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✯❀𝐀𝐍 𝐔𝐍𝐄𝐗𝐏𝐄𝐂𝐓𝐄𝐃 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄❀✯
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Advertencia: menciones de abuso sexual y culpa
Un cambio inesperado
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"¿Lista para salir?" preguntó James Potter a su ahijada.
Hoy terminaba su suspensión y Charlotte volvía a Hogwarts. Seguía agotada mental y físicamente. Era como si toda su energía hubiera desaparecido, tenía tanto dolor mental que las simples cosas cotidianas se volvían más que difíciles.
"Sí", respondió en voz baja, no había hablado mucho desde el día anterior, cuando él le había ofrecido su apoyo.
"¿Está tu baúl empacado?" Preguntó, mirando a su alrededor.
"Sip", Lottie asintió, "todo está listo desde esta mañana".
"¡Brillante!" James sonrió, tratando de aligerar el ambiente tan oscuro "¡Dumbledore dijo que puedes estar en el colegio para la cena de esta noche y luego volver a las clases mañana!"
"Suena bien", sonrió ella débilmente.
James se mordió el labio, sabía que ella estaba luchando, pero no sabía cómo podía ayudar.
"Vamos entonces", suspiró, "Usaremos un portarretrato".
Una hora más tarde, Charlotte estaba en el despacho de Dumbledore con Erin Johnson.
"Espero que no haya más peleas" anunció Albus, "Para asegurar esto, han decidido cambiar los arreglos de sus dormitorios"
"¿Qué?" Erin jadeó, "¡No me voy a mover!"
"Señorita Johnson, creemos que sería mejor para usted quedarse en la sala común de las chicas de Gryffindor, tienen una cama libre".
"No", negó con la cabeza, "¡haz que ella se mueva!"
"No quiero mudarme" Charlotte la fulminó con la mirada.
"No te cambiarás de casa", dijo Dumbledore con calma, "Sólo te cambiarás de sitio para dormir".
"Yo no me voy". declaró Erin.
"Una de ustedes tiene que mudarse", dijo McGonagall con firmeza, sin embargo no parecía muy complacida
"Me niego". Dijo Erin.
"Bien entonces, tendrá que ser usted, señorita Lupin", le dijo Dumbledore a Charlotte.
"¿Qué...?"
"¡Sí! Charlotte puede moverse", sonrió Erin con suficiencia.
"No quiero..."
"¡Está decidido entonces!" Dumbledore sonrió. "¡Charlotte, estoy seguro de que McGonagall puede mostrarte el camino! Todavía puedes usar la sala común de Hufflepuff, sin embargo los dormitorios son un no".
"Estupendo", murmuró ella.
¿Por qué tenía que moverse?
"Vamos entonces, señorita Lupin". dijo McGonagall, ligeramente aliviada de no tener que lidiar con Erin.
Charlotte no quería quedarse con los Gryffindors. No tenía nada en contra de ellos, por supuesto, pero le gustaba quedarse en su propia casa, en su propia cama y con la misma gente que desde los once años.
Aunque parecía que el mundo estaba en su contra.
Charlotte y McGonagall salieron del despacho con una rápida despedida de Dumbledore, y se dirigieron hacia la torre de Gryffindor. Fue más que incómodo, y Lottie no tenía nada que decir mientras fruncía el ceño en el suelo.
"La contraseña es Tonterías", le dijo McGonnogal mientras subían las escaleras. "Cuando llegues al retrato, sólo di eso. Suele cambiar... Te avisaré con el resto de mis alumnos cuando lo haga".
"Gracias", sonrió Lottie cuando llegaron al retrato.
"Contras, ¡te he visto antes! Con esos Slytherins... ¡No más bromas, eh dicho!" La señora gorda jadeó.
"Está conmigo", dijo McGonagall, frunciendo los labios. "Tonterías".
"Hm", tarareó la señora gorda, sin embargo, abrió la puerta de todos modos.
La sala común de Gryffindor tenía su habitual color rojo exagerado, y Lottie no pudo evitar quejarse al saber que se quedaría allí el resto de su vida escolar. Estaba lleno de estudiantes, todos los Gryffindors parecían tener algún tipo de reunión.
"¡Todos, por favor! ¡Tengo un anuncio!" gritó McGonagall a sus alumnos.
Todos se quedaron callados, todos mirando a la Hufflepuff con una mezcla de expresiones.
"La señorita Lupin se alojará ahora en los dormitorios de las chicas de cuarto año, me gustaría que todos la hicieran sentir bienvenida, por favor".
Los susurros sonaron en la sala y Charlotte se movió incómoda.
"¡Charlie, hola!"
"Hola Harry", sonrió Lottie, nerviosa.
Los dos no habían hablado correctamente desde que él la había besado delante de Erin, y ella estaba ligeramente insegura sobre cómo acercarse a él.
"Señorita Granger, por favor acompañe a Charlotte a su dormitorio".
"¡De acuerdo!" Hermione asintió con entusiasmo, volviéndose hacia Charlotte.
"¡Hola!"
"Hola".
"Es por aquí".
Lottie siguió a Hermione por las escaleras, con su baúl en la mano mientras lo hacía.
"¿Tienes una mascota?" Preguntó Hermione.
"Sí, mi lechuza Skittles, voló aquí anoche". Charlotte asintió mientras
Hermione abrió la puerta.
"¡Que bueno! Yo tengo un gato, Crookshanks." ella explico "Esta habitación es compartida con Pavarti Patil, Lavender Brown y Emily Black."
"Ah, ya veo." Charlotte asistió, pensando en dónde podrán estar.
Ella nunca cruzó palabra con Parvarti o Lavender, y claro, Emily era un caso diferente ...
"¡Esa es tu cama!" Hermione señaló con su cabeza la cama de la esquina, tenía una ventana con un gran alfil, Lottie solo pudo pensar que sería un buen lugar para fumar.
"Gracias Hermione." Ella sonrió
"¡Te dejo para que desempaques! Es casi la hora de la cena, podemos ir juntas si quieres"
"¡Suena bien!"
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Lottie Lupin estaba fuera del Gran Comedor con Alex Rosier que la rodeaba con un brazo.
"¡Te he echado tanto de menos! ¿Sabes lo aburrida que es la vida sin ti?" Él exclamó.
"Yo también te extrañé", Lottie sonrió suavemente.
"Al menos te libraste de las lecciones. Erin es una verdadera imbécil. ¡Bien por ti por golpearla!" exclamó Theodore Nott.
"Tuvo su merecido, seguro". Kaycie asintió con entusiasmo. "¿Cómo están tus abuelos?"
"No tengo ni idea" Lottie se encogió de hombros cuando entraron.
"¿Qué?" Preguntó Alex.
"Me quedé en la Mansión Potter. Hope y Lyall están de vacaciones". Explicó ella.
"Mierda-¿Tienes que quedarte con la pelirroja caliente? Estoy celosa". Kaycie suspiró.
Todos se rieron, llenando sus platos con comida.
Charlotte se pasó la mayor parte de la comida distraída, su mente iba directa al orfanato y las palabras tu culpa sonaban en su cabeza como un disco rayado.
"¡Charlotte!"
Salió de su aturdimiento y levantó la vista para ver a todos sus amigos mirándola.
"Perdon... ¿Qué pasó?" Preguntó con la garganta seca.
"Te pregunté si estabas bien". Kaycie frunció ligeramente el ceño.
"¡Oh, bien! Lo siento, sólo estoy cansada." Lottie mintió.
Theo la miró con curiosidad, podía ver a través de cualquier mentira que su mejor amiga dijera.
Kaycie por lo general también podía, de hecho casi siempre le daba al toro cuando se trataba de las emociones de Charlotte, sin embargo había estado tan atrapada en sus propias luchas de salud mental, que no se había dado cuenta.
El resto de la comida, Lottie no ha pronunciado una sola palabra, y cuando todos se fueron a la sala común, Theo tomó el brazo de Charlotte, redirigiéndola a la torre de astronomía.
"Entonces", dijo Theo, sentándose en el suelo, "¿Qué pasa?".
"Nada..."
"Lottie." Dijo con severidad, "¿Qué pasó?"
Ella no quería hablar de ello, le dolía la cabeza y la hacía sentir enferma, y sin embargo confiaba en Theo, sabía que podía contárselo.
"Él... me quedé en el orfanato una noche". Susurró, con lágrimas frescas llenándole los ojos. "Todo fue culpa mía".
"¿Qué fue?" Theo frunció el ceño.
"Él... cerró la puerta con llave y me quitó la ropa... pero luego me golpeó la cabeza y me violó". Dijo entre sollozos ahogados, con lágrimas rodando por sus mejillas.
Todo era culpa suya.
"Lottie", dijo Theo suavemente, tirando de ella para abrazarla, "NO es culpa tuya".
"Él dijo..."
"No", Theo negó con la cabeza, frotándole la espalda, "no lo es".
"Duele", susurró ella, "¿Por qué siempre me pasa a mí?".
Theo ni siquiera pudo responder a la pregunta mientras ella lloraba en su pecho, haciendo que Theo se enfadara diez veces más. Odiaba que alguien hubiera utilizado a su mejor amiga por su cuerpo, y no podía soportar pensar en cómo se sentía ella.
"Escucha", le dijo, "Te quiero, ¿Si? No fue culpa tuya, y siento mucho que te haya pasado, pero ahora estás bien, estás a salvo, ¿Si?".
"Si", susurró ella.
"Vamos, necesitas dormir un poco". Dijo en voz baja. "Vamos a llevarte a la torre de Gryffindor".
Charlotte entró en la sala común de Gryffindor después de despedirse de Theo y suspiró. Tenía los ojos enrojecidos de llorar y la nariz tapada, pero no había nadie, así que no le importó.
Bueno, ella creía que no había nadie.
Harry Potter estaba sentado en un sofá junto al fuego, garabateando en un papel.
Al levantar la vista, vio a Charlotte y sonrió al instante. "Hola".
"Hola Harold", dijo ella en voz baja, desesperada por volver a la cama.
"¿Estás bien?" preguntó Harry, frunciendo el ceño al notar lo alterada que parecía.
"Perfectamente bien, escucha Harry, tengo que subir a la cama". Dijo ella rápidamente.
"Pero..."
"¡Buenas noches!"
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