos, pero es bueno saberlo, Araña. —los dos se movían de un lado a otro entre sus amigos— Espero que lo suficiente para que no dejes que se me quiebre el cuello.
Julián soltó una carcajada— ¡Es un montón, amor!
— ¡Bueno! ¡Un chistecito!
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