FINALMENTE HABÍA LLEGADO EL DÍA del viaje a Abu Dhabi para el último amistoso antes del inicio de la Copa del Mundo. Era catorce de noviembre, en dos días jugaban contra Emiratos Árabes Unidos y en ocho días tendrían el primero de sus partidos en el Mundial.
La lista de los convocados había sido anunciada tan sólo unos días atrás y tal y como Sol había dicho, Scaloni no había dudado en convocar a Julián, Enzo y Alexis, y la chica estaba segura de que el Mundial iba a ser la oportunidad de demostrar todo lo que tenían para dar. Si bien la lista había sufrido algunos cambios de último momento por lesiones o inconvenientes como era el caso de Giovani Lo Celso, Sol sabía que tenían un grupo de convocados repleto de buenos jugadores, y que la Selección tenía grandes oportunidades de llegar lejos en la competencia.
La emoción de todos era bastante notoria, al punto de que incluso siendo las cuatro de la mañana en el aeropuerto todos estaban completamente despiertos, hablando, riendo y dando vueltas de un lado para el otro. Ya todos habían realizado el check-in, habían pasado por todos los controles necesarios y se encontraban aguardando en la puerta de embarque a que se hiciera la hora que aparecía en sus pasajes para que se habilitara la posibilidad de subir al avión. Al igual que había ocurrido con el viaje a Estados Unidos, el plantel entero viajaría en un avión disponible solo para ellos, y en esta ocasión Sol también viajaría en él al igual que el resto de su equipo. Y no sólo viajaría con ellos, sino que, además, a diferencia del viaje a Estados Unidos, Sol se quedaría durante toda la estadía en la Universidad Nacional de Qatar con los demás en lugar de irse a hospedar con el Kun y Benjamín.
— ¡Está haciendo trampa! —el grito del Papu, que estaba recostado en el suelo se escuchó por todo el lugar, mientras Sol se carcajeaba— ¡Basta Sol!
— Explicame, ¿cómo pretendes que haga trampa jugando al uno online? —cuestionó la chica completamente tentada, provocando las risas de los demás que estaban cerca al ver la cara de indignación del Papu— Dibu te hizo subir diez cartas, ¡diez! y no le dijiste nada, ¿yo te hago subir cuatro y ya hago trampa? —hizo un gesto como si estuviera oliendo algo en el aire— Me huele a favoritismo, se suponía que yo era tu favorita.
— ¿Te duele? Me encanta. —le dijo el Dibu sacándole la lengua de forma burlona a la menor de los Agüero, haciendo alusión al meme de Alberto Fernández. Sol simplemente colocó sus ojos en blanco con diversión para volver a mirar la pantalla de su teléfono.
— ¿A quién le toca? —preguntó el Cuti que estaba en uno de los asientos frente a Sol— ¿Habíamos cambiado el sentido de la ronda?
— A Taglia, dale hermano que no tenemos todo el día. —se quejó Otamendi.
— Ya voy che, estaba viendo que tiraba. —se quejó Tagliafico, para finalmente elegir lo que iba a tirar.
— ¡Qué hijo de puta! —el grito del Dibu provocó una nueva oleada de carcajadas, y al ver como Tagliafico le había tirado un +2 Sol sonrió.
— ¿Ti diili? Mi incinti. —murmuró tratando de imitarlo con burla— ¿Qué pasó rey? ¿Ya no nos reímos Dibu?
— Sos diabólica, a veces me das miedo.—la voz de Enzo llegó a sus oídos robándole una sonrisa, el chico se acercaba con la mochila colgada sobre sus hombros y un vaso de café en su mano, y atrás de él venía Julián, también con su mochila en sus hombros y dos vasos de café en su mano.
El cordobés tomó asiento a su izquierda, en el asiento que estaba libre, mientras Enzo tomaba asiento en la hilera de asiento de en frente, junto al Cuti Romero. La chica de ojos chocolate suspiró alegre cuando terminó la partida declarándola como la ganadora, otra vez, escuchando las quejas de los demás que estaban jugando. Al alzar su mirada, Sol notó que Julián le tendía uno de los vasos de café mientras él le daba un sorbo al otro.
— Creo que es lo mismo que pediste cuando fuimos a merendar para celebrar que estaba en la convocatoria, pero puedo haberla pifiado en algo.
Sol no pudo evitar sonreír con dulzura al escuchar aquello, ¿cómo era posible que Julián fuera tan atento? ¿Cómo era posible que con cada cosa que hacía lograra alterar a su pobre corazón? — Te das cuenta que sos un dulce, ¿no? —cuestionó ladeando su cabeza ligeramente, Enzo los observaba con atención, sonriendo con diversión al ver cómo Julián se rascaba la nuca nerviosamente por el cumplido— Gracias Juli, siempre estás en todo.
Julián le dedicó una sonrisa, sus ojos chocolate cargados de afecto— Es un café nomás Sol, no hice nada del otro mundo.
— No importa eso, lo que importa es la intención, el gesto, y siempre tenes este tipo de gestos. Posta sos un amor de persona Julián, mira si no te voy a agradecer.
Fue entonces que los dos vieron la figura de Scaloni acercándose, siendo seguido por Aimar y Samuel— Empiecen a agarrar sus cosas, acaban de avisar que en dos minutos abren la puerta, después no quiero escuchar quejas diciendo que se olvidaron algo.
Así, todos comenzaron a tomar sus mochilas y las valijas de mano, que en el caso de los jugadores todas tenían el mismo diseño con su nombre a un lado, mientras que Sol tenía una de color violeta, la misma que había llevado en el viaje a Estados Unidos y que hacía juego con la otra de mayor tamaño. Luego de que la chica evaluara su boleto y su pasaporte para corroborar que se trataba de la misma persona, Sol ingresó al pasillo que la dirigía al interior del avión, una risa escapando de sus labios al ver que los chicos iban cantando canciones de la hinchada como si ya se encontraran en la cancha.
— ¡Vamos Sol! —la chica sintió como Gonzalo la abrazaba por los hombros, moviéndola ligeramente al ritmo de lo que cantaban, mientras ambos caminaban por el pasillo, atrás Rodrigo y el Dibu saltando y agitando sus brazos libres al grito de "VAMOS, VAMOS, ARGENTINA". Así todos fueron pasando hasta el avión, tomando los asientos que les habían asignado, guardando sus valijas en los portaequipajes que había sobre sus asientos y chusmeando las cosas que había para cada pasajero debajo de los asientos.
A Sol le había tocado más atrás de donde estaban todos los jugadores, en la parte izquierda, del lado de la ventana, y para su sorpresa los asientos que estaban a su derecha se encontraban vacíos. Celeste y Lucila habían quedado en los asientos del pasillo y el resto de su equipo había quedado distribuido del lado derecho del avión a la misma altura. Aprovechando esto, la chica dejó la mochila en el asiento de en medio y se acomodó en su asiento, tomando la frazadita que daban en el avión para tapar sus piernas porque en ahí estaba más fresco que en el aeropuerto. Varios minutos más tarde, el avión ya había despegado y Sol se encontraba con uno de los libros que había llevado en sus manos, sus auriculares en sus oídos mientras reproducían su playlist favorita y la luz que estaba sobre su asiento encendida para poder leer tranquila. Por delante tenían un viaje de alrededor de veinticuatro horas con una escala en medio, y era por eso que había traído varios libros con ella para tratar de no aburrirse, junto con las películas que podía llegar a ver en el avión. Aún con sus auriculares podía oír las voces animadas de los jugadores y los demás miembros del plantel, pero el viaje recién comenzaba y estaba segura de que en unas horas todo estaría en silencio y la mayoría de ellos aprovecharía a descansar el mayor tiempo posible.
Y no se había equivocado en absoluto, porque durante todo el vuelo hasta la escala, que había durado unas catorce horas, los jugadores habían aprovechado a dormir, algunos se habían puesto a mirar alguna película o a boludear con sus teléfonos, y otros como Sol habían llevado algún libro para entretenerse. Habían parado en el Aeropuerto de Fiumicino, en Roma, Italia, para un abastecimiento de combustible, y habían vuelto a emprender vuelo donde ya solo quedaban unas diez horas de viaje para finalmente llegar a Abu Dhabi. Además de leer, mirar alguna película y estar con su teléfono, Sol había aprovechado el tiempo libre para anotar las nuevas ideas que la gente había estado sugiriendo en los comentarios de los videos, tomando en cuenta las críticas constructivas y los aportes que realizaban para que todo pudiera ser aún mejor. También se había colocado de pie y había caminado por el pasillo para estirar las piernas un poco porque ya comenzaban a dolerle por estar tanto tiempo en la misma posición.
— Como siga así me voy a tener que comprar un fibrón para dibujarme la raya, dios mío. —se quejó levantándose de su asiento para poder ir al baño que estaba en la parte de adelante, con dificultad porque se le había acalambrado la pierna derecha.
Al pasar por la parte donde estaba el equipo para regresar a su asiento Sol miró así por arriba viendo que a excepción de dos o tres, todos se encontraban durmiendo otra vez, incluso Scaloni y Aimar se encontraban descansando en sus asientos. Y fue cuando notó que Julián, que estaba sentado entre Enzo y Gonzalo, estaba bastante despierto a diferencia de los otros dos antiguos jugadores de River. Sol ahogó una carcajada cuando vio que Julián trataba de mover a Enzo que había terminado cayendo sobre él, aferrándose a su brazo, lo cual llamó la atención del cordobés.
— ¿No podés dormir? —indagó la chica en un susurro para evitar despertar a los demás.
Julián hizo una mueca con sus labios— No, este no deja de tirarse encima mío y me deja el brazo dormido. —con cuidado Julián movió a Enzo hacia la derecha, pero de poco sirvió cuando en unos segundos ya estaba otra vez inclinado hacia su lado, provocando nuevamente la risa de Sol— ¿Vos? ¿Dormiste en el anterior?
— Leí un poco, miré una película y aproveché a dormir, y ahora iba a ponerme a ver otra. —hizo una pausa, notando como un ronquido escapaba de los labios de Gonzalo y la expresión derrotada del cordobés— Juli, ¿querés ir sentarte allá conmigo? Las chicas están sentadas en la hilera del medio y la de la derecha, yo quedé con los dos asientos de al lado vacíos. Podés aprovechar a dormir si querés, no es como que vaya a hacer mucho ruido, y creo que por el momento no ronco. —una expresión divertida en su rostro.
— Si lo hicieras probablemente sería mil veces más despacio que Cachete. —le aseguró Julián, observándola con una sonrisa y sus ojos chocolate animados— ¿Segura que no voy a joder?
— No Juli, obvio que no jodes. Pero como vos quieras, tampoco te voy a obligar. —susurró sonriendo apenada, encogiéndose de hombros— Cualquier cosa estoy allá atrás, ¿Sí?
— No, no, para que voy con vos. —el chico se removió con cuidado, poniendo una almohada a su derecha para que Enzo pudiera apoyarse sin caerse ahora que no lo tenía a él para apoyarse, saliendo al pasallo donde aprovechó a estirarse un poco porque también estaba medio entumecido por estar tanto tiempo sentado— Te sigo, Sol.
Así, el cordobés se dejó guiar por la chica hacia los asientos que estaban más atrás, notando que las otras chicas estaban completamente dormidas al igual que la parte del plantel que estaba ahí atrás. Cuando llegaron, Sol se sentó en el asiento que estaba junto a la ventanilla mientras Julián se sentó en el asiento que daba al pasillo, dejando el de en medio vacío, tapándose con la frazadita que había traído del suyo y colocando su almohada en forma de "C" detrás de su cabeza. Julián observó como la chica tocaba botones en la pantalla que tenía en frente, al parecer buscando otra película para ver, mientras se colocaba sus auriculares. Sus ojos se abrieron ligeramente con sorpresa al ver que el logo de Marvel aparecía en la pantalla.
— ¿Estás mirando las de Marvel? —inquirió Julián en voz baja para no molestar a los demás.
Sol asintió, sonriendo con entusiasmo— Antes de la escala miré The Winter Soldier, pero ahora tenía ganas de ver una de mi superhéroe favorito.
— ¿Y ese es...? —Moviendo su cabeza un poco para poder ver mejor desde su lugar, Julián notó detalles específicos en el inicio de la película— ¿Spiderman, Sol? ¿En serio? —la pregunta escapó de sus labios antes de que pudiera darse cuenta, una sonrisita en sus labios. Y por alguna razón un cosquilleo lo recorrió de pies a cabeza al tener esa información.
— Siempre fue mi favorito con Capitán América y Wanda, sobre todo la versión de Andrew Garfield y la de Tom Holland. —explicó la chica, notando la mirada atenta de Julián en la pantalla— ¿Querés mirar? —le tendió uno de sus auriculares, sonriendo al ver como Julián se levantaba de su asiento para sentarse en el del medio, quedando justo a su lado, y tomando el auricular que ella le tendía. De esa forma los dos miraron se pusieron a ver la película protagonizada por Andrew Garfield, mientras comentaban algunas escenas o hablaban de otras películas de Marvel.
— ¿Y LA ARAÑA? —indagó Enzo levantándose de su asiento y viendo que Julián no estaba en su lugar— ¿Fue al baño?
Varias horas habían pasado, y ya solo faltaban alrededor de treinta minutos para finalmente llegar a Abu Dhabi, por lo que poco a poco todos iban despertándose.
Armani, que estaba en la hilera del medio junto a Rulli y Foyth, negó soltando una risa— Está con Sol.
— ¿Eh? —dijo Enzo confundido, por ahí había escuchado mal y había flasheado cualquier cosa— ¿Dijiste con Sol? ¿Me estás jodiendo o...
— No boludo, hace unas hora cuando estaban todos en el quinto sueño se fue con ella para allá y todavía no volvió. —al oír esas palabras los que estaban despiertos lo observaron con sorpresa, pero también con sonrisas en sus rostros porque la mayoría ya era consciente de que Julián sentía algo por Sol, aunque él aun no fuera del todo consciente de sus sentimientos.
— Miralo al Juli, no lo tenía así. —comentó el Dibu.
Otamendi desde su asiento soltó una risa— Unas ganas de picar tiene la araña, juegue rey, juegue.
— Sí, pero es re tímido y no se anima. —explicó Di María— Debe tener miedo de cagarla, seguro.
— ¿Cagar qué? Si se re nota que a Sol también le gusta, se queda mirándolo como boluda, falta que se le caiga la baba nomás.
— Y eso que vos no los viste el otro día cuando fuimos al bar con las chicas. No solo llegaron juntos, porque el se ofreció a pasarla a buscar, sino que también se la pasaron bailando juntos hasta que nos fuimos. —contó Lisandro y el Cuti a su lado asintió.
— Yo taba esperando que se comieran la boca, no te voy a mentir, con mi mujer habíamos apostado y todo. —murmuró el Cuti.
Entonces Rodrigo se dio vuelta en su asiento para ver a los demás— Los dos están tan preocupados por el otro, tipo no quieren lastimarlos o cagar la amistad que formaron, que no se dan cuenta que los dos están re en la misma. —hizo una pausa— ¿Qué pensará el Kun de todo esto?
— No debe tener ni puta idea, pero cuando se entere le da un infarto, avísenle al cardiólogo antes por las dudas.
El portador de la camiseta número diez, que había estado observando todo en silencio ahogó una risa al ver a sus amigos de esa forma, porque parecían el grupito de viejas chusmas que había en cada barrio.
— Yo necesito ver esto. —murmuró Enzo tomando su teléfono para comenzar a caminar hacia el fondo— Sino cuando le cuente a Valu no me va a creer. —al oír esto Gonzalo estalló en risas.
Con cuidado Enzo caminó hasta los asientos de atrás, seguido por Gonzalo y un par de jugadores más que querían ver que onda, confirmando lo que Messi pensaba de las viejas chusmas. Y al llegar, todos sonrieron al ver que los dos chicos estaban dormidos, tapados con las frazaditas del avión, Julián inclinado hacia el lado de Sol, y Sol apoyando su cabeza en el hombro de Julián. Rápidamente Enzo desbloqueó su teléfono, abriendo la cámara para sacarles una foto y luego enviársela a Valentina con un mensaje que decía "Me parece que antes de lo que pensamos Oli va a poder empezar a pedirles una prima a los tíos Sol y Juli".
En ese momento se oyó la voz del capitán por los altavoces comunicando que en tan sólo unos quince minutos llegarían, por lo que se pedía que fueran regresando a sus asientos y se colocaran los cinturones para el momento del aterrizaje. Ruido que fue suficiente para que tanto Sol como Julián comenzaran a despertarse removiéndose en los asientos, abriendo de a poco sus ojos para acostumbrarse a la luz.
— ¡La puta madre! ¿Qué hacen pelotudos? —exclamó Sol sobresaltada cuando vio la cara del Dibu y Otamendi asomándose desde los asientos que estaban delante de los suyos, provocando las risas de estos y los demás que se habían acercado.
— Buenos días, hermosa mañana, ¿verdad? —preguntó Enzo de pie en el pasillo, sus brazos cruzados sobre su pecho. Gonzalo a su lado agarró la frazadita de Julián, para evitar que se tapara la cara, en un pobre intento por tapar la luz.
— Ni dormir tranquilo se puede ya. —se quejó Julián tapando su rostro con su mano, aún viendo medio borroso— Que rompe huevo que son loco.
— Uno pensaría que durmieron más que bien. —murmuró el Dibu con una sonrisa burlona, observando de reojo como Sol volvía a acurrucarse contra el costado de Julián ignorando lo que decían, completamente desorientada por el sueño, y como Julián se movía de forma inconsciente para que ella pudiera acomodarse mejor.
— Igual pa, el piloto acaba de decir que estamos por aterrizar, dormir las bolas que tenemos que prepararnos para bajar. —Otamendi estiró su brazo, empujando con cuidado a Sol hacia el lado contrario de Julián alejándola de su hombro— Dale Solcito, ya durmieron mucho. —comenzó a moverla de un lado a otro mientras los demás observaban la escena completamente divertidos por ver a los dos chicos de esa forma.
— A menos que tengas ganas de perder la mano te recomiendo que dejes de romperme las bolas. —gruñó la chica y rápidamente Otamendi dejó de moverla, retirando su mano— Gracias Nicolás. —murmuró antes de tomar su mochila, y pidiéndole permiso con una pequeña sonrisa a Julián para pasar, la chica se dirigió al baño escuchando el "Uhhh te dijo Nicolás, tas jodido hermano" del Dibu.
Julián por su parte soltó un suspiro, ignorando a sus compañeros y levantándose de su asiento envuelto en la frazadita para regresar a su asiento. Llegando segundos más tarde Enzo y Gonzalo, que tomaron asiento a sus lados.
— ¿Dormiste bien Araña? —indagó Gonzalo con una sonrisa de lado— ¿Disfrutaste tus horas de sueño?
— Obvio que durmió bien, ¿cómo no lo va a hacer con Sol al lado pegada a él?
— ¿Hasta que vinieron a romper las bolas? Sí. —hizo una pausa, mirando la hora en su teléfono— Debería buscarme nuevas amistades, porque me conseguí los amigos más rompe huevo que había.
— Podés buscar otros, pero ninguno de esos va a ser como nosotros, ¿quién más te sacaría una fotaza como esta para después mandártela? —Enzo le mostró la pantalla de su teléfono, provocando que Julián abriera sus ojos con sorpresa al ver la foto, sintiendo como toda su cara se ponía roja, más aún al oír las risas de sus amigos.
— ¿Me la mandaste?
— Si boludo, si no estuvieras tan ocupado rezongando te hubieses dado cuenta que te la mandé hace unos minutos ya. —los dos observaron a Julián abriendo el chat con Enzo para buscar la foto, una sonrisa tonta en sus labios solo por ver la foto y como Sol se había recostado sobre su hombro y se agarraba de su brazo— Gracias, ¿no?
Julián hizo un gesto con su mano, como diciendo "¿qué decís?" — Gracias las bolas, lo voy a tomar como tu disculpa por babearme todo el brazo en el primer vuelo y usarme de almohada.
— Ah, pero si Sol te usa de almohada no te jode, ¿no? —reclamó Enzo con falsa indignación mientras Gonzalo observaba todo completamente tentado.
— ¿Por qué haces preguntas boludas si ya sabes qué voy a responder? —indagó el cordobés provocando que finalmente Gonzalo estallara en risas— Gracias igual por la foto.
— De nada Juli, para servirte rey. —Enzo le guiñó un ojo, sonriendo al ver como Julián colocaba la foto de fondo de pantalla en el chat con Sol— Sólo quiero dejar en claro que cuando me den una prima para Oli, yo voy a ser el padrino ¿estamos?
— Dios mío, callate Enzo, por favor. —susurró Julián tapando su rostro completamente avergonzado— Deja de decir boludeces, ya sabes que somos amigos nomás.
— Simis amiguis nimís. —repitió Enzo en tono burlesco— Por favor Julián, podes irle con ese cuento a cualquiera, menos a nosotros. Ya sabemos que te encanta Sol, todo en vos te delata amigo, pero estaría copado que ahora lo asumas vos. —justo en ese momento Sol salió del baño, y pasó por el pasillo junto a ellos dedicándoles una sonrisa para luego seguir de largo. Enzo por su parte observó la reacción de Julián, quien había pasado de estar con una expresión neutra a estar con una sonrisa y sus ojos chispeantes— Ay, pero si somos amigos nomás. —murmuró haciéndole burla otra vez.
— Mejor ponete el cinturón antes de que lo use pa' acogotarte Enzo. —una vez más, Enzo y Gonzalo estallaron en risas al ver lo rojo que Julián se ponía.