Simplemente Vanesa

By RoxanaInk

5K 2.7K 2.1K

Es la quinta vez que Vanesa se muda de ciudad en quince años, y ya se está haciendo a la idea de que (otra ve... More

Capítulo 2. Odio a los chicos
Capítulo 3. Charlas nocturnas
Capítulo 4. Daisy
Capítulo 5. Mi profe es idiota
Capítulo 6. Daisy & The Geeks
Capítulo 7. Lucas
Capítulo 8. Porros
Capítulo 9. Una actitud inusual
Capítulo 10. Nietzsche
Capitulo 11. Debate
Capítulo 12. Silencio
Capítulo 13. Jenna
Capítulo 14. Cerrar un círculo
Capítulo 15. Enanos y pitos
Capítulo 16. Una sorpresa desagradable
Capítulo 17. El nuevo alcalde
Capítulo 18. Todo mal
Capítulo 19. Mi hermano
Capítulo 20. Laia
Capítulo 21. Ty
Capítulo 22. El príncipe se ha cansado del azul
Capítulo 23. Chicas como yo
Capítulo 24. El efecto mariposa
Capítulo 25. El mago de Oz
Capítulo 26. Ojos de sapo
Capítulo 27. La regla de las tres cosas
Capítulo 28. Gato negro
Capítulo 29. La historia del caimán morado
Capítulo 30. V de Vendetta
Capítulo 31. Karma
Capítulo 32. Trenes A y B
Capítulo 33. Una no-cita
Capítulo 34. El hilo rojo
Capítulo 35. Cenicienta
Capítulo 36. Lydia Bennet era feminista
Capítulo 37. Hierba mala
Capítulo 38. La navaja de Ockham
Capítulo 39. La reina abeja
Capítulo 40. Prácticamente blanca
Capítulo 41. Almas malditas
Capítulo 42. Casar, matar o coger
Capítulo 43. Conectar los puntos
Capítulo 44. Sin querer queriendo
Capítulo 45. Placeres culpables
Capítulo 46. La cuenta atrás para la felicidad
Capítulo 47. Secretos oscuros
Capítulo 48. Conversaciones con el espejo
Capítulo 49. Una monja en apuros
Capítulo 50. El amor es la muerte del deber
Capítulo 51. Kitsuné
Capítulo 52. Dulce venganza
Capítulo 53. Una mierda con patas

Capítulo 1. Desierto

463 157 225
By RoxanaInk

Es la quinta vez que nos mudamos, por lo tanto me conozco el proceso de memoria: primero mi padre, que es fotógrafo, nos anuncia que ha encontrado un trabajo estable en otro estado, luego mi hermano y yo nos miramos a los ojos y corremos a empacar las maletas.

La primera vez que lo hicimos fue divertido, porque teníamos cuatro años y papá fingió que eramos magos escapando de Voldemort; ahora, sin embargo, mudarme otra vez se me hace pesado y molesto.

Miro fuera de la ventanilla mientras nuestro coche pasa rápido frente al desierto de Arizona, e intento no pensar en nada.

Me coloco mis audífonos y le doy play a una vieja canción de Luis Miguel que me encanta, y cierro los ojos para visualizar el mar.

Mi terapeuta me dijo que cada vez que me sintiera estresada pensara en algo que me transmitiera paz, y yo elegí al mar. Es la única cosa que amo de verdad.

De hecho, me resultó lindo cuando, en nuestra mudanza número dos, fuimos a Key West, en Florida, porque a pocos kilómetros de ahí se extendía el océano. Fue chido vivir ahí, así que, cuando tuvimos que irnos, caí en algo que mi terapeuta llama "depresión". Me duró por toda nuestra estancia en Tucson, Arizona, y creo que sigo teniendo secuelas inclusive ahora.

La ventanilla está bajada y el calor del desierto me azota la cara y me la hace aún más sudorosa que de costumbre. Oigo a mi hermano decir algo, pero la voz de Luis Miguel es demasiado fuerte en mis oídos como para dejarme prestar atención a lo que pasa tras mis párpados.

Sin embargo, estoy obligada a abrir los ojos cuando mi hermano me sacude el hombro sin el mínimo cariño.

-¿Qué? - le pregunto molesta, y él me tiende de mala gana un donut.

-Es hora de comer, dormilona.

-No tengo hambre.

Volteo hacia el desierto, y es ahí cuando oigo la voz de mi padre decir: -O te comes ese bendito donut, Vanesa, o le pido a Juancho que te alimente a fuerza.

-Que asco-, murmuro, agarrando el donut -. ¡Juancho ni se lava las manos! Si me alimenta él, lo más probable es que me agarre una de esas enfermedades raras.

-Que divertida- se burla mi hermano Juancho, despectivo, y me agarra el móvil tirando de los auriculares -. ¿A quién escuchabas?

-¡A nadie, pesado! ¿Por qué no vuelves a trastear con tus estúpidos videojuegos? - le grito, antes de hincarle el diente al donut.

Es de chocolate con estrellitas de azúcar, mi favorito. No tendría que comerlo, porque no es saludable, pero soy delgada por genética y unas cuantas calorías demás no me harán nada

-¿Cuándo llegamos a Rose Lake? - le pregunto a papá, y el me sonríe a través del espejito retrovisor.

-Pronto, princesa.

Cierro de nuevo los ojos, porque cuando mi padre dice "pronto" durante una mudanza, significa que no estamos ni a la mitad del camino.

Mi padre es un buen fotógrafo, uno de los mejores de México, pero aquí en los Estados Unidos no es nadie. Se tiene que mover constantemente para conseguir trabajo, y nos arrastra a Juancho y a mí con él cada vez.

Mi madre murió cuando yo todavía era una niña, y tengo muy pocos recuerdos junto a ella; sin embargo, a veces me gustaría tenerla cerca, y le pido a papá o a Juancho que me hablen de cómo era. Juancho tenía doce años cuando mamá murió, así que se recuerda seguramente más de ella que yo, y papá tenía treinta.

Estoy pensando en mi madre ahora, mientras vamos por el desierto a 150 kilómetros por hora, y en qué cara pondría si supiera el dolor que siento.

Continue Reading

You'll Also Like

68.9K 2.3K 43
Mi vida es una auténtica mierda. O eso pensaba, eso pensaba antes de conocer a ese chico.... En cuanto lo ví... Afirmé que mi vida era una mierda.Per...
98.9K 5.9K 18
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...
801K 48.8K 90
Llene de aire mis pulmones, tratando de tomar el valor que aun me faltaba-tienes que hacerlo, es por salud, por tu propio bien- me repetía - tu puede...