DAYLIGHT | julián álvarez

Door lvndrhaze

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"Lo único que se me ocurre es amarte porque llenas mi vida de luz. No puedo, ni quiero dejar de quererte, no... Meer

DAYLIGHT
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─ extra one
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─ extra three
─ extra four (final)
DELICATE & ENCHANTED
no da che

─ chapter nineteen

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Door lvndrhaze

TRECE DE DICIEMBRE, tan solo faltaban horas para el partido contra Croacia por el pase a la final de la copa del mundo.

Eran alrededor de las dos de la mañana cuando Sol llegó al complejo de la Universidad Nacional de Qatar después de haber tenido una salida para cenar con todas las mujeres de los jugadores de la Selección argentina. Todo había sido idea de Jorgelina y Linda, para tener una noche sólo de chicas que fuera memorable en un momento tan lindo y especial como el que estaban viviendo. Y para todas ellas estaba claro que Sol debía estar incluida, ya era una más de ellas, se había vuelto parte vital del grupo y sabía que su "status" de no ser botinera como todas ellas duraría muy poco.

La noche se había pasado llena de risas y charlas sobre lo que cada una estaba viviendo, como estaban disfrutando de la estadía y todas las cosas que estaban aprovechando para hacer. Habían incluso hablado de la posibilidad de hacerse un tatuaje todas juntas para conmemorar lo que había sido toda esa experiencia que estaban viviendo juntas, aunque aún tenían que definir el diseño y probablemente esperarían a ver que ocurría con la Selección para definir si lo hacían en relación a ello.

Sol bajó del auto que Linda había alquilado para moverse por Qatar, dedicándole una sonrisa cálida y un gracias, para luego despedirse de ella y de Camila Mayan a quien Linda también estaba llevando para poder dejarla en su departamento. La chica de ojos chocolate ingresó tratando de hacer el menor ruido posible, porque lo que menos quería era molestar o despertar a alguien, cuando sabía lo mucho que el plantel necesitaba dormir y descansar.

Un sonido de sorpresa escapó de sus labios cuando vio que en los sillones de la entrada la televisión estaba encendida y había alguien sentado en los mismos, con una taza en su mano.

— ¿Juli? —cuestionó Sol acercándose un poco más, llegando a ver el rostro del cordobés con mayor claridad gracias a la luz que emitía la pantalla de la televisión— ¿Estás bien? ¿Pasó algo?

Al oír su voz, Julián giró su cabeza para mirarla, apreciando lo bonita que se veía con esa ropa. Una pequeña sonrisa dulce en sus labios— Si, si, todo bien. —el chico hizo una pausa, levantando su taza— No podía dormir y pensé que por ahí hacerme un té me iba a ayudar a conciliar el sueño, siempre que me pasa eso tomo un té de lavanda porque tiene como un efecto sedante.

— ¿Y está funcionando? —preguntó la chica dejando su bolso a un lado y tomando asiento junto a él.

Julián negó sonriendo— No, todavía no. Supongo que los nervios por el partido son más de los que pensaba.

— Tengamos fe de que va a salir todo como esperamos, vienen con un nivel de rendimiento buenísimo, y estoy segura de que hoy no va a ser la excepción. —la chica colocó una mano sobre su rodilla con suavidad, provocando un cosquilleo en el cordobés.

— Esperemos que sí, tengo la sensación de que algo bueno va a pasar, espero no equivocarme. —dijo el chico dándole un último sorbo a su té para luego dejar la taza en la mesita, girando su cuerpo para observarla, una expresión nerviosa en su rostro— Igual, lo de los nervios y el té no era lo único por lo que estaba despierto... ¿Ya sabes que camiseta vas a usar hoy?

La chica arrugó su nariz tiernamente— No, tengo algunas que todavía no usé, pero no estoy segura de cuál voy a ponerme, tengo que fijarme bien para no cagarla y no repetir.

Julián asintió— Yo... tengo algo para vos, Sol. —girando ligeramente su cuerpo, el cordobés tomó de su costado derecho una bolsa oscura que Sol hasta el momento no había notado por la oscuridad y la poca iluminación que brindaba la televisión— La tengo conmigo desde que salimos de Argentina, pero estaba esperando el momento indicado para poder dártela. —Sol tomó la bolsa con el logo de Adidas, una sonrisa dulce apareciendo en sus labios cuando de su interior sacó una camiseta de la Selección Argentina, pero no cualquier camiseta, sino que era la que llevaba el apellido ÁLVAREZ con el número nueve en la espalda. Sol mordió su labio inferior al sentir una sensación de calidez que la invadía de pies a cabeza, su mirada pasando de la camiseta entre sus manos a Julián, que la miraba con una sonrisa nerviosa y sus ojos chocolate vivaces pero inseguros— Sé que tenés otras camisetas que podés usar, y el que te la haya dado no significa que tengas que sí o sí usarla, no quiero que te sientas obligada ni nada de eso, podes hacer lo que vos quieras, pero... Posta me gustaría mucho que la usaras en el partido de hoy, Sol. —dijo casi en un susurro con una expresión insegura que logró derretir el corazón de Sol por completo.

Un ruido de sorpresa escapó de los labios de Julián cuando sintió el cuerpo de la chica contra el suyo, y los brazos de Sol atrapándolo en un abrazo que le brindaba una sensación de calidez y confort— Va a ser un placer usarla, me encanta Julián, obvio que me la voy a poner hoy, te lo prometo. —dijo en un susurro provocándole escalofríos al cordobés, que no podía dejar de sonreír— Gracias, de verdad, me encanta y la voy a cuidar muchísimo. —le aseguró, finalmente rompiendo el abrazo para alejarse un poco y mirarlo con una sonrisa cálida. Una risita brotó de los labios de Sol cuando vio que Julián trataba de reprimir el bostezo— Creo que el té ya está haciendo efecto, anda a descansar Juli, tenes un día importantísimo por delante.

Asintiendo, Julián se levantó, no pudiendo evitar la sonrisa tonta que se formó en sus labios al ver la delicadeza con la que Sol guardaba la camiseta en la bolsa para que no se ensuciara ni nada— ¿Hoy vas a estar en el palco con tu hermano, Benjamín y la familia de Lio? —al ver que Sol asentía, el chico sonrió otra vez— Nos vemos después del partido entonces.

— Nos vemos Juli, mucha suerte para hoy.

Y dedicándole una última mirada, el cordobés se encaminó hacia la habitación que compartía con Enzo, sin ser capaz de borrar la sonrisa tonta de sus labios.




AL ENTRAR AL PALCO, Sol notó que el estadio ya estaba que explotaba de gente cuando aún faltaban unos minutos para que los jugadores salieran a hacer la entrada en calor. Algo que contrastaba con los partidos anteriores donde incluso para el momento de los himnos muchos asientos estaban aún vacíos, porque muchos hinchas llegaban justos para el inicio del juego.

Una vez más, la chica se encontraba pintando unas banderitas en los rostros de los hijos de Lionel Messi, a diferencia de ella que tenía glitter en sus pómulos con los colores de la Selección Argentina.

— Che tía, ¿me haces una bandera a mi también? —Benja se acercó a ella, señalando su cachete derecho con una sonrisa.

— Dale, termino con Thiago y te la hago.

Mientras la chica estaba terminando con eso, el Kun por su parte se encontraba hablando con Antonella y el resto de la familia de Lionel. Sol sonrió al ver que una vez más Antonella tenía la camiseta del diez en la versión suplente, la misma que había usado durante todos los partidos a excepción del primero contra Arabia Saudita. Claramente Sol no era la única con una cábala que involucraba camisetas en ese palco.

— Ahí salen para el calentamiento. —dijo el Kun llamando la atención de Sol que terminaba de pintar en el rostro de su sobrino. La chica se colocó de pie acercándose al cristal para observar cómo los jugadores salían a la cancha portando el equipo de entrenamiento, siendo encabezados por Lionel Messi, a quien todo el público ovacionó ni bien pisó la cancha— Me estoy cagando de los nervios. —Sol soltó una carcajada al escuchar el comentario del Kun— No te rías boluda, posta lo digo, anoche no dormí un culo de los nervios.

Y Sol tampoco había podido dormir demasiado, pero por motivos completamente diferentes a los de su hermano. Después de la charla con Julián, cuando había llegado a su habitación, la chica se había quedado durante varios minutos simplemente observando la camiseta que el cordobés le había regalado, una sonrisa dulce en sus labios y sus ojos vivaces, sin poder dejar de recordar la ternura que le había generado ver al jugador todo nervioso. Y cuando finalmente se había acostado, no había dejado de moverse de un lado para el otro en su cama, el rostro sonriente de Julián aparecía una y otra vez en su cabeza, robándole el sueño por completo.

— Creo que estamos todos en la misma Kuni. —fue lo único que dijo la chica con diversión. Su mirada volviendo a recaer en el campo de juego, encontrando las figuras de Julián y Enzo que estaban solo de pie, mirando a su alrededor como si estuvieran buscando algo o a alguien. Una sonrisa apareció en sus labios cuando su mirada se cruzó con la de ambos jugadores, notando como sus rostros se iluminaban al encontrarla, sobre todo el de Julián, y como ambos alzaban su brazo para saludarla. Soltando una risita, Sol devolvió el saludo, notando como finalmente los dos ex jugadores de River comenzaban con el calentamiento.

Cuando el momento de los himnos finalizó, Sol aprovechó para sacarse el buzo que se había puesto porque si bien estaba medio fresco, sabía que ni bien empezara el partido y comenzara a saltar y cantar entraría en calor bastante rápido.

— ¡Ah bueno! No, no, no, es un montón esto. —la voz del Kun llamó la atención de los demás— ¿Y esa camiseta? ¿De dónde salió?

— Me muero, ¡es la de Julián! —Antonella la observó con emoción, totalmente consciente de que las camisetas que usaba Sol para la cábala eran regaladas.

La chica podía sentir sus cachetes completamente rojos, completamente avergonzada al ver las miradas de su hermano, de Benjamín, que estaba completamente tentado, y todos los Messi— Me la regaló él, y le prometí que la iba a usar hoy.

— Está hermosa Sol, te queda muy bien. —le dijo Antonella guiñándole un ojo con diversión.

— Te la firmó y todo, alto regalo tía. —comentó Benjamín, notando que en la espalda junto al número nueve se encontraba la firma de Julián acompañada de un pequeño corazón.

— Si, un amor de su parte. —dijo Sol, recibiendo una mirada divertida por parte del Kun, y al ver que el ex jugador tenía intenciones de hablar Sol lo detuvo— No empieces a romper las bolas con eso te lo pido por favor Sergio.

— No iba a decir nada, loco. —se quejó él, sin poder dejar de sonreir divertido— Pero un capo mi cuñado, cada vez me cae mejor la Araña, sabe como ganarse a la gente el pendejo.

— Sergio es un montón, basta boludo. —murmuró Sol girándose para evitar que pudieran ver lo roja que estaba, pudiendo oír las risas de los demás— No somos novios. —agregó la chica, su mirada en el portador de la camiseta nueve que caminaba hasta su posición en la cancha.

— Por como van las cosas no creo que falte demasiado para eso. —dijo Antonella sonriendo.

OLE, OLE, OLE, CADA DÍA TE QUIERO MÁS. SOY ARGENTINO, ES UN SENTIMIENTO, NO PUEDO PARAR.

— AAAA VAMOS ENZO, DALE NEGRI. —Sol apretó la mano de Benjamín que estaba de pie a su lado, ambos mirando como Enzo se acercaba al arco de los croatas en el minuto veinticuatro— LA PUTA MADRE, CASI LOCO. —la chica soltó en aire de golpe cuando la pelota pasó bastante cerca del arco, a tan solo unos cuantos centímetros de ser gol.

— Vamos bien, están jugando bien. —comentó el Kun, y era verdad. La forma en la que la Scaloneta estaba jugando era increíble, con la energía y la garra digna de una semifinal en la copa del mundo contra el vigente subcampeón— Lo que corren estos pendejos por favor, de verlos me agito ya.

— DALE JULI, DALEEE —el cordobés se aproximaba hacia el arco contrario, evitando a dos jugadores croatas que trataron de atrapar el pase que Enzo le había enviado con gran destreza— LA PUTA MADRE.

— EH, EH, PENAL LOCO. —exclamó Benjamín saltando de su asiento.

El Kun tenía su ceño fruncido, mirando la jugada que se repetía en la pantalla— ¿QUÉ HACES LA CONCHA DE TU MADRE? DALE, COBRALE EL PENAL. —Sol se acercó aún más al cristal, observando a Julián con preocupación luego de que por un movimiento del arquero de Croacia en medio de una jugada terminara tendido de panza al piso.

— ¡VAMAAA! —exclamaron todos cuando el árbitro definió que sí era una falta a la que le correspondía un penal, Sol sonrió al ver la expresión de alivio en el rostro de Julián mientras Lionel se colocaba en la posición para patear— ¡GOL CARAJO! ¡GOOOOOOL! ¡COMO TE QUIERO LIONEL! MESSIII, MESSIII, OLE, OLE, OLE, OLE, MESSIII, MESIII. —la chica de ojos chocolate cantaba junto al resto de los hinchas, abrazándose con su hermano y sobrino mientras festejaban el gol que acababa de hacer Messi.

ESTA HINCHADA LOCA DEJA TODO POR LA COPA, LA QUE TIENE A MESSI Y MARADONA.

— ¡SE VIENE, SE VIENE LA ARAÑA! —exclamó el Kun mirando como le hacían un pase a Julián en el área de Argentina— Dios lo que corre este pibe, dios mío. —agregó viendo como el cordobés continuaba corriendo.

— VAMOS JULI, ¡DALE ARAÑA! —Sol observaba con entusiasmo y una sonrisa radiante como Julián no dejaba de correr, esquivando a los croatas que trataban de arrebatarle la pelota, todo eso mientras no dejaba de sonreír, dejando en claro lo mucho que el chico estaba disfrutando del momento. Sol contuvo la respiración viendo como el arquero de Croacia trataba de oponerse al chico en la jugada, soltándolo de golpe cuando Julián saltó levantando la pelota y logrando que esta inflara la red— ¡AAAAAAA! ¡GOL LA PUTA MADRE! ¡ES DE JULI, KUN! —la chica zamarreó a su hermano por el brazo completamente emocionada por lo que acababa de ver— ¡LO HIZO JULIÁN! ¡VAMOS VIEJA TODAVÍA! ¡COMO TE QUIERO MI VIDA!

La chica sonrió viendo como todos los jugadores se acercaban para abrazar a Julián que corría haciendo el típico gesto de Spiderman que realizaba en todos sus festejos. Sin embargo, el cordobés no se detuvo y continuó moviéndose hasta que giró su cuerpo en la dirección en la que estaba el palco de la familia Messi y los Agüero. Un ruido de sorpresa escapó de los labios de Sol y de todos los presentes en el cuarto, cuando el chico alzó su mano señalando el palco para luego hacer la forma de una letra "S" con sus manos. Todo eso con una sonrisa completamente dulce en sus labios, sus ojos brillando de la euforia que estaba sintiendo y su corazón latiendo de forma acelerada, no sólo por la jugada sino también por lo que acababa de hacer frente a todos.

— ¡Te acaba de dedicar el gol, Sol! —dijo Antonella con diversión al ver como Sol tapaba su rostro completamente avergonzada, completamente enternecida por los chicos y lo dulces que eran entre ellos.

— ¡Ay, me muero de amor por favor! —Celia Cuccittini, la madre de Lionel, miraba la pantalla donde repetían la celebración de Julián mientras sonreía, recordando la primera vez que su hijo le había dedicado un gol a Antonella.

— ¡UESAAAA! ¡PICA LA ARAÑA, PICA! —exclamó el Kun aplaudiendo al igual que el resto de los que estaban en el palco.

Benja observaba la repetición del gol, mientras los jugadores en la cancha seguían abrazando y felicitando a Julián— El tremendo gol que acababa de meter por favor, y encima te lo dedicó tía. Tranquilamente puede entrar entre los mejores goles del mundial.

Sol estaba que no podía dejar de sonreír, su rostro aún rojo porque podía sentir la mirada de la gente que estaba cercana al palco, buscando a quien había dedicado Julián su primer gol en el Mundial, tratando de buscar a la persona que había tenido tremendo privilegio.

Las redes sociales en ese momento estaban explotando, con gente comentando la tremenda jugada que acababa de hacer Julián, otros preguntando a quién se lo había dedicado, empezando a hacer suposiciones que claramente la incluían a Sol.

— ¡VAMOS DIBU! ¡DIOS TE DEBEMOS TODO POR FAVOR! —Emiliano Martínez acababa de hacer tremenda atajada que evitó que Croacia lograra subir un punto en el minuto cuarenta y cuatro del partido— ¡ESTAS DEMENTE HERMANO!

— Que arquerazo que tenemos. —dijo el Kun sonriendo al ver como el Dibu rápidamente se colocaba de pie para poder continuar.

En el momento del entretiempo Sol había aprovechado para llevar a los nenes al baño y tomarse algunas fotos con ellos, preguntándoles cuál les gustaba más para subirla en su Instagram, ignorando por el momento todas las notificaciones de menciones que tenía de sus distintas redes y que estaba segura eran sobre lo que había hecho Julián. De solo pensar en el gesto del chico, Sol volvía a sonreir como una tonta sintiendo otra vez ese zoológico en su interior, una completa revolución gracias al cordobés.

Dentro de los primeros veinte minutos del segundo tiempo la Selección argentina había tenido varios acercamientos al arco contrario que no habían podido culminar en un gol pero que estaban bastante cerca de serlo. Estaban a nada del tercero, cualquiera podía notarlo, por lo que la hinchada no dejaba de alentar y cantar dándoles ánimos a los jugadores.

MUCHAAAAACHOS, AHORA NOS VOLVIMO' A ILUSIONAR. QUIERO GANAR LA TERCEEEERA, QUIERO SER CAMPEÓN MUNDIAAAAL.

— ¡GOL! ¡GOOOL! ¡OTRO DE LA ARAÑA! —gritó el Kun tirándose sobre el hermano de Lionel, Matías, que estaba a su izquierda provocando su risa. En el minuto sesenta y ocho, con una asistencia de Messi y rodeado de jugadores croatas, Julián había logrado hacer su segundo gol en el partido y en la copa. Toda el estadio rompió en gritos de festejo completamente extasiados por el partidazo que estaban viendo y por la actuación del portador de la camiseta número nueve.

Sol se abrazó a Benjamín con fuerza mientras ambos saltaban y gritaban festejando— ¡VAMOS JULI TODAVÍA! ¡ESO REY! ¡COMO TE QUIERO! —y una vez más, luego de su típica celebración con el gesto del superhéroe de Marvel y de abrazar a sus compañeros, Julián se giró con una sonrisa en dirección al palco volviendo a señalar el mismo mientras guiñaba un ojo— Dios mío. —susurró Sol, mordiendo su labio inferior al ver eso.

BASTA POR FAVOR, ME ESTÁS MATANDO FLACO. Pensó la chica sin poder dejar de sonreir.

— ¡HOY NO ES TÍMIDO NI A PALOS! —Sol soltó una carcajada ante el comentario de su sobrino, un cosquilleo en su interior viendo la repetición de la jugada y del festejo de Julián, y el cómo se giraba para tratar de buscarla en el palco— Full motivado está el pibe, está re en una.

Pero el partido aún no terminaba. Messi recibiendo un pase de Enzo se acercó hacia el arco de los croatas dispuesto a hacer el cuarto gol cuando el arquero se adelantó bastante, alejándose del arco para poder patear la pelota hacia el otro lado. Sin embargo, en lugar de caer cerca de uno de sus compañeros, la pelota cayó donde se encontraba Julián y sin pensarlo, aprovechando que el arquero estaba alejado del arco, pateó desde la mitad de la cancha directo al arco. Todo el estadio festejando cuando en el minuto setenta y ocho la pelota infló la red.

— ¡NO PUEDE SER! —Sol estaba que no cabía de felicidad mientras se tiraba sobre su sobrino para abrazarlo mientras ambos reían festejando con los demás— ¡ACABA DE HACER UN HACK TRICK, BENJA! ¡ACABA DE METER EL TERCERO!

— ¡VAMOS LA ARAÑA LOCO! —gritó Matías Messi abrazando a su madre y hermana, mientras que Antonella se abrazaba a los nenes.

— Sol, ¿qué carajo le prometiste boluda? —cuestionó el Kun mirando la repetición, una carcajada brotando de sus labios— Está re en una el pibe, el partidazo que se está mandando hermano. ¡Está totalmente desquiciado!

Sol negó sonriendo, no podía más de la felicidad que estaba sintiendo por Julián y todo lo que estaba consiguiendo. El pibe acababa de hacer un triplete en una semifinal de la copa del mundo, y dos de esos habían sido goles que sin dudas entrarían en el top de los mejores durante el Mundial.

— ¡OAAAAA! PICA, PICA, ¡PICAAAA LA ARAÑA! —el grito de Benjamín provocó la risa de los demás al ver que por tercera vez Julián señalaba el palco con una sonrisa, volviendo a armar la letra "S" con sus manos, dejando nuevamente en claro que el gol estaba dedicado a ella. Sol tapó su rostro, soltando un gritito sin poder contener la emoción que estaba sintiendo, no podía creer todo lo que había ocurrido en el partido.




ARGENTINA YA ESTABA ENTRE LOS DOS MEJORES. Cuando el árbitro pitó y el partido finalizó, Argentina pasó a estar entre los dos mejores, terminando el partido con un resultado increíble para ser una final del mundo. Los argentinos que salían del estadio estaban completamente eufóricos gritando los nombres de Messi y Julián que habían sido los que habían convertido en el partido, sobre todo el de Julián después de las tremendas jugadas que se había mandado.

Sol se encontraba dirigiéndose junto a su familia, junto a los Messi y el resto de las familias hacia la salida de los vestidores para ver a los jugadores antes de que regresaran a la Universidad donde se hospedaban.

— ¡Ahí viene ella! —Sol que estaba hablando con Thiago Messi, alzó su mirada al oír eso, notando las figuras de la familia Álvarez junto a Valentina y Olivia. Rápidamente la chica sintió como se ponía toda roja mientras se acercaba a ellos, recibiendo primero un abrazo de la chica.

— ¿Te das cuenta de que te dedicó tres goles, boluda? —cuestionó Valentina con Olivia en brazos, igual de ella por lo que había ocurrido.

— Claaaro, como no iba a estar en una si Sol estaba usando su camiseta. —dijo Agustín, el hermano de Julián, cuando notó que Sol tenía puesta la camiseta con el número nueve y el apellido de su familia.

— Que vergüenza, basta. —dijo Sol ocultando su rostro en el hombro de Rafael cuando este la atrajo en un abrazo emocionado— Aparte yo no hice nada, fue Julián el que hizo los goles.

— Claramente estaba motivado por esto, Sol. —dijo Rafael señalando la camiseta de la chica.

La chica no podía más de lo roja que estaba cuando los padres de Julián se acercaron a saludarla con un abrazo— Te queda muy bien la camiseta de Juli, Sol. —la madre le dedicó una sonrisa cargada de afecto, sus ojos cristalinos por las lágrimas que se acumulaban— Ya se lo notaba con una energía diferente cuando entró hoy a la cancha, ahora entiendo por qué, gracias Sol.

Durante algunos minutos, Sol se entretuvo hablando con los Álvarez, sacándose fotos con los cuatro porque, tanto los padres como los hermanos de Julián, querían tener algunas con Sol portando la camiseta del chico al igual que ellos. Y cuando Sol terminaba de sacarse las últimas fotos con Rafael y su mujer, los jugadores comenzaron a salir del vestuario, siendo aplaudidos por sus familiares, acercándose a ellos para recibirlos con abrazos.

Sol observó como Julián parecía buscar a alguien, hasta que finalmente su rostro se iluminó cuando la halló a ella junto a su familia. El chico se apresuró siendo recibido por sus padres que lo felicitaban con lágrimas en sus ojos, totalmente emocionados, diciéndole lo orgullosos que estaban de él y del partido que había jugado. Luego siguieron sus hermanos, la mujer de Rafael y la prima de los chicos, llenándolo de abrazos y sus hermanos jodiéndolo por lo que había hecho. Y cuando finalmente había terminado de saludar a todos ellos se giró hacia Sol que miraba todo con una sonrisa dulce, totalmente enternecida por la imagen de la familia de Julián siendo tan dulces con él.

— Creo que me merezco un abrazo, ¿no? —cuestionó el cordobés acercándose a ella, sus brazos abiertos. Una risa brotó de sus labios cuando Sol no perdió el tiempo para arrojarse entre sus brazos, rodeándolo en un cálida abrazo.

— Felicidades goleador. —susurró Sol ocultando su rostro en el cuello del chico, provocándole un cosquilleo con su respiración— Lo que jugaste este partido fue tremendo Juli.

— Tenía la motivación para hacerlo. —respondió en chico soltando una risita— Las viste, ¿no? ¿Viste las celebraciones del los goles?

— Obvio que las vi, Juli. —un suspiro aliviado escapó de los labios del chico, que aún se encontraba abrazándola a ella. Julián rogaba que Sol no fuera capaz de escuchar lo acelerado que estaba su corazón en ese momento, parecía que en cualquier segundo se iba a escapar de su pecho— Gracias por eso, no lo esperaba en lo absoluto, pero fue un gesto hermoso.

— Esos goles tenían tu nombre escrito Sol, claramente iban a ser para vos. —finalmente, rompieron el abrazo y Julián aprovechó para sacar su teléfono del bolsillo de su pantalón— Para, antes de que me tenga que ir, ¿nos sacan unas fotos?

— Para, también saquen con el mío.

Así, Rafael y Agustín, cada uno con un teléfono, les sacaron varias fotos a Julián y Sol. Una de ellas donde los dos estaban de frente a la cámara, Julián abrazándola por la cintura, mientras los dos sonreían; en otra, podía ver a los dos de espaldas, mostrando el número de la camiseta y el apellido de Julián en ambas; y en otra aparecían ambos riendo por un comentario del padre de Julián, dejando una imagen totalmente bonita.

— ¡Vamos Julián! —la voz de Leandro Paredes llamó la atención los dos, provocando que estos se giraran hacia donde estaba el jugador mientras los demás se alejaban entre gritos y risas en la dirección donde estaba el micro.

— ¡Después abrazas a Gwen Stacy todo lo que quieras! —ante este comentario se pudieron oír las risas de los demás jugadores, Julián ya tenía en claro que la descansada que se había comido en el vestuario después del partido no era ni la mínima parte de todo lo que lo iban a joder— ¡Vamos que si no nos deja el micro Araña! —volvió a hablar el Dibu.

— Nosotros te la cuidamos, Araña. —Rafael les guiñó un ojo a ambos— Hoy Sol sale con nosotros. —ante esto, Julián alzó sus cejas con curiosidad— Fue idea de la vieja, la adora, creo que la quiere más que a nosotros. —agregó en un murmullo provocando la risa de Julián y Agustín que lograron oírlo.

— La invitamos a cenar con nosotros afuera para festejar el partido. —explicó Mariana, su madre, acercándose a Sol para abrazarla de costado— Es un amor, no tengo dudas de que la vamos a pasar bien. —Rafael miró a su Julián como diciendo "¿Viste? Ya es su favorita" y Julián no podía estar más feliz por ver a su madre y Sol de esa forma.

— Anda a Juli, sino te van a buscar para llevarte a rastras. —finalmente Julián asintió, y tomando su bolso se despidió una vez más de todos para encaminarse hacia donde los demás aguardaban por él. Una risa brotó de los labios de Sol cuando escucho un "iiii como juega la Araña" por parte de Rodrigo de Paul seguido por jodas y gritos de los demás.

Sol se despidió del Kun y Benjamín, que se acercaron a saludar y felicitar a la familia de Julián por todo lo que había jugado el chico, sin faltar el comentario del Kun diciendo "Me la cuidan bien, ¿estamos?" antes de alejarse con su hijo y los Messi.

Rafael se acercó a Sol, pasando un brazo sobre sus hombros cuando la chica hablaba con Agustín mientras se encaminaban hacia la salida— Bueno cuñada, ¿Qué te gustaría cenar? —ante esa palabra, Sol se puso toda roja una vez más, oyendo la risa de los hermanos Álvarez, la mujer de Rafael, la prima de los chicos y Gustavo.

— ¡Rafael! ¡Dejala tranquila!

El chico soló una carcajada— Bueno che, solo estaba probando como sonaba, hay que ir practicando para cuando sea oficial y tengamos que decirle así siempre.

— Dios mío, Sol estás autorizada a darle un saque cuando quieras. —le dijo Mariana con una sonrisa cómplice a la chica. 










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