DAYLIGHT | julián álvarez

By lvndrhaze

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"Lo único que se me ocurre es amarte porque llenas mi vida de luz. No puedo, ni quiero dejar de quererte, no... More

DAYLIGHT
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─ chapter twenty six
─ extra one
─ extra two
─ extra three
─ extra four (final)
DELICATE & ENCHANTED
no da che

─ chapter twelve

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By lvndrhaze

VEINTIDOS DE NOVIEMBRE, el día había llegado. Finalmente había llegado el día del debut de la Selección argentina, frente a Arabia Saudita, y Sol no había dormido un carajo. Los nervios la consumían por completo, no había podido dormir bien y ni siquiera había querido almorzar demasiado porque sentía que en cualquier momento podría vomitar de los nervios que estaba sintiendo. Todos le decían que se tranquilizara, que era un partido sencillo y que todo saldría bien, pero por algún motivo la menor de los Agüero no podía terminar de creer en eso, había algo que le decía que las cosas podían salir mal.

— ¿Te sentís mejor, Sol? —el Kun se acercó a ella, rodeándola con su brazo por los hombros mientras caminaban los pocos metros que quedaban para ingresar al Estadio Lusail que sería el lugar donde todo daría inicio para Argentina.

— Siento que en cualquier segundo vomito, no entiendo por qué estoy tan nerviosa. —farfulló la chica pasando una mano por su rostro, teniendo cuidado de no correr la bandera que Sofía le había pintado en la mejilla.

— Tranqui Sol, tengamos fe de que todo va a salir bien, y sino bueno, tenemos dos partidos más para recuperarnos.

La chica asintió sabiendo que su hermano tenía razón, pero eso no hacía que sus nervios y preocupación disminuyeran. Los tres Agüero junto a la pareja del Kun ingresaron en el estadio mostrando las entradas para luego dirigirse hacia el palco donde ya se encontraba la familia de Lionel Messi. Sol había hablado previamente con Valentina y Camila, y las chicas al menos este partido lo verían junto a las familias de los chicos, por lo que no estarían en el palco junto a ella.

Al ver a Sol, los tres hijos de Lionel y Antonella corrieron hacia ella, abrazando con fuerza sus piernas. De forma instantánea una sonrisa apareció en los labios de Sol y los nervios y el malestar disminuyeron, aunque no habían desaparecido por completo. La joven observó como Ciro levantaba sus brazos, como pidiéndole que lo alzara, por lo que dejó su mochila a un lado alzando al nene en sus brazos para acercarse junto a Mateo y Thiago a donde los demás estaban ya charlando. Con entusiasmo Sol saludó a Antonella y a la familia de Lionel que siempre la recibía con calidez, como una más de ellos, como habían hecho siempre con el Kun.

Faltaban solo unos minutos para que el partido comenzara, los jugadores ya habían realizado la entrada en calor y habían regresado a los vestuarios para ponerse el conjunto titular. El estadio estaba repleto de hinchas, sobre todo de aquellos que portaban la albiceleste, aunque no se escuchaba demasiado quilombo como Sol habría esperado para un partido de Argentina.

— ¿Por qué parece que la hinchada está apagada? Casi ni cantan. —indagó mirando a su hermano, aún con Ciro en sus brazos.

— Debe ser que muchos son de otros países y vinieron para ver a Lio, seguramente la mitad no sean argentinos y de los argentinos que hay dudo mucho que todos estén cantando.

— Che tía, ¿no habías usado la camiseta de papá en uno de los amistosos? —la chica bajó la mirada hacia su pecho donde aparecía el número que el Kun había utilizado en la Copa América, abriendo sus ojos con sorpresa.

— La con... —al ver la mirada de Ciro hacia ella, que todavía estaba en sus brazos Sol se calló de golpe antes de que pudiera soltar toda la puteada— No me acordé que ya la había usado, soy una pelotuda dios. —se quejó la chica completamente frustrada.

— Sacátela. —le dijo su sobrino— Sacate eso que nos vas a mufar tía, sacateeee. —jodió tirando de la manga de Sol robándole una risa a los demás y a los nenes, sobre todo a Ciro que se balanceaba en los brazos de Sol.

— ¿Cómo queres que me la saque? No tengo otra cosa para ponerme Benja, y tampoco me voy a poner en bolas. —una carcajada escapó de los labios de Antonella al escuchar eso.

— No pasa nada che, es una camiseta nomás, puro chamuyo eso de las cábalas y la mufa. —el Kun le entregó una botellita de gaseosa a su hijo y otra a su hermana— Toma un poco de gaseosa vos, ya te venías sintiendo mal y lo único que falta es que te me desmayes en el medio del partido Sol. Donde te desmayas yo te dejo ahí tirada hasta que termine el partido, no me pienso mover de acá.

La familia de Lionel estalló en risas al oír esas palabras, mientras Sol lo observaba con una ceja alzada— Que amoroso de tu parte, me das una tranquilidad bárbara Sergio.

Desde el palco, se podía ver a los hinchas que estaban un poco más abajo, varios de ellos portando camisetas de Argentina y observando precisamente el palco. Algunos estaban con sus teléfonos en mano, sacando fotos o grabando, mientras otros simplemente observaban a la espera de que los notaran para saludar. Cuando la mirada de Sol se cruzó con las de unas chicas estas rápidamente agitaron su mano para saludarla, gesto que Sol devolvió con una sonrisa.

— Mira Ciro, saluda. —señaló la de ojos chocolate moviendo la mano del nene y provocando que este riera, mientras las chicas de abajo sonreían emocionadas.

Fue en ese momento que la voz del presentado sonó por los parlantes dando pase libre a la salida de los jugadores de ambas selecciones para ubicarse en dos hileras con una hilera de nenes en frente suyo, mientras se entonaba una parte de los himnos de ambos países. Sol notó que tanto Julián como Alexis y Enzo estaban en la parte de los suplentes por lo que no comenzarían en el partido como titulares. La chica de ojos chocolate tenía sus dudas al respecto, pero si Scaloni lo había decidido de esa forma era porque confiaba en los jugadores que había escogido como titulares.

— CORONADOS DE GLORIA, VIVAAAAAAMOS. —con un brazo la chica sostenía a Ciro a upa, mientras con el otro rodeaba los hombros de Benjamín, ambos saltando junto a los demás hinchas, frente a ellos contra el cristal que separaba el palco se hallaban Mateo y Thiago, tratando de imitar a los dos Agüero— ¡O JUREMOS CON GLORIA MORIR! ¡O JUREMOS CON GLORIA MORIIIIIIIR!

— ¡Lo cerca que estuvo eso! —exclamó el Kun agarrándose la cabeza, gesto que se había repetido por todo el estadio al ver la jugada entre Lautaro y Lionel a tan sólo dos minutos de haber arrancado el partido. Sol asintió, tomando un poco de gaseosa y tendiéndole a los nenes un paquete de galletitas que tenía en su mochila, observando como los tres se iban al otro lado del palco donde se hallaba Celia, la madre de Lionel. Al menos ahora Sol podría gritar y putear tranquila sin asustar a Ciro.

— ¡PENAL! ¡ESO FUE PENAL! —exclamó Benjamín levantándose de su asiento de golpe, Sol por su parte frunció el ceño, no estaba demasiado seguro de que aquello fuera una falta para otorgarles un penal, le parecía más que Leandro se había dejado caer para cometer la falta, aunque tenía sus dudas, y al parecer el árbitro tampoco estaba completamente seguro porque había decidido ir a ver al VAR.

En el momento en el que el árbitro hizo con sus manos la seña indicando que era penal para Argentina el estadio estalló en vítores, que no hicieron más que crecer cuando el número 10 de la Scaloneta pateó la pelota logrando que esta inflara la red del equipo contrario.

— Que hermoso arrancar el mundial así, pa. —habló el Kun abrazando a Sol y Benja con emoción— ¿Vieron? Ya arrancamos re bien, les dije que una camiseta no nos iba a cagar, una cábala no nos va a ganar. —declaró el antiguo jugador con una sonrisa.

Sol mordió su labio inferior nerviosamente, todavía tenía esa sensación de que algo iba a ir mal, pero no quería decir nada para no parecer pesimista por lo que simplemente sonrió viendo como los jugadores en la cancha se lanzaban sobre Messi para festejar.

VAMO' SELECCIÓN HOY TE VINIMO' A ALENTAR, PARA SER CAMPEÓN HOY HAY QUE GANAR.

— ¡GOL! ¡GOL LOCO! —la chica se abrazó a Benjamín los dos gritando con fuerza y agitando sus brazos libres en el aire, un quejido escapando de sus labios cuando vio que levantaban la bandera indicando offside— ¿CÓMO QUE FUERA DE JUEGO LA CONCHA DE TU MADRE? NO PUEDE SER.

— No pasaron la repetición la puta madre. —se quejó el Kun mirando las pantallas que habían distribuidas en el estadio para ver las jugadas— Bueno, no pasa nada, todavía falta bastante che, tienen tiempo.

A los casi veintisiete minutos Lautaro recibió un tremendo pase porque no tenía jugadores cerca que pudieran quitarle la pelota, pegándose un pique el jugador se movió esquivando al arquero y pateándola hacia el interior de la red.

— ¡VAMOS LA CONCHA DE SU VIEJA! ¡TE AMO TORO! —gritó Sol soltando una carcajada cuando el Kun la tomó en sus brazos levantándola un poco en el aire poniéndose a saltar— ¡SERGIO EL CHIP POR FAVOR! ¡BAJAME BOLUDO!

— Fueron dos segundos nomás che, no pasa nada. —la tranquilizó su hermano, mientras Benjamín trataba de contener la risa por ver a su padre tan emocionado— ¡Te dije que una camiseta no nos iba a cagar!

Y fue en ese momento que se escuchó el silbato del árbitro, los tres notaron que hacía la seña del VAR y se dirigía al mismo, las sonrisas de su rostro borrándose en el momento que indicó que había sido Offside.

— ¿QUÉ PORONGA ESTÁS COBRANDO LA CONCHA DE TU VIEJA? ¿CÓMO QUE OTRA VEZ OFFSIDE? PERO CHUPALA BOTÓN. —Sol podía sentir un ardor en su garganta gracias a todo lo que estaba gritando, pero poco le importaba, además de que todos se encontraban en la misma situación— PERO SI ESO NO ES OFFSIDE DIOS, MIRA POR LO QUE VIENE A COBRAR. —sus ojos observaban las pantallas gigantes con rabia, sin poder creer que en verdad estaban cobrando eso cuando claramente estaba habilitado— ¡METETE LOS MUÑEQUITOS ESOS POR EL ORTO!

— Te estás alterando mucho, sentate ahí un rato antes de que colapses. —le dijo el Kun tendiéndole la botellita de gaseosa.

— Estoy bien Kuni. Yo no soy la que anda saltando y haciendo fuerza al pedo con un chip en el corazón. —respondió con su ceño fruncido— Más te vale que durante el entretiempo te quedes ahí sentado o te siento a la fuerza y te dejo atado lo que resta del partido.

— Estoy joya yo. —al ver la mirada de Sol, el Kun terminó asintiendo— Te prometo que en el entretiempo me siento y me quedo tranquilo.

— Gracias Kuni. —la chica le dedicó una pequeña sonrisa para luego volver a colocar su atención en el partido.

Y YA LO VES, Y YA LO VES, EL QUE NO SALTA ES UN INGLÉS. Era lo que podía oírse en la zona donde los Agüero y los Messi se hallaban, e incluso ellos estaban saltando y cantando con entusiasmo.

— LA PUTA MADRE. —Benjamín tapó su rostro con frustración, tirándose en su asiento.

— ¡TIENE QUE SER UNA JODA! —una vez más la bandera había sido levantada, anulando otro gol de Lautaro con asistencia de Lionel. Sol apretó sus puños con fuerza— ¡PERO POR QUÉ NO TE METES LA BANDERITA ESA DE SUPOSITORIO LA CONCHA DE TU VIEJA! ¡TE VOY A PRENDER FUEGO LA BANDERA SORETE! ¡TRES VAN YA! ¡TRES!

— Toda esta mala suerte es por la camiseta, ya quedó claro que la cábala funcionaba tía. —dijo Benja desde su asiento. Sol chasqueó la lengua frustrada porque creía lo mismo que él, e incluso sabiendo que las cosas dependían de los jugadores, los árbitros y como se manejaban las cosas, no podía dejar de sentirse culpable porque creer o reventar hasta ese partido siempre había salido todo bien.

El Kun negó desde su asiento— Deja de decir boludeces Benja, recién terminó el primer tiempo, todavía tenemos chances de hacer algún otro gol, aparte vamos ganando. Podemos terminar el partido con tranquilidad si se siguen manejando así.

Pero aquello no había ocurrido, incluso con la entrada tardía de Julián, Lisandro y Enzo durante el segundo tiempo, las cosas no habían ido como ellos esperaban. Y ese sentimiento que Sol tenía de que algo iba a salir mal terminó volviéndose realidad.

Nadie podía creer lo que estaba ocurriendo, faltaban segundos para que terminara el tiempo extra del segundo tiempo, segundos para que Argentina terminara su primer partido del Mundial con una derrota contra Arabia Saudita que había logrado darle vuelta en unos cinco minutos, consiguiendo dos goles que desestabilizaron a la Scaloneta por completo. La desesperación de los jugadores en la cancha era notoria, estaban haciendo todo lo que estaba a su alcance para tratar de empatarlo, pero nada de eso funcionaba.

Cuando el árbitro pitó el final del partido, Sol se arrojó sobre su asiento con pesar, viendo las expresiones de los jugadores, de sus amigos, que tampoco podían creer lo que había ocurrido. A su lado Benjamín observaba la cancha en silencio, mientras el Kun pasaba con frustración las manos por su cabeza.

— Sol cuando llegues a donde se están quedando sacate eso. —señaló la camiseta— Rompela, tirala, quemala, no sé, lo que sea que la haga desaparecer, pero de ahora en adelante no te la volvés a poner ni en pedo.

Benjamín no pudo evitar soltar una carcajada ante la desesperación del Kun— Te dijimos que la cábala era importante pa, y vos re "ini cíbili ni nis vi i guinir"

— Tenés razón, tenían razón. Por eso le digo a tu tía, tirala, destruila, quemala si es necesario, pero no te vuelvas a poner esa cosa.

— Pero es la que me regalaste vos. —murmuró la chica no pudiendo evitar la sonrisa que apareció en sus labios.

— ¡Después te regalo otra Sol! Esto es su culpa, me sugestionaron tanto que ahora empecé a creer en estas cosas, lo mínimo que espero es que sigas con tu cábala. ¡Esto es de vida o muerte hermana! —la desesperación del Kun provocó que todos los presentes en el palco rieran.

— Elijo creer que esto fue un golpe de realidad que necesitábamos para acordarnos que no hay que bajar la guardia y subestimar a los demás equipos por más débiles que parezcan. —dijo la chica, su mirada fija en los jugadores que se retiraban en la cancha. Estaba enojada y frustrada porque con lo bien que habían jugado en el primer tiempo y con todas esas chances de gol que les habían anulado merecían ganar, pero confiaba en la Scaloneta y en todo lo que los chicos podían dar— Por algo pasó ahora, tenemos la chance de aprender de esto y seguir de la mejor forma posible. Creo que de ahora en adelante todo va a salir bien.





EL DÍA ANTERIOR AL PARTIDO, sabiendo que los jugadores iban a estar cansados después del partido, aún sin saber todo lo que iba a pasar en el mismo, no iba a molestarlos con el tema de los videos y los quizzes. Por lo que Sol había arreglado con Valentina y Camila para el día del partido, a la tarde-noche, ir a conocer un poco de Qatar. Además, Valentina quería ir a comprarle algún juguete nuevo a Olivia para que pudiera entretenerse durante los partidos y unos audífonos capaces de disminuir todo el ruido de la cancha, porque había olvidado los que ya tenían en Argentina.

Las tres jóvenes argentinas caminaban con tranquilidad, disfrutando de la ligera brisa que había en la noche Qatarí. Las calles abundaban de turistas que portaban camisetas de distintos países, incluso de países que no habían logrado calificar, muchos aprovechando para comer y otros simplemente mirando las tiendas. Las tres, junto a Olivia en un cochecito, llevaban ya un rato caminando, Camila había comprado un perfume que le había encantado y Sol había aprovechado para comprar bloqueador solar porque el suyo se estaba acabando. Cuando finalmente llegaron a un gran centro comercial, repleto de luces y tiendas con colores llamativos.

— Ahí está la juguetería que me recomendaron. —señaló Valentina— Dios mío, es enorme, Oli se va a volver loca acá adentro. —comentó mientras ingresaban al lugar, observando las decenas y decenas de juguetes que había por todo el lugar. Podía oírse música, gritos de nenes emocionados que corrían y también había varias pantallas donde pasaban promociones de los juguetes y ofertas.

Fue en ese momento que el teléfono de Valentina sonó y al atender la imagen de Enzo apareció del otro lado mientras él podía verla a ella.

— Hola amor. —devolvió la chica el saludo de su pareja con una pequeña sonrisa.

— ¿Fuiste a verle el juguete a Oli?

— Sí, estoy con Sol y Cami, aprovechamos a dar una vuelta. —con la cámara enfocó a las dos mencionadas que agitaron sus manos saludando al jugador, saludo que el chico correspondió con afecto, y luego le enfocó a Olivia que se emocionó al ver a su padre en la pantalla— ¿Cómo estás? ¿Cómo están todos después de lo de hoy?

— Creo que ninguno había pensado que existía la posibilidad de perder justo este partido y claramente nos tomó por sorpresa. —comenzó el chico— Lio nos juntó a todos y nos dio una charla sobre que no hay que bajar los brazos, que la gente confía en nosotros y no vamos a dejarlos, y que un mal partido no significa que no haya chances, pero igual estamos todos bastante bajoneados. —Enzo suspiró— Después de eso algunos se quedaron hablando con Scaloni y otros aprovecharon para ir a pegarse una ducha y acostarse un rato.

— Es totalmente entendible amor, pero recién es el primer partido, tranqui que todo va a salir como todos queremos.

— Si, obvio, pero es imposible no sentirte como el culo. Igual estamos todos en la misma, pero tenemos reacciones diferentes, el Licha y el Cuti se pusieron con la play para tratar de sacarse la bronca, Alexis y Nahuel se fueron a pegar otra ducha, y después está Julián que se fue directamente a acostarse, no quiso comer nada.

Al oír eso, Sol frunció el ceño porque sabía que Julián nunca se saltaba una comida, primero porque al chico le encantaba comer y segundo porque sabía lo importante que era por su trabajo, con lo demandante que era para su cuerpo. El cordobés probablemente se sentía culpable, creyendo que debería haber dado más de si mismo cuando ya había dejado todo en esa cancha y no había algo más que pudiera haber hecho para cambiar el resultado.

Cuando la llamada había finalizado, y Enzo se había despedido las cuatro, Valentina se dirigió hacia el pasillo donde estaban los peluches junto a Camila mientras Sol se dirigió hacia el lado izquierdo de la tienda donde había zonas específicas dedicadas a cosas temáticas de distintas películas y universos como el de Harry Potter, Star Wars, Marvel y el Señor de los Anillos, entre otros. Había figuras de acción, prendas de ropa temática e incluso esas pequeñas figuras coleccionables llamadas FunkoPop, figuras que incluso Sol tenía en su hogar de algunos de sus personajes favoritos de Marvel. Un ruido de sorpresa escapó de los labios de Sol cuando vio que había un stand con una máquina donde podías crear tu propio Funko, con el diseño que más te gustara. Y al ver uno de Capitán América con la camiseta de la selección de estados unidos una idea vino rápidamente a la cabeza de Sol, acercándose a la chica que atendía para comentarle su idea y ver si era posible.

Cuando Sol regresó a la universidad donde la Selección argentina se estaba quedando, llegó con una bolsa colgada en su brazo izquierdo y una caja entre sus manos. Al entrar observó que varios de los jugadores estaban en el sillón de la sala de descanso mirando lo que parecía ser una película mientras otros estaban con la play, jugando un partido del FIFA.

— ¡Hola Sol! —el Dibu, que fue el primero en verla, le dedicó una sonrisa y así lo fueron siguiendo los demás. La chica notó que faltaban algunos, entre ellos Lionel, Leandro, Di María, Rodrigo y Julián.

— ¿Cómo les fue? ¿Pudo conseguir el juguete para Oli? —ante la pregunta de Enzo, Sol asintió sonriendo, acercándose a ellos para dejar la caja en la mesita ratona frente al sillón.

— Si, está hermoso, Valu me dijo que te avisara que en un rato te escribía para hacer videollamada con ella y Oli. —el chico sonrió, sacando su teléfono para aguardar por el mensaje— ¿Cómo están?

El "Huevo" Acuña tomó la palabra— Fue un golpe bastante duro, ninguno se esperaba que pasara eso.

— Fue re injusto, jugaron tremendo partido y los re cagaron con el arbitraje y la banderita esa de mierda. —se quejó la chica— Por poco respiraban y ya les cobraban Offside, una poronga todo.

— Sólo espero que la gente siga confiando en nosotros. —murmuró el Dibu— Lo que menos queremos es decepcionarlos.

Sol sonrió al oír esas palabras— Sabía que iban a estar preocupados por eso y creo que deberían mirar los comentarios en el último video de la cuenta. Mucha gente fue a comentar para darles apoyo después del partido, muchos comentarios diciendo que no se piensan bajar ni en pedo de la Scaloneta, que un partido no significa nada y que si ustedes les pidieron que confíen ellos lo van a hacer. La gente tiene mucha fe en ustedes, en este equipo y todo el trabajo que vienen haciendo y todo lo que vienen consiguiendo, creen en ustedes igual que yo, sabemos que no se van a rendir y la van a seguir luchando todo lo que puedan. —hizo una pausa, dedicándoles una sonrisa cargada de afecto— Posta les digo, leer esos comentarios los va a ayudar. —y siguiendo lo que la chica les decía, los jugadores sacaron sus teléfonos para entrar a la cuenta, y esas expresiones decaídas pasaron a ser sonrisas al comenzar a leer los comentarios de apoyo que la gente les había dejado y que continuaban dejando.

— Gracias Sol, creo que todos necesitábamos ver esto. —le agradeció Tagliafico.

— Tengo algo para ustedes, sé que tienen que seguir una dieta, pero creo que lo merecen para subir un poco los ánimos. —la chica abrió la caja que había traído, dejando ver numerosos chocolates— Traje uno para cada uno, un permitido sólo por hoy, hablé con Scaloni antes para pedirle permiso y dijo que lo merecían.

— ¿No ves que sos todo lo que está bien? —la chica sonrió cuando todos los del sillón se levantaron para acercarse a ella y rodearla en un abrazo grupal, mientras los que jugaban a la play gritaban con entusiasmo, no queriendo dejar de jugar para no perder— Gracias Sol, posta apreciamos mucho que te preocupes por nosotros así.

— No tienen que agradecer nada, son como mi familia y siempre voy a tratar de hacer lo que pueda para ayudarlos y verlos bien. Hay uno para cada uno, así que no se hagan los pelotudos, y dejen apartados los otros para los que no están acá. —la menor de los Agüero se acercó a Enzo, que acababa de tomar uno de los chocolates— Enzo, ¿Julián sigue en la pieza de ustedes? ¿Comió algo?

— No quiso nada, fui a preguntarle hace un rato si no quería venir a comer algo y no quiere saber nada. —el jugador apretó sus labios en una delgada línea.

— ¿Decís que si voy a verlo lo voy a joder? —cuestionó la chica con sus ojos cargados de preocupación— Ya veo que me saca a patadas.

Rápidamente Enzo negó— No Sol, ni ahí lo vas a joder, anda. —la animó con una sonrisa— Estoy seguro de que le va a hacer bien, siempre que se trata de vos termina con una sonrisa. —Enzo ahogó una risa al ver como Sol se ponía toda por sus palabras, disfrutaba demasiado de verlos de esa forma.

Dedicándole una última mirada, la chica se dirigió hacia la parte del comedor donde se hallaban Lionel, Rodrigo, Leandro y Ángel, acercándose y contándoles sobre los chocolates, para luego acercarse a la cocinera que aún estaba ahí, pidiéndole si por favor podía preparar dos platos de lo que habían cenado los jugadores esa noche en una bandeja.

Con la bandeja en mano y la bolsa aún colgada en su brazo, Sol se encaminó hacia la habitación que Julián y Enzo compartían, la duda que sentía presente en su andar cauteloso. Soltando el aire nerviosamente terminó golpeando la puerta para indicarle al chico su presencia. Segundos más tarde la puerta se abrió, dejando ver a Julián en el conjunto deportivo de la Selección que tenían para cuando estaban descansando en el complejo y su cabello desordenado.

— Enzo ya te dije que no quier... Sol, hola... —detuvo sus palabras de forma abrupta al ver a la menor de los Agüero frente a su puerta, su mirada recayendo en la bandeja en su mano.

— Hola Juli. —saludó la chica con una sonrisa dulce— Me dijo un pajarito que no comiste nada desde el partido, y yo tampoco cené nada, ¿comemos juntos?

— Ese fue el buchón de Enzo ¿no? —refunfuñó el cordobés.

— Sí, pero fue porque se preocupa por vos, como los demás y como yo. —Sol observó como Julián se acercaba tomando la bandeja para evitar que ella hiciera fuerza innecesaria, adentrándose en la habitación junto a ella y dejando la bandeja sobre su cama— No te voy a preguntar como te sentís porque es evidente, pero te voy a decir lo mismo que le dije a los chicos abajo. La gente que los banca sabe que no se van a rendir, confían en ustedes, confiamos en ustedes y no vamos a darles la espalda sólo porque perdieron un partido. Sí, es un partido del mundial, pero todavía hay chances y sabemos que van a dejar todo en los próximos partidos. Por ahí se confiaron un poco, onda todos lo hicimos, pero son cosas que pasan y que ocurriera ahora en lugar de en una etapa más avanzada es lo mejor que podía pasar. Necesitaban un golpe de realidad para recordar que no son invencibles y que a veces las cosas pueden fallar, no por culpa suya sino por factores externos, pero no es el fin y todavía tienen mucho para dar y demostrar.

— Debería haber ayudado más, siento que debería haber hecho más para tratar de revertir el resultado o por lo menos empatar.

Sol tomó las manos del chico entre las suyas con suavidad, la intensa mirada chocolate del cordobés sobre ella— Julián diste todo en esos minutos que jugaste, hiciste todo lo que podías, vos, Enzo, Lisandro, todos los que estaban en esa cancha. No siempre las cosas salen como esperamos, pero al menos tienen la tranquilidad de que hicieron todo lo que pudieron, que lo dieron todo para no defraudar a todos los que los apoyan y sé que la gente lo entiende. Sé que la gente valora todo lo que están haciendo, y si querés verlo por vos mismo entra a los comentarios del último video de la cuenta, está lleno de comentarios bancándolos, mandándoles fuerza y brindándoles buenas energías.

El chico notó como sus ojos se empañaban por las lágrimas que se acumulaban, se sentía completamente sobrepasado y de golpe todas sus barreras habían caído dejándole ver a Sol lo vulnerable que Julián se encontraba.

— ¿Te puedo abrazar, Sol? —la pregunta la tomó por sorpresa, pero antes de que pudiera ser consciente un "Siempre Juli" había escapado de sus labios y Julián la había atraído hacia él, rodeándola con sus brazos en un cálido abrazo. Los dos se mantuvieron de esa forma durante algunos minutos, la chica acariciando con suavidad el cabello del cordobés mientras este cerraba sus ojos disfrutando de la cercanía, y de la contención y apoyo que sentía al estar en los brazos de Sol.

— ¿Mejor? —indagó Sol cuando se separaron, notando la nariz enrojecida de Julián, al igual que sus mejillas.

— Sí, mucho mejor. —hizo una pausa, observándola con esos ojos chispeantes y una sonrisa dulce en sus labios— Gracias, no sé cómo haces, pero siempre conseguís hacerme sentir mejor.

Sol sonrió al oír esas palabras, ese cosquilleo invadiéndola otra vez— Un placer poder ayudar en algo Juli. —se encogió de hombros— Ahora te vas a comer todo eso, y no quiero escuchar peros, ya sabes lo importante que es para ustedes tener todas las comidas y más con lo demandantes que son los partidos acá, ¿estamos?

— Estamos. —respondió el chico soltando una risita y prendiendo la tele para buscar algo que ver juntos.

— Ah, antes de que te pongas a comer, te traje algo. —le tendió la bolsita con el logo de la juguetería— También traje chocolates para todos, se supone que te guardaron uno para vos, porque había uno para cada uno. Pero este es solo para vos, cuando estábamos en la juguetería, después de que Enzo dijo que estabas mal, vi esto y se me ocurrió que podía subirte el ánimo.

El chico la observó con curiosidad, abriendo la bolsa para sacar una caja. Una risa brotó de sus labios al ver que se trataba de un Funko, pero no cualquier Funko, sino uno suyo. Sol había logrado personalizar uno que tuviera la máscara de Spiderman, portando la camiseta de la Selección argentina y el número nueve en su pecho, con sus manos haciendo el típico gesto de Spiderman al tirar telarañas que Julián usaba para festejar. En el frente de la caja podía leerse Julián "la Araña" Álvarez.

— Es una boludes, pero quería traer algo para subirte un poco el ánimo. 

Julián negó con su cabeza, dejando la caja a un lado para rodear otra vez a la chica en un abrazo, una sonrisa radiante en sus labios y su corazón latiendo de forma acelerada— No es ninguna boludes Sol, es un regalo hermoso. Te juro que lo voy a cuidar como oro. —susurró en el oído de la joven, provocándole un escalofrío.

— Me alegra Juli, no estaba muy segura de si te iba a gustar, pero valía la pena intentarlo.

— Me encanta, no solo por el gesto o porque está lindo, sino porque viene de tu parte. —el chico se alejó un poco otorgándole una sonrisa dulce— Es como te dije antes, no sé cómo, pero con todo lo que haces siempre conseguís hacerme sentir mejor o sacarme una sonrisa, y eso me encanta. —Como también me encantas vos. Pensó observando la sonrisa de la chica, era increíble como Sol con pequeños detalles lograba hacerlo sentir mejor, lograba iluminar sus días y alterar todo en su interior. Como poco a poco Sol se ganaba su corazón— Gracias Sol. 

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